La apertura de miras implica ser receptivo a una gran variedad de ideas, argumentos e información. Ser de mente abierta se considera generalmente una cualidad positiva. Es una capacidad necesaria para pensar de forma crítica y racional.
Si no se está abierto a otras ideas y perspectivas, es difícil ver todos los factores que contribuyen a los problemas o idear soluciones eficaces. En un mundo cada vez más polarizado, es importante ser capaz de salir de la zona de confort y considerar otras perspectivas e ideas.
Esto no significa que ser de mente abierta sea necesariamente fácil. Estar abierto a nuevas ideas y experiencias puede provocar a veces confusión y disonancia cognitiva cuando aprendemos cosas nuevas que entran en conflicto con las creencias existentes. Sin embargo, ser capaz de cambiar y revisar creencias anticuadas o incorrectas es una parte importante del aprendizaje y el crecimiento personal. Para disfrutar de los beneficios de tener una mente abierta, trabaje en el desarrollo de esta capacidad.
¿Qué significa tener una mente abierta?
La apertura mental tiene varios aspectos:
En el uso cotidiano, el término “mente abierta” se utiliza a menudo como sinónimo de no tener prejuicios o ser tolerante.
Desde una perspectiva psicológica, el término se utiliza para describir la disposición de las personas a considerar otras perspectivas o a probar nuevas experiencias.
La apertura de miras también puede implicar la formulación de preguntas y la búsqueda activa de información que cuestione las propias creencias.
También abarca la creencia de que otras personas deben ser libres de expresar sus creencias y argumentos, aunque no se esté necesariamente de acuerdo con esos puntos de vista.
Lo contrario de la mentalidad abierta es la mentalidad cerrada o dogmática. Las personas más cerradas suelen estar dispuestas a considerar sólo sus propios puntos de vista y no son receptivas a otras ideas.
Incluso si te consideras una persona bastante abierta, es probable que haya ciertos temas en los que adoptes una postura mucho más dura: Experiencias que te apasionan o cuestiones sociales, por ejemplo. Tener convicciones puede ser estupendo, pero una creencia firme no niega una mente abierta. Ser de mente abierta significa tener la capacidad de considerar otras perspectivas y tratar de ser empático con otras personas, incluso cuando no estás de acuerdo con ellas.
Por supuesto, la apertura mental tiene sus límites. No implica que haya que simpatizar con todas las ideologías. Pero hacer un esfuerzo por comprender los factores que pueden haber conducido a esas ideas puede ser útil para encontrar formas de persuadir a la gente para que cambie de opinión.
Los beneficios de tener una mente abierta
Ser más abierto de mente significa disfrutar de algunos beneficios útiles y poderosos. La apertura mental le ayuda a:
Ganar en perspicacia
Cuestionar tus creencias y tener en cuenta nuevas ideas puede darte una nueva visión del mundo y enseñarte cosas nuevas sobre ti mismo.
Tener nuevas experiencias
Estar abierto a otras ideas puede abrirle a nuevas experiencias.
Lograr el crecimiento personal
Mantener la mente abierta puede ayudarte a crecer como persona. Aprendes cosas nuevas sobre el mundo y la gente que te rodea.
Ser mentalmente fuerte
Estar abierto a nuevas ideas y experiencias puede ayudarte a convertirte en una persona más fuerte y vibrante. Tus experiencias y conocimientos se siguen ampliando.
Sentirse más optimista
Uno de los problemas de permanecer con la mente cerrada es que a menudo conduce a una mayor sensación de negatividad. Ser abierto puede ayudar a inspirar una actitud más optimista hacia la vida y el futuro.
Aprender cosas nuevas
Es difícil seguir aprendiendo cuando te rodeas de las mismas ideas de siempre. Ampliar tus límites y acercarte a personas con diferentes perspectivas y experiencias puede ayudarte a mantener tu mente fresca.
Características de las personas de mentalidad abierta
- Tienen curiosidad por escuchar lo que piensan los demás.
- Son capaces de que se cuestionen sus ideas.
- No se enfadan cuando se equivocan.
- Tienen empatía con los demás.
- Piensan en lo que piensan los demás.
- Son humildes en cuanto a sus propios conocimientos y experiencia.
- Quieren escuchar lo que los demás tienen que decir.
