Existen varias teorías sobre las causas de la depresión. Es muy probable que la afección sea el resultado de una compleja interacción de factores individuales, pero una explicación que se ha extendido durante mucho tiempo sugiere que la química anormal del cerebro desempeña un papel fundamental.

Hallazgos más recientes indican que es probable que la depresión no sea el resultado de desequilibrios químicos en el cerebro. Sin embargo, la creencia de que los desequilibrios químicos son los responsables de causar depresión es ampliamente compartida por el público estadounidense. Una encuesta reveló que casi el 85% de los encuestados creía que dichos desequilibrios eran la causa probable de la depresión.

A veces, las personas con depresión relacionan la afección con un factor específico, como un evento traumático en su vida. Sin embargo, no es raro que las personas deprimidas estén confundidas sobre la causa. Incluso pueden sentir que no tienen “una razón” para estar deprimidas.

En estos casos, aprender sobre las teorías de las causas de la depresión puede ser útil. A continuación, se presenta una descripción general de lo que se sabe (y lo que aún no se sabe) sobre cómo la química del cerebro puede influir en la depresión. Sustancias químicas cerebrales y depresión

Anteriormente, se sugería que, en algunas personas, la falta de ciertas sustancias en el cerebro (llamadas neurotransmisores) podría contribuir a la aparición o al empeoramiento de la depresión. Según esta idea, restablecer el equilibrio de las sustancias químicas cerebrales podría ayudar a aliviar los síntomas.

En este punto es donde pueden entrar en juego las diferentes clases de medicamentos antidepresivos. Muchos antidepresivos alteran los niveles de ciertos neurotransmisores en el cerebro.

La clase de antidepresivos que se receta con más frecuencia, conocida como ISRS o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, bloquea la reabsorción de serotonina, un neurotransmisor que puede afectar el estado de ánimo. La “hipótesis de la serotonina” sugería que los niveles bajos de este neurotransmisor estaban relacionados con la depresión. La idea era que aumentar los niveles de serotonina podría ayudar a mejorar el estado de ánimo y aliviar los síntomas de la depresión.

Evidencia reciente

La creencia de que la depresión es causada por desequilibrios químicos ha ido disminuyendo en la comunidad científica y médica desde hace algún tiempo. Un estudio publicado en la edición de 2023 de la revista Molecular Psychiatry encontró más razones para dudar de esta explicación. La investigación indicó que hay poca evidencia que sugiera que la depresión es causada por desequilibrios químicos en el cerebro.

La creencia de que los desequilibrios químicos causan depresión todavía está muy extendida entre el público en general. Esto indica la necesidad de comunicar la comprensión más actual de que la depresión es una afección heterogénea que puede tener muchas causas subyacentes.

Si bien estos hallazgos desafían la idea de que una deficiencia de serotonina es responsable de causar depresión, no significa que los tratamientos de salud mental sean ineficaces. Se necesita más investigación para comprender completamente qué causa la depresión, cómo los antidepresivos afectan la afección y qué otros tratamientos también pueden ser efectivos para controlar los síntomas de la depresión.

¡Advertencia!

Estos hallazgos representan un cambio significativo en nuestra comprensión de la depresión, pero esto no significa que las personas que toman antidepresivos deban dejar de tomar su medicación.

El estudio de 2023 también encontró una fuerte conexión entre los eventos vitales traumáticos y la aparición de la depresión.3 Esto sugiere que la depresión es causada por factores complejos, incluidas las variables ambientales, y no se puede reducir simplemente a un desequilibrio químico en el cerebro.

La depresión es compleja

Incluso con la ayuda de medicamentos que afectan a neurotransmisores específicos en el cerebro, la depresión es una afección muy compleja de tratar. Lo que demuestra ser un tratamiento eficaz para una persona con depresión puede no funcionar para otra. Incluso algo que ha funcionado bien para alguien en el pasado puede volverse menos efectivo o incluso dejar de funcionar por razones que los investigadores aún están tratando de comprender.

