¿Te has parado a pensar cuántas veces al día juzgas a personas, situaciones o acontecimientos? Es un hábito común que todos tenemos.
Por ejemplo, cuando conocemos a alguien, tendemos a juzgar su aspecto y a hacer suposiciones sobre su estilo de vida. Cuando navegamos por las redes sociales, decidimos si nos gusta o no la ropa de la gente, escudriñamos sus peinados, nos burlamos de sus payasadas e incluso juzgamos lo que desayunan.
El juicio es una capacidad cognitiva que nos ayuda a evaluar a las personas, las situaciones y las relaciones basándonos en las pruebas sensoriales de que disponemos para llegar a conclusiones y tomar decisiones. Aunque se trata de una capacidad importante, es importante que la utilicemos con cuidado y no seamos excesivamente críticos con los demás.
Este artículo explora las ventajas de tener una mentalidad más abierta y sugiere algunas formas de ser menos crítico.
Prejuiciosos
Ser crítico significa mirar las cosas a través de una lente de crítica, dice Meghan Marcum, PsyD, psicóloga jefe de AMFM Healthcare.
¿Por qué juzga el mundo?
Es interesante preguntarse qué lleva a una persona a ser tan crítica. Según Psychology Today, la gente juzga a los demás para evitar enfrentarse a sentimientos de inferioridad. Pero todos estaríamos mejor si nos ocupáramos de nuestras inseguridades.
Es fácil señalar los defectos de alguien. Es más difícil enfrentarte a tus propios demonios.
Cuando haces que alguien se sienta juzgado constantemente, le haces sentirse incómodo. Le haces sentir que no puede ser él mismo.
Se crea un ambiente que no permite un diálogo abierto y honesto. Eso dificulta cualquier tipo de relación amorosa.
¿Por qué soy tan autocrítico?
Las respuestas más comunes a la pregunta “¿Por qué soy así?” se reducen a la crianza. Nuestras experiencias en la primera infancia, nuestros padres o cuidadores desempeñan un papel importante en la formación de nuestra identidad individual. También intervienen la predisposición genética y el temperamento, que hacen que algunas personas sean más sensibles a las críticas o propensas a la depresión y los pensamientos negativos. La cultura y los medios de comunicación también influyen en lo que creemos que “debemos” ser o hacer.
Si excluimos el desarrollo de la ecuación, la autocrítica puede considerarse una sensibilidad interna a cometer errores, sentirse fuera de control o inferior a los demás. La autocrítica también puede ser el resultado de tener dificultades para ser asertivo y comunicar tus necesidades a los demás, y luego culparte a ti mismo cuando las cosas van mal.
Desarrollas creencias básicas negativas sobre ti mismo, como “soy incapaz” o “no soy digno de ser amado”; entonces, cada experiencia se ve a través de la lente de esas creencias.
Señales de que es demasiado autocrítico
Entre los signos de que puede ser demasiado autocrítico se incluyen una sensibilidad o preocupación por los errores y fracasos personales, ser menos asertivo que los demás y tener un sentimiento de tristeza o vergüenza.
Aquí las señales de que eres demasiado autocrítico:
- Eres perfeccionista.
- Le aterroriza fracasar.
- Es demasiado responsable.
- Anhelas el control.
- Rumias.
- Su autoconversación es negativa.
- Tiene baja autoestima.
- Te enfadas o frustras contigo mismo con facilidad.
- Se siente indeseable.
- Se siente inseguro.
Características de las personas que exceden las críticas
La Dra. Marcum enumera algunas características de las personas críticas en comparación con las que tienen una mentalidad más abierta.
Personas críticonas
- Son excesivamente críticas.
- Hacen suposiciones negativas sin tener todos los datos.
- Ven el mundo a través de prejuicios personales.
- No sienten empatía por los demás.
- Devalúan a los demás para sentirse superiores.
- Ven a los demás como adversarios o competidores.
- Suelen ser infelices.
Personas abiertas
- Son comprensivas.
- Mantienen una mentalidad abierta e intentan buscar lo mejor en las personas y en las situaciones.
- Mantienen una actitud justa y razonable.
- Sienten empatía por los demás.
- No se comparan con los demás.
- Tienen relaciones sanas y solidarias.
- Están más satisfechos.
¿Por qué criticar a los demás nos hace sentir mejor?
Al ser criaturas sociales, prestamos mucha atención a la opinión que los demás tienen de nosotros.