- Creen que los demás tienen derecho a compartir sus creencias y pensamientos.
Esta no es una simple libreta con una frase motivadora, en realidad es un espacio para que escribas tus ideas y materialices tus sueños. Este nuevo proyecto que estás a punto de empezar, te guiará a través de ejercicios y una planeación de tu día a día para encontrar lo que te apasiona, transformar tu realidad y crear nuevos hábitos.
Factores que influyen en la apertura mental
Hay una serie de factores que pueden influir en el grado de apertura o cerrazón de una persona. Aunque algunos de los factores que determinan el grado de apertura mental pueden ser características innatas, otros pueden cultivarse para ayudar a desarrollar una mentalidad más abierta.
Personalidad
En el modelo de los cinco factores de la personalidad humana, la apertura a la experiencia es una de las cinco dimensiones generales que conforman la personalidad humana. Este rasgo de la personalidad comparte muchas de las cualidades de la apertura mental, como la disposición a considerar nuevas experiencias e ideas y el compromiso con el autoexamen.
Experiencia
Las investigaciones sugieren que la gente espera que los expertos sean más dogmáticos en su área de especialización. Cuando las personas creen que tienen más conocimientos o habilidades en un área que otras personas, es menos probable que tengan una mentalidad abierta.
Los investigadores han descubierto que dar a los participantes una respuesta falsamente positiva o falsamente negativa sobre su rendimiento en una tarea influía en su grado de cerrazón a la hora de considerar una opinión política alternativa.
Comodidad con la ambigüedad
Las personas se sienten más o menos cómodas cuando se enfrentan a la incertidumbre. Demasiada ambigüedad hace que las personas se sientan incómodas e incluso angustiadas. El dogmatismo es a veces un intento de mantener las cosas más simples y fáciles de entender. Al rechazar las ideas alternativas que podrían cuestionar el statu quo, las personas son capaces de minimizar la incertidumbre y el riesgo, o al menos su percepción del riesgo. Las investigaciones más antiguas apoyan esta idea, sugiriendo que las personas de mentalidad cerrada son menos capaces de tolerar las incoherencias cognitivas.
Cómo ser más abierto de mente
Aprender a tener una mente más abierta es posible, pero puede ser un poco difícil. En muchos sentidos, nuestra mente está diseñada para ver los conceptos como un todo. Desarrollamos una idea o una categoría de conocimiento, que el psicólogo Jean Piaget denominó esquema. Cuando nos encontramos con información nueva, tendemos a querer clasificarla en uno de nuestros esquemas existentes en un proceso mental conocido como asimilación.
Sin embargo, a veces las cosas nuevas que aprendemos no encajan del todo con lo que ya sabemos. En este caso, tenemos que ajustar nuestra comprensión del mundo en un proceso conocido como acomodación. Esencialmente, tenemos que cambiar nuestra forma de pensar para hacer frente a esta nueva información.
La asimilación tiende a ser un proceso bastante fácil; al fin y al cabo, sólo estamos archivando la nueva información en nuestro sistema de archivo existente. La adaptación es más difícil. No se trata simplemente de introducir algo en un archivo ya existente, sino de crear un sistema de archivo completamente nuevo.
A veces, la nueva información requiere replantearse las cosas que creías saber. Requiere reevaluar tus recuerdos y experiencias pasadas a la luz de lo que has aprendido.
Para ello, tienes que ser capaz de dejar de lado tus juicios, analizar seriamente las pruebas existentes y admitir que estabas equivocado. Ese proceso puede ser difícil, confuso y, a veces, doloroso o cambiar la vida. Requiere un gran esfuerzo mental, pero puedes entrenar a tu cerebro para que tenga una mente más abierta.
Combatir el sesgo de confirmación
Una tendencia cognitiva conocida como sesgo de confirmación puede ser uno de los principales factores que contribuyen a la mentalidad cerrada. Sin embargo, superar esta tendencia puede ser un poco complicado. El sesgo de confirmación consiste en prestar más atención a las cosas que confirman nuestras creencias existentes, mientras que al mismo tiempo se descartan las pruebas que desafían lo que pensamos.
