Preparar a tu bebé para las clases de natación
Los bebés llegan al mundo desde el cálido entorno líquido del vientre materno, libres de inhibiciones y sin un miedo innato al agua. Sin embargo, las respuestas innatas del bebé al medio acuático suelen perderse en torno a los 12 meses, y a veces pueden desarrollar un miedo al agua o una sensación de incomodidad en el agua alrededor de esta edad. Por eso es tan importante el acondicionamiento para el baño del bebé.
También se ha demostrado que la introducción temprana al agua mejora el desarrollo físico y psicológico del bebé, y aumenta su fuerza, movilidad, concentración e independencia.
En este artículo hablaremos del acondicionamiento para el baño del bebé: consejos para bañar a un recién nacido, posiciones en las que puede mantenerlo en la bañera, cómo familiarizar a su bebé con el agua, cómo y enseñarle a contener la respiración y prepararlo para las clases de natación, y cómo asegurarse de hacerlo todo con la mayor seguridad posible.
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Consejos para bañar a un recién nacido
A muchos padres primerizos les preocupa bañar a su recién nacido. Aquí tienes algunos consejos sobre cuándo y cómo hacerlo para que sea una experiencia agradable para todos:
El baño no aumenta el riesgo de infección del muñón del cordón umbilical, por lo que no es necesario esperar a que el muñón se cure completamente antes de meter al recién nacido en la bañera.
Escoge un momento para el baño en el que las interrupciones sean mínimas y en el que puedas dedicarle toda tu atención.
Bañar al bebé antes de acostarse le ayudará a relajarse y a dormir mejor
Evita el baño justo antes o después de la toma: si el bebé tiene hambre no se relajará ni disfrutará de la experiencia, y si está lleno tras la toma, corre el riesgo de “escupir”.
Nunca dejes a tu hijo solo o sin supervisión. Si tienes que salir del baño para atender la puerta o el teléfono, envuelve a tu bebé en una toalla y llévalo contigo.
Bañar a tu bebé puede ser mucho más fácil si le acompañas en la bañera. Manejar un cuerpo mojado y resbaladizo es un reto, y estar en la bañera con tu bebé supone una mayor seguridad para todos.
Es importante minimizar el calor, así que asegúrate de que la temperatura del aire y de la bañera sea cómoda y adecuada para la piel sensible de tu bebé.
3 posiciones para el acondicionamiento del baño del bebé
Hay 3 posiciones en las que puedes colocar a tu bebé para que experimente diferentes sensaciones mientras está en el agua.
Antes de empezar, asegúrate de que la bañera no tiene demasiada agua (incluso con los padres en la bañera con el bebé, sólo se necesitan unos pocos centímetros de agua). Y recuerda que en ningún momento la cara/boca/nariz del recién nacido debe estar dentro o debajo del agua.
Primera posición para el acondicionamiento del baño del bebé
En la primera posición, los padres se sumergen en el agua, tumbados de espaldas. A continuación, se coloca al bebé boca abajo sobre el pecho/estómago de sus padres, de forma que pueda acurrucarse y sentir un contacto estrecho con ellos.
A continuación, el padre o la madre vierte suavemente el agua de un vaso sobre la espalda y las piernas del bebé (que, por razones de seguridad, permanecen fuera del agua y encima del torso de sus padres), permitiendo que el bebé sienta la cálida estimulación del agua corriendo sobre su piel.
Segunda posición para el acondicionamiento del baño del bebé
Una vez introducido el bebé en el agua de esta manera, los padres pueden sentarse y acunar al bebé delante de ellos (entre las piernas).
Sujetando al bebé con una mano por detrás de su cuello/cabeza y con la otra por detrás de la zona lumbar, los padres bajan gradualmente al bebé al agua de forma que la parte posterior de la cabeza y las orejas del bebé queden sumergidas, mientras que su cara queda fuera del agua. La parte posterior de su cabeza debe ser sostenida en todo momento por el progenitor. Esta posición de cuna permite el contacto cara a cara entre padre e hijo.
