El desplazamiento es un mecanismo de defensa psicológico en el que una persona redirige una emoción negativa desde su fuente original a un receptor menos amenazante. Un ejemplo clásico de esta defensa es la agresión desplazada. Si una persona está enfadada pero no puede dirigir su ira hacia la fuente sin consecuencias, puede “descargar” su ira en una persona o cosa que suponga un menor riesgo.

Mecanismos de defensa

Cuando las personas tienen emociones o impulsos negativos, suelen buscar formas de hacer frente a estos sentimientos no deseados. A diferencia de las estrategias de afrontamiento conscientes que utilizamos para manejar el estrés diario, los mecanismos de defensa operan en un nivel totalmente inconsciente.

El desplazamiento, como muchos otros mecanismos psicológicos de defensa, suele producirse de forma subconsciente: la persona no es consciente de que lo está haciendo.

Los mecanismos de defensa son una de las formas en que la mente intenta inconscientemente reducir nuestra ansiedad y restablecer el equilibrio emocional. Las defensas psicológicas operan sin que seamos conscientes de ello para ayudarnos a hacer frente a personas, cosas o entornos amenazantes. Puede que no seamos conscientes de estos sentimientos e impulsos, pero aun así influyen en nuestro comportamiento y pueden provocar ansiedad.

Cuando utilizamos el desplazamiento, nuestra mente percibe que reaccionar ante la fuente original de nuestra frustración podría ser inaceptable, incluso peligroso. En su lugar, nos encuentra un tema menos amenazante que puede servir como una salida más segura para nuestros sentimientos negativos.

Subtipo de desplazamiento: Sublimación

Sigmund Freud creía que un cierto subtipo de desplazamiento llamado sublimación servía como una importante fuente de creatividad e inspiración. La sublimación implica desplazar los impulsos sexuales inaceptables hacia actividades no sexuales que son productivas y socialmente aceptables, como el trabajo y la creatividad. La sublimación proporciona una salida constructiva a los impulsos inaceptables.

Historia

La hija de Sigmund Freud, Anna Freud, fue una de las primeras psicólogas en hacer una lista de mecanismos de defensa. Sin embargo, el desplazamiento no estaba en la lista de mecanismos de defensa originales incluidos en su libro “El yo y los mecanismos de defensa” (publicado originalmente en Alemania en 1936).

Anna Freud declaró más tarde que, aunque su lista esbozaba varias defensas prominentes, creía que estaba lejos de ser definitiva. Los pioneros posteriores de la psicología sí identificaron el desplazamiento como un importante mecanismo de defensa del ego.

Historia sobre MECANISMOS de DEFENSA

Investigación

La investigación sobre la validez del desplazamiento ha sido variada. Por ejemplo, un estudio de 1998 sugirió que el desplazamiento está poco apoyado por la evidencia empírica. Sin embargo, una investigación posterior en el 2015 apoyó la teoría de que los estados de excitación física y emocional tienden a pasar de una situación a otra.

Por ejemplo, aunque te reprimas en un entorno social porque reaccionar sería inapropiado, reprimir tus sentimientos no hará que desaparezcan. Tu estado emocional seguirá siendo el mismo. Más adelante, es posible que te encuentres en un entorno en el que puedas reaccionar con menos consecuencias, momento en el que darás rienda suelta a los sentimientos que reprimiste.

Otros estudios también han ofrecido un amplio apoyo a los mecanismos de defensa, incluido el desplazamiento, como importantes para la salud y las relaciones humanas. Un grupo de investigadores analizó los datos de un estudio longitudinal de 70 años y descubrió que los mecanismos de defensa psicológica podrían influir tanto en el cuerpo como en la mente.

En su artículo, publicado en el 2013, los investigadores afirmaron que los sujetos de su estudio que utilizaron mecanismos de defensa adaptativos (incluido el desplazamiento) a mitad de la vida tuvieron una mejor salud física más adelante. Los investigadores sugirieron que las defensas maduras desempeñan un papel fundamental en la creación de relaciones sociales sólidas y de apoyo, que contribuyen a mejorar la salud física.

Cómo funciona

Imagina que tu jefe te reprende en el trabajo. Desahogar su enfado o frustración directamente con su jefe no sólo sería imprudente, sino que incluso podría costarle el puesto de trabajo. En su lugar, retiene (o reprime) sus emociones hasta el final del día.

En cuanto llega a casa, puede desatar su ira contra su desprevenido compañero de piso o reaccionar de forma exagerada ante un hecho desencadenante, como el mal comportamiento de sus hijos. La mayoría de las veces, el acontecimiento desencadenante es relativamente insignificante. Es su reacción la que es desproporcionada, incluso exagerada.

