Si su médico le diagnostica ideación suicida, significa que está preocupado por la idea del suicidio. Es posible que pienses regularmente en la forma en que te suicidarías o que pienses en cómo sería la vida si no estuvieras. También es posible que repitas el acto suicida en tu mente.

Es importante saber qué señales de advertencia hay que buscar si tú o alguien que conoces está tratando con la ideación suicida. Cuanto antes reconozcas las señales, antes podrás encontrar la ayuda que necesitas.

Síntomas

Los signos de que tú o alguien está teniendo pensamientos suicidas serios incluyen:

  • Vocalizar que desearías no estar vivo, no haber nacido o que tus amigos o familiares estarían mejor sin ti.
  • Evitar el contacto social y querer alejarse de los demás.
  • Prepararse para el suicidio, como adquirir un arma o investigar métodos de suicidio.
  • Ser especialmente arriesgado en todos los ámbitos de su vida, incluido el consumo excesivo de alcohol o drogas.
  • Mostrar signos de ansiedad o enfadarse por cosas insignificantes.
  • Querer regalar sus posesiones o tratar a la gente como si no fuera a verlos de nuevo.

Factores de riesgo

El suicidio puede ser hereditario. Es más probable que intente quitarse la vida si alguien de su familia ya lo ha hecho.

También puedes estar en riesgo de tener ideas suicidas si estás experimentando:

  • Duelo.
  • Una situación traumática.
  • Una lucha o desafío difícil.
  • Depresión.

Buscar ayuda a tiempo puede ayudarte a reducir el riesgo de ideación suicida y de suicidio.

Tu riesgo de suicidio puede aumentar si tienes:

  • Un problema de abuso de drogas o alcohol.
  • Un trastorno mental o una situación de estrés.
  • Dolor crónico, enfermedad terminal u otra situación médica en la que pueda sentirse desesperado.
  • Haber intentado suicidarse antes.

Estar bajo la influencia de las drogas o el alcohol puede aumentar el riesgo de ideación suicida y proporcionar un impulso adicional para llevar a cabo el acto.

Ideación suicida pasiva

La ideación suicida pasiva es cuando una persona desea la muerte, pero no tiene un plan específico para suicidarse.

Si estás experimentando una ideación suicida pasiva, tus fantasías pueden implicar morir mientras duermes o tener un accidente mortal. Puede creer que el mundo estaría mejor sin usted.

Pasivo no significa inofensivo. Esta línea de pensamiento tiene el potencial de hacerte más propenso a ponerte en peligro.

Incluso si la ideación suicida pasiva parece ser fugaz, el riesgo de un intento de suicidio es muy real. La línea entre la ideación suicida pasiva y la activa es borrosa. La transición de una a otra puede ocurrir lenta o repentinamente, y no siempre es evidente para el observador casual.

Mientras que alguien puede admitir que desea morir, puede negar haber hecho planes para hacerlo. Las señales de advertencia de que la ideación suicida se ha vuelto activa incluyen regalar posesiones, poner en orden los asuntos y despedirse de los seres queridos.

Nadie puede predecir con un 100% de certeza si alguien se va a quitar la vida o no. Ni siquiera los profesionales médicos capacitados pueden predecir quién se suicidará. Por eso hay que tomar en serio las amenazas o los pensamientos de suicidio.

Una afección subyacente, como el abuso de sustancias, la depresión grave u otros trastornos del estado de ánimo, puede conducir a una preocupación por la muerte. Los factores de estrés añadidos, como la muerte de un ser querido, el divorcio o la pérdida del trabajo, pueden desencadenar pensamientos de desesperanza o inutilidad.

No hay que tomar a la ligera la ideación suicida pasiva. Es imposible predecir quién es probable que actúe según estos pensamientos. Por eso, cualquier persona que exprese una ideación suicida pasiva debe considerarse en riesgo de suicidio.

Acude a tu médico o psiquiatra para que te haga una evaluación minuciosa y te dé el tratamiento adecuado.

Ideacion suicida pasiva

Medicamentos e ideación suicida

Los investigadores han relacionado algunos medicamentos con un aumento de los pensamientos suicidas. Los antidepresivos se han relacionado con este comportamiento. Esto ocurre sobre todo en las primeras semanas de tomar la medicación o después de un cambio de dosis. Los niños y los adolescentes corren un mayor riesgo de padecerlo. Los investigadores de estudios recientes discuten esta relación.

Si empiezas a tener pensamientos suicidas mientras tomas un antidepresivo, ponte en contacto con tu médico inmediatamente. Ellos pueden trabajar contigo para ajustar de forma segura tu plan de tratamiento.

