Identificar las relaciones tóxicas es fácil; hacer algo al respecto no lo es. Obtenga consejos sobre cómo desintoxicar sus relaciones.

Todos hemos tenido relaciones tóxicas. Las hay de muchas formas: el jefe que es dulce en un momento y exigente al siguiente, la amiga o pariente que te exige que cambies tus planes para que coincidan con los suyos, o el cónyuge que te menosprecia constantemente. Aunque sea fácil identificar las relaciones tóxicas, no siempre es fácil deshacerse de ellas. Pero es importante hacer algo con respecto a las relaciones tóxicas, ya que pueden provocar depresión y ansiedad.

Definición de las relaciones tóxicas

No existe una definición clínica de una relación tóxica, aunque todos tenemos alguna idea de lo que significa tener un amigo tóxico. Piensa en una escala: desde lo nutritivo en un extremo hasta lo tóxico en el otro. Una relación tóxica es con alguien que continuamente te da sorpresas o curvas, te mantiene desequilibrado, aumenta tu ansiedad sin razón aparente y te deja sintiéndote mal contigo mismo.

Las relaciones tóxicas pueden provocar depresión o ansiedad.

Cómo cambiar las relaciones tóxicas

Una vez que decidas que una de las relaciones de tu vida es tóxica, la cuestión es qué hacer al respecto. Muchas personas creen que pueden cambiar a otra persona. Pero, la mayoría de las veces, no es posible. Si la toxicidad está muy arraigada en la otra persona, no es fácil cambiar. Es difícil inducir un cambio en alguien que tiene poder sobre ti; algunas personas se divierten siendo malas y crueles.

Además, las relaciones tóxicas pueden ser circunstanciales. Las relaciones tóxicas entre amigos o compañeros de trabajo son muy diferentes de las relaciones familiares tóxicas. Por ejemplo, si cuidas a un padre anciano que se ha vuelto mezquino con el tiempo, puede que decidas soportar esta relación tóxica por amor, aunque no aceptarías ese trato de otra persona.

Consejos para ayudarte a manejar las relaciones tóxicas

  • Dile a la persona cómo te sientes. Aboga por empezar con un acercamiento suave, uno a uno, en el que le digas a la persona cómo te sientes por la forma en que te trata. Para las personas que no son plenamente conscientes del impacto de sus acciones, ésta puede ser una forma eficaz de cambiar las relaciones tóxicas para mejor. Si esto no funciona, puede que tengas que ponerte más duro. A veces, cuando la gente está siendo abusiva, hay que ponerle fin de forma decisiva y añade que, si la persona en cuestión te amenaza durante este intercambio, considéralo una agresión y busca ayuda.
  • Poner límites. Incluso con una persona que tiene poder sobre ti, como un jefe, puedes establecer límites. Esto significa que debes ser asertivo y claro sobre cómo necesitas ser tratado y cualquier otro límite que puedas tener. Por ejemplo, si tu jefe tiene la costumbre de gritarte cuando hay que hacer las cosas en el último momento, McLemore recomienda una respuesta como: “No me importa que me pidas o incluso me digas que haga lo que quieras, pero me gustaría que lo hicieras con respeto”.
  • Controla tus respuestas. Incluso las relaciones tóxicas son una dinámica entre dos personas. Ten en cuenta cómo respondes, porque puedes estar continuando la toxicidad sin querer. Por ejemplo, si haces instantáneamente todo lo que te han exigido, estás fomentando la relación tóxica.
  • Poner fin a la relación tóxica. Esta es una última forma de manejar la situación, y a veces puede ser bastante tentadora. Es importante “conocer tus límites”. Puede llegar un momento en que tengas que dejar el trabajo, dejar de ver a tu amigo o pedir el divorcio.

Decidir cómo manejar las relaciones tóxicas es difícil. Tus decisiones dependerán de quién forme parte de la relación tóxica y de lo mucho que te importe o dependas de esa persona. No tengas miedo de actuar. Dile a la persona tóxica cómo te sientes, y si no responde o si te sientes amenazado de alguna manera, busca ayuda externa.

¿Qué aspecto tiene?

Dependiendo de la naturaleza de la relación, los signos de toxicidad pueden ser sutiles o muy obvios.

Si estás en una relación tóxica, puede que reconozcas algunos de estos signos en ti mismo, en tu pareja o en la propia relación.

Falta de apoyo

El tiempo que pasan juntos ha dejado de ser positivo o de apoyar vuestros objetivos.

Las relaciones sanas se basan en el deseo mutuo de ver al otro triunfar en todos los ámbitos de la vida. Pero cuando las cosas se vuelven tóxicas, cada logro se convierte en una competición.

En otras palabras, no sientes que te apoyen.

Comunicación tóxica

En lugar de tratarse con amabilidad, la mayoría de vuestras conversaciones están llenas de sarcasmo, críticas o abierta hostilidad. Incluso puedes empezar a evitar hablaros.

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Celos

Aunque es normal sentir celos de vez en cuando, pueden convertirse en un problema si no consigues pensar o sentir positivamente su éxito.

Comportamientos de control

Preguntar dónde estás todo el tiempo o molestarse demasiado cuando no respondes inmediatamente a los mensajes de texto son signos de un comportamiento controlador, que puede contribuir a la toxicidad en una relación.

En algunos casos, estos intentos de control sobre ti pueden ser una señal de abuso.

Resentimiento

Aferrarse a los rencores y dejar que se infecten afecta a la intimidad.

Con el tiempo, la frustración o el resentimiento pueden acumularse y hacer que un pequeño abismo sea mucho más grande.

Deshonestidad

Te encuentras inventando constantemente mentiras sobre tu paradero o con quién quedas para evitar pasar tiempo con tu pareja.

Patrones de falta de respeto

Llegar crónicamente tarde, “olvidar” casualmente los eventos y otros comportamientos que muestran falta de respeto por su tiempo son una bandera roja.

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Comportamientos financieros negativos

Su pareja puede tomar decisiones financieras, incluyendo la compra de artículos de gran valor o la retirada de grandes sumas de dinero, sin consultarle.

Tensión constante

En toda relación existe una cantidad normal de tensión, pero el hecho de que te encuentres constantemente al límite es un indicador de que algo no va bien.

Este estrés continuo puede hacer mella en tu salud física y emocional.

Ignorar tus necesidades

Aceptar lo que tu pareja quiere hacer, incluso cuando va en contra de tus deseos o tu nivel de comodidad, es un signo seguro de toxicidad.

Por ejemplo, puede que aceptes unas vacaciones que ellos han planeado, intencionadamente o no, para unas fechas que no te convienen.

Relaciones perdidas

Has dejado de pasar tiempo con tus amigos y familiares, ya sea para evitar conflictos con tu pareja o para no tener que explicar lo que ocurre en tu relación.

Por otra parte, es posible que tu tiempo libre esté dedicado a lidiar con tu pareja.

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Falta de autocuidado

En una relación tóxica, es posible que dejes de lado tus hábitos habituales de autocuidado.

Es posible que te alejes de las aficiones que antes te gustaban, que descuides tu salud y que sacrifiques tu tiempo libre.

Esperar un cambio