La rabia que sentías hacia tu jefe se acaba liberando, pero de forma indirecta. Es probable que las consecuencias de gritar a tu compañero de piso o de regañar a tus hijos sean menos graves que si hubieras descargado tu frustración contra tu jefe o tus compañeros de trabajo. El objeto o la persona que se convierte en objeto de los sentimientos desplazados puede variar, pero normalmente se elige porque es menos amenazante (o incluso impotente).

Si alguna vez has descargado tus sentimientos negativos contra un amigo, un familiar o incluso un completo desconocido cuando estabas molesto por otra cosa, entonces has utilizado el desplazamiento como mecanismo de defensa (aunque no fueras consciente de ello).

Ejemplos de desplazamiento

A continuación, se presentan algunos escenarios imaginados (muchos de los cuales pueden sonarle o resultarle familiares) que ejemplifican el desplazamiento:

Un empleado es reprendido por su jefe por su mal desempeño durante una presentación. El empleado sale del trabajo para comer en un restaurante local donde grita al personal de servicio por un pequeño error en su pedido.

Usted está frustrado con su cónyuge porque no le ha ayudado en las tareas domésticas. Cuando les pides a tus hijos que empiecen sus tareas y ellos responden lloriqueando, tu ira estalla. Les gritas y les acusas de no ayudar nunca en la casa.

Una persona se siente atraída por el mejor amigo de su cónyuge, pero sabe que actuar en consecuencia tendría consecuencias catastróficas. En su lugar, el deseo que sienten se desplaza inconscientemente y desarrollan un fetiche sexual por unas gafas similares a las que lleva el mejor amigo de su cónyuge.

Pierdes tu trabajo y te cuesta encontrar uno nuevo. Temiendo no poder pagar las facturas, empiezas a descargar tu frustración y sentimiento de fracaso en los inmigrantes de tu comunidad, culpándoles de tu incapacidad para encontrar empleo.

Ejemplos de DESPLAZAMIENTO

Este curso es indispensable tu que te has sentido inseguro, limitado y frustrado. Para ti que has perdido años de tu vida, abandonado proyectos y desperdiciado oportunidades. Para ti que estás inconforme y deseas alcanzar tus metas y hacer tus sueños realidad. Después de tomar este curso podrás detectar las trampas y descubrir las estrategias que te llevarán a vivir una vida plena. 

Consecuencias imprevistas

El desplazamiento puede provocar una reacción en cadena no deseada. La agresión desplazada, por ejemplo, puede convertirse en un ciclo. Por ejemplo, imagina a un empleado que está enfadado con su jefe. Al llegar a casa, descarga su ira en su cónyuge. Enfadado él mismo, el cónyuge puede estar irritado con sus hijos. A su vez, los niños pueden descargar sus frustraciones entre ellos.

La agresión interpersonal desplazada también puede provocar prejuicios contra determinados grupos sociales. Por ejemplo, algunos estudiosos han argumentado que la animosidad que los alemanes sentían hacia el pueblo judío tras la Primera Guerra Mundial puede haber sido un ejemplo de sentimientos desplazados de ira por las ramificaciones económicas de la guerra.

En lugar de dirigir su ira colectiva hacia sus propias acciones o su propio gobierno, la gente redirigió su rabia hacia un grupo de personas que consideraban objetivos menos amenazantes. Este fenómeno también se conoce como “chivo expiatorio”.

Características de mecanismos de defensa

Los mecanismos de defensa son muy comunes y suelen ser un aspecto normal del funcionamiento diario. El desplazamiento como defensa nos ayuda a canalizar emociones e impulsos que podrían considerarse inapropiados o perjudiciales hacia salidas más saludables, seguras o productivas.

Cuando se utilizan adecuadamente, las defensas como el desplazamiento nos protegen de los sentimientos negativos, ayudan a minimizar la decepción, protegen nuestra autoestima y gestionan los niveles de estrés. El desplazamiento puede protegernos de la ansiedad ocultando las cosas que nos resultan estresantes o inaceptables y ayudando a preservar nuestro sentido del yo.

Pero los mecanismos de defensa como el desplazamiento también pueden ser inútiles si la gente confía demasiado en ellos, o cuando conducen a conductas e interacciones problemáticas con los demás. El uso excesivo de estos mecanismos se ha relacionado con el malestar psicológico y el mal funcionamiento.

El desplazamiento sirve para redirigir los sentimientos, pero también tiene el potencial de causar daño. Hay varios factores que influyen en cómo y cuándo se produce el desplazamiento.

Caracteristicas de MECANISMOS de DEFENSA

La edad

Los niños pequeños son más directos a la hora de expresar sus sentimientos. Por lo tanto, es más probable que expresen sus emociones negativas hacia el objetivo original (independientemente de lo apropiado de la respuesta).

Por ejemplo, es probable que un niño de 4 años se limite a gritar a sus padres cuando esté molesto. Por otro lado, un niño de 14 años podría desplazar su frustración con un padre peleando con un hermano menor.

