Si usted es como muchos estudiantes, su tiempo es limitado, por lo que es importante obtener el máximo valor educativo del tiempo que tiene disponible. Sin embargo, la velocidad de aprendizaje no es el único factor importante. Los estudiantes tienen que ser capaces de recordar con precisión la información que aprenden, recordarla más tarde y utilizarla eficazmente en una amplia variedad de situaciones.

Convertirse en un estudiante eficaz y eficiente no es algo que ocurra de la noche a la mañana, pero poner en práctica a diario algunos de estos consejos pueden ayudarte a sacar más provecho de tu tiempo de estudio.

Aprovecha los fundamentos de la mejora de la memoria

Hay varias cosas que puedes hacer para mejorar tu memoria. Los consejos básicos, como mejorar la concentración, evitar las sesiones de estudio y estructurar el tiempo de estudio, son un buen punto de partida, pero hay más lecciones de psicología que pueden mejorar drásticamente la eficacia del aprendizaje.

Echa un vistazo a algunos de estos consejos para mejorar la memoria y maximizar la memorización y retención de nueva información.

Sigue aprendiendo (y practicando) cosas nuevas

Una forma segura de convertirse en un alumno más eficaz es simplemente seguir aprendiendo. Se informó que las personas que aprendieron a hacer malabares aumentaron la cantidad de materia gris en sus lóbulos occipitales, el área del cerebro asociada a la memoria visual. Cuando estos individuos dejaron de practicar su nueva habilidad, esta materia gris desapareció.

Por lo tanto, si está aprendiendo un nuevo idioma, es importante que siga practicándolo para mantener los logros alcanzados. Este fenómeno de “usar o perder” implica un proceso cerebral conocido como “poda”. Ciertas vías del cerebro se mantienen, mientras que otras se eliminan. Si quieres que la nueva información que acabas de aprender se mantenga, sigue practicando y ensayando.

Aprender de múltiples maneras

Otra de las mejores maneras de aprender es centrarse en el aprendizaje de más de una manera. En lugar de limitarse a escuchar un podcast, que implica un aprendizaje auditivo, busque una forma de ensayar la información tanto verbal como visualmente. Esto puede consistir en describir lo que has aprendido a un amigo, tomar notas o dibujar un mapa mental. Si aprendes de más de una manera, estarás afianzando aún más los conocimientos en tu mente.

Según la investigadora Judy Willis, “cuantas más regiones del cerebro almacenen datos sobre un tema, más interconexión habrá”. Esta redundancia significa que los alumnos tendrán más oportunidades de sacar todos esos datos relacionados de sus múltiples áreas de almacenamiento en respuesta a una sola señal. Esta interconexión de datos significa que hemos aprendido, en lugar de sólo memorizar”.

Aprender de MULTIPLES MANERAS

Intenta hacer una siesta energética para mejorar la memoria

Los investigadores llevan mucho tiempo observando una importante relación entre el sueño y la memoria. Los expertos suelen sugerir que el sueño desempeña un papel importante en el proceso de consolidación de la memoria. Por eso se suele recomendar a la gente que duerma bien antes de tener algún tipo de proyecto, actuación o examen importante.

Dormir poco está relacionado con problemas de memoria y los investigadores han descubierto incluso que dormir después de aprender algo nuevo puede mejorar la memoria y la retención de la información. Aunque es importante dormir una cantidad adecuada de horas cada noche, las investigaciones también han descubierto que incluso una siesta rápida puede tener algunos beneficios importantes. Según los resultados de un estudio, si buscas un estímulo rápido para la memoria, puedes probar a echarte una siesta reparadora.

Una siesta rápida ayuda a mejorar la retención de la memoria

Investigadores de la Universidad de Saarland analizaron el impacto de las siestas rápidas de una hora en la memoria de 41 participantes. Se pidió a los sujetos que aprendieran palabras sueltas y pares de palabras. Una vez completada esta fase inicial de aprendizaje, los voluntarios fueron sometidos a una prueba para comprobar cuánto podían recordar. En la siguiente fase del experimento, aproximadamente la mitad de los participantes se quedaron viendo un DVD mientras que la otra mitad pudo echarse una siesta rápida.

Por último, se volvió a examinar a todos los participantes para ver cuántas palabras sueltas y pares de palabras podían recordar. Los investigadores descubrieron que los que habían hecho una breve “siesta energética” recordaban mucho mejor que los del grupo de control o los del grupo que había visto el DVD.

