La mediación es un proceso de negociación que se utiliza para lograr una resolución entre dos partes. A la hora de meditar con éxito, uno de los mayores retos es combatir los prejuicios inherentes.

Objetivo de la mediación

La mediación ayuda a resolver conflictos. Utilizada a menudo en un entorno legal, la mediación puede ayudarle a evitar los litigios y las costosas tasas judiciales. También puede ayudarle a lograr una resolución más rápida, manteniendo la relación interpersonal, todo ello en un entorno confidencial.

Algunas situaciones que pueden requerir la mediación son, entre otras:

  • Disputas contractuales, que pueden ocurrir entre un empleador y un empleado, un propietario y un inquilino, o cualquier número de partes en las que se haya hecho un contrato.
  • Disputas matrimoniales, que también incluyen cuestiones de separación o divorcio. Algunas parejas prefieren llegar a un acuerdo, por ejemplo, en lugar de pasar por un proceso judicial de divorcio.
  • Custodia de los hijos, que puede ser estresante, pero que se consigue mejor cuando ambas partes están dispuestas a anteponer las necesidades del niño a las suyas.
  • Disputas fiscales, en caso de que no esté de acuerdo con una decisión tomada por Hacienda. Existen programas de mediación para facilitar el proceso de apelación.

Aunque todas estas son razones legítimas para recurrir a un meditador, la meditación puede utilizarse para cualquier desacuerdo que no pueda resolverse entre dos partes individuales. Los dirigentes del gobierno, los empleados, incluso los hermanos, pueden requerir la intervención de un mediador en algún momento.

Cómo funciona el proceso

Cuando se acuerda la mediación en un entorno legal, las dos partes deben firmar un acuerdo. Aunque existen diferentes estilos de mediación, que pueden utilizarse en función de la situación y las circunstancias, no existe una guía directa. La mediación es simplemente una herramienta.

Hay diferentes tipos de mediación que se pueden utilizar.

Mediación evaluativa

El mediador suele utilizar este enfoque para hacer recomendaciones basadas en la justicia legal. Puede señalar los puntos débiles y ofrecer sus recomendaciones basándose en lo que cree que decidiría un juez o un jurado. Este tipo de mediación se utiliza a menudo en la mediación por mandato judicial. A diferencia de la mediación transformativa, la evaluativa se centra menos en fomentar una comunicación más sólida entre las dos partes.

MEDIACION evaluativa

Mediación transformadora

Se trata de un estilo reciente, introducido en la década de 1990, que se centra en capacitar a las dos partes para afrontar mejor el conflicto en lugar de limitarse a lograr una resolución. Con este estilo, el mediador permite que las dos partes tomen la iniciativa y se responsabilicen más del proceso. Aunque esto puede ser beneficioso para las partes a largo plazo, puede impedir que lleguen a un acuerdo justo.

Mediación narrativa

Este estilo adopta un enfoque narrativo de la mediación. Ambas partes tienen la oportunidad de compartir sus historias, lo que permite al mediador presentar nuevas perspectivas para que las partes las consideren. El reto en este caso es tener cuidado de evitar las etiquetas y asegurarse de que ambas partes consiguen un resultado igualmente satisfactorio.

El papel del mediador

Un mediador trabaja para guiar a dos partes hacia la resolución. A diferencia de los árbitros, que actúan con imparcialidad para ayudar a tomar decisiones en nombre de ambas partes, los mediadores no toman decisiones vinculantes.

En el proceso de mediación, el mediador formulará preguntas, hará propuestas, ofrecerá procedimientos, hará interpretaciones, explicará cuestiones clave u ofrecerá nuevas perspectivas en un intento de facilitar la comunicación efectiva, el entendimiento y el acuerdo entre las dos partes. Un mediador debe utilizar habilidades creativas para resolver el conflicto.

Aunque se pueden utilizar ciertos estilos, un buen mediador reconocerá las necesidades individuales de las partes y la habilidad y ajustará su estilo para que se adapte mejor a ellas.

Uno de los aspectos más desafiantes y críticos de ser mediador es reconocer y minimizar el sesgo personal, el prejuicio y el favoritismo. El sesgo implícito, la asociación automática de estereotipos y actitudes (basados en el género, la raza, la identidad, la orientación sexual, etc.) puede ocurrir, por lo que los mediadores deben participar activamente en estrategias de reducción de sesgos para ser mediadores exitosos.

Cómo evitar la parcialidad en la mediación

Hay muchas definiciones diferentes de neutralidad en la mediación. Una de ellas, sugiere que el mediador no debe tener ningún interés en el tema, ninguna relación no revelada con las partes y ninguna posibilidad de beneficio personal.

Al ser neutral, se deben evitar inevitablemente los prejuicios. Los mejores y más hábiles mediadores deberían saber reconocer y resolver el conflicto sin dejar que sus sesgos o prejuicios intercedan, pero ¿es eso posible?

