Las relaciones pueden ser un reto incluso cuando todas las partes implicadas están completamente sanas. Si se añade una enfermedad crónica o una afección debilitante a la mezcla, puede parecer casi imposible mantener una relación feliz y emocionalmente sana.

Estar con una persona que padece una enfermedad de larga duración no sólo puede ser difícil, sino que también puedes perder de vista tu propio bienestar mental y emocional mientras atiendes las necesidades de tu pareja.

Las familias influyen en la gestión de las enfermedades crónicas, y la situación suele tener un gran impacto en la salud mental de los seres queridos. A continuación, aprenda a gestionar con éxito un problema de salud crónico en su relación sin dejar de ser feliz y completo.

Asegúrese de estar preparado para el papel

La forma de estructurar su relación con una persona con una enfermedad crónica depende de si ya estaba con ella cuando se le diagnosticó o si conoció a alguien que ya tenía una enfermedad conocida.

En cualquier caso, comprobar si puedes asumir el papel de cuidador y de pareja te ayudará a sentirte seguro para saber cómo proceder en vuestra relación.

Conocer a alguien con una enfermedad crónica

Si conoces a alguien con quien estás interesado en salir en serio y te revela su estado de salud a largo plazo, es crucial que entiendas cómo cambiará tu papel con él. Deje que su pareja elija qué información personal quiere revelar; hacer a alguien un sinfín de preguntas sobre su salud puede resultar invasivo. Utiliza sus respuestas para discernir si se trata de una relación que te interesa o no.

Salir con alguien es difícil en el mejor de los casos, y las personas solteras con enfermedades crónicas tienen que manejar muchos factores adicionales en ese territorio ya turbio. Puedes estar haciendo un flaco favor a una pareja potencial si decides embarcarte en un nuevo viaje juntos sólo para dejarlo semanas o meses después de la relación porque su condición es demasiado abrumadora para ti.

Si las conversaciones iniciales sobre los problemas de salud de una persona resultan abrumadoras, sea sincero con ella y con usted mismo.

Una pareja que recibe un diagnóstico

Para las parejas que llevan mucho tiempo juntas, especialmente las que están casadas, suele ser un hecho que si una persona se pone enferma, la otra cuidará de ella. Los votos matrimoniales suelen decir “en la salud y en la enfermedad” precisamente por eso. Sin embargo, es necesario que el cónyuge de una persona a la que se le ha diagnosticado una enfermedad grave se asegure de que ha invertido lo suficiente en la relación como para seguir adelante.

Cuando se diagnostica a un miembro de la pareja, una forma útil de resolver los problemas a medida que surgen es probar la terapia de pareja juntos. Dar este paso para hablar honesta y abiertamente sobre el futuro de su relación le ayudará a asegurarse de que se siente cómodo asumiendo el papel de pareja de una persona enferma. Si resulta evidente que no lo está, lo que puede ser especialmente devastador para su pareja, un terapeuta puede apoyarles a ambos durante la ruptura.

Una pareja  que recibe un diagnostico

Hable de los cuidados con su pareja

Cuando uno de los miembros de una relación padece una enfermedad crónica, su pareja suele asumir el papel de cuidador. Para que esto ocurra sin problemas, aquí hay factores clave que deben discutirse antes de la transición.

¿Cuáles son sus necesidades?

Es vital recordar que hay dos (o más) personas en su relación, y que sus necesidades son igualmente importantes. El cambio de enfoque hacia una persona enferma puede hacer que esto se olvide fácilmente, pero no serás feliz en una relación si no se satisfacen tus necesidades. Además, no permitirás que tu pareja satisfaga esas necesidades sin conocerlas y expresarlas claramente.

Si tienes necesidades emocionales, intelectuales o físicas que tu pareja no puede satisfacer, es una oportunidad para hablar de cómo puedes satisfacer esas necesidades para seguir realizándote como persona. Esto es especialmente importante en el caso de las parejas de enfermos crónicos, ya que con frecuencia las parejas de los enfermos se sienten alejadas de su ser querido.

Además, es habitual que el cuidado de una persona con una enfermedad crónica tenga un gran peso en el bienestar mental de la pareja, por lo que es aún más necesario que se mantenga emocionalmente sana y feliz.

