La memoria a largo plazo se refiere al almacenamiento de información durante un período prolongado. Este tipo de memoria suele ser estable y puede durar mucho tiempo, a menudo años. La memoria a largo plazo puede subdividirse en dos tipos diferentes: La memoria explícita (consciente) y la implícita (inconsciente).
Si puede recordar algo que ha sucedido hace más de un momento, tanto si ha ocurrido hace unas horas como si lo ha hecho hace décadas, se trata de una memoria a largo plazo.
Tipos de memoria a largo plazo
La memoria a largo plazo suele dividirse en dos tipos: Explícita e implícita.
La memoria explícita, también conocida como memoria declarativa, incluye todos los recuerdos disponibles en la conciencia. La memoria explícita puede dividirse a su vez en memoria episódica (acontecimientos concretos) y memoria semántica (conocimientos sobre el mundo).
Las memorias implícitas son aquellas que son mayoritariamente inconscientes. Este tipo de memoria incluye la memoria procedimental, que implica recuerdos del movimiento del cuerpo y de cómo utilizar los objetos del entorno. Cómo conducir un coche o utilizar un ordenador son ejemplos de memorias procedimentales.
Los recuerdos a largo plazo suelen estar fuera de la mente consciente. Esta información está en gran medida fuera de nuestra conciencia, pero puede ser llamada a la memoria de trabajo para ser utilizada cuando sea necesario. Algunos recuerdos son relativamente fáciles de recordar, mientras que otros son mucho más difíciles de acceder.
Duración de la memoria a largo plazo
Mediante el proceso de asociación y ensayo, el contenido de la memoria a corto plazo puede convertirse en memoria a largo plazo. Los recuerdos a largo plazo pueden durar desde unos días hasta varias décadas.
Hay una serie de factores que pueden influir en la duración de la información en la memoria a largo plazo:
- En primer lugar, la forma en que se codificó el recuerdo puede desempeñar un papel importante. Si estabas muy consciente y alerta cuando tuviste la experiencia, probablemente el recuerdo será mucho más vívido.
- El número de veces que se accede a un recuerdo también puede influir en su intensidad y duración. No es de extrañar que los recuerdos que se rememoran a menudo tiendan a mantenerse y a ser mucho más fuertes.
- No todos los recuerdos a largo plazo son iguales. Mientras que algunos recuerdos surgen rápidamente en la mente, otros son más débiles y pueden requerir estímulos o recordatorios para que se centren en ellos.
La información de mayor importancia se recuerda con más fuerza. Por lo general, los acontecimientos importantes, como el día de la boda, se recuerdan con mayor claridad y detalle que los días más normales.
Cómo se forman y cambian los recuerdos a largo plazo
El modelo de procesamiento de información de la memoria caracteriza la memoria humana como un ordenador. La información entra en la memoria a corto plazo (un almacén temporal) y luego parte de esta información se transfiere a la memoria a largo plazo (un almacén relativamente permanente), de forma parecida a la información que se guarda en el disco duro de un ordenador.
Los recuerdos a los que se accede con frecuencia se fortalecen y son más fáciles de recordar. Acceder a estos recuerdos una y otra vez refuerza las redes neuronales en las que se codifica la información, lo que facilita su recuerdo.
Cuando se necesita la información, se saca de este almacenamiento a largo plazo mediante señales del entorno, como si se accediera a una carpeta guardada en el ordenador. Sin embargo, estos recuerdos guardados pueden cambiar o incluso perderse por completo. Los recuerdos que no se recuperan con frecuencia pueden debilitarse o ser sustituidos por otra información.
Acceder a los recuerdos provoca cambios
Los estudios sugieren que los recuerdos no se guardan en un estado estático y luego se recuperan con perfecta claridad. Los investigadores han descubierto que los recuerdos se transforman cada vez que se accede a ellos.
Las neuronas codifican primero los recuerdos en el córtex y el hipocampo. Las neuronas codifican primero los recuerdos en el córtex y el hipocampo. Cada vez que se recupera un recuerdo, un conjunto de neuronas similar, pero no idéntico, lo vuelve a codificar.
