La percepción es la experiencia sensorial del mundo. Implica tanto el reconocimiento de los estímulos ambientales como las acciones en respuesta a estos estímulos.
A través del proceso perceptivo, obtenemos información sobre las propiedades y los elementos del entorno que son fundamentales para nuestra supervivencia. La percepción no sólo crea nuestra experiencia del mundo que nos rodea, sino que nos permite actuar en nuestro entorno.
La percepción incluye los cinco sentidos: tacto, vista, oído, olfato y gusto. También incluye lo que se conoce como propiocepción, un conjunto de sentidos que implica la capacidad de detectar cambios en las posiciones y movimientos del cuerpo. También incluye los procesos cognitivos necesarios para procesar la información, como reconocer la cara de un amigo o detectar un olor familiar.
Tipos de percepción
Algunos de los principales tipos de percepción son:
- Visión.
- Tacto.
- Sonido.
- Gusto.
- Olfato.
También hay otros sentidos que nos permiten percibir cosas como el equilibrio, el tiempo, la posición del cuerpo, la aceleración y la percepción de estados internos. Muchos de ellos son multimodales e implican más de una modalidad sensorial. La percepción social, es decir, la capacidad de identificar y utilizar señales sociales sobre las personas y las relaciones es otro tipo importante de percepción.
Cómo funciona
El proceso perceptivo es una secuencia de pasos que comienza con el entorno y conduce a nuestra percepción de un estímulo y a la acción en respuesta al mismo. Ocurre continuamente, pero no pasas mucho tiempo pensando en el proceso real que ocurre cuando percibes los muchos estímulos que te rodean en un momento dado.
Por ejemplo, el proceso de transformación de la luz que incide en tus retinas en una imagen visual real ocurre de forma inconsciente y automática. Los sutiles cambios de presión contra tu piel que te permiten sentir los objetos ocurren sin un solo pensamiento.
La percepción actúa como un filtro que nos permite existir e interpretar el mundo sin sentirnos abrumados por la abundancia de estímulos.
Impacto de la percepción
Para ver el impacto de la percepción, puede ser útil observar cómo funciona el proceso. Esto varía un poco para cada sentido. En el caso de la percepción visual.
Pasos del proceso perceptivo
El estímulo ambiental
El mundo está lleno de estímulos que pueden llamar la atención a través de varios sentidos. El estímulo ambiental es todo lo que hay en el entorno que tiene el potencial de ser percibido.
El estímulo atendido
El estímulo atendido es el objeto específico del entorno en el que se centra la atención.
La imagen en la retina
La luz atraviesa la córnea y la pupila y llega al cristalino del ojo. La córnea ayuda a enfocar la luz cuando entra en el ojo, y el iris del ojo controla el tamaño de las pupilas para determinar la cantidad de luz que debe entrar. La córnea y el cristalino actúan conjuntamente para proyectar una imagen invertida sobre la retina.
Transducción
La imagen en la retina se transforma en señales eléctricas en un proceso conocido como transducción. Esto permite que los mensajes visuales se transmitan al cerebro para ser interpretados.
Procesamiento neuronal
Las señales eléctricas se someten a un procesamiento neuronal. El camino que sigue una señal concreta depende del tipo de señal que sea (por ejemplo, una señal auditiva o una señal visual).
Percepción
En este paso del proceso, usted percibe el objeto de estímulo en el entorno. Es en este momento cuando te das cuenta conscientemente del estímulo.
Reconocimiento
La percepción no sólo implica ser consciente del estímulo. También es necesario que el cerebro categorice e interprete lo que está percibiendo. La capacidad de interpretar y dar significado al objeto es el siguiente paso, conocido como reconocimiento.
Acción
La fase de acción de la percepción implica algún tipo de actividad motora que se produce en respuesta al estímulo percibido y reconocido. Puede tratarse de una acción importante, como correr hacia una persona en apuros, o de algo tan sutil como parpadear en respuesta a una ráfaga de polvo que sopla en el aire.
El proceso perceptivo te permite experimentar el mundo que te rodea e interactuar con él de forma adecuada y significativa.
Tómate un momento para pensar en todas las cosas que percibes a diario. En un momento dado, puede ver objetos familiares en su entorno, sentir el tacto de los objetos y las personas contra su piel, oler el aroma de una comida casera y escuchar el sonido de la música que suena en el apartamento de su vecino. Todas estas cosas contribuyen a conformar tu experiencia consciente y te permiten interactuar con las personas y los objetos que te rodean.
Consejos para mejorar la percepción
Hay algunas cosas que puedes hacer que puedan ayudarte a percibir más en el mundo que te rodea, o al menos a centrarte en las cosas que son importantes.
