Cuando estás deprimido, los amigos y la familia que no te apoyan pueden ser una prueba. Es muy importante contar con personas en tu vida que comprendan tu estado o estén dispuestas a intentarlo. Si los amigos y la familia no te apoyan, culpándote de los síntomas de tu enfermedad o haciendo comentarios desconsiderados, puedes sentirte realmente desanimado.
¿Qué puedes hacer si las personas que deberían ser tu mayor apoyo no lo son? La falta de apoyo de las personas de tu red social puede ser dura, pero hay cosas que puedes hacer para encontrar el apoyo y la comprensión que necesitas.
Reconoce que no todo el mundo te entiende
Reconoce que puede haber una razón detrás de sus sentimientos que no tiene nada que ver contigo. Hay muchas razones por las que una persona puede no ser capaz de entender una condición como la depresión. Su comportamiento hacia ti puede estar muy arraigado y ser automático y no tener nada que ver contigo como persona.
Tal vez haya crecido en un entorno en el que se le enseñó que era inaceptable mostrar vulnerabilidad. O quizás sus pensamientos estén influenciados por el persistente y problemático estigma que rodea a las enfermedades mentales.
A veces, los familiares y amigos que no te apoyan sólo necesitan educación sobre tu depresión para poder entender mejor por lo que estás pasando. Existen numerosos recursos para educar a la familia en sitios o en programas locales de educación familiar.
No deje que el estigma de la salud mental le impida obtener la ayuda y el apoyo que necesita. Hable con su médico si tiene síntomas de depresión.
Trátese bien
Quizás una de las mejores maneras de encontrar el apoyo que necesitas es empezar por ti mismo. Sé tú mejor apoyo. Practica la amabilidad y la delicadeza contigo mismo, y mantén un discurso positivo. En otras palabras, presta atención a esa voz interior y a lo que dice de ti.
Por ejemplo, si su autoconversación es particularmente negativa, puede estar creando más estrés y ansiedad para usted mismo. Trate de mantener estos monólogos continuos positivos, incluso si eso significa repetir mantras positivos todos los días hasta que se convierta en un hábito.
Recuerde que la negatividad sólo alimenta su depresión
Si te encuentras atrapado en un ciclo de pensamientos negativos, repitiendo cosas negativas sobre ti mismo o rumiando cosas que han ido mal, busca formas de dar la vuelta a esos pensamientos o de interrumpir el ciclo. Encontrar formas de distraerse también puede ayudar.
También puedes tratarte bien buscando oportunidades de autocuidado, como hacer cosas que mejoren tu estado de ánimo o cuidar tu cuerpo. Como el autocuidado es algo muy personal, empieza por hacer una lista de las cosas que te gustan pero que podrías considerar un lujo, como, por ejemplo:
- Tomar un baño caliente.
- Leer un buen libro.
- Crear un diario de viñetas.
- Dormir una siesta por la tarde.
- Hablar con un amigo.
- Escuchar un podcast.
- Dar un paseo tranquilo por el parque.
A continuación, busca la manera de sacar tiempo para estas actividades. Aprender a cuidarse a sí mismo en pequeños detalles le ayudará no sólo a sentirse mejor, sino también a responsabilizarse de su salud y sus emociones. Del mismo modo, el autocuidado te ayuda a quitarle importancia a la falta de apoyo de ciertas personas haciendo algo positivo para ti.
No te creas los mitos de la depresión
No te creas los conceptos erróneos sobre la depresión. La depresión no es un signo de debilidad o pereza. Es una enfermedad de base biológica, probablemente causada por desequilibrios en importantes sustancias químicas del cerebro que regulan el estado de ánimo.
No estás buscando atención cuando pides ayuda. Simplemente está tratando de encontrar la mejor manera de aguantar hasta que pueda recuperarse. No importa lo que te digan los demás, no pierdas de vista estos hechos. Hay que tener mucho valor para pedir ayuda. Así que sigue pidiendo hasta que encuentres a la persona adecuada.
Date cuenta de que otros pueden estar luchando
Acepta que algunas personas pueden simpatizar con tu situación, pero que simplemente no pueden apoyarte activamente. Un buen ejemplo de esta situación sería un amigo que está lidiando con su propia depresión y simplemente no es capaz de dar nada más a otras personas.
