¿Qué son los primeros auxilios psicológicos?
Es un enfoque basado en la evidencia para apoyar a las personas de todas las edades después de una catástrofe. Parte de la base de que las personas afectadas por una catástrofe o un acontecimiento traumático pueden enfrentarse a nuevos retos, y de que ciertas acciones básicas nos ayudan a todos, como seres humanos, a afrontar estos retos. Es un conjunto de acciones y apoyos que pueden ayudarnos a todos a aprovechar o mejorar nuestra capacidad de recuperación. Lo mejor de los primeros auxilios es que los principios son un apoyo para todos nosotros, tanto si experimentamos la catástrofe como si somos personas que responden a ella. Estas mismas acciones básicas sirven de apoyo en momentos de gran estrés.
Los principios y técnicas de los Primeros Auxilios Psicológicos cumplen cuatro normas básicas. Éstas son:
- Consistentes con la evidencia de la investigación sobre el riesgo y la resiliencia después del trauma.
- Aplicables y prácticos en entornos de campo.
- Apropiados para los niveles de desarrollo a lo largo de la vida.
- Informados culturalmente y entregados de manera flexible.
Los Primeros Auxilios Psicológicos se basan en la comprensión de que los supervivientes de catástrofes y otras personas afectadas por tales acontecimientos experimentarán una amplia gama de reacciones tempranas (por ejemplo, físicas, psicológicas, conductuales, espirituales). Algunas de estas reacciones causarán suficiente angustia como para interferir con la capacidad de adaptación, y la recuperación puede verse favorecida por el apoyo de los intervinientes en la catástrofe, que son compasivos y solidarios.
Los beneficios de prestar primeros auxilios psicológicos
Los primeros auxilios psicológicos son la capacidad de ayudar a las personas con problemas emocionales. Los alumnos recibirán los conocimientos necesarios para prestar primeros auxilios psicológicos eficaces a quienes los necesiten, lo que incluye mantener la calma, proporcionar consuelo emocional y físico, ofrecer ánimos positivos y restablecer la sensación de seguridad.
La imagen común de un socorrista es la de alguien con un juego de guantes que venda suavemente una herida que brota o que administra a un paciente que tiene una reacción anafiláctica. Las heridas, imaginamos, son fáciles de ver y de solucionar.
Aunque el tratamiento de las heridas físicas parece ser la forma más importante en que un socorrista puede ayudar a un paciente, hay mucho que podemos hacer para cuidar la salud mental de un paciente, especialmente durante y justo después de un evento traumático.
Los Primeros Auxilios Psicológicos son un conjunto de herramientas que ha integrado en nuestro plan de estudios para ayudar a los pacientes en su respuesta a los eventos traumáticos.
Los 5 componentes de los primeros auxilios psicológicos
1. Crear una sensación de seguridad
Crear una sensación de seguridad significa comunicar al sistema de lucha o huida del cerebro que la situación estresante ha terminado. Puede hacerlo protegiendo al paciente de una escena perturbadora o explicándole que está a salvo. Refuerza esto mostrándole lo que has hecho para que la escena sea segura, como alejarlo de un borde precario o señalarle que la tormenta eléctrica ha pasado y el tiempo se ha calmado.
2. Crear calma
Esto es importante tanto antes como durante la respuesta. Hablar y actuar con calma puede mostrar a tu paciente que está en un lugar seguro y que puede empezar a calmarse. Si te cuesta calmarte a ti mismo o a tu paciente, utiliza herramientas sencillas como respirar profundamente, contar hasta cuatro y luego soltar la respiración lentamente, y enseñar a tu paciente a hacer lo mismo. Es difícil calmar a otra persona cuando tú mismo no te sientes tranquilo, así que comprueba tu propia compostura antes de ayudar a tu paciente.
3. Crear eficacia propia y colectiva
La eficacia es su capacidad para producir un resultado deseado. Puede ayudar a su paciente a fomentar la autoeficacia haciéndole partícipe activo de su propio rescate. Recuérdele a su paciente sus puntos fuertes, permítale cuidarse a sí mismo o ayudar a sus compañeros, e involúcrele en las decisiones sobre su cuidado. Esto les ayuda a superar el sentimiento de impotencia que a veces acompaña a un acontecimiento traumático. Ya no son víctimas, sino parte del equipo.
4. Crear conexión
Crear conexión ayuda al paciente a aprovechar los apoyos sociales que le rodean. Puede crear una conexión estableciendo una relación en el lugar de los hechos con el paciente: utilice su nombre y cree una asociación de rescate. Esto también incluye conectar al paciente con sus seres queridos o incluso con sus mascotas.