Desgraciadamente, todos experimentamos un sesgo implícito, que se produce de forma involuntaria y produce una asociación, creencia o actitud inconsciente hacia las personas en función de ciertos aspectos, como la raza, el género, el origen socioeconómico o la sexualidad. Como nuestro cerebro trabaja para simplificar el mundo, automáticamente hacemos asociaciones basadas en conocimientos preconcebidos.

La buena noticia es que podemos desaprender los prejuicios implícitos y esto es crucial para los mediadores, de quienes se espera que actúen como parte neutral.

Aunque hay muchos tipos de sesgo, incluidos el sesgo cognitivo y el sesgo negativo, un mediador no debe mostrar ninguna preferencia personal en el proceso de mediación, lo que significa que debe ignorar todas las formas de sesgo.

Un informe publicado en el Penn State Journal of Law & International Affairs sugiere que los mediadores parciales superan a los mediadores neutrales en la mediación internacional, pero los mediadores, por obligación ética, deben ser neutrales.

Como evitar la PARCIALIDAD en la MEDIACION

Estrategias para evitar la parcialidad

“Encontrar el terreno común y centrarse en las soluciones en lugar de los problemas ayuda a resolver las disputas con dignidad e integridad y permite que ambas partes sean escuchadas sin interrupción”, dice Joye.

“Escucha activamente y toma notas si es necesario para comprender cómo la persona ha llegado a pensar en un asunto desde su punto de vista, no el tuyo”, dice. “Hay que dejar de lado tus opiniones y conclusiones”.

Para evitar los prejuicios y ofrecer una mediación eficaz, los mediadores deben utilizar habilidades creativas para resolver problemas y practicar activamente estrategias de reducción de prejuicios.

“Un mediador es un moderador, no un manipulador. Permiten que las personas con puntos de vista opuestos digan su verdad tal y como la ven, sin tener una agenda”, dice Joye. “La mejor manera de evitar un gran conflicto es no levantar nunca la voz, interrumpir o hablar por encima de otro, ya que esto genera ira”.

El método de la mediación se ha utilizado durante miles de años, a menudo atravesando diferentes culturas, idiomas y países, para resolver conflictos. Aunque la mediación puede ser informal o formal, se utiliza de muchas maneras en nuestro país.

Para comprender mejor el punto de vista de cada parte, es fundamental que el mediador escuche atenta y reflexivamente y dé a cada parte la misma oportunidad de presentar su versión del argumento.

¿Cómo influye el sesgo implícito en el comportamiento?

Explicaciones e impactos del sesgo inconsciente. Un sesgo implícito es una asociación, creencia o actitud inconsciente hacia cualquier grupo social. Debido a los sesgos implícitos, las personas pueden atribuir a menudo ciertas cualidades o características a todos los miembros de un grupo concreto, un fenómeno conocido como estereotipo.

Es importante recordar que los sesgos implícitos operan casi por completo a nivel inconsciente. Mientras que los sesgos y prejuicios explícitos son intencionados y controlables, los implícitos lo son menos.

Una persona puede incluso manifestar su desaprobación explícita de una determinada actitud o creencia y, al mismo tiempo, albergar prejuicios similares en un nivel más inconsciente. Estos prejuicios no tienen por qué coincidir con nuestro propio sentido del yo y de la identidad personal. En muchos casos, las personas pueden mantener asociaciones positivas o negativas con respecto a su propia raza, género, religión, sexualidad u otra característica personal.

Causas

Aunque a la gente le gustaría creer que no es susceptible de sufrir estos prejuicios y estereotipos, la realidad es que todo el mundo incurre en ellos, lo quiera o no. Esta realidad, sin embargo, no significa que usted tenga necesariamente prejuicios o esté inclinado a discriminar a otras personas. Simplemente significa que tu cerebro funciona de forma que hace asociaciones y generalizaciones.

Además del hecho de que estamos influenciados por nuestro entorno y los estereotipos que ya existen en la sociedad en la que hemos nacido, generalmente es imposible separarse de la influencia de la sociedad.

Sin embargo, puedes ser más consciente de tu pensamiento inconsciente y de las formas en que la sociedad te influye.

Es la tendencia natural del cerebro a cribar, ordenar y categorizar la información sobre el mundo lo que lleva a la formación de estos sesgos implícitos. Somos susceptibles de sufrir prejuicios debido a estas tendencias:

Tendemos a buscar patrones

El sesgo implícito se produce por la tendencia natural del cerebro a buscar patrones y asociaciones en el mundo. La cognición social, es decir, nuestra capacidad para almacenar, procesar y aplicar información sobre las personas en situaciones sociales depende de esta capacidad para formar asociaciones sobre el mundo.