“Incluso una breve siesta de entre 45 y 60 minutos produce una mejora de cinco veces en la recuperación de información de la memoria”, explicó Axel Mecklinger, uno de los investigadores que participaron en el estudio publicado en la revista Neurobiology of Learning and Memory.

Los investigadores observaron que los participantes del grupo de la siesta energética no obtuvieron necesariamente mejores resultados en las pruebas de memoria después de las siestas que los obtenidos inmediatamente después de la tarea de aprendizaje. Sin embargo, su rendimiento se mantuvo constante, mientras que los de los grupos de visionado de DVD y de control obtuvieron resultados significativamente peores en la segunda prueba de memoria. En cambio, los investigadores sugieren que el rendimiento de la memoria después de una siesta es casi idéntico al rendimiento de la memoria inmediatamente después de la tarea de aprendizaje. Sin embargo, no hay que confundir la siesta con el microsueño. El microsueño es un episodio de sueño breve e incontrolable que dura desde menos de un segundo hasta 10 segundos. Estos episodios pueden ocurrir cuando una persona está muy cansada, pero lucha por mantenerse despierta. Estos episodios pueden ser peligrosos si se producen cuando una persona está conduciendo.

Una siesta rapida ayuda a mejorar la RETENCION de la MEMORIA

Una mirada al interior del cerebro

Además de observar el rendimiento en las pruebas de memoria, los investigadores también se interesaron por lo que ocurría en el interior del cerebro de sus voluntarios, especialmente en el hipocampo, que se sabe que desempeña un papel fundamental en la consolidación y transferencia de información a la memoria a largo plazo. Los investigadores analizaron lo que se conoce como “husos de sueño” mediante un electroencefalograma (EEG), una prueba que se utiliza para controlar la actividad eléctrica del cerebro, porque creen que cuanto más fuerte sea algo en la memoria, más husos de sueño verán en el EEG. Los husos de sueño son ráfagas breves y repentinas de actividad que se producen durante el sueño sin movimientos oculares rápidos (NREM).

Para minimizar la posibilidad de que algunas palabras o pares de palabras se recuerden más fácilmente debido a asociaciones previas, los investigadores presentaron a los participantes 90 palabras individuales junto con 120 pares de palabras sin sentido. En lugar de emparejar palabras que tienen algún tipo de asociación lógica, como “plátano-manzana” o “escritorio-silla”, utilizaron combinaciones que no tenían ninguna relación entre sí, como “leche-taxi”.

“La familiaridad no sirve de nada cuando los participantes intentan recordar este par de palabras, porque nunca han oído antes esta combinación de palabras en particular y carece esencialmente de significado. Por tanto, necesitan acceder a la memoria específica del episodio correspondiente en el hipocampo”, explicó Mecklinger.

¿Qué significa esto realmente para las personas, los estudiantes en particular, que quieren mejorar su memoria antes de un examen importante? “Una breve siesta en la oficina o en la escuela es suficiente para mejorar significativamente el éxito del aprendizaje. Dondequiera que la gente se encuentre en un entorno de aprendizaje, deberíamos pensar seriamente en los efectos positivos del sueño”, sugirió Mecklinger.

Este tipo de investigación no implica que una siesta por sí sola pueda compensar los malos hábitos de sueño. Sin embargo, sí demuestra que incluso períodos cortos de sueño pueden tener un impacto beneficioso en la memoria. Así que la próxima vez que tengas un examen importante, piensa en hacer una siesta rápida antes de la prueba.

El libro titulado aprendizaje activo: guías para el uso y aplicación en el contexto escolar, presenta cuatro unidades que favorecen la comprensión, apropiación y uso de esta estrategia de enseñanza en el contexto escolar.

UNIDAD 1. Introducción al aprendizaje Activo

Unidad 2. Estrategias que favorecen el aprendizaje activo.

Unidad 3. El maestro y el estudiante en nuevos espacios de aprendizaje.

Unidad 4. Algunas herramientas y estrategias para el desarrollo del aprendizaje activo.

Consejos para la memoria que aumentarán su capacidad cerebral

Masticar chicle

En un estudio, los investigadores descubrieron que los participantes que masticaron chicle durante una batería de pruebas de memoria y atención obtuvieron una puntuación casi un 25 por ciento mayor que los que no lo hicieron.

Las explicaciones de este fenómeno no están del todo claras, pero algunos investigadores especulan que mascar chicle puede aumentar la actividad del hipocampo, una zona del cerebro asociada a la memoria y la atención.