5. Crear esperanza
En este contexto, la esperanza significa la creencia de que, aunque la situación actual sea sombría, puede mejorar. Para crear esperanza, señale hechos específicos, precisos y positivos sobre el evento, y discuta los próximos pasos que son realistas y predecibles. Mantener la esperanza es tan importante para el paciente como para el equipo que lo atiende.
Estas herramientas, aunque no son intervenciones profesionales de salud mental, se basan en las últimas investigaciones sobre salud mental y están disponibles para que cualquiera las utilice. Muchas personas encuentran estas herramientas tan poderosas que iluminan sus propias experiencias de estrés.
Seguridad. Calma. Autoeficacia. Conexión. Esperanza. Inclúyalos en su botiquín a distancia: No se arrepentirá.
¿Para quién son los Primeros Auxilios Psicológicos?
Las estrategias de intervención de Primeros Auxilios Psicológicos están destinadas a niños, adolescentes, padres/cuidadores, familias y adultos expuestos a una catástrofe o al terrorismo. Los Primeros Auxilios Psicológicos también pueden proporcionarse a los primeros intervinientes y a otros trabajadores de ayuda en caso de catástrofe.
¿Cuándo se deben utilizar los primeros auxilios psicológicos?
Los primeros auxilios psicológicos son una intervención de apoyo que se utiliza inmediatamente después de las catástrofes y el terrorismo.
¿Dónde se deben utilizar los primeros auxilios psicológicos?
Los Primeros Auxilios Psicológicos están diseñados para ser prestados en diversos entornos. Los trabajadores de salud mental y otros trabajadores de respuesta a desastres pueden ser llamados a proporcionar Primeros Auxilios Psicológicos en refugios para la población en general, refugios para necesidades especiales, hospitales de campaña y áreas de triaje médico, instalaciones de cuidados agudos (por ejemplo, Departamentos de Emergencia), áreas de preparación o centros de descanso para los primeros en responder u otros trabajadores de socorro, centros de operaciones de emergencia, líneas telefónicas de crisis o bancos de teléfono, lugares de alimentación, centros de servicios de asistencia en caso de desastres, centros de recepción y asistencia familiar, hogares, empresas y otros entornos comunitarios. Para obtener más información sobre los desafíos de proporcionar Primeros Auxilios Psicológicos en diversos entornos de servicio.
Prestación de primeros auxilios psicológicos
- Comportamiento profesional
- Actuar sólo en el marco de un sistema autorizado de respuesta a la catástrofe.
- Modelar respuestas saludables; ser calmado, cortés, organizado y servicial.
- Estar visible y disponible.
- Mantener la confidencialidad según corresponda.
- Mantenerse dentro del ámbito de su experiencia y de su función designada.
- Remitir a la persona adecuada cuando se necesiten conocimientos adicionales o el superviviente los solicite.
- Estar bien informado y ser sensible a las cuestiones de cultura y diversidad.
- Preste atención a sus propias reacciones emocionales y físicas, y practique el autocuidado.
- Directrices para la prestación de primeros auxilios psicológicos
- Observe cortésmente primero; no se entrometa. A continuación, haz preguntas sencillas y respetuosas para determinar cómo puedes ayudar.
- A menudo, la mejor manera de establecer contacto es proporcionar ayuda práctica (comida, agua, mantas).
- Inicie el contacto sólo después de haber observado la situación y a la persona o a la familia, y de haber determinado que el contacto no es probable que sea intrusivo o perturbador.
- Esté preparado para que los supervivientes le eviten o le inunden con el contacto.
- Hable con calma. Sea paciente, receptivo y sensible.
- Hable despacio, en términos sencillos y concretos; no utilice acrónimos ni jerga.
Si los supervivientes quieren hablar, esté preparado para escuchar. Cuando escuche, concéntrese en oír lo que quieren decirle y en cómo puede serle de ayuda.
- Reconozca los aspectos positivos de lo que el superviviente ha hecho para mantenerse a salvo.
- Ofrezca información que aborde directamente los objetivos inmediatos del superviviente y aclare las respuestas repetidamente según sea necesario.
- Cuando se comunique a través de un traductor o intérprete, mire y hable a la persona a la que se dirige, no al traductor o intérprete.
Recuerde que el objetivo de los Primeros Auxilios Psicológicos es reducir la angustia, ayudar con las necesidades actuales y promover el funcionamiento adaptativo, no obtener detalles de experiencias y pérdidas traumáticas.
Está destinado a entrenar en la aplicación de primeros auxilios psicológicos (PAP) a personas afectadas por situaciones altamente estresantes, abarcando tanto emergencias cotidianas (incidentes críticos estadísticamente frecuentes que afectan de manera muy intensa: un accidente de tráfico, una hospitalización, una agresión o la muerte traumática o repentina de una persona, etc.) como emergencias comunitarias y/o masivas (sucesos infrecuentes, que afectan a muchas personas o a una comunidad entera y que sobrepasan con mucho lo que sucede habitualmente en ella: una catástrofe natural, un accidente ferroviario o aéreo o un atentado).