Tendemos a buscar patrones

Nos gusta tomar atajos

Al igual que otros sesgos cognitivos, el sesgo implícito es el resultado de la tendencia del cerebro a tratar de simplificar el mundo. Como el cerebro está constantemente inundado de más información de la que podría procesar, los atajos mentales hacen que sea más rápido y fácil para el cerebro clasificar todos estos datos.

Nuestra experiencia y los condicionamientos sociales juegan un papel importante. Los prejuicios implícitos están influidos por las experiencias, aunque estas actitudes pueden no ser el resultado de una experiencia personal directa. El condicionamiento cultural, las representaciones de los medios de comunicación y la educación pueden contribuir a las asociaciones implícitas que las personas se forman sobre los miembros de otros grupos sociales.

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Test de Actitudes Implícitas influye en la mediación 

El término sesgo implícito fue acuñado por primera vez por los psicólogos sociales Mahzarin Banaji y Tony Greenwald en el 1995. En un influyente artículo en el que presentaban su teoría de la cognición social implícita, proponían que el comportamiento social estaba influido en gran medida por asociaciones y juicios inconscientes.

En 1998, Banaji y Greenwald publicaron su ahora famoso Test de Asociación Implícita (IAT) para apoyar su hipótesis. La prueba utiliza un programa informático que muestra a los encuestados una serie de imágenes y palabras para determinar cuánto tiempo tarda alguien en elegir entre dos cosas.

Por ejemplo, se muestran imágenes de rostros de diferentes orígenes raciales junto con una palabra positiva o negativa. A continuación, se les pediría que hicieran clic en una palabra positiva cuando vieran una imagen de alguien de una raza y que hicieran clic en una palabra negativa cuando vieran a alguien de otra raza.

Test de actitudes implicitas

Interpretación de los resultados

Los investigadores sugieren que cuando alguien hace clic rápidamente, significa que posee una asociación inconsciente más fuerte. Si una persona hace clic rápidamente en una palabra negativa cada vez que ve a una persona de una raza determinada, los investigadores sugieren que esto indicaría que tiene un sesgo negativo implícito hacia los individuos de esa raza.

Además de una prueba de actitudes raciales implícitas, el IAT también se ha utilizado para medir los prejuicios inconscientes relacionados con el género, el peso, la sexualidad, la discapacidad y otras áreas.

El IAT ha crecido en popularidad y uso durante la última década, pero recientemente ha sido criticado.

Entre las principales críticas se encuentra la constatación de que los resultados de la prueba pueden carecer de fiabilidad. Los encuestados pueden obtener una puntuación alta en cuanto a prejuicios raciales en una prueba, y una puntuación baja en la siguiente.

También es preocupante que las puntuaciones de la prueba no guarden necesariamente relación con el comportamiento individual. Las personas pueden puntuar alto en un tipo de sesgo en el IAT, pero esos resultados pueden no predecir con exactitud cómo se relacionarían con los miembros de un grupo social específico.

Relación con la discriminación

Es importante entender que el sesgo implícito no es lo mismo que el racismo, aunque ambos conceptos están relacionados. El racismo manifiesto implica un prejuicio consciente contra los miembros de un grupo racial concreto y puede estar influido por prejuicios tanto explícitos como implícitos.

Otras formas de discriminación en las que pueden influir los prejuicios inconscientes son la discriminación por edad, el sexismo, la homofobia y la discapacidad.

Una de las ventajas de ser consciente del impacto potencial de los prejuicios sociales implícitos es que puedes adoptar un papel más activo en la superación de los estereotipos sociales, la discriminación y los prejuicios.

Efectos de los prejuicios que pueden necesitar de mediación 

Los prejuicios implícitos pueden influir en la forma de comportarse con los miembros de los grupos sociales. Los investigadores han descubierto que estos prejuicios pueden tener efectos en diversos entornos, como la escuela, el trabajo y los procedimientos judiciales.

Escuela

Los prejuicios implícitos pueden dar lugar a un fenómeno conocido como amenaza de los estereotipos, en el que las personas interiorizan estereotipos negativos sobre sí mismas basados en asociaciones de grupo. Las investigaciones han demostrado, por ejemplo, que las niñas pequeñas suelen interiorizar actitudes implícitas relacionadas con el género y el rendimiento en matemáticas.

Se ha demostrado que, a la edad de 9 años, las niñas exhiben las creencias inconscientes de que las mujeres tienen preferencia por el lenguaje sobre las matemáticas. Cuanto más fuertes sean estas creencias implícitas, menos probable será que las niñas y las mujeres persigan el rendimiento en matemáticas en la escuela. También se cree que estas creencias inconscientes influyen en la inhibición de las mujeres a la hora de seguir carreras en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.

Los estudios también han demostrado que las actitudes implícitas también pueden influir en la forma en que los profesores responden al comportamiento de los estudiantes, lo que sugiere que los prejuicios implícitos pueden tener un poderoso impacto en el acceso a la educación y el rendimiento académico.

