Cuando conoce a alguien nuevo, ¿es usted una de esas personas que comparte inmediatamente detalles personales e íntimos de su vida? ¿O eres de los que se guardan esa información y sólo comparten lo más privado de sí mismos con unos pocos?

El hecho de compartir detalles personales de su vida -sentimientos, pensamientos, recuerdos y otras cosas similares- se conoce como autodivulgación. Si tiende a compartir mucho de inmediato, es probable que tenga un alto nivel de autodivulgación. Si es más reservado con estas cosas, entonces tiene un nivel más bajo de autodivulgación.

Pero esta autodivulgación implica algo más que lo que está dispuesto a contar a los demás sobre sí mismo; también es un elemento crucial de la intimidad y absolutamente vital para una gran variedad de relaciones sociales. Después de todo, ¿hasta dónde llegaría un romance si no estuvieras dispuesto a compartir tus pensamientos y experiencias con tu pareja?

Dar y recibir mutuamente

La construcción de una relación satisfactoria implica un intercambio mutuo entre los miembros de la pareja. La autodivulgación puede ser más limitada en las primeras etapas de una nueva relación, pero parte de la razón por la que las personas se acercan y se involucran más profundamente es que se vuelven progresivamente más abiertas a compartir con su pareja.

Para construir una relación profunda y de confianza, es necesario un cierto nivel de autodivulgación, y cuanto más íntima es la relación, más profunda tiende a ser esta divulgación.

La autodivulgación a veces puede ir bien: Puede llevar a relaciones más estrechas y a un mejor entendimiento compartido con las personas con las que se entra en contacto cada día. Pero a veces estas revelaciones personales no salen como estaba previsto. ¿Alguna vez has dicho demasiado durante una entrevista de trabajo? ¿O has publicado algo demasiado personal en Facebook?

Una revelación inadecuada o en un momento inoportuno puede resultar embarazosa e incluso dañar las relaciones. El éxito de la revelación depende de una serie de factores, como el tipo de relación que comparten las personas, el entorno en el que se transmite esta información y el nivel actual de intimidad que comparten los implicados.

Desarrollo de las relaciones

¿Cómo determina la gente lo que debe revelar sobre sí misma y cuándo? Según la teoría de la penetración social, el proceso de conocer a otra persona se caracteriza por el intercambio recíproco de información personal.

Este intercambio de información influye en el desarrollo de una relación, incluyendo la rapidez con la que se forma la relación y lo estrecha que llega a ser.

Al principio de una relación, las personas tienden a ser más cautelosas en cuanto a lo que comparten con los demás. Tanto si se encuentra en las primeras fases de una amistad, como de una relación laboral o romántica, probablemente será más reticente a compartir sus sentimientos, esperanzas, pensamientos, sueños, miedos y recuerdos. A medida que la relación se va estrechando, a medida que empiezas a compartir más y más con la otra persona, tu nivel de autodivulgación también aumentará.

Desarrollo de las relaciones

Razones por las que la gente comparte más

Cuando alguien te cuenta algo profundamente personal, ¿te sientes alguna vez obligado a compartir algún detalle similar de tu propia vida? Es lo que se conoce como norma de reciprocidad, que a menudo nos hace sentirnos presionados a compartir con otras personas que ya nos han divulgado algo sobre sus propias vidas y sentimientos.

Si alguien te cuenta cómo se sintió después de leer un libro, es posible que sientas la necesidad de corresponder y expresar cómo te hizo sentir el libro. Si alguien nos cuenta una experiencia dolorosa de su pasado reciente, es posible que también sintamos la necesidad de relatar una dificultad similar que hayamos afrontado en nuestra propia vida.

¿Por qué sentimos la necesidad de corresponder en estas situaciones? Cuando alguien comparte algo íntimo, se crea una especie de desequilibrio. De repente, sabes mucho sobre esa otra persona, pero puede que ella no sepa tanto sobre ti.

Para compensar esta desigualdad percibida, puedes elegir compartir algo que ayude a igualar los niveles de información compartida entre tú y el otro individuo.

Factores que influyen en la autodivulgación

Los investigadores han descubierto que varios factores diferentes pueden influir en la autodivulgación. La personalidad general puede desempeñar un papel importante. Las personas que son extrovertidas por naturaleza y a las que les resulta más fácil entablar relaciones con los demás son más propensas a revelar su identidad al principio de la relación.

