El efecto Dunning-Kruger es un tipo de sesgo cognitivo en el que las personas se creen más inteligentes y capaces de lo que realmente son. Esencialmente, las personas con poca capacidad no poseen las habilidades necesarias para reconocer su propia incompetencia. La combinación de una escasa conciencia de sí mismos y una baja capacidad cognitiva les lleva a sobrevalorar sus propias capacidades.

El término da un nombre científico y una explicación a un problema que mucha gente reconoce inmediatamente: los tontos son ciegos a su propia tontería. Como escribió Charles Darwin en su libro La descendencia del hombre, “La ignorancia engendra con más frecuencia confianza que el conocimiento”.

Visión general del efecto Dunning-Kruger

Este fenómeno es algo que probablemente haya experimentado en la vida real, tal vez alrededor de la mesa en una reunión familiar navideña. En el transcurso de la comida, un miembro de su familia extensa comienza a hablar sobre un tema con profusión, proclamando con valentía que tiene razón y que la opinión de los demás es estúpida, desinformada y simplemente equivocada. Puede ser evidente para todos los presentes que esta persona no tiene ni idea de lo que está hablando, pero sigue parloteando, sin darse cuenta de su propia ignorancia.

El efecto recibe el nombre de los investigadores David Dunning y Justin Kruger, los dos psicólogos sociales que lo describieron por primera vez. En su estudio original sobre este fenómeno psicológico, realizaron una serie de cuatro investigaciones.

Las personas que obtuvieron las puntuaciones más bajas en las pruebas de gramática, humor y lógica también tendían a sobrestimar de forma espectacular su rendimiento (sus puntuaciones reales en las pruebas les situaban en el percentil 12, pero ellos estimaban que su rendimiento les situaba en el percentil 62).

La investigación

En un experimento, por ejemplo, Dunning y Kruger pidieron a sus 65 participantes que calificaran la gracia de diferentes chistes. Algunos de los participantes eran excepcionalmente malos a la hora de determinar lo que otras personas encontrarían gracioso, pero estos mismos sujetos se describían a sí mismos como excelentes jueces del humor.

Los investigadores descubrieron que las personas incompetentes no sólo tienen un bajo rendimiento, sino que también son incapaces de evaluar y reconocer con precisión la calidad de su propio trabajo. Esta es la razón por la que los estudiantes que suspenden los exámenes a veces creen que merecían una puntuación mucho más alta. Sobrevaloran sus propios conocimientos y capacidades y son incapaces de ver la pobreza de su actuación.

Las personas con bajo rendimiento son incapaces de reconocer los niveles de habilidad y competencia de otras personas, lo cual es parte de la razón por la que constantemente se ven a sí mismas como mejores, más capaces y con más conocimientos que los demás.

“En muchos casos, la incompetencia no deja a la gente desorientada, perpleja o cauta”, escribió David Dunning en un artículo para Pacific Standard. “Por el contrario, los incompetentes suelen estar dotados de una confianza inapropiada, animados por algo que les parece conocimiento”.

Este efecto puede tener un profundo impacto en lo que la gente cree, en las decisiones que toma y en las acciones que emprende. En un estudio, Dunning y Ehrlinger descubrieron que las mujeres rendían igual que los hombres en un examen de ciencias y, sin embargo, subestimaban su rendimiento porque creían que tenían menos capacidad de razonamiento científico que los hombres. Los investigadores también descubrieron que, como resultado de esta creencia, era más probable que estas mujeres se negaran a participar en un concurso de ciencias.

Dunning y sus colegas también han realizado experimentos en los que preguntan a los encuestados si están familiarizados con una serie de términos relacionados con materias como la política, la biología, la física y la geografía. Junto con los conceptos genuinos de la materia, intercalaron términos completamente inventados.

En uno de estos estudios, aproximadamente el 90% de los encuestados afirmaron tener al menos algún conocimiento de los términos inventados. En consonancia con otros hallazgos relacionados con el efecto Dunning-Kruger, cuanto más familiarizados con un tema decían estar los participantes, más probable era que también afirmaran estar familiarizados con los términos sin sentido. Como ha sugerido Dunning, el problema de la ignorancia es que puede parecer una experiencia.