Otro estudio descubrió que una breve ráfaga de goma de mascar justo antes de un examen conducía a una ventana de 15 a 20 minutos en la que los participantes eran capaces de recordar entre un 25 y un 50 por ciento más que sus homólogos que no masticaban.

Una vez más, aún se desconocen las razones exactas, pero los autores del estudio sugirieron una teoría a la que se refieren como “excitación inducida por la masticación”. En otras palabras, masticar chicle provoca excitación y aumenta el suministro de sangre al cerebro. Esto conduce a un breve estímulo cerebral que se traduce en un mejor rendimiento en las pruebas

Mueve los ojos de un lado a otro

Los investigadores descubrieron que los participantes que movían los ojos de un lado a otro durante tan sólo 30 segundos cada mañana rendían una media de un 10 por ciento mejor en tareas de recuerdo posteriores. El estudio también descubrió que estos movimientos oculares bilaterales reducían los falsos recuerdos en las tareas de memoria en un 15 por ciento.

Aunque las explicaciones son todavía especulativas, los investigadores plantean la hipótesis de que estos movimientos oculares horizontales ayudan a activar y vincular los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro.

Entonces, ¿mover los ojos de un lado a otro le ayudará en esos momentos de olvido cotidiano? Aunque los investigadores aún no están seguros, sugieren que ciertamente no hará daño.

Dormir una siesta rápida

La próxima vez que te enfrentes a un examen o a un proyecto de trabajo difícil, prueba a echarte una siesta rápida antes. En un estudio, los participantes que durmieron una siesta de entre 45 y 60 minutos antes de una tarea de memoria quintuplicaron su rendimiento.

Los expertos saben desde hace tiempo que el sueño desempeña un papel importante en la memoria. Una de las principales explicaciones de por qué dormimos es que nuestro sueño nocturno es necesario para la consolidación de la memoria y la limpieza del cerebro.

Los investigadores también han descubierto que dormir justo después de aprender algo podría desempeñar un papel importante en la memoria. En experimentos de laboratorio, los ratones que durmieron inmediatamente después de una tarea de aprendizaje experimentaron un mayor crecimiento dendrítico en áreas clave del cerebro que los ratones privados de sueño.

Así que, si necesitas una excusa para echarte una siesta rápida, sólo tienes que explicar que estás intentando mejorar tu memoria.

Aprieta los puños

Un estudio descubrió que (en el caso de los diestros) apretar el puño derecho antes de aprender algo y luego apretar el izquierdo cuando lo recuerdas podría conducir a una mejor memoria. (Si eres zurdo, haz lo contrario).

¿Por qué estos movimientos corporales pueden mejorar la memoria? La explicación no está nada clara, pero el extraño truco podría funcionar porque al apretar el puño se activan determinadas zonas del cerebro.

Si se es diestro, al cerrar el puño con la mano derecha se activa el lado izquierdo del cerebro, asociado a la formación de la memoria. Al apretar la mano izquierda se activa el lado opuesto, que está relacionado con el recuerdo.

En el estudio, los investigadores hicieron que los participantes agarraran una pequeña pelota durante 45 segundos con la mano derecha antes de memorizar una lista de palabras. A continuación, los participantes agarraron la pelota con la mano izquierda mientras escribían el mayor número de palabras que podían recordar. Otros grupos de participantes siguieron el procedimiento inverso o sólo sujetaron la pelota sin apretarla.

Los que empezaron agarrando la pelota con la mano derecha y luego cambiaron a la izquierda obtuvieron mejores resultados en las tareas de memoria que los de los otros grupos.

Aunque los expertos advierten que se necesitan más investigaciones, sugieren que probar este sencillo truco de memoria no hace daño e incluso podría ayudar.

Aprieta los puños aumenta capacidad intelectual

Anótelo

Intenta escribir lo que quieres recordar. No, no es para que puedas recordarlo más tarde (eso es sólo un beneficio adicional). Los psicólogos han descubierto que el mero hecho de anotar las cosas puede potenciar la memoria al combinar la memoria semántica y la procedimental.

En un estudio, investigadores de la UCLA descubrieron que los estudiantes que escriben los apuntes de clase a mano aprenden más que los que los escriben en ordenadores portátiles. No es de extrañar que los usuarios de portátiles fueran capaces de tomar más notas que los que escribían a mano, pero los experimentadores descubrieron que los que escribían a máquina tenían una memoria y una comprensión más débiles del material de estudio.

Puede que escribir a mano sea más lento y laborioso, pero cuando se trata de la memoria, parece que lo lento y constante es lo que gana la carrera.

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