Las personas introvertidas o reservadas por naturaleza tienden a tardar mucho más en conocer a otras personas, lo que suele estar influenciado por su tendencia a no revelar cosas sobre sí mismas. Estas personas normalmente sólo se revelan a las personas que conocen bien, pero su falta de revelación puede dificultar que otras personas las conozcan realmente.

El estado de ánimo es otro factor que puede influir en la cantidad de información personal que la gente decide compartir con los demás.

Los investigadores han descubierto que las personas que están de buen humor son más propensas a revelar información que las que están de mal humor. ¿Por qué? Porque estar de buen humor lleva a las personas a ser más optimistas y seguras de sí mismas, mientras que estar de mal humor hace que las personas se sientan más contenidas y cautelosas.

Las personas que se sienten solas también tienden a revelarse mucho menos que las personas que no se sienten solas. Desgraciadamente, esta falta de revelación puede dificultar el conocimiento de las personas que sufren la soledad, lo que puede agravar la sensación de aislamiento de ese individuo.

Los investigadores también han descubierto que, a veces, las situaciones en las que las personas están ansiosas o tienen miedo de algo, pueden aumentar la cantidad de información que comparten con los demás, a menudo como una forma de obtener apoyo y aliviar esos temores. La forma en que nos comparamos con otras personas también puede influir en la cantidad de información que decidimos revelar.

Según el proceso de comparación social, las personas tienden a juzgarse a sí mismas en función de cómo se comparan con otras personas. Si sientes que te comparas bien con los que te rodean, es más probable que reveles tus habilidades, conocimientos, capacidades y talentos. Si siente que otras personas son superiores a usted en estas áreas, probablemente será menos probable que revele estos aspectos de usted mismo.

Los investigadores también han descubierto que la preocupación por la revelación de uno mismo es una de las razones más comunes por las que las personas no acuden a terapia cuando necesitan ayuda.

Obviamente, la terapia implica una gran cantidad de autodivulgación, y los clientes de la terapia a menudo tienen que compartir algunos de los detalles más íntimos y angustiosos sobre sí mismos con su terapeuta. Para aquellos que se sienten incómodos con la autodivulgación, esto puede ser una tarea desalentadora que les hace menos propensos a buscar ayuda cuando realmente la necesitan.

La autodivulgación es un proceso de comunicación extraordinariamente complejo que tiene un gran impacto en la forma en que se forman, progresan y perduran nuestras relaciones con los demás. Cómo compartimos, qué compartimos y cuándo lo hacemos son sólo algunos de los factores que pueden influir en que nuestra autodivulgación sea eficaz y adecuada.

Factores que influyen en la AUTODIVULGACION

Te explico tres principios claves para que construyas relaciones sanas. Además tienes tareas prácticas para identificar cómo se encuentran estos principios en tu historia de relacionamiento.

Las estadísticas nos muestran que la mayoría de las relaciones de pareja del mundo son tóxicas. El problema es que las personas se acostumbran a relaciones que las hacen sentir miserables porque no saben que existe otra posibilidad de relacionarse o porque sabiendo que existe esa otra opción no tienen idea de cómo pueden tener una relación extraordinaria. La calidad de las relaciones que construimos es la medida de nuestra felicidad, lo ha demostrado Harvard con el estudio sobre felicidad más grande de la historia (80 años de investigación).

Por qué las parejas deberían hablar de sus sentimientos

Como pareja, se habla constantemente de lo que se va a cenar y de los planes con los amigos o la familia. El día a día de su vida en común, sobre todo si tienen hijos, suele ser el eje central de sus conversaciones. Hablar de estas cosas es necesario, pero la parte importante que no deberían pasar por alto es cómo lo sienten sobre lo que ocurre en su vida diaria.

Por que las parejas deberian hablar de sus sentimientos

Por qué hablar de los sentimientos ayuda

Estas conversaciones más profundas son necesarias para crear el pegamento que les mantiene unidos y crea la intimidad que la gente desea en su matrimonio. Es fundamental que hablen de los altibajos que se han producido a lo largo de la semana. Estos temas pueden ser de interacciones externas con otras personas o algo específicamente entre usted y su cónyuge.

Tanto las mujeres como los hombres pueden tener dificultades para compartir sus sentimientos, pero a los hombres parece costarles mucho más. Las mujeres se quejan con frecuencia de la “falta de intimidad” o “conexión” con sus parejas masculinas. Y para las mujeres, la intimidad y la conexión son lo que despierta el deseo sexual.

Beneficios

Este tipo de comunicación de corazón a corazón ayuda a:

  • Evitar que las peleas se intensifiquen.
  • Evitar el resentimiento.
  • La pareja siente empatía.
  • Activar las hormonas de la unión.
  • Crear una conexión profunda y significativa con su pareja.
  • Las parejas van más allá de las discusiones superficiales.