Ser consciente del sesgo de confirmación es quizás una de las mejores maneras de combatirlo. Cuando encuentres información, tómate un momento para considerar cómo este sesgo puede afectar a tu forma de evaluar la información. Si te parece que aceptas fácilmente algo porque apoya tus argumentos existentes, tómate un momento para considerar algunos argumentos que podrían desafiar tus ideas. También puede ser útil aprender a evaluar las fuentes de información y a ser un consumidor informado de las noticias científicas.
Hacer preguntas
A la mayoría de la gente le gusta creer en su propio sentido de la virtud intelectual. Y en muchos sentidos, es importante poder tener confianza y fe en las propias decisiones. Pero es bueno recordar que lo que puede parecer una actitud decidida y comprometida con ciertos ideales puede ser en realidad una forma de terquedad de mente cerrada.
Parte de la apertura mental implica ser capaz de cuestionar no sólo a los demás, sino también a uno mismo. Cuando encuentres nueva información, hazte algunas preguntas clave:
- ¿Cuánto sabes realmente sobre el tema?
- ¿Cuál es la fiabilidad de la fuente?
- ¿Has considerado otras ideas?
- ¿Tienes algún prejuicio que pueda influir en tu pensamiento?
En muchos casos, este tipo de autocuestionamiento puede ayudar a profundizar en tus creencias. O puede que te proporcione ideas que no habías considerado antes.
Dale tiempo
Cuando escuchas algo con lo que no estás de acuerdo, tu primer instinto puede ser estar en desacuerdo o simplemente cerrarte. En lugar de escuchar o considerar la otra perspectiva, entras en un modo de pensar en el que sólo tratas de demostrar que la otra persona está equivocada, a veces incluso antes de tener la oportunidad de considerar todos los puntos.
Es fácil dejarse llevar por la respuesta emocional que se tiene ante algo. No estás de acuerdo, no te gusta lo que has oído y puede que incluso quieras que la otra persona sepa lo equivocada que está. El problema de este tipo de respuesta rápida es que actúas en el calor del momento, no te tomas el tiempo necesario para considerar realmente todos los aspectos del problema y probablemente no argumentes con eficacia.
La alternativa es concederse un breve período para considerar los argumentos y evaluar las pruebas. Después de escuchar algo, tómate unos momentos para considerar los siguientes puntos antes de responder:
- ¿Se basan tus propios argumentos en múltiples fuentes?
- ¿Estás dispuesto a revisar tu opinión ante las pruebas contradictorias?
- ¿Te mantendrás en tu opinión, aunque las pruebas la descarten?
La apertura de miras requiere más esfuerzo cognitivo que el dogmatismo. El mero hecho de estar dispuesto a considerar otras perspectivas puede ser un reto, pero puede ser aún más difícil cuando te encuentras con que tienes que revisar tus propias creencias como resultado.
Practica la humildad intelectual
Aunque seas un experto en un tema, intenta tener en cuenta que el cerebro es mucho más imperfecto e impreciso de lo que la mayoría de nosotros quiere admitir. Como ha demostrado la investigación, tener conocimientos sobre algo puede contribuir a la cerrazón.
Cuando la gente se cree una autoridad en un tema o cree que ya sabe todo lo que hay que saber, está menos dispuesta a aceptar nueva información y a considerar nuevas ideas. Esto no sólo limita su potencial de aprendizaje, sino que también puede ser un ejemplo de un sesgo cognitivo conocido como efecto Dunning-Kruger. Este sesgo lleva a las personas a sobrestimar sus propios conocimientos sobre un tema, haciéndolas ciegas a su propia ignorancia.
Los verdaderos expertos tienden a ser más humildes en cuanto a sus conocimientos; saben que siempre hay más que aprender. Así que, si crees que lo sabes todo, lo más probable es que no lo sepas.
Como dijo una vez el divulgador científico y personalidad de la televisión Bill Nye: “Todo el mundo que conocerás sabe algo que tú no sabes”. Sin una mente abierta, nunca tendrás la oportunidad de considerar esas otras perspectivas y experiencias. Nunca llegarás a saber lo que otros saben.
Ser abierto de mente puede ser difícil. No ayuda el hecho de que nuestras mentes suelen estar orientadas a conservar la energía cognitiva recurriendo a atajos y a la simplificación. Incluso si la apertura mental no es algo natural para ti, puedes trabajar para cultivar una actitud receptiva que te deje abierto a nuevas perspectivas, conocimientos, personas y experiencias.