Presta atención
La percepción requiere que prestes atención al mundo que te rodea. Esto puede incluir cualquier cosa que se pueda ver, tocar, saborear, oler u oír. También puede incluir el sentido de la propiocepción, como los movimientos de brazos y piernas o el cambio de posición del cuerpo en relación con los objetos del entorno.
Dar sentido a lo que se percibe
La etapa de reconocimiento es una parte esencial de la percepción, ya que le permite dar sentido al mundo que le rodea. Al clasificar los objetos en categorías significativas, puedes comprender y reaccionar adecuadamente.
Pasar a la acción
El último paso del proceso perceptivo implica algún tipo de acción en respuesta al estímulo ambiental. Esto puede implicar una serie de acciones, como girar la cabeza para mirar más de cerca o apartarse para mirar otra cosa.
Estos 7 principios me cambiaron la vía, cambiando mi percepción de cómo se procesan las emociones. Cuando comprendas cómo funciona los procesos más básicos de tus emociones, la vida la verás con otros ojos. Tendrás más seguridad, más confianza y no tendrás culpa alguna, porque comprendes cómo surgen tus emociones.
Historia de la percepción
El interés por la percepción se remonta a la época de los antiguos filósofos griegos, que se interesaban por el modo en que las personas conocen el mundo y obtienen su comprensión.
Cuando la psicología surgió como una ciencia separada de la filosofía, los investigadores se interesaron por comprender cómo funcionaban los distintos aspectos de la percepción, en particular la percepción del color. Además de comprender los procesos fisiológicos básicos que se producen, los psicólogos también estaban interesados en entender cómo la mente interpreta y organiza estas percepciones. Los psicólogos de la Gestalt propusieron un enfoque holístico, sugiriendo que la suma es más que la suma de sus partes.
Los psicólogos cognitivos también han trabajado para comprender cómo las motivaciones y las expectativas pueden desempeñar un papel en el proceso de percepción.
En la actualidad, los investigadores también se dedican a investigar la percepción a nivel neuronal y a estudiar cómo las lesiones, las condiciones y las sustancias pueden afectar a la percepción.
Posibles obstáculos
El proceso perceptivo no siempre se desarrolla sin problemas y hay una serie de cosas que pueden interferir en la percepción. Los trastornos perceptivos son condiciones cognitivas que se caracterizan por un deterioro de la capacidad de percibir objetos o conceptos.
Algunos trastornos que pueden afectar a la percepción son:
- Síndromes de negligencia espacial, que implican no atender a los estímulos de un lado del cuerpo.
- Prosopagnosia, un trastorno que dificulta el reconocimiento de las caras.
- La afantasía, un trastorno caracterizado por la incapacidad de visualizar las cosas en la mente
- Esquizofrenia, que se caracteriza por percepciones anormales de la realidad.
Algunas de estas afecciones pueden estar influidas por la genética, mientras que otras son consecuencia de un accidente cerebrovascular o una lesión cerebral.
Conjuntos perceptivos
Un conjunto perceptivo se refiere a una predisposición a percibir las cosas de una manera determinada. En otras palabras, a menudo tendemos a fijarnos sólo en ciertos aspectos de un objeto o situación, ignorando otros detalles.
¿Qué es un conjunto perceptivo?
Cuando se trata de nuestras percepciones del mundo que nos rodea, se podría suponer que lo que se ve es lo que se obtiene. Sin embargo, la verdad es que las investigaciones demuestran que la forma de ver el mundo está muy influenciada (y sesgada) por las propias experiencias pasadas, las expectativas, las motivaciones, las creencias, las emociones e incluso la cultura.
Por ejemplo, piense en la última vez que empezó una nueva clase. ¿Tenías alguna expectativa al principio que pudiera haber influido en tu experiencia en la clase? Si esperas que una clase sea aburrida, ¿es más probable que no te interese la clase?
En psicología, esto es lo que se conoce como conjunto perceptivo.
Un conjunto perceptivo es básicamente una tendencia a ver las cosas sólo de una manera determinada.
Los conjuntos perceptivos pueden influir en la forma en que interpretamos y respondemos al mundo que nos rodea y pueden estar influenciados por una serie de factores diferentes.
¿Qué es exactamente un conjunto perceptivo, por qué se produce y cómo influye en la forma en que percibimos el mundo que nos rodea?
Cómo funcionan los conjuntos perceptivos
A veces, los conjuntos perceptivos pueden ser útiles. A menudo nos llevan a sacar conclusiones bastante precisas sobre lo que existe en el mundo que nos rodea. En los casos en los que nos equivocamos, solemos desarrollar nuevos conjuntos perceptivos que son más precisos.
A veces, nuestros conjuntos perceptivos pueden llevarnos por el mal camino.