Una vez que se sienta cómodo en esta posición, el progenitor puede retirar su mano de apoyo en la base de la columna vertebral del bebé para permitirle un mayor grado de independencia y una mayor libertad para experimentar la flotabilidad del agua.
Tercera posición para el acondicionamiento del baño del bebé
La tercera posición consiste en mantener al bebé boca abajo en el agua con los padres sentados. El bebé debe ser sostenido constantemente para mantener la boca y la nariz fuera del agua.
En esta posición, las manos de los padres se mantienen bajo la axila del bebé con los pulgares apuntando hacia el cielo. Las palmas de las manos se giran hacia arriba para permitir que las muñecas se junten para sostener la barbilla del bebé y que éste pueda apoyar su cabeza en las manos de los padres.
El bebé se tumba en posición horizontal respecto al agua, con la cabeza levantada (apoyada en las manos de mamá o papá) y la espalda cerca de la superficie del agua. A los bebés les encanta esta posición prona porque les da libertad para moverse y extender las piernas en un movimiento que no es posible en tierra. También permite a los padres mover al bebé de un lado a otro y de un lado a otro. E incluso permite al bebé empujar el extremo de la bañera, lo que puede fortalecer sus piernas y darle una mayor sensación de seguridad.
Una vez que el niño se sienta cómodo en el agua en estas posiciones, los padres pueden empezar a enseñarle a controlar la respiración mediante la respuesta a los estímulos, como se detalla a continuación.
El reflejo trigeminal de los recién nacidos impide la inhalación del agua
Los recién nacidos tienen un reflejo trigeminal que les permite dejar de respirar automáticamente durante un breve periodo de tiempo si se sumergen bajo el agua o si el agua toca la región nasal/bucal de su cara. Este reflejo también ayuda a evitar que los bebés inhalen agua (incluso con la boca abierta) durante un breve periodo de tiempo mientras están bajo el agua.
Sin embargo, no hay que intentar “mojar” o sumergir al bebé antes de tiempo. Los bebés tienen que acostumbrarse primero al agua. Puedes utilizar una rutina sencilla a la hora del baño que garantice una transferencia sencilla y natural de la superficie del agua al agua (y del baño a la piscina). El acondicionamiento al agua desarrolla el control de la respiración del niño y su capacidad de aguantar la respiración como preparación para la inmersión.
Enseñar al bebé a contener la respiración cerca del agua – respuesta al estímulo
Mediante señales verbales y visuales, se puede enseñar a los bebés a contener la respiración mientras se les vierte suavemente una pequeña cantidad de agua en la cara. Puedes utilizar la siguiente técnica de respuesta al estímulo cuando tu bebé se esté bañando:
Coge medio vaso de agua, preferiblemente en un vaso de color brillante para añadir un estímulo visual.
Utilizando las palabras clave “Nombre del niño, ¡listo, ya!”, vierte la taza de agua de manera uniforme y consistente sobre la cabeza del niño. Esta señal, “Nombre, listo, ya”, es extremadamente importante en el proceso de condicionamiento. La frase es un desencadenante que indica al niño que se prepare para contener la respiración.
Felicite y proporcione un refuerzo positivo a su bebé. Esto aumentará el entusiasmo, la confianza y la relajación del niño hacia este proceso, y con estar en el agua.
Una vez que el niño se sienta cómodo con el vertido de una pequeña cantidad de agua sobre su cara, puedes aumentar la cantidad de agua en el vaso. O, como alternativa, puede aumentar gradualmente el tiempo que tarda en verter la misma cantidad de agua del vaso. Esta técnica mejora la capacidad de retención de la respiración de tu bebé.
Y, por supuesto, tu bebé debe ser supervisado en todo momento durante esta actividad de acondicionamiento del agua.