¿Cómo se diagnostica la ideación suicida?

Si tiene depresión y tiene pensamientos suicidas, busque inmediatamente ayuda médica.

Cuando veas a tu médico, te hará muchas preguntas para poder evaluar la gravedad de tu situación. Algunas de las preguntas que el médico puede hacer son:

  • ¿Desde cuándo tienes pensamientos suicidas?
  • ¿Tienes antecedentes de depresión?
  • ¿Hasta dónde han llegado sus pensamientos suicidas? ¿Ha elaborado un plan?
  • ¿Está tomando alguna medicación? Si es así, ¿cuáles son?
  • ¿Consume alcohol o drogas? Si es así, ¿con qué frecuencia?

También debe esperar que su médico le pida que realice un cuestionario. Sus respuestas ayudarán a su médico a evaluar su salud mental y a desarrollar un curso de tratamiento.

¿Cómo se trata la ideación suicida?

Su médico tratará su depresión en función de la gravedad de su estado.

Su médico puede recetarle antidepresivos o ansiolíticos. Éstos pueden ayudarle a controlar los síntomas. También debe esperar que su plan de tratamiento incluya hablar con un psicólogo o consejero.

Pregunte a su médico o psicólogo sobre las formas de encontrar apoyo adicional. Pueden recomendarle un grupo de apoyo. También pueden tener recomendaciones sobre cómo obtener ayuda si consumes alcohol o drogas que puedan estar contribuyendo a tus problemas.

Si el riesgo de suicidio es alto, es posible que deba permanecer en un centro de tratamiento hospitalario. Esto es por su seguridad. Puede recibir su tratamiento en el centro y no tendrá acceso a elementos que pueda utilizar para suicidarse.

Guía definitiva por Sergio Alejandro, para reconocer, aceptar y ELIMINAR pensamientos y emociones que te llevan molestando meses, incluso años.

Este escrito trata de una forma amigable, de relacionarte con tu mente, con el fin de quitar las sobrecargas emocionales, y de esta manera reducir la frecuencia de los pensamientos catastróficos.

Este texto es un salvavidas, ya que puede llegar a reducir la depresión y la ansiedad, puesto que la raíz de estos dos, es el tipo de pensamientos que mantienes en tu mente.

Tras finalizar este libro, tendrás la motivación suficiente, para aplicar todas las técnicas, que te van a permitir relacionarte mejor con tu mente, y con esto tener una vida mas plena, en cuanto a tu plano mental emocional.

¿Cuál es el pronóstico?

Su perspectiva de la depresión o los pensamientos suicidas mejorará con una fuerte red de amigos y familiares. Hablar con otras personas sobre los retos a los que te enfrentas puede ayudar. Salir a la calle y hacer ejercicio también puede ayudar a reducir la depresión, ya sea por el cambio de escenario o por las sustancias químicas que te hacen sentir bien, o endorfinas, que experimentas durante la actividad física.

El tratamiento para la ideación suicida está disponible y puede tener éxito. Pide ayuda si la necesitas.

Cual es el pronostico sobre ideacion suicida

Formas de prevenir los pensamientos suicidas

Pero ¿qué podemos hacer para disminuir las posibilidades de tener pensamientos suicidas en el futuro?

Recibir tratamiento para los problemas de salud mental

Es importante recibir tratamiento para la depresión, la ansiedad y los problemas de alcohol y drogas. Acudir al médico de cabecera puede no ser suficiente. Puede ser útil acudir a un especialista en salud mental, como un psicólogo o un psiquiatra. Puede obtener referencias de su médico o aprender a encontrar un especialista en una de las líneas de referencia que aparecen en la última página. Si ya estás recibiendo tratamiento, habla si tu plan de tratamiento no está funcionando.

Identifique los desencadenantes o las situaciones de alto riesgo: Piensa en las situaciones o factores que aumentan tus sentimientos de desesperación y pensamientos suicidas. Trabaja para evitar esas situaciones. Por ejemplo, ir a un bar y beber con amigos puede aumentar los sentimientos de depresión. Si esto es un desencadenante para ti, evita ir a un bar o ver a amigos que beben.

Cuidados personales

Cuidarse bien es importante para sentirse mejor. Es importante hacer lo siguiente:

  • Llevar una dieta saludable.
  • Hacer algo de ejercicio cada día.
  • Dormir bien por la noche.
  • Disminuir o dejar de consumir alcohol o drogas, ya que pueden empeorar los sentimientos de depresión y suicidio.