Las personas pueden no ser capaces de ofrecer su apoyo cuando están luchando para hacer frente a sus propios problemas o sentimientos. No es que no se preocupen por ti; simplemente no tienen los recursos internos en este momento para hacer algo más que cuidar de sí mismos.
Recuérdate a ti mismo este hecho cuando la gente te decepcione o sea incapaz de estar ahí para ti. La mayoría de las veces, su falta de disponibilidad o preocupación tiene más que ver con ellos que contigo. Intenta no tomártelo como algo personal ni asumir que no se preocupan por ti.
La depresión es una enfermedad real ya que involucra las facultades mentales, emocionales e incluso físicas de la persona. No es solo un sentimiento de tristeza pasajero que desaparecerá cuando uno lo desee. Hay síntomas y signos, así como el tratamiento correspondiente.
En este libro escribo sobre mis experiencias personales con la depresión y sobre cómo he aprendido a afrontarla e incluso a erradicarla.
Busca apoyo en otra parte
Cuando los amigos cercanos y la familia no pueden ofrecerte lo que necesitas, puede ser útil buscar personas que sí puedan hacerlo. Los grupos de apoyo a la depresión, ya sea en persona o en línea, pueden ser un buen lugar para buscar.
Aunque las personas que participan en los grupos de apoyo pueden empezar como extraños para ti, a menudo se forman amistades rápidas porque compartís la experiencia común de la depresión. Después de todo, no hay nada más reconfortante que hablar con alguien que entiende lo que estás pasando.
No dudes en buscar ayuda fuera de tu familia y amigos. A veces, es más fácil compartir tus luchas con un extraño -especialmente si ha pasado por lo mismo- porque hay menos preocupación por ser juzgado o criticado.
- Pida ayuda directamente.
- No tenga miedo de pedir lo que realmente necesita.
- Puede haber algunos casos en los que la gente estaría perfectamente dispuesta a apoyarle y ayudarle si se diera cuenta de lo que necesita.
Quizá no sepan lo mal que lo estás pasando porque están acostumbrados a que tú seas el fuerte. O tal vez nunca se les ha ocurrido que podrías apreciar que se ofrecieran a cuidar de tus hijos durante unas horas.
Si hay algo en lo que necesitas o quieres ayuda, pídela. Mucha gente quiere estar ahí para ti, pero simplemente no saben qué es lo que quieres. Si eres específico y directo, es más probable que consigas el apoyo que necesitas.
Recuerda que la gente no puede leer tu mente. A veces hay que hablar claro.
Poner fin a las relaciones negativas
Aleja a las personas negativas de tu vida o encuentra formas de mitigar el daño. Habrá algunas personas que, hagas lo que hagas, serán mezquinas e hirientes. Si puedes, elimínalas de tu vida. Si no puedes poner fin a la relación, busca formas de limitar tu contacto con ellos o de reforzarte contra su trato insensible.
Por ejemplo, si un pariente siempre tiene algún tipo de comentario mordaz que hacer en las reuniones familiares, alíate con tus parientes más comprensivos o prepara algunas réplicas ingeniosas con antelación. También es útil ventilar tus frustraciones con tu consejero o terapeuta. Ellos pueden ayudarte a determinar el mejor curso de acción.
Recuerda que no hay nada malo en minimizar el contacto con las personas que tienen un impacto negativo en tu bienestar, o en eliminar por completo a las personas verdaderamente tóxicas de tu vida.
Aprovecha tus emociones para el bien
Utiliza tu enfado con la otra persona en tu beneficio. En lugar de volcar tu ira hacia dentro y castigarte por tus fallos, canaliza esa ira para hacer algo positivo.
Sal y haz algo de ejercicio; rompe unos cuantos trozos de cerámica y construye un bonito mosaico; o haz una limpieza a fondo de tu casa. Encuentra algo físico para hacer que libere tus sentimientos reprimidos. Tendrás una salida para tu ira y harás algo bueno para ti al mismo tiempo.
Sentir la falta de apoyo de tus amigos y familiares puede hacer que afrontar los sentimientos de depresión sea mucho más difícil. Hay cosas que puedes hacer, como ser directo cuando pides ayuda, pero a veces lo mejor que puedes hacer es buscar el apoyo de personas que sí entienden por lo que estás pasando.