Algunos comportamientos a evitar
- No suponga lo que los supervivientes están experimentando o lo que han pasado.
- No dar por sentado que todas las personas expuestas a una catástrofe están traumatizadas.
- No patologizar. La mayoría de las reacciones agudas son comprensibles y esperables teniendo en cuenta lo que han vivido las personas expuestas a la catástrofe. No etiquetar las reacciones como “síntomas”, ni hablar en términos de “diagnósticos”, “condiciones”, “patologías” o “trastornos”.
- No hay que menospreciar ni tratar con condescendencia al superviviente, ni centrarse en su impotencia, sus debilidades, sus errores o su discapacidad. Céntrese, en cambio, en lo que la persona ha hecho que es eficaz o puede haber contribuido a ayudar a otros necesitados, tanto durante la catástrofe como en el entorno actual.
- No asuma que todos los supervivientes quieren hablar o necesitan hablar con usted. A menudo, estar físicamente presente de forma solidaria y tranquila ayuda a las personas afectadas a sentirse más seguras y capaces de afrontar la situación.
- No “interrogues” pidiendo detalles de lo sucedido.
- No especule ni ofrezca información posiblemente inexacta. Si no puede responder a la pregunta de un superviviente, haga lo posible por conocer los hechos.
Trabajo con niños y adolescentes
- Para los niños pequeños, siéntese o agáchese a la altura de los ojos del niño.
- Ayude a los niños en edad escolar a verbalizar sus sentimientos, preocupaciones y preguntas; proporcione etiquetas sencillas para las reacciones emocionales comunes (por ejemplo, enfadado, triste, asustado, preocupado). No utilice palabras extremas como “aterrorizado” u “horrorizado” porque esto puede aumentar su angustia.
- Escuche atentamente y compruebe que el niño le entiende.
- Ten en cuenta que los niños pueden mostrar una regresión en el desarrollo de su comportamiento y en el uso del lenguaje.
- Adapte su lenguaje al nivel de desarrollo del niño. Los niños más pequeños suelen tener menos comprensión de conceptos abstractos como “muerte”. Utilice un lenguaje directo y sencillo en la medida de lo posible.
- Hable con los adolescentes “de adulto a adulto”, para darles el mensaje de que respeta sus sentimientos, preocupaciones y preguntas.
- Refuerce estas técnicas con los padres/cuidadores del niño para ayudarles a proporcionar un apoyo emocional adecuado a su hijo.
Trabajar con adultos mayores
Los adultos mayores tienen tanto fortalezas como vulnerabilidades. Muchos adultos mayores han adquirido habilidades de afrontamiento efectivas a lo largo de toda una vida de lidiar con adversidades.
Para aquellos que puedan tener una dificultad auditiva, hable claramente y en un tono bajo.
No haga suposiciones basadas sólo en la apariencia física o la edad, por ejemplo, que un anciano confundido tiene problemas irreversibles de memoria, razonamiento o juicio. Las razones de la confusión aparente pueden ser: desorientación relacionada con el desastre debido al cambio de entorno; mala visión o audición; mala nutrición o deshidratación; privación del sueño; una afección médica o problemas con la medicación; aislamiento social; y sensación de desamparo o vulnerabilidad.
Un adulto mayor con una discapacidad mental puede estar más alterado o confundido en un entorno desconocido. Si identificas a un individuo de este tipo, ayúdale a hacer los arreglos necesarios para una consulta de salud mental o una derivación.
Trabajar con supervivientes con discapacidades
- Cuando sea necesario, intente proporcionar asistencia en una zona con poco ruido u otros estímulos.
- Diríjase a la persona directamente, en lugar de al cuidador, a menos que la comunicación directa sea difícil.
- Si la comunicación (el oído, la memoria, el habla) parece deteriorada, hable de forma sencilla y lenta.
- Acepta la palabra de una persona que dice tener una discapacidad, incluso si ésta no es obvia o no te resulta familiar.
- Cuando no estés seguro de cómo ayudar, pregunta: “¿Qué puedo hacer para ayudar?” y confía en lo que la persona te diga.
- Cuando sea posible, permita que la persona sea autosuficiente.
- Ofrezca a una persona ciega o con problemas de visión su brazo para ayudarle a moverse en un entorno desconocido.
- Si lo necesita, ofrézcase para anotar la información y haga los arreglos necesarios para que la persona reciba avisos por escrito.
- Mantenga junto a la persona los elementos esenciales (como los medicamentos, la botella de oxígeno, el equipo respiratorio y la silla de ruedas).