Los investigadores siguen intentando comprender los mecanismos de la depresión, incluidas las sustancias químicas del cerebro, con la esperanza de encontrar explicaciones para estas complejidades y desarrollar tratamientos más eficaces.

La depresión es una enfermedad multifacética. Si bien los investigadores no comprenden por completo sus causas, conocer la química del cerebro puede ser útil para los profesionales médicos y de la salud mental, los investigadores y muchas personas con depresión.

Cerebro depresion complejidad

¿Quieres ampliar tu conocimiento sobre cómo funciona el cerebro y mejorar tu bienestar físico y mental? ¿Te has sentido atrapado en un ciclo de estrés y ansiedad que parece no tener fin? ¿Has experimentado la frustración de no entender cómo funciona tu mente y tu cuerpo, y cómo afecta a tu bienestar emocional?

Imagina tener las herramientas para comprender en profundidad cómo funciona tu cerebro, entender cómo la dieta y la microbiota afectan a tu salud mental, conocer cómo la postura corporal y la respiración influyen en tu cerebro, y acercarte al fascinante concepto de neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse.

¿Qué son los neurotransmisores?

En pocas palabras, los neurotransmisores son mensajeros químicos en el cerebro. Las células nerviosas del cerebro utilizan neurotransmisores para comunicarse entre sí, y se cree que los mensajes que envían desempeñan un papel en la regulación del estado de ánimo.

El espacio entre dos células nerviosas se llama sinapsis. Cuando las células quieren comunicarse, los neurotransmisores pueden empaquetarse y liberarse desde el extremo (axón) de una célula presináptica. A medida que un paquete de neurotransmisores cruza el espacio, puede ser absorbido por receptores para una sustancia química específica en las células postsinápticas (dendrita). Por ejemplo, los receptores de serotonina absorben moléculas de serotonina.

Si hay moléculas sobrantes en el espacio, la célula presináptica las recogerá de nuevo (recaptación) y las reprocesará para utilizarlas en otra comunicación. Cada tipo de neurotransmisor puede transmitir un mensaje diferente y desempeña un papel único en la creación de la química cerebral de un individuo.

La teoría química de la depresión sugería que los desequilibrios en la química cerebral eran una causa principal de la depresión. Sin embargo, los hallazgos recientes no han encontrado evidencia que respalde esta idea.

Es importante recordar que no comprendemos completamente cómo los desequilibrios en estas sustancias químicas afectan las condiciones de salud mental como la depresión. Si bien las investigaciones indican que los niveles de serotonina pueden no causar depresión, otros neurotransmisores e interacciones pueden tener un papel.

El papel de los neurotransmisores clave

Los tres neurotransmisores que suelen estar implicados en la depresión son:

  • Dopamina.
  • Norepinefrina.
  • Serotonina.

Otros neurotransmisores, incluidos el glutamato, el GABA y la acetilcolina, pueden enviar mensajes dentro del cerebro. Los investigadores aún están aprendiendo sobre el papel que desempeñan estas sustancias químicas cerebrales en la depresión y otras afecciones, como el Alzheimer, la fibromialgia y los trastornos del sueño.

Dopamina

La dopamina crea sentimientos positivos asociados con la recompensa o el refuerzo que nos motivan a continuar con una tarea o actividad. Se cree que la dopamina desempeña un papel esencial en una variedad de afecciones que afectan al cerebro, incluido el Parkinson y la esquizofrenia.

También hay evidencia de que los niveles reducidos de dopamina pueden contribuir a la depresión en algunas personas.5 Cuando otros tratamientos han fallado, a menudo se agregan medicamentos que afectan el sistema de la dopamina y pueden ser útiles para algunas personas con depresión.

Norepinefrina

La norepinefrina es un neurotransmisor y una hormona. Desempeña un papel en la “respuesta de lucha o huida” junto con la adrenalina. Ayuda a enviar mensajes de una célula nerviosa a la siguiente.

En la década de 1960, Joseph J. Schildkraut sugirió que la norepinefrina era la sustancia química cerebral de interés para la depresión cuando presentó la hipótesis de la “catecolamina” de los trastornos del estado de ánimo.

