¿Se ha dado cuenta alguna vez de que los acontecimientos parecen más predecibles cuando ya han ocurrido? Los resultados de unas elecciones, por ejemplo, suelen parecer más obvios después del recuento. Dicen que la retrospectiva es 20/20. En otras palabras, las cosas siempre parecen más obvias y predecibles cuando ya han sucedido.

En psicología, esto es lo que se conoce como el sesgo de retrospección. Este sesgo puede tener un gran impacto no sólo en tus creencias, sino también en tus comportamientos.

Este artículo examina en detalle el funcionamiento del sesgo retrospectivo. También explora cómo puede influir en algunas de las creencias que tienes, así como en las decisiones que tomas en tu día a día.

¿Qué es el sesgo retrospectivo?

El término “sesgo de retrospección” se refiere a la tendencia que tienen las personas a ver los acontecimientos como más predecibles de lo que realmente son. Antes de que se produzca un acontecimiento, aunque se pueda ofrecer una conjetura sobre el resultado, no hay forma de saber realmente lo que va a ocurrir.

Después de un acontecimiento, la gente suele creer que sabía el resultado del mismo antes de que ocurriera realmente. Por eso se suele denominar el fenómeno “lo sabía todo el tiempo”.

Por ejemplo, después de que el equipo favorito de una persona pierda la Super Bowl, ésta puede sentirse convencida de que sabía que el equipo iba a perder (aunque no se sintiera así antes del partido). Este fenómeno se ha demostrado en diversas situaciones, como la política y los acontecimientos deportivos. En los experimentos, la gente suele recordar sus predicciones antes del acontecimiento como mucho más fuertes de lo que fueron en realidad.

Ejemplos de sesgo retrospectivo

Los investigadores Dorothee Dietrich y Matthew Olson pidieron a los estudiantes universitarios que predijeran cómo votaría el Senado de EE.UU. sobre la confirmación del candidato al Tribunal Supremo Clarence Thomas. Antes de la votación del Senado, el 58% de los participantes predijeron que sería confirmado. Cuando se volvió a encuestar a los estudiantes después de que Thomas fuera confirmado, el 78% de los participantes dijo que pensaba que Thomas sería aprobado.

El sesgo de retrospección implica la tendencia de las personas a suponer que conocían el resultado de un acontecimiento después de que éste ya se haya determinado.

Por ejemplo, después de asistir a un partido de béisbol, uno puede insistir en que sabía de antemano que el equipo ganador iba a ganar. Los estudiantes de secundaria y universidad suelen experimentar el sesgo retrospectivo durante el curso de sus estudios.

Cuando leen los textos de sus cursos, la información puede parecer fácil. “Por supuesto”, suelen pensar los estudiantes tras leer los resultados de un estudio o experimento. “Lo sabía desde el principio”.

Sin embargo, este puede ser un hábito peligroso en el que caen los estudiantes, sobre todo cuando se acerca la hora del examen. Al asumir que ya conocían la información, pueden no estudiar adecuadamente el material.

Sin embargo, cuando llega la hora del examen, la presencia de muchas respuestas diferentes en una prueba de opción múltiple puede hacer que muchos estudiantes se den cuenta de que no conocían el material tan bien como creían. Sin embargo, al ser conscientes de este problema potencial, los estudiantes pueden desarrollar buenos hábitos de estudio para superar la tendencia a asumir que “lo sabían todo”.

Causas del sesgo retrospectivo

¿Qué causa exactamente este sesgo? Los investigadores sugieren que tres variables clave interactúan para contribuir a esta tendencia a ver las cosas como más predecibles de lo que realmente son.

Causas del sesgo retrospectivo

Cognitiva

Las personas tienden a distorsionar o incluso a recordar mal sus predicciones anteriores sobre un acontecimiento. Puede ser más fácil recordar la información que es coherente con sus conocimientos actuales.

Metacognitiva

Cuando las personas pueden entender fácilmente cómo o por qué ha ocurrido un acontecimiento, éste puede parecer fácilmente previsible.

Motivacional

A la gente le gusta pensar que el mundo es un lugar predecible. Creer que un resultado era inevitable puede ser reconfortante para algunas personas.

Cuando estos tres factores se dan fácilmente en una situación, es más probable que se produzca el sesgo retrospectivo.

Cuando una película llega a su fin y el espectador descubre quién era realmente el asesino, puede mirar hacia atrás en su memoria de la película y recordar mal sus impresiones iniciales sobre el personaje culpable.

También es posible que observe todas las situaciones y personajes secundarios y crea que, dadas estas variables, estaba claro lo que iba a ocurrir. Así que pueden salir de la película pensando que sabían el resultado desde el principio, pero la realidad es que probablemente no lo sabían.