El acceso a los recuerdos a menudo ayuda a fortalecerlos, pero la investigación ha descubierto que esta recodificación puede tener un impacto en la forma en que se recuerda la información. Los detalles sutiles pueden cambiar, y ciertos aspectos de la memoria pueden fortalecerse, debilitarse o incluso perderse por completo, dependiendo de las neuronas que se activen.
Los recuerdos son frágiles
Los recuerdos pueden ser sorprendentemente frágiles y susceptibles de sufrir cambios, desinformación e interferencias. La experta en memoria Elizabeth Loftus ha demostrado la facilidad con la que se pueden desencadenar falsos recuerdos. En uno de sus experimentos más famosos, consiguió que el 25% de sus participantes creyeran en un falso recuerdo que una vez se habían perdido en un centro comercial cuando eran niños.
¿Por qué la memoria a largo plazo es tan susceptible a estas imprecisiones? En algunos casos, la gente pasa por alto detalles importantes de los acontecimientos. Para rellenar estos vacíos de información, el cerebro a veces fabrica detalles que parecen tener sentido.
Los recuerdos antiguos también pueden interferir en la formación de los nuevos, dificultando el recuerdo de lo que realmente ocurrió.
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Preguntas frecuentes
¿Cuánto dura la memoria a corto plazo?
La información puede mantenerse en la memoria a corto plazo durante unos 15 o 30 segundos, pero puede permanecer más tiempo si se ensaya o mantiene activamente.
¿Qué tipo de memoria a largo plazo es más resistente a la pérdida?
Los recuerdos implícitos suelen ser la forma más duradera de la memoria a largo plazo. Mientras que la memoria explícita disminuye con la edad, los adultos sanos suelen mantener una memoria implícita sólida a medida que envejecen.
¿Cómo puedo mejorar mi memoria a largo plazo?
Entre las estrategias que pueden ayudar a mejorar la memoria a largo plazo se encuentran hacer ejercicio con regularidad, dormir lo suficiente y utilizar el entrenamiento cognitivo para reforzar las habilidades de memoria.
La memoria a largo plazo desempeña un papel vital en la vida diaria, ya que permite construir una base de información que permite vivir la vida. Aunque es fácil pensar en los recuerdos como algo similar a los archivos de un ordenador, las investigaciones han demostrado que la memoria a largo plazo es duradera y a la vez susceptible de error.
Métodos para mejorar la memoria
¿Es realmente posible mejorar la memoria? Si alguna vez se ha olvidado de dónde ha dejado las llaves o ha omitido información en exámenes importantes, probablemente haya deseado que su memoria fuera un poco mejor. Afortunadamente, hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar tu memoria.
Obviamente, utilizar algún tipo de sistema de recordatorio puede ayudar. Configurar un calendario en línea que envíe recordatorios a tu teléfono te ayudará a no perder de vista todas esas citas y reuniones. La creación de listas de tareas diarias puede garantizar que no se olvide de las tareas importantes que debe realizar.
Pero ¿qué pasa con toda la información importante que necesita para consolidar su memoria a largo plazo? Te costará un poco de esfuerzo e incluso implicará modificar o cambiar drásticamente tu rutina de estudio habitual, pero hay una serie de estrategias que puedes utilizar para sacar más partido a tu memoria.
Antes de tu próximo gran examen, asegúrate de revisar algunas de estas técnicas probadas para mejorar la memoria. Estas estrategias probadas por la investigación pueden mejorar eficazmente la memoria, mejorar el recuerdo y aumentar la retención de información.
Centra tu atención
La atención es uno de los principales componentes de la memoria. Para que la información pase de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo, debe prestar atención activamente a esa información. Intente estudiar en un lugar libre de distracciones como la televisión, la música y otras diversiones.
Deshacerse de las distracciones puede ser un reto, sobre todo si estás rodeado de compañeros de piso bulliciosos o niños ruidosos.
Reserva un breve periodo de tiempo para estar a solas.
Pide a tus compañeros de piso que te dejen un poco de espacio o pide a tu pareja que se lleve a los niños durante una hora para que puedas concentrarte en tu trabajo.