Seguir la medicación prescrita

Si tomas medicamentos recetados, es importante que te asegures de tomarlos según las indicaciones de tu médico. Habla con tu médico si los medicamentos no funcionan o si los efectos secundarios te causan problemas. Si acaba de empezar a tomar antidepresivos, es importante saber que los síntomas de la depresión se resuelven a ritmos diferentes. Los síntomas físicos, como la energía o el sueño, pueden mejorar primero. La mejora del estado de ánimo puede retrasarse. Hable con su médico si se siente peor.

Seguir la medicacion prescrita

Estructura y rutina

Mantenga una rutina regular en la medida de lo posible, incluso cuando sus sentimientos parezcan estar fuera de control. Estos son algunos consejos para crear una estructura en su vida:

  • Levántate a una hora regular.
  • Acuéstese a una hora regular.
  • Planifica actividades en tu día, como salir a pasear o ir al gimnasio.
  • Seguir yendo al trabajo o a la escuela.

Haz cosas que te gusten

Cuando te sientas muy decaído, haz una actividad que te guste. Puede que descubra que muy pocas cosas le producen placer. Piensa en las cosas que solías disfrutar haciendo en los momentos en que no te sentías tan deprimido o suicida. Haz estas cosas, incluso si no te producen placer en este momento. Darse un respiro de los pensamientos suicidas puede ayudar, aunque sea por poco tiempo.

Piensa en objetivos personales

Piensa en objetivos personales que tengas para ti mismo, o que hayas tenido en el pasado. Algunos ejemplos son: leer un libro en particular, viajar, tener una mascota, mudarse a otro lugar, aprender un nuevo pasatiempo, ser voluntario, volver a estudiar o formar una familia.

Manejar los pensamientos suicidas

Resolver problemas

Siempre es útil pensar en otras formas de resolver tus problemas que no sean el suicidio. Primero, haz una lista de todos los problemas que tienes en tu vida. En segundo lugar, haz una lista de todas las soluciones que se te ocurran para esos problemas. Puedes pedirle a alguien de confianza que te ayude con esto. Tratar uno o dos pequeños problemas puede ayudar a poner fin a los sentimientos inmediatos de suicidio. Una vez que pienses con más claridad, podrás abordar otros problemas mayores. Puedes encontrar hojas de trabajo sobre Resolución de Problemas y Pensamiento Saludable en el Cuaderno de Habilidades Antidepresivas.

Piensa en las razones para vivir

La mayoría de las personas que piensan en el suicidio quieren escapar de su dolor, pero no siempre quieren morir. Cuando uno se siente deprimido, es fácil centrarse en las cosas negativas y molestas de su vida. Esto hace que sea fácil pensar en el suicidio como única opción. Empieza a pensar en las razones que tienes para vivir. Por ejemplo, muchas personas tienen relaciones con sus seres queridos, mascotas que aman, religión, metas y sueños, o responsabilidades con otras personas en su vida que les dan razones para vivir y les impiden actuar sobre sus pensamientos suicidas. Piensa en todas las razones que tienes para vivir. Escríbelas. Recuérdatelas cuando te sientas mal.

Recuerda las cosas que te han ayudado en el pasado

Muchas personas han tenido pensamientos suicidas antes. Piensa en algunas de las cosas que te ayudaron a sentirte mejor cuando te enfrentaste al mismo tipo de problemas en el pasado.

Algunos ejemplos son:

tener fe y confiar en que el tiempo siempre ayuda; acudir a amigos y familiares; ver a un profesional; ir a un grupo de apoyo; seguir un plan de seguridad; hacer algo que te guste; no estar solo; llevar un diario; o no beber ni consumir drogas.

Habla con un amigo, un familiar o un profesional de confianza: Es importante que hables con alguien de confianza sobre cómo te sientes. A veces, el mero hecho de hablar de lo que se siente puede ayudar. Es importante ser abierto sobre todos tus pensamientos. Si tienes un plan de suicidio, es importante que le digas a alguien cuál es tu plan. Las personas suelen decir que se sienten aliviadas por haber compartido sus sentimientos con alguien. Hablar puede ayudarte a sentirte menos solo.

Haz lo contrario de lo que sientes

Cuando tengas pensamientos suicidas, puede ser útil hacer lo contrario de lo que sientes.

Por ejemplo, cuando la gente se siente deprimida suele querer estar sola. Hacer lo contrario, por ejemplo, entrar en contacto con otras personas, puede ayudar con los sentimientos de depresión.

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