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Puede que algunas tendencias se prolonguen en el futuro y las veamos consolidadas más adelante, en 2020 o 2023.

En cambio, veremos que otras se consolidan durante el 2020. Todo dependerá del sector, la evolución del mercado y la inversión de las empresas.

El impacto del sesgo retrospectivo

Un problema potencial de esta forma de pensar es que puede conducir a un exceso de confianza. Si la gente cree erróneamente que tiene una previsión o una intuición excepcionales, es posible que se vuelva demasiado confiada y más propensa a correr riesgos innecesarios.

Esos riesgos pueden ser financieros, como colocar una parte excesiva de sus ahorros en una cartera de acciones de riesgo. También pueden ser emocionales, como invertir demasiado en una mala relación.

Culpar a la víctima es otro posible efecto del sesgo retrospectivo. La gente suele creer que, puesto que “sabía” lo que iba a pasar todo el tiempo (debido al sesgo retrospectivo), la víctima de un crimen, accidente u otra tragedia también debería haber podido predecir fácilmente el resultado.

3 efectos comunes del sesgo retrospectivo

Según los profesores de gestión empresarial Neal Roese, de la Universidad de Northwestern, y Kathleen Vohs, de la Universidad de Minnesota, el sesgo retrospectivo produce tres efectos posteriores.

Distorsiones de la memoria

En el 2012 en Perspectives on Psychological Science, Roese y Vohs argumentaron que el sesgo retrospectivo puede alterar el análisis de tus propios recuerdos. Esto ha sido explorado más a fondo en investigaciones posteriores.

Sensación de inevitabilidad y determinismo

La retrospectiva puede afectar a la toma de decisiones al convencer a las personas de que los acontecimientos eran inevitables cuando, en realidad, eran el resultado de muchos pequeños factores que convergen por azar. Las perspectivas de los responsables de la toma de decisiones pueden estar sesgadas si no pueden evaluar adecuadamente lo que sabían antes de que ocurriera un acontecimiento.

Exceso de confianza en la capacidad de predicción

La opinión de Roese y Vohs de que el sesgo retrospectivo conduce a un exceso de confianza poco útil no es nueva. En un artículo de 1988 titulado “Eliminating the hindsight bias” (Eliminación del sesgo retrospectivo), publicado en el Journal of Applied Psychology, se afirma que, en retrospectiva, las personas exageran la probabilidad de su capacidad para predecir un acontecimiento.

Exceso de confianza en la capacidad de prediccion

El sesgo retrospectivo: No es sólo un cómodo potenciador de la memoria, sino una parte importante de un sistema de memoria eficiente

Se dice que la retrospectiva es 20-20. Según una nueva investigación, el sesgo retrospectivo -la forma en que nuestra impresión de cómo actuamos o habríamos actuado cambia cuando conocemos el resultado de un acontecimiento- es en realidad un subproducto de un mecanismo cognitivo que nos permite despejar nuestra mente descartando la información inexacta y adoptando la que es correcta.

Los investigadores del grupo de investigación Adaptive Behavior and Cognition (ABC) del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano de Berlín (Alemania) han desarrollado un modelo de sesgo retrospectivo denominado Reconstrucción tras la retroalimentación con toma de decisiones (RAFT). Los doctores Ulrich Hoffrage, Ralph Hertwig y Gerd Gigerenzer, autores del modelo RAFT, publicaron su investigación en el número de mayo de la revista Journal of Experimental Psychology: Learning, Memory and Cognition, publicado por la American Psychological Association.

El sesgo de retrospección puede producirse cuando las personas hacen un juicio o una elección y más tarde se les pide que recuerden su juicio. Si, entretanto, se les dice cuál habría sido el juicio correcto, el recuerdo de su propio juicio puede estar sesgado hacia la nueva información. Por ejemplo, supongamos que se pide a una persona que calcule cuántos votos obtendrá John McCain en las primarias de Michigan. Si antes de las elecciones estimó un 30% y luego se enteró de que la cifra real era del 50%, es posible que más tarde recuerde que su respuesta fue del 40%.

La idea básica del modelo RAFT es que cualquier retroalimentación o información correcta que reciba una persona después de haber emitido su juicio inicial actualiza automáticamente la base de conocimientos que subyace al juicio inicial. Si una persona no puede recordar este juicio inicial, lo reconstruirá a partir de lo que sabe actualmente sobre la situación. Y lo que sabe actualmente es la versión actualizada de lo que sabía antes. Por tanto, aunque la retroalimentación no afecta directamente a la memoria de la respuesta original, sí lo hace indirectamente al actualizar los conocimientos utilizados para reconstruir la respuesta. En lugar de considerar el sesgo retrospectivo como un defecto de la cognición humana, como sugieren las investigaciones anteriores, Hoffrage y otros sostienen que es un subproducto de un mecanismo adaptativo que hace que la memoria humana sea más eficiente.