Investigacion sobre el EFECTO DUNNING KRUGER

¿Qué es lo opuesto al efecto de Dunning-Kruger?

Si el efecto Dunning-Kruger se refiere a estar demasiado confiado en el conocimiento o desempeño propio, su opuesto completo es el síndrome del impostor o la sensación de que uno no se merece el éxito. Las personas que tienen síndrome del impostor están plagadas por autocuestionamientos y constantemente se sienten como fraudes que serán desenmascarados en cualquier momento.

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Causas del efecto Dunning-Kruger

¿Qué explica este efecto psicológico? ¿Es que algunas personas son demasiado densas, para ser francas, para saber lo poco inteligentes que son? Dunning y Kruger sugieren que este fenómeno tiene su origen en lo que denominan “doble carga”. Las personas no sólo son incompetentes, sino que su incompetencia les priva de la capacidad mental para darse cuenta de lo ineptos que son.

Las personas incompetentes tienden a:

  • Sobreestimar sus propios niveles de habilidad.
  • No reconocer la verdadera habilidad y experiencia de otras personas.
  • No reconocer sus propios errores y su falta de habilidad.

Dunning ha señalado que los mismos conocimientos y habilidades necesarios para ser bueno en una tarea son exactamente las mismas cualidades que una persona necesita para reconocer que no es buena en esa tarea. Por tanto, si una persona carece de esas habilidades, no sólo sigue siendo mala en esa tarea, sino que ignora su propia incapacidad.

Causas del EFECTO DUNNING KRUGER

Incapacidad para reconocer la falta de habilidad y los errores

Dunning sugiere que los déficits de habilidad y pericia crean un problema doble. En primer lugar, estos déficits hacen que las personas tengan un mal rendimiento en el ámbito en el que son incompetentes. En segundo lugar, sus conocimientos erróneos y deficientes les impiden reconocer sus errores.

La falta de metacognición

El efecto Dunning-Kruger también está relacionado con las dificultades de la metacognición, es decir, la capacidad de dar un paso atrás y observar el propio comportamiento y las habilidades desde fuera de uno mismo. Las personas a menudo sólo son capaces de evaluarse a sí mismas desde su propio punto de vista limitado y altamente subjetivo. Desde esta perspectiva limitada, parecen muy hábiles, conocedores y superiores a los demás. Por ello, las personas a veces se esfuerzan por tener una visión más realista de sus propias capacidades.

Un poco de conocimiento puede llevar a un exceso de confianza

Otro factor que contribuye es que, a veces, un pequeño conocimiento sobre un tema puede llevar a la gente a creer erróneamente que sabe todo lo que hay que saber sobre él. Como dice el viejo refrán, un poco de conocimiento puede ser algo peligroso. Una persona puede tener el más mínimo conocimiento sobre un tema y, sin embargo, gracias al efecto Dunning-Kruger, creer que es un experto.

Otros factores que pueden contribuir al efecto son el uso de heurísticos, o atajos mentales que nos permiten tomar decisiones rápidamente, y nuestra tendencia a buscar patrones incluso cuando no existen. Nuestras mentes están preparadas para tratar de dar sentido a la disparidad de información que manejamos a diario. Cuando intentamos atravesar la confusión e interpretar nuestras propias habilidades y rendimiento dentro de nuestros mundos individuales, quizás no sea sorprendente que a veces no podamos juzgar con precisión lo bien que lo hacemos.

¿A quién afecta el efecto Dunning-Kruger?

Por desgracia, a todos. Esto se debe a que, por muy informados o experimentados que estemos, todo el mundo tiene áreas en las que no está informado y es incompetente. Puedes ser inteligente y hábil en muchas áreas, pero nadie es experto en todo.

La realidad es que todo el mundo es susceptible de sufrir este fenómeno y, de hecho, la mayoría de nosotros probablemente lo experimentamos con sorprendente regularidad. Las personas que son auténticas expertas en un área pueden creer erróneamente que su inteligencia y conocimientos se trasladan a otras áreas en las que están menos familiarizadas. Un científico brillante, por ejemplo, puede ser un escritor muy malo. Para que el científico reconozca su propia falta de habilidad, necesita tener un buen conocimiento de cosas como la gramática y la composición. Al no tenerlos, el científico de este ejemplo también carece de la capacidad de reconocer su propio mal rendimiento.