Su pareja debe explicarle claramente sus necesidades de cuidado y sus necesidades en la relación. La enfermedad cambia el panorama de las relaciones, y es posible que a su pareja no le entusiasme que usted le proporcione atención médica y apoyo.

Al fin y al cabo, gran parte de los cuidados personales no son necesariamente sexys o románticos, y es natural que te preocupes por cómo afecta eso a la naturaleza de vuestra relación. Cuando tengas claro todo lo que necesitan de ti, de vuestra relación y de su propio bienestar médico, podrás saber mejor cómo atenderles.

¿Cuáles son sus límites?

Además de conocer y expresar tus necesidades, también debes conocer y expresar tus límites para llevar con éxito una relación con un enfermo crónico. Si hay algunas tareas de cuidado personal que no cree que pueda hacer física o emocionalmente, sea sincero al respecto desde el principio.

Es posible que tu pareja necesite encontrar una fuente adicional de cuidados en el hogar, y sería bueno que le ayudaras en esa búsqueda. Tus límites sólo pueden respetarse si te examinas a ti mismo para discernirlos, y luego los expones claramente a tu pareja.

Cuales son sus limites problema de salud cronico

La importancia del autocuidado continuado

No hay nada más importante para cuidar bien a los demás que cuidarse bien a uno mismo. Hay frases hechas sobre cómo no se puede llenar la copa de los demás si la propia está vacía, precisamente por eso.

Dado que tu pareja estará ocupada gestionando la vida con su enfermedad, es tu propia tarea establecer y cumplir tu régimen de autocuidado. Si te sientes cómodo, comparte tus planes con él. Puede ser beneficioso para la conexión y puede ayudarles a sentirse aliviados por tu bienestar.

Cómo sacar tiempo para ti mismo

Reservar tiempo para ti por adelantado te ayudará a cumplirlo en el momento. Es mejor hablarlo con la pareja, sobre todo si necesita cuidados frecuentes o durante todo el día con antelación. Fija un horario para ti mismo con la frecuencia que sea factible y viable para tu situación.

Seguir una rutina de autocuidado no sólo te hará más feliz, sino que también te ayudará a controlar el estrés de tu relación. Además, el acto de tomarse un descanso con regularidad mejora tu productividad, ayuda a clarificar tu pensamiento y es beneficioso para otras formas de estrés en tu vida.

Recopile opciones de autocuidado

Ahora que tiene un horario establecido para el autocuidado, querrá compilar una lista de las cosas que le gusta hacer para ello. Algunas opciones de actividades de autocuidado incluyen un masaje, ver a los amigos o meditar. Al elaborar una lista de lo que más te gusta y luego programar esas actividades en tu horario de autocuidado, puedes estar seguro de antemano de que, independientemente de lo estresante que sea un momento dado, el alivio está en camino.

Ser abierto con tus amigos, profesionales y seres queridos sobre lo que estás experimentando en tu relación hará que tu autocuidado sea aún más ventajoso.

Revisiones regulares y comunicación abierta

Una vez que tú y tu pareja tengan claro cuáles son las necesidades, los límites y el autocuidado, será muy útil para vuestra relación que os informéis regularmente sobre cómo va todo.

También es importante que tú mismo te informes con regularidad. Es posible que tus necesidades y tu autocuidado deban ajustarse a lo largo del proceso. Es importante que te des cuenta de esos cambios necesarios antes de que empiecen a afectar a tu relación.

Es posible que haya que hacer cambios en algunos momentos y que las necesidades evolucionen. Mantener una línea de comunicación clara con tu pareja sobre cómo estáis los dos, lo que va bien y lo que se siente como un reto os ayudará a manteneros unidos durante este tiempo difícil.

Revisiones regulares y comunicacion abierta problema de salud cronico

En esta Clase Magistral conocerás desde la farmacología hasta las múltiples aplicaciones terapéuticas de los productos de las abejas en enfermedades crónicas y degenerativas, estamos seguros de que será información muy útil y novedosa para su aplicación práctica.

Consejos para el enfermo

“Enfrentarse a una enfermedad grave puede cambiar las relaciones con las personas que forman parte de tu vida”, dice el Dr. Szabo. “Y el dolor o la enfermedad crónicos pueden frustrarte a ti, a tus amigos y a tu familia. La forma en que usted y los demás responden al estrés de su enfermedad puede afectar a la calidad de sus relaciones.”