Para poner a prueba su modelo RAFT, los investigadores organizaron experimentos en los que, por ejemplo, se proporcionó a 80 estudiantes voluntarios de la Universidad de Chicago información nutricional sobre determinados alimentos, como el contenido de grasa, el número de calorías y el contenido de proteínas. A continuación, se mostró a los participantes una lista de los mismos alimentos dividida en parejas y los investigadores les pidieron que decidieran qué artículo de la pareja tenía mayor contenido de colesterol. También se les preguntó el grado de confianza que tenían en su elección. Un día o una semana después volvieron al laboratorio y se les pidió que recordaran las decisiones que habían tomado sobre los pares de alimentos y el grado de confianza que tenían en sus decisiones. A algunos participantes se les pidió simplemente que recordaran su decisión anterior. A otros se les pidió primero que vieran el contenido real de colesterol de cada alimento y luego se les pidió que recordaran sus respuestas anteriores.

En consonancia con el modelo, los investigadores descubrieron que el conocimiento de los valores nutricionales se actualizaba de forma que era más coherente con la retroalimentación (es decir, el contenido real de colesterol), mientras que este conocimiento permanecía sin cambios cuando no se daba ninguna retroalimentación. Basándose en estos resultados, el modelo RAFT fue capaz de hacer predicciones precisas sobre cuándo se produce el sesgo retrospectivo. De hecho, los investigadores descubrieron que las predicciones del modelo eran precisas hasta en un 80% de las ocasiones. Además, cuando los investigadores recordaron a los participantes los indicios que utilizaron originalmente para tomar sus decisiones, la incidencia del sesgo retrospectivo disminuyó.

Cómo superar el sesgo retrospectivo

¿Hay algo que puedas hacer para contrarrestar el sesgo retrospectivo? Hay una serie de tácticas que puedes probar para reducir la influencia de este sesgo en tus pensamientos y comportamientos:

Considerar resultados alternativos

Los investigadores sugieren que una forma de contrarrestar este sesgo es considerar cosas que podrían haber sucedido pero que no lo hicieron. Al revisar mentalmente los posibles resultados, las personas pueden obtener una visión más equilibrada de la aparente inevitabilidad de un resultado.

Llevar un diario de decisiones

Escribir lo que se piensa sobre un problema y una solución es una forma de minimizar los efectos del sesgo retrospectivo. En lugar de mirar hacia atrás y creer que siempre supiste la respuesta, un diario significa que tendrás un registro escrito de tu proceso de pensamiento mientras trabajabas en un problema específico.

Llevar un diario de decisiones sesgo retrospectivo

Recuerda tus juicios originales

Las investigaciones sugieren que recuperar intencionadamente el recuerdo de tu juicio original antes de recordar el resultado correcto puede ser útil para eliminar el sesgo retrospectivo.

El sesgo de retrospección es muy común, pero eso no significa que no tenga efectos negativos en la forma de pensar sobre los acontecimientos pasados. Creer que se conocía el resultado desde el principio puede llevar a confiar demasiado en la exactitud de las propias predicciones.

Para minimizar el sesgo retrospectivo, puedes intentar llevar un diario de decisiones o pensar en resultados alternativos que también podrían haber ocurrido. Si tomas medidas para evitar el sesgo retrospectivo, puedes ayudar a mejorar la precisión de tus juicios.

Preguntas frecuentes sobre el sesgo retrospectivo

¿Cómo se produce el sesgo retrospectivo?

El sesgo retrospectivo se produce cuando ocurre un acontecimiento y, basándose en observaciones o creencias pasadas, se sabía que iba a ocurrir. El sesgo retrospectivo se produce cuando un acontecimiento imprevisto se convierte repentinamente en previsible después del hecho.

¿Cómo prevenir el sesgo retrospectivo?

Prevenir el sesgo retrospectivo implica admitir que no se puede predecir el futuro y apoyarse en los datos para ayudar a tomar decisiones acertadas (es decir, tomar decisiones basadas en datos, no en sentimientos o emociones). Para ello, hay que llevar notas detalladas o un diario del proceso de toma de decisiones. Estas notas pueden incluir factores de justificación o cualquier corazonada o sentimiento.

¿Por qué es importante el sesgo retrospectivo en los negocios y las inversiones?

El sesgo retrospectivo puede conducir a errores en el procesamiento y análisis de la información. Estos errores pueden dar lugar a una toma de decisiones irracional, lo que en última instancia da lugar a decisiones negativas o erróneas en materia de inversiones o negocios. Estas malas decisiones pueden ser costosas en términos de dinero, oportunidades perdidas o recursos mal utilizados.

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