Schildkraut propuso que la depresión ocurre cuando hay muy poca norepinefrina en circuitos cerebrales específicos. Alternativamente, la manía se produce cuando hay demasiada cantidad de este neurotransmisor en el cerebro.

Hay evidencia que respalda la hipótesis; sin embargo, los investigadores no la han cuestionado. Por un lado, los cambios en los niveles de norepinefrina no afectan el estado de ánimo en todas las personas. Además, los medicamentos dirigidos específicamente a la noradrenalina pueden aliviar la depresión en algunas personas, pero no en otras.

Quimica cerebro norepinefrina

Serotonina

Otro neurotransmisor es la serotonina, o la sustancia química que nos hace sentir bien. Además de ayudar a regular el estado de ánimo, la serotonina tiene varias funciones diferentes en todo el cuerpo, desde el intestino hasta la coagulación sanguínea y la función sexual.

En relación con su papel en la depresión, la serotonina ha cobrado protagonismo en las últimas décadas gracias a la aparición de medicamentos antidepresivos como Prozac (fluoxetina) y otros inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Como su nombre lo indica, estos medicamentos actúan específicamente sobre las moléculas de serotonina.

Los investigadores han estudiado el papel de la serotonina en los trastornos del estado de ánimo durante casi 30 años. La “hipótesis permisiva” de Arthur J. Prange, Jr. y Alec Coppen sugería que los niveles bajos de serotonina también permitían que la noradrenalina disminuyera, pero que la serotonina podía manipularse para aumentar indirectamente la noradrenalina.

Los antidepresivos más nuevos, denominados inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN), como Effexor (venlafaxina), actúan tanto sobre la serotonina como sobre la noradrenalina. Los antidepresivos tricíclicos (ATC) también afectan a la noradrenalina y la serotonina, pero tienen el efecto adicional de influir en la histamina y la acetilcolina. Estas sustancias producen efectos secundarios, como sequedad de boca, visión borrosa, estreñimiento y dificultad para orinar.

Los ISRS, por otro lado, no afectan a la histamina y la acetilcolina, no tienen los mismos efectos secundarios y son más seguros desde el punto de vista cardiovascular. Por lo tanto, los médicos, psiquiatras y personas con depresión tienden a preferirlos a las clases más antiguas de antidepresivos como los ATC.

Causas de los niveles bajos de neurotransmisores

Si bien los hallazgos recientes no encontraron evidencia que respalde la idea de que los desequilibrios químicos sean responsables de causar depresión, muchas personas encuentran alivio al tomar antidepresivos que afectan los niveles de neurotransmisores. Una pregunta importante es ¿qué podría causar los niveles bajos de serotonina, noradrenalina o dopamina en primer lugar?

Los niveles bajos de neurotransmisores pueden resultar cuando hay una falla en cualquier parte del proceso. Las investigaciones han indicado varias causas potenciales de desequilibrios químicos en el cerebro, entre ellas:

  • Las moléculas que ayudan a fabricar neurotransmisores (enzimas específicas) son escasas.
  • No hay suficientes sitios receptores para recibir el neurotransmisor.
  • Las células presinápticas están absorbiendo el neurotransmisor antes de que tenga la oportunidad de llegar a la célula receptora.
  • Muy pocas moléculas que forman neurotransmisores (precursores químicos).
  • Se está produciendo muy poca cantidad de un neurotransmisor específico (por ejemplo, serotonina).

Varias teorías emergentes se ocupan de los factores que promueven niveles bajos, como el estrés celular (específicamente mitocondrial). Sin embargo, uno de los principales desafíos para los investigadores y los médicos que esperan conectar la depresión con niveles bajos de sustancias químicas cerebrales específicas es que no tienen una manera de medirlas de manera consistente y precisa.

Tratamientos actuales y futuros para la depresión

Entender la química de la depresión puede ayudar a las personas a entender mejor los tratamientos disponibles. La psicoterapia es útil para algunas personas con depresión, pero otras también encuentran un mayor alivio cuando estos tratamientos se usan junto con medicamentos.