El efecto Dunning-Kruger no es sinónimo de bajo coeficiente intelectual. A medida que ha aumentado el conocimiento del término, también ha crecido su aplicación errónea como sinónimo de “estúpido”. Después de todo, es fácil juzgar a los demás y creer que esas cosas simplemente no se aplican a uno.

Entonces, si los incompetentes tienden a creerse expertos, ¿qué piensan los auténticos expertos de sus propias capacidades? Dunning y Kruger descubrieron que los que se encontraban en el extremo superior del espectro de la competencia tenían una visión más realista de sus propios conocimientos y capacidades. Sin embargo, estos expertos tendían a subestimar sus propias capacidades en relación con las de los demás.

Esencialmente, estos individuos de alta puntuación saben que son mejores que la media, pero no están convencidos de lo superior que es su rendimiento en comparación con los demás. El problema, en este caso, no es que los expertos no sepan lo bien informados que están, sino que tienden a creer que todos los demás también lo están.

A quien afecta el EFECTO DUNNING KRUGER

¿Hay alguna forma de superar el efecto Dunning-Kruger?

Entonces, ¿hay algo que pueda minimizar este fenómeno? ¿Existe un punto en el que los incompetentes reconozcan realmente su propia ineptitud? “Todos somos motores de la incredulidad”, ha sugerido Dunning. Aunque todos somos propensos a experimentar el efecto Dunning-Kruger, aprender más sobre el funcionamiento de la mente y los errores a los que todos somos susceptibles podría ser un paso para corregir estos patrones.

Dunning y Kruger sugieren que, a medida que aumenta la experiencia con un tema, la confianza suele disminuir hasta niveles más realistas. A medida que la gente aprende más sobre el tema que le interesa, empieza a reconocer su propia falta de conocimiento y capacidad. Luego, a medida que las personas adquieren más información y se convierten en expertos en un tema, sus niveles de confianza comienzan a mejorar de nuevo.

Entonces, ¿qué puede hacer para obtener una evaluación más realista de sus propias capacidades en un área concreta si no está seguro de poder confiar en su propia autoevaluación?

Siga aprendiendo y practicando

En lugar de dar por sentado que sabes todo lo que hay que saber sobre un tema, sigue profundizando. Una vez que adquiera un mayor conocimiento de un tema, es más probable que reconozca lo mucho que le queda por aprender. Esto puede combatir la tendencia a asumir que eres un experto, aunque no lo seas.

Pregunta a otras personas cómo lo estás haciendo

Otra estrategia eficaz consiste en pedir a los demás una crítica constructiva. Aunque a veces puede ser difícil de escuchar, este tipo de comentarios pueden proporcionar una valiosa visión de cómo los demás perciben tus habilidades.

Cuestiona lo que sabes

Incluso cuando aprendes más y recibes comentarios, puede ser fácil prestar atención sólo a las cosas que confirman lo que crees que ya sabes. Este es un ejemplo de otro tipo de sesgo psicológico conocido como sesgo de confirmación. Para minimizar esta tendencia, sigue desafiando tus creencias y expectativas. Busque información que cuestione sus ideas.

El efecto Dunning-Kruger es uno de los muchos sesgos cognitivos que pueden afectar a tus comportamientos y decisiones, desde las más mundanas hasta las que cambian la vida. Aunque puede ser más fácil reconocer el fenómeno en otras personas, es importante recordar que es algo que afecta a todos. Si entiendes las causas subyacentes que contribuyen a este sesgo psicológico, podrás detectar mejor estas tendencias en ti mismo y encontrar formas de superarlas.

Cuestiona lo que sabes EFECTO DUNNING KRUGER

¿Cuál es la maldición doble del efecto Dunning-Kruger?

El efecto Dunning-Kruger resulta en lo que se conoce como una “doble maldición”: No solo se desempeñan mal las personas, sino que no son lo suficientemente conscientes como para juzgarse a sí mismas con precisión, y por lo tanto tienen pocas probabilidades de aprender y crecer.

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