Cuándo detener el proceso de acondicionamiento del agua
Si tu hijo llora, se angustia o ha ingerido agua, debes detener el proceso de acondicionamiento y sacarlo del baño.
Puedes utilizar muchos refuerzos positivos si tu bebé está molesto o ha ingerido agua accidentalmente. Además, los juguetes vibrantes o una nueva actividad pueden ser una distracción eficaz.
¿Por qué no te metes en la bañera con tu bebé?
Compartir la bañera con tu bebé durante el acondicionamiento del agua ofrece una serie de ventajas. En primer lugar, evita que te distraigas. En segundo lugar, permite sostener al bebé en posición vertical en la bañera para que el agua fluya libremente por su cara en lugar de por su nariz.
En tercer lugar, compartir el baño con tu bebé te permite crear un vínculo de confianza más fuerte mientras lo condicionas al agua. Y, por último, puede ser muy divertido compartir esta parte del desarrollo de tu hijo.
Así que no tengas miedo de meterte en la bañera y mojarte con tu bebé como parte de su preparación para las clases de natación.
Cómo ayudar a tu hijo a relajarse durante el proceso
Si consigues mantener la calma y la relajación durante el proceso, ayudarás a tu bebé a sentirse de la misma manera. Tu bebé puede sentir si estás nervioso o estresado.
Recuerda que el objetivo del acondicionamiento es proporcionar una introducción positiva al agua, así que mantente atento a las reacciones de tu bebé ante las diferentes experiencias.
Cómo estar seguro a la hora del baño
En Australia, una media de 19 niños se ahoga en la bañera cada año. Y la mayoría de estas muertes se producen de forma silenciosa y en cuestión de segundos, en unos pocos centímetros de agua mientras los padres o cuidadores no están en la habitación.
Se pueden tomar una serie de medidas sencillas para garantizar que la hora del baño sea segura.
Nunca dejes al bebé sin vigilancia en el baño
Es fácil distraerse con el timbre de la puerta, la comida que se está cocinando en el horno, el teléfono móvil que suena o el llanto de otro niño. Sin embargo, nunca debes dejar a tu bebé en la bañera, por ningún motivo. Si necesitas salir de la habitación, simplemente cógelo, envuélvelo en una toalla y llévalo contigo.
Reúne todo antes de empezar a bañarlo
Todo el equipo necesario, como la ropa del niño, los pañales, las toallas secas, los juguetes de baño y los jabones, debe estar organizado antes de iniciar el baño. De este modo, te aseguras de poder supervisar al bebé con el brazo durante todo el período de baño.
No dejes que un niño mayor vigile al bebé en el baño
Si se deja a un niño mayor a cargo de un niño pequeño, es posible que no reconozca ni reaccione con la suficiente rapidez ante un incidente. Por lo tanto, no pidas a un niño mayor que vigile al bebé en el baño mientras tú vas a hacer otra cosa. Si tienes que salir del baño, llévate al bebé contigo.
Comparte el baño con tu bebé
En el caso de los bebés pequeños, puedes meterte en la bañera y ayudar a que la hora del baño sea una experiencia de unión. Esto también minimiza el riesgo de distracción. La profundidad del agua recomendada para el baño del bebé es de entre 5 y 8 cm.
Utilizar alfombras antideslizantes en el baño
Las alfombrillas antideslizantes pueden ayudar a evitar los accidentes por inmersión, y son una sabia inversión para la hora del baño del bebé.
Considera el uso de una silla o cojín
Considera la posibilidad de utilizar una pequeña silla plegable, un taburete o un cojín durante el periodo de supervisión del baño. Esto puede proporcionar comodidad y significa que es menos probable que te muevas de tu posición de supervisión.
Vaciar el agua de la bañera inmediatamente después del baño
Recuerde que debe vaciar el agua de la bañera inmediatamente después del baño. Esto elimina cualquier riesgo de que se produzca un incidente de inmersión en el agua del baño en un momento posterior.