Intensidad

Los impulsos o sentimientos muy molestos pueden dar lugar a mayores muestras de emoción hacia el objetivo sustitutivo. Por ejemplo, un impulso inapropiado (como el deseo de golpear a alguien) podría expresarse como un arrebato emocional muy cargado (como gritar a un cónyuge).

Frecuencia

La mayoría de las personas han experimentado la descarga de sus emociones negativas en un objetivo secundario. Aunque el desplazamiento puede ser una respuesta normal, puede cruzar la línea hacia un comportamiento inadaptado o incluso abusivo. Si una persona confía en el desplazamiento como mecanismo de defensa para lidiar con todo su malestar emocional, es menos probable que sea inútil y puede causar daño.

Lo que puedes hacer sobre mecanismos de defensa excesivos

La dependencia excesiva del desplazamiento o de cualquier otro mecanismo de defensa puede ser problemática o, como mínimo, poco útil. Si te preocupa el uso del desplazamiento como mecanismo de defensa, es algo que puedes abordar con un terapeuta o consejero como parte de la psicoterapia. A continuación, se presentan algunas formas en las que puedes observar tu propio comportamiento para tener una mejor idea de si utilizas el desplazamiento de manera útil.

Lo que puedes hacer con MECANISMOS de DEFENSA excesivos

Evaluar

Uno de los primeros pasos es también uno de los más difíciles: observar tu comportamiento y tus acciones y determinar si el desplazamiento podría estar causándolos. El desplazamiento no es algo que pueda verse fácilmente. A menudo, sólo es posible hacer inferencias basadas en lo que puedes examinar de tu propio comportamiento.

En esta etapa, puede ser útil trabajar con un terapeuta. Puede observar tu comportamiento desde un punto de vista “externo” y ayudarte a ver las cosas desde una perspectiva más objetiva.

Un terapeuta es capaz de presenciar (y señalar) las contradicciones entre tu comportamiento y tus palabras, lenguaje corporal u otras señales.

Por ejemplo, puede decirle al terapeuta que no le importa que su cónyuge trabaje hasta tarde y los fines de semana, pero su lenguaje corporal y su discurso pueden sugerir lo contrario. A medida que comparta más sobre su comportamiento, podría quedar claro que cuando está de mal humor con sus hijos por la noche, en realidad es una señal de la frustración que siente con su cónyuge.

Reflexionar

La reflexión es una estrategia que los terapeutas pueden utilizar para ayudarte a reconocer cuándo estás utilizando mecanismos de defensa como el desplazamiento. Con esta estrategia, el terapeuta te devuelve tus sentimientos de forma que te anima a considerar lo que has hecho o dicho.

El objetivo de la técnica de reflexión es revelar las preocupaciones ocultas que han influido en tu comportamiento.

Por ejemplo, mientras le cuenta a su terapeuta que ha expresado su enfado con un compañero de trabajo, podría revelar una de sus preocupaciones subyacentes: que su nuevo jefe no reconozca sus talentos y esfuerzos. En lugar de expresar sus emociones a su jefe (un objetivo amenazante), descargó su frustración en su compañero de trabajo (un objetivo menos amenazante).

Reencuadre

Una vez que empiece a reconocer los episodios de desplazamiento insalubre en su propia vida, el siguiente paso es buscar formas intencionadas de alterar su pensamiento y comportamiento. Por ejemplo, si grita a su cónyuge porque está desplazando sus frustraciones del trabajo, deténgase, dé un paso atrás y tómese un momento para recuperar el control.

Cuando te encuentres con comportamientos inadaptados causados por el desplazamiento, intenta replantear la situación y encontrar una salida más saludable para tus sentimientos.

Haz un esfuerzo consciente para redirigir tus sentimientos negativos hacia un objetivo apropiado. Las salidas alternativas pueden ser escribir sobre la situación y cómo te sientes, practicar un deporte o ejercicio físico, o dedicarte a un pasatiempo productivo.

Al igual que otros mecanismos psicológicos de defensa, el desplazamiento puede ser una forma normal y saludable de afrontar las emociones negativas inconscientes. Sin embargo, confiar excesivamente en el desplazamiento como forma de manejar los sentimientos negativos puede ser poco útil e incluso destructivo, sobre todo si descargas tus frustraciones en las personas indefensas que te rodean.

Puede ser difícil reconocer nuestro propio desplazamiento, si te preocupa cómo utilizas este mecanismo de defensa, la terapia puede ayudarte a ver cuándo tus acciones, palabras o comportamientos son realmente un mecanismo de defensa. Una vez que aprendes a reconocer el desplazamiento, puedes tomar medidas para desafiar el mecanismo de defensa y encontrar formas más eficaces de afrontarlo.

error: El contenido está protegido