Cómo crear intimidad emocional

Piensa en tus últimos días y hazte estas preguntas. A continuación, siéntate y comenta tus respuestas con tu pareja:

  • ¿Quién o qué te ha impactado?
  • ¿Quién o qué te ha hecho sentir bien?
  • ¿Quién o qué le ha decepcionado?
  • ¿Qué has aprendido que sea nuevo y qué te ha gustado?
  • ¿Has conocido a alguien nuevo? ¿Qué te ha parecido?
  • ¿Ha sucedido algo que te haya asustado o disgustado, o que te haya hecho pensar de forma diferente?

No te centres sólo en los hechos, sino en cómo te sientes con las respuestas a estas preguntas. ¿Qué surge cuando hablas de ello con tu cónyuge? ¿Puedes identificar un sentimiento concreto, como la sorpresa, la alegría, la tristeza, la ira? ¿Y los más difíciles, como el rechazo, la vergüenza o el bochorno?

Si no estás seguro, no pasa nada por decir que no estás seguro de lo que sientes. No pasa nada por ver si tu pareja, que puede tener un lenguaje más adecuado para los sentimientos, puede ayudarte. Tú también puedes sentirte confuso o tener emociones encontradas. Sea lo que sea, haz lo posible por describirlo.

Si te cuesta hablar de temas más profundos

A algunas personas les cuesta mucho sacar a relucir los temas que afectan a su relación. Esto se debe a que se trata de nuestros peores miedos a ser rechazados, abandonados o a cualquier otro resultado terrible. Pero, al igual que ocurre con los temas de la vida cotidiana, no basta con hablar de lo que piensas y opinas sobre los temas más difíciles (la crianza de los hijos, el sexo, la familia política, las finanzas, etc.). También hay que hablar de lo que uno siente sobre esos temas.

Cuando uno de los miembros de la pareja se muestra reactivo o evita abordar uno de estos temas, suele ser indicativo de algo más profundo. Las parejas deben dejar de lado la actitud defensiva, el enfado exacerbado o la cerrazón para hablar de sus emociones subyacentes.

Las emociones más profundas son las que mantienen una conexión significativa y un vínculo romántico próspero. También evitan que se produzcan patrones negativos de comunicación. Si sientes que “nunca podré complacer a mi pareja” o que “no soy importante para ella”, puedes reaccionar ante puntos de vista diferentes sobre cosas como la forma de gastar el dinero, la frecuencia de las relaciones sexuales o la cantidad de tiempo que se pasa con la familia política.

Es mucho más productivo expresar los sentimientos reales en lugar de guardar silencio, guardar rencor, volverse pasivo-agresivo o gritar. Además, es mucho más fácil que tu pareja responda a estas emociones tiernas de base. Los dos salen ganando. Las relaciones exitosas a largo plazo se construyen asumiendo estos riesgos con nuestras parejas.

Si te cuesta hablar de temas mas profundos

Por qué la interdependencia es saludable para una relación

La interdependencia implica un equilibrio entre el yo y los demás dentro de la relación, reconociendo que ambos miembros de la pareja trabajan para estar presentes y satisfacer las necesidades físicas y emocionales del otro de forma adecuada y significativa.

Los miembros de la pareja no se exigen mutuamente y no buscan en su pareja sentimientos de valía. La interdependencia da a cada miembro de la pareja espacio para mantener un sentido de sí mismo, espacio para acercarse al otro en momentos de necesidad y la libertad de tomar estas decisiones sin miedo a lo que pueda pasar en la relación.

Características de una relación interdependiente

Una relación sana e interdependiente tiene varias características. A continuación, se indican algunas cosas que hay que buscar en una relación sana que no sea codependiente:

  • Límites saludables.
  • Escucha activa.
  • Tiempo para los intereses personales.
  • Comunicación clara.
  • Asumir la responsabilidad personal de los comportamientos.
  • Crear seguridad para que el otro sea vulnerable.
  • Comprometerse y responder al otro.
  • Autoestima sana.
  • Ser abiertos y accesibles el uno con el otro.

Cuando los miembros de la pareja se sienten apreciados y valorados, la relación se convierte en un refugio seguro y un lugar donde la pareja puede ser interdependiente. Entienden que no están solos en la relación, pueden recurrir al otro con seguridad en momentos de necesidad y se sienten seguros de que su pareja estará presente.

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