Si las personas de tu vida no te dan el amor y el apoyo que necesitas, intenta ampliar tu círculo de apoyo social, ya sea buscando ayuda de un profesional de la salud mental o uniéndose a un grupo de apoyo en línea o en persona.
Cómo apoyar a un amigo con problemas emocionales
Dicen que “la miseria ama la compañía”, pero no siempre es así. Hace años, tuve una amiga que estaba pasando por una mala racha. Quería respetar los límites que ella ponía, así que decidí darle algo de espacio. Al cabo de unas semanas, cuando seguía sin devolverme las llamadas o los correos electrónicos, empecé a preocuparme.
Todos sufrimos días o semanas malas en las que no nos apetece hablar con alguien y eso está bien. Tomarse un poco de tiempo para el autocuidado puede ser realmente terapéutico. Pero cuando se sufre una depresión clínica, alejarse de los amigos y otros seres queridos puede ser realmente perjudicial para la salud. Las personas con depresión clínica tienden a sentirse desesperadas, sin valor y agotadas por las simples funciones cotidianas. La depresión puede afectar a muchos aspectos de la vida de una persona, desde el trabajo hasta el sueño o los hábitos alimenticios.
La profundidad del dolor de una persona con depresión puede asustar a sus amigos. Este miedo puede hacer que los amigos se alejen. Pero una amistad solidaria puede ser de gran ayuda para las personas que sufren depresión.
Por qué la depresión puede ahuyentar a los amigos
Aunque la depresión no es contagiosa, puede parecerlo. La doctora Gail Saltz, psiquiatra y autora del bestseller Becoming Real explica: “La identificación y la empatía pueden ser grandes cualidades en un amigo, pero también pueden hacer que tratar con alguien que está deprimido sea muy difícil. Algunas personas se identifican en exceso con un amigo deprimido y esto puede hacer que se sientan arrastradas a un estado depresivo propio. Este miedo a caer en la depresión les hace sentirse ansiosos y les hace alejarse aunque sepan que su amigo deprimido les necesita”.
La depresión es una enfermedad mental y, al igual que otras enfermedades, no hay un plazo fijo ni una fórmula mágica para “curar” al paciente. A los amigos les puede resultar difícil ver a su amigo con tanto dolor. Este sentimiento incómodo puede llevar a la frustración y a la creencia errónea de que la persona deprimida no está “intentando” mejorar.
A partir de ahí, el amigo puede pensar: “Si mi apoyo sirviera de algo, mi amigo no seguiría deprimido” y esto le lleva a renunciar por completo a la amistad.
La depresión puede hacer que una persona aleje a los amigos que intentan apoyarla. De nuevo, lo más probable es que sea la depresión la que hable y no los sentimientos reales del amigo. Caroline Leaf, psicóloga clínica, explica: “La gente puede ser difícil cuando está deprimida, pero no debemos tomárnoslo como algo personal, lo que suele ocurrir cuando un amigo está deprimido y tiende a arremeter contra el otro. Esta persona puede no ser consciente de que lo que hace está mal, o de lo que le pasa por dentro, o puede que ni siquiera le importe”, dice. “O incluso puede estar pidiendo ayuda, pero de una forma realmente indirecta y confusa”.
Cómo puede ayudar la amistad a la depresión
Los beneficios de la amistad para las personas deprimidas son asombrosos. Las relaciones, aunque no sustituyen a la terapia profesional, pueden ayudar a las personas que se enfrentan a la depresión a curarse. El Dr. Leaf dice: “Una amistad fuerte puede ayudar a sanar los hábitos de pensamiento de alguien y mejorar el funcionamiento del cerebro, ayudándoles a ganar claridad en su situación, construyendo resiliencia mental y animándoles a afrontar y superar lo que les está causando angustia.”
La amistad consiste en apoyarse mutuamente en los buenos y en los malos momentos. Aunque la depresión puede suponer un reto para una amistad sólida, no hace imposible que ésta continúe. De hecho, la amistad puede ser beneficiosa para ambas partes. El Dr. Leaf explica: “Los estudios demuestran que ayudar a los demás también puede aumentar nuestra propia curación ¡hasta en un 63%! Por eso es tan importante tratar de estar ahí para un amigo que está experimentando una angustia mental, tanto para la persona que está enferma como para el amigo que la apoya.”