Las valoraciones positivas o negativas son como la moneda social. Pueden aumentar o perjudicar nuestras posibilidades de ascender en la escala social.
Los antropólogos creen que, a lo largo de la historia de la humanidad, los cotilleos han sido una forma de estrechar lazos con nuestros iguales. Y para aislar a los que no encajan en nuestro grupo.
El cotilleo desempeña un papel clave en la sociedad. Difunde información sobre la reputación de otras personas que utilizamos para acogerlas o condenarlas al ostracismo.
De hecho, algunos dicen que ayuda a proteger a los individuos vulnerables de un grupo.
“Los receptores de cotilleos utilizan la información positiva y negativa del grupo para mejorar, promocionar y proteger el propio yo”, escribe la investigadora Elena Martinescu, de la Universidad de los Países Bajos.
“Contrariamente a las percepciones de los profanos”, explica la investigadora, “la mayoría de los cotilleos negativos no pretenden herir al objetivo, sino complacer al cotilla y al receptor”.
El cotilleo negativo tiene un valor de autopromoción porque proporciona a los individuos información de comparación social, lo que se traduce en sentimientos de orgullo.
Lamentablemente, nos sentimos mejor cuando hacemos quedar mal a alguien.
Pero, en realidad, nos vemos feos cuando criticamos a los demás.
Independientemente de nuestra motivación, el cotilleo daña las relaciones y crea un clima de miedo y resentimiento. Múltiples estudios demuestran que provoca un descenso de la productividad y aumenta tanto las enfermedades como el absentismo laboral.
El cotilleo constante crea un ambiente tóxico. Tanto en el trabajo como en casa.
O te conviertes en parte de la cultura tóxica o renuncias.
Esta masterclass tiene como objetivo facilitar el entendimiento de qué es la adicción a la aprobación, cómo vencerla, así como diferenciar entre críticas-criticismo, y la forma sabia de tomar lo bueno y desechar lo malo en pro del propio crecimiento.
Los problemas de criticar
Es hiriente
Regañar, criticar y centrarse en lo que tu familia o amigos hacen mal causa un daño real a tus relaciones. Criticar merma la conexión y la comunicación.
No funciona
La crítica es desmotivadora. Creemos que va a conseguir que nuestro cónyuge, nuestros hijos o nuestros empleados cambien, pero no es así. Pensemos en una madre que ve a su hija adolescente coger otra galleta y le dice: “Ten cuidado. No voy a comprarte otro par de vaqueros si los tuyos no te quedan bien”. Esta crítica no va a animarla a comer más sano. Es probable que se sienta avergonzada y enfadada, no motivada.
La otra razón por la que las críticas no funcionan es que no abordan los problemas más profundos de tu relación y de tu interior. Criticar a los demás puede ser un reflejo de la ansiedad o el dolor internos. Puede ser una forma de intentar sentir que controlas algo o a alguien que sientes que está fuera de tu control.
Cuanto más criticas, más infeliz te sientes
Existe un fenómeno interesante llamado sesgo de negatividad. En esencia, significa que todos tendemos a buscar y centrarnos más en los problemas que en los aspectos positivos. Esto significa que estoy predispuesta a encontrar los defectos y fechorías de mi marido. Es probable que él haga tantas o más cosas que me agradan, pero yo tiendo a hacer demasiado hincapié en sus defectos. Cuanto más le critico por dejar los calcetines sucios en el suelo, más me irrito por tener los calcetines en el suelo.
También puede ser infeliz porque se siente avergonzado o culpable por sus comportamientos críticos.
Ahora que has identificado las formas en que la crítica te está causando problemas a ti y a tus relaciones, veamos cómo cambiar.
Beneficios de ser menos críticon
El Dr. Marcum analiza algunos de los beneficios de ser menos crítico:
Horizontes más amplios
Observar las circunstancias sin juzgarlas le permite considerar perspectivas adicionales fuera de su propia conciencia y obtener perspectivas útiles sobre lo que experimentan otras personas. También puede ayudarle a aumentar la empatía y la compasión por las personas que pueden ser diferentes a usted.
Más positividad
El juicio proviene de un lugar de negatividad. Juzgar menos te permite ver el mundo con una perspectiva más positiva. Los estudios demuestran que tener una actitud positiva nos ayuda a vivir más felices y sanos.
Mejora las relaciones
Sentirse juzgado aleja a los demás y dificulta que confíen en ti. En cambio, ser compasivo y comprensivo ayuda a construir relaciones de apoyo.