He aquí algunas formas de mantener fuerte la relación con tu pareja:

  • Recuerda que sigues siendo tú. Esta enfermedad no te define.
  • Mantén la comunicación abierta, sé sincero y honesto. La gente sólo entiende lo que piensas o sientes si se lo dices.
  • Expresa tus necesidades, sentimientos e ideas de forma honesta y directa, sin menospreciar ni herir a los demás.
  • No mienta sobre sus síntomas.
  • Utiliza frases con “yo” para describir los problemas. De este modo, tu pareja no se siente culpada o criticada, y tú mantienes el foco en tus necesidades y deseos.
  • Evita las quejas interminables, que pueden ser agotadoras. En su lugar, hable de cómo puede cambiar las partes de su vida que le hacen infeliz.
  • Adopta una perspectiva positiva. Intenta encontrar el humor en las situaciones.
  • Utilice la honestidad y la transparencia para fomentar la cercanía.
  • Recuerde cómo usted y su pareja superaron situaciones difíciles en el pasado y utilice esas estrategias ahora.
  • Deje espacio para un “tiempo muerto”. Las enfermedades graves pueden provocar sentimientos de ira y depresión. Dése a sí mismo y a su pareja espacio para sentir sus emociones y tómese un momento a solas.
  • Mantenga la intimidad. La intimidad no significa necesariamente sexo. Significa pasar tiempo juntos: tomarse de la mano, leer juntos, hablar, etc.
  • Encuentre tiempo para hacer las cosas que le gustan.
  • Haz que los demás sepan qué esperar de ti mientras te curas, y qué no esperar.
  • Deja de sentirte culpable por no hacer las mismas cosas o ir a los mismos lugares.
  • Sé amable contigo mismo.
  • Comprométete a ser y mantenerte fuerte emocional y espiritualmente.

¿Dónde puede encontrar apoyo?

Pregunte a su proveedor si hay un psicólogo de salud integral en su equipo médico al que pueda consultar. Puede ser útil hablar con un psicólogo de la salud imparcial, experto en la intersección de la salud y el comportamiento y que trabaje con pacientes similares como parte de un equipo de prestación de atención sanitaria integrada.

También puedes probar:

  • Organizaciones específicas de enfermedades/enfermedades.
  • Grupos de apoyo.
  • Asesoramiento familiar/de pareja.

¿Qué otro tipo de actitudes pueden marcar la diferencia?

Suscribo la teoría de la adaptación cognitiva de Shelley Taylor, que caracteriza el tipo de persona más capaz de afrontar una enfermedad crónica. Por lo general, es el tipo de persona que tiene un alto sentido de la autoestima y la autovaloración, que considera que su vida merece la pena. Este tipo de persona puede incluso ser más propensa a encontrar beneficios en las aparentemente malas noticias de un diagnóstico.

Hace veinte años trabajé mucho sobre el cáncer de mama. Una respuesta habitual era que las mujeres dijeran, muy seriamente, que era lo mejor que les había pasado. Una mujer dijo que, si le daban a elegir entre el cáncer y ganar el Tour de Francia, escogería el cáncer, porque había aprendido mucho de él. Otra dijo que su enfermedad la había inspirado a dejar a su marido; de otro modo no lo habría hecho. Otro podría decir que tener un ataque al corazón fue una bendición que le acercó a su familia, le hizo bajar el ritmo de trabajo y prestar atención a cosas más importantes. Con respecto a la diabetes, alguien podría decir que ahora me presto más atención a mí mismo, a hacer ejercicio y a comer mejor.

Sí, estoy de acuerdo en que eso puede ser perjudicial. Es útil que la gente encuentre lo bueno en lo malo, pero hacerlo también puede ser una forma de evasión. Es un problema que tenemos en nuestra cultura, en la que no queremos oír hablar de las malas noticias y del estrés, y entonces alguien puede reaccionar contra eso, diciendo: “Esto es una locura; estoy intentando decirte que estoy molesto por algo y tú dices que debería centrarme en las cosas buenas”.

Hay datos que muestran que esto puede ser angustioso para las personas con cáncer. Les hace sentir que no se les valida ni se les escucha. Las personas quieren poder revelar sus preocupaciones y sentirse escuchadas y comprendidas; no quieren que la gente invalide sus sentimientos trivializando sus problemas o diciéndoles que se animen.

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