Por ejemplo, si uno tiene un gran interés por los aviones militares, una extraña formación de nubes en la distancia puede interpretarse como una flota de aviones de combate.
En un experimento que ilustra esta tendencia, se presentó a los participantes diferentes no-palabras, como sael. Aquellos a los que se les dijo que leerían palabras relacionadas con la navegación leyeron la palabra como “vela”, mientras que aquellos a los que se les dijo que esperaban palabras relacionadas con animales la leyeron como “foca”.
Procesamiento descendente
Un conjunto perceptivo es un buen ejemplo de lo que se conoce como procesamiento descendente. En el procesamiento descendente, las percepciones comienzan con lo más general y se dirigen hacia lo más específico. Estas percepciones están muy influidas por las expectativas y los conocimientos previos.
Si esperamos que algo aparezca de una manera determinada, es más probable que lo percibamos de acuerdo con nuestras expectativas.
Los esquemas, marcos mentales y conceptos existentes suelen guiar los conjuntos perceptivos. Por ejemplo, las personas tienen un fuerte esquema para las caras, lo que facilita el reconocimiento de rostros humanos familiares en el mundo que nos rodea. También significa que cuando miramos una imagen ambigua, es más probable que la veamos como una cara que como otro tipo de objeto.
Los investigadores también han descubierto que cuando aparecen varios objetos en una misma escena visual, los conjuntos perceptivos suelen llevar a las personas a pasar por alto otros objetos después de localizar el primero. Por ejemplo, los agentes de seguridad de un aeropuerto podrían detectar una botella de agua en una bolsa, pero no verían que la bolsa también contiene un arma de fuego.
Fuerzas de influencia
A continuación, se presentan ejemplos de diversas fuerzas de influencia:
La motivación puede desempeñar un papel importante en los conjuntos perceptivos y en cómo interpretamos el mundo que nos rodea. Si apoyamos a nuestro equipo deportivo favorito, podemos estar motivados para ver a los miembros del equipo contrario como excesivamente agresivos, débiles o incompetentes. En un experimento clásico, los investigadores privaron a los participantes de comida durante varias horas. Cuando más tarde se les mostró un conjunto de imágenes ambiguas, los que habían estado privados de comida eran mucho más propensos a interpretar las imágenes como objetos relacionados con la comida.6 Como tenían hambre, estaban más motivados para ver las imágenes de una manera determinada.
Las expectativas también desempeñan un papel importante. Si esperamos que las personas se comporten de cierta manera en determinadas situaciones, estas expectativas pueden influir en cómo percibimos a estas personas y sus funciones. Uno de los experimentos clásicos sobre el impacto de las expectativas en los conjuntos perceptivos consistió en mostrar a los participantes una serie de números o de letras. A continuación, se les mostró una imagen ambigua que podía interpretarse como el número 13 o la letra B. Los que habían visto los números tenían más probabilidades de verla como un 13, mientras que los que habían visto las letras tenían más probabilidades de verla como la letra B.
La cultura también influye en cómo percibimos a las personas, los objetos y las situaciones. Sorprendentemente, los investigadores han descubierto que las personas de distintas culturas tienden incluso a percibir de forma diferente las señales de perspectiva y profundidad.
Las emociones pueden influir mucho en la forma en que percibimos el mundo que nos rodea. Por ejemplo, si estamos enfadados, es más probable que percibamos hostilidad en los demás. Un experimento demostró que cuando las personas llegaron a asociar una sílaba sin sentido con leves descargas eléctricas, experimentaron reacciones fisiológicas ante la sílaba incluso cuando se presentaba de forma subliminal.
Las actitudes también pueden influir poderosamente en la percepción. En un experimento, Gordon Allport demostró que los prejuicios podían influir en la rapidez con la que las personas categorizaban a personas de distintas razas.
Ejemplos de la vida real
Los investigadores han demostrado que los conjuntos perceptivos pueden tener un impacto dramático en la vida cotidiana.
En un experimento, se comprobó que los niños pequeños disfrutaban más de las patatas fritas cuando se les servía en una bolsa de McDonald’s y no en una simple bolsa blanca.
En otro estudio, las personas a las que se les dijo que una imagen era del famoso “monstruo del Lago Ness” tenían más probabilidades de ver a la mítica criatura en la imagen, mientras que otras que la vieron después sólo vieron un tronco de árbol curvado.
Como ya se ha dicho, nuestra percepción de los rostros es tan fuerte que nos lleva a ver rostros donde no los hay.
Como puede ver, la percepción no es simplemente una cuestión de ver lo que hay en el mundo que nos rodea. Hay una serie de factores que pueden influir en la forma en que asimilamos la información y en cómo la interpretamos, y los conjuntos perceptivos son sólo uno de esos muchos factores.