Si una persona descubre que la terapia sola no la ayuda a controlar su depresión, puede que quiera probar con medicamentos. Para algunas personas, los antidepresivos combinados con psicoterapia resultan especialmente eficaces para abordar sus síntomas.

Para complicar aún más el tratamiento, los medicamentos no siempre funcionan para las personas con depresión. Un estudio que evaluó la eficacia de los antidepresivos disponibles actualmente descubrió que estos medicamentos solo funcionan en aproximadamente el 60% de las personas con depresión.

Cualquiera que sea la causa de sus síntomas, la depresión afecta su vida interna y externa. Por lo tanto, la medicación por sí sola puede no ser suficiente para abordar todas las formas en que la depresión puede afectarlo.

Las investigaciones sugieren que los niveles de neurotransmisores pueden verse afectados por otros factores además de la medicación y que la psicoterapia puede ayudar a una persona a aprender sobre ellos. Por ejemplo, el estrés puede contribuir a niveles bajos de ciertos neurotransmisores.

Si bien tomar un medicamento antidepresivo puede ayudar a aliviar los síntomas, no necesariamente aborda las otras causas subyacentes de la depresión. En esta situación, la terapia para mejorar el manejo del estrés, sanar las heridas emocionales, aprender a regular las emociones y mejorar los patrones de pensamiento podría ser potencialmente útil.

Tratamientos actuales y futuros para la depresión

Entender la química de la depresión puede ayudar a las personas a entender mejor los tratamientos disponibles. La psicoterapia es útil para algunas personas con depresión, pero otras también encuentran un mayor alivio cuando estos tratamientos se usan junto con medicamentos.

Si una persona descubre que la terapia sola no la ayuda a controlar su depresión, puede que quiera probar con medicamentos. Para algunas personas, los antidepresivos combinados con psicoterapia resultan especialmente eficaces para abordar sus síntomas.

Para complicar aún más el tratamiento, los medicamentos no siempre funcionan para las personas con depresión. Un estudio que evaluó la eficacia de los antidepresivos disponibles actualmente descubrió que estos medicamentos solo funcionan en aproximadamente el 60% de las personas con depresión.

Cualquiera que sea la causa de sus síntomas, la depresión afecta su vida interna y externa. Por lo tanto, la medicación por sí sola puede no ser suficiente para abordar todas las formas en que la depresión puede afectarlo.

Las investigaciones sugieren que los niveles de neurotransmisores pueden verse afectados por otros factores además de la medicación y que la psicoterapia puede ayudar a una persona a aprender sobre ellos. Por ejemplo, el estrés puede contribuir a niveles bajos de ciertos neurotransmisores.

Si bien tomar un medicamento antidepresivo puede ayudar a aliviar los síntomas, no necesariamente aborda las otras causas subyacentes de la depresión. En esta situación, la terapia para mejorar el manejo del estrés, sanar las heridas emocionales, aprender a regular las emociones y mejorar los patrones de pensamiento podría ser potencialmente útil.

Conclusiones

Aceptar lo poco que sabemos realmente sobre la química de la depresión puede ayudarnos a mantener la perspectiva y las expectativas sobre los medicamentos que se utilizan para tratar la depresión. Para las personas que están tratando de encontrar el tratamiento adecuado, comprender la compleja química de la depresión puede ser tranquilizador cuando un medicamento en particular no les funciona o si necesitan probar más de un antidepresivo.14

Comprender la complejidad de la depresión también puede ser útil para quienes han recibido consejos hirientes, como “simplemente sal de esa situación”. Para alguien no es más fácil olvidar que está deprimido que para alguien con diabetes reducir su nivel de azúcar en sangre simplemente sin pensar en ello.

Ser realistas sobre las limitaciones de nuestro conocimiento puede ayudarnos a recordar que, por el momento, no existe un único tratamiento que funcione para todas las personas con depresión. La mayoría de las veces, se necesita un enfoque interdisciplinario. Como mínimo, cada persona que enfrenta la depresión necesita y merece un equipo de apoyo.

error: El contenido está protegido