Evitar el hacinamiento
Estudiar los materiales a lo largo de varias sesiones te da el tiempo que necesitas para procesar adecuadamente la información. Las investigaciones han demostrado continuamente que los estudiantes que estudian con regularidad recuerdan el material mucho mejor que los que lo hacen todo en una sesión maratoniana.
Estructurar y organizar
Los investigadores han descubierto que la información se organiza en la memoria en grupos relacionados.
Puedes aprovechar esta ventaja estructurando y organizando el material que estás estudiando. Intenta agrupar conceptos y términos similares, o haz un esquema de tus apuntes y de las lecturas del libro de texto para ayudarte a agrupar conceptos relacionados.
Utilizar dispositivos mnemotécnicos
Los dispositivos mnemotécnicos son una técnica utilizada a menudo por los estudiantes para ayudarles a recordar. Una mnemotecnia es simplemente una forma de recordar información. Por ejemplo, puedes asociar un término que necesitas recordar con un elemento común con el que estás muy familiarizado. Las mejores mnemotecnias son las que utilizan imágenes positivas, humor o novedad.
Inventa una rima, una canción o un chiste que te ayude a recordar un segmento de información específico.
Elaborar y ensayar
Para poder recordar la información, necesitas codificar lo que estás estudiando en la memoria a largo plazo. Una de las técnicas de codificación más eficaces es la conocida como ensayo elaborativo.
Un ejemplo de esta técnica sería leer la definición de un término clave, estudiar la definición de ese término y luego leer una descripción más detallada de lo que significa ese término. Después de repetir este proceso unas cuantas veces, probablemente notarás que recordar la información es mucho más fácil.
Visualizar conceptos
Muchas personas se benefician enormemente de la visualización de la información que estudian. Presta atención a las fotografías, tablas y otros gráficos de tus libros de texto. Si no tienes pistas visuales que te ayuden, intenta crear las tuyas propias. Dibuja gráficos o figuras en los márgenes de tus apuntes o utiliza rotuladores o bolígrafos de distintos colores para agrupar ideas relacionadas en tus materiales de estudio escritos.
A veces, el simple hecho de hacer tarjetas con los términos que necesitas recordar puede ayudarte a consolidar la información en tu mente.
Relaciona la nueva información con lo que ya sabes
Cuando estudies un material desconocido, tómate el tiempo necesario para pensar en cómo se relaciona esta información con lo que ya sabes. Al establecer relaciones entre las nuevas ideas y los recuerdos previos, puedes aumentar considerablemente la probabilidad de recordar la información recién aprendida.
Leer en voz alta
Las investigaciones publicadas en el 2017 sugieren que la lectura de materiales en voz alta mejora significativamente la memoria del material. Los educadores y psicólogos también han descubierto que hacer que los estudiantes enseñen realmente nuevos conceptos a otra mejora la comprensión y el recuerdo.
Utiliza este enfoque en tus propios estudios enseñando nuevos conceptos e información a un amigo o compañero de estudio.
Preste más atención a la información difícil
¿Te has dado cuenta de que a veces es más fácil recordar información al principio o al final de un capítulo? Los investigadores han descubierto que el orden de la información puede influir en el recuerdo, lo que se conoce como el efecto de la posición en serie.
Aunque recordar la información del medio puede ser difícil, puedes superar este problema dedicando más tiempo a ensayar esta información. Otra estrategia consiste en intentar reestructurar lo aprendido para que sea más fácil de recordar. Cuando te encuentres con un concepto especialmente difícil, dedica un tiempo extra a memorizar la información.
Variar la rutina de estudio
Otra buena forma de aumentar tu capacidad de recordar es cambiar de vez en cuando tu rutina de estudio. Si estás acostumbrado a estudiar en un lugar concreto, intenta cambiar de sitio en tu próxima sesión de estudio. Si estudias por la noche, intenta dedicar unos minutos cada mañana a repasar la información que estudiaste la noche anterior.
Al añadir un elemento de novedad a tus sesiones de estudio, puedes aumentar la eficacia de tus esfuerzos y mejorar significativamente tu recuerdo a largo plazo.