Cómo y cuándo buscar ayuda
Ser autocrítico suele estar relacionado con enfermedades mentales subyacentes, sobre todo con la ansiedad, la depresión y los trastornos alimentarios. Si notas que te resulta difícil o imposible apartar los pensamientos negativos sobre ti mismo, o que te rondan constantemente por la cabeza, es hora de buscar ayuda.
Otros signos de que puede haber llegado el momento de buscar ayuda son:
- Agobio.
- Tristeza.
- Tensión.
- Dificultad para concentrarse.
- Cambios significativos en sus hábitos alimentarios.
No tienes por qué sufrir solo. Si algo de este artículo ha resonado contigo y te gustaría encontrar un terapeuta, explora un directorio gratuito de terapeutas para encontrar un profesional cualificado en tu zona.
Maneras de juzgar menos
El Dr. Marcum comparte algunas estrategias que pueden ayudarte a juzgar menos.
Presta atención a tus pensamientos
El primer paso para juzgar menos es reconocer que lo estás haciendo. Empieza a prestar más atención a tus pensamientos, para que puedas identificar cuándo estás juzgando.
Busca pensamientos o frases como
- “¿Qué está haciendo, diciendo o vistiendo (la persona)?
- “(La persona) debería estar haciendo (acción) en lugar de (acción)”.
- “Esta (persona/cosa) es tan (adjetivo negativo)”.
Cuestiona tus suposiciones
Si tienes una opinión negativa de alguien, pregúntate en qué se basa. ¿Has formulado tu opinión basándote en hechos? ¿Tienes toda la información relevante o necesitas indagar más sobre la situación?
Esfuérzate por explorar todas las fuentes de información posibles antes de llegar a una conclusión. Si no es posible, considera la posibilidad de dejar tu opinión neutral o abierta.
Reconoce tus prejuicios
Sé consciente de tus propios prejuicios y normas culturales. Reconoce que tu visión de la vida está limitada por tus propias experiencias.
Recuerda que otras personas con diferentes antecedentes culturales, sociales, profesionales, religiosos o étnicos pueden no compartir los mismos puntos de vista. Intenta ponerte en su lugar y ver las cosas desde su perspectiva.
Sé empático
Practica la empatía y la compasión hacia las personas, aunque tengan un aspecto, piensen, vistan, hablen o actúen de forma diferente a ti.
Piensa en cómo te has sentido cuando alguien se ha formado una opinión de ti que no era correcta. ¿Te sentiste herido, enfadado, molesto, avergonzado o decepcionado? Deja que esos sentimientos te guíen para ser más compasivo con los demás.
Amplíe sus horizontes
Haga un esfuerzo por ampliar sus horizontes y exponerse a nuevas ideas y perspectivas. Conoce a gente nueva y háblales de su vida. Experimenta con diferentes actividades y prueba nuevos alimentos. Lea muchos libros y vea contenidos informativos. Viaja todo lo que puedas.
Practique la positividad
Con la práctica, puedes desarrollar una mentalidad más positiva. Si te sorprendes a ti mismo pensando algo negativo sobre algo o alguien, desafíate a ver algo positivo en la situación en su lugar.
También puede dedicar unos minutos cada noche a hacer una lista de las cosas buenas que le han ocurrido ese día y dar las gracias por todo aquello por lo que se siente agradecido. Puedes elegir hacer este ejercicio tú solo en tu mente. O puedes anotarlo en un diario o practicarlo con un ser querido.
Preguntas frecuentes
¿Cómo saber si eres una persona prejuiciosa?
Estas son algunas señales que pueden ayudar a indicar que eres una persona crítica:
- Te cuesta ver más allá de los defectos de los demás.
- Generalmente piensas que las personas son todas buenas o todas malas.
- No te gusta la gente que no es como tú.
- Sientes que todo el mundo está en tu contra o que te persigue.
- Considera a los demás como adversarios.
¿Cómo lidiar con alguien que juzga?
Éstas son algunas estrategias que pueden ayudarte a lidiar con alguien que te juzga:
- Hazle saber que sus comentarios te hieren.
- Explícale tu punto de vista, si está dispuesto a escucharte.
- Recuerda que su actitud es más un reflejo suyo que tuyo.
- Distánciate de ellos si su comportamiento no cambia.
Aunque todos somos culpables de juzgar en algún momento, es un mal hábito que puede generar negatividad. Ser más abiertos de mente puede ayudarnos a ampliar nuestros horizontes, adquirir nuevas perspectivas y construir relaciones más sanas.