Un estudio, por ejemplo, descubrió que los niños negros -y los varones negros en particular- tenían más probabilidades de ser expulsados de la escuela por problemas de comportamiento. Cuando se les dijo a los profesores que estuvieran atentos a los comportamientos problemáticos, era más probable que se centraran en los niños negros que en los blancos.

Escuela

En el lugar de trabajo

Aunque la prueba de actitudes implícitas en sí misma puede tener trampas, estos problemas no niegan la existencia del sesgo implícito. O la existencia y los efectos de los prejuicios y la discriminación en el mundo real. Estos prejuicios pueden tener consecuencias muy reales y potencialmente devastadoras.

Un estudio, por ejemplo, descubrió que cuando los solicitantes de empleo negros y blancos enviaban currículos similares a los empleadores, los solicitantes negros tenían la mitad de probabilidades de ser llamados para las entrevistas que los solicitantes de empleo blancos con iguales calificaciones. Esta discriminación es probablemente el resultado de prejuicios tanto explícitos como implícitos hacia los grupos raciales.

Incluso cuando los empleadores se esfuerzan por eliminar los posibles prejuicios en la contratación, los prejuicios implícitos sutiles pueden seguir influyendo en la forma en que se selecciona a las personas para los puestos de trabajo o se las asciende a puestos avanzados. Evitar estos prejuicios por completo puede ser difícil, pero ser consciente de su existencia y esforzarse por minimizarlos puede ayudar.

Entornos sanitarios

No cabe duda de que la edad, la raza o el estado de salud no deberían influir en el tratamiento de los pacientes; sin embargo, los prejuicios implícitos pueden influir en la calidad de la atención sanitaria y tener repercusiones a largo plazo, como una atención subóptima, resultados adversos e incluso la muerte.

Los investigadores siguen estudiando el sesgo implícito en relación con otros grupos étnicos, así como con condiciones de salud específicas, como la diabetes de tipo 2, la obesidad, la salud mental y los trastornos por consumo de sustancias.

Entornos legales

Los prejuicios implícitos también pueden tener implicaciones preocupantes en los procedimientos legales, influyendo en todo, desde el contacto inicial con la policía hasta la sentencia. Las investigaciones han revelado que existe una abrumadora disparidad racial en el trato que reciben los acusados negros en las sentencias penales.

No sólo es menos probable que a los acusados negros se les ofrezcan acuerdos de culpabilidad que a los blancos acusados de delitos similares, sino que también es más probable que reciban sentencias más largas y duras que los acusados blancos.

Cómo reducir los prejuicios implícitos

Los prejuicios implícitos afectan al comportamiento, pero hay cosas que puede hacer para reducir sus propios prejuicios:

Concéntrese en ver a las personas como individuos. En lugar de centrarse en los estereotipos para definir a las personas, dedique tiempo a considerarlas a un nivel más personal e individual.

Como reducir los PREJUICIOS implicitos

Trabaja para cambiar conscientemente tus estereotipos

Si reconoces que tu respuesta a una persona puede estar arraigada en prejuicios o estereotipos, haz un esfuerzo por ajustar conscientemente tu respuesta.

Tómate el tiempo necesario para hacer una pausa y reflexionar

Para reducir las reacciones reflexivas, tómate tiempo para reflexionar sobre los posibles prejuicios y sustitúyelos por ejemplos positivos del grupo estereotipado.

Ajusta tu perspectiva

Intenta ver las cosas desde el punto de vista de otra persona. ¿Cómo responderías si estuvieras en la misma posición? ¿Qué factores pueden contribuir a la forma de actuar de una persona en un entorno o situación determinados?

Aumente su exposición

Pasa más tiempo con personas de diferentes orígenes raciales. Aprende sobre su cultura asistiendo a eventos o exposiciones de la comunidad.

Aumente su exposicion

Practica la atención plena

Pruebe la meditación, el yoga o la respiración concentrada para aumentar la atención y ser más consciente de sus pensamientos y acciones.

Los prejuicios implícitos pueden ser preocupantes, pero también forman parte de la vida. Y lo que es más preocupante, sus actitudes inconscientes no tienen por qué coincidir con sus creencias declaradas. Aunque es más probable que las personas tengan prejuicios implícitos que favorezcan a su propio grupo interno, no es raro que también tengan prejuicios contra su propio grupo social.

La buena noticia es que estos prejuicios implícitos no están grabados en piedra. Incluso si se tienen prejuicios inconscientes contra otros grupos de personas, es posible adoptar nuevas actitudes, incluso a nivel inconsciente. Este proceso no es necesariamente rápido ni fácil, pero ser consciente de la existencia de estos prejuicios es un buen punto de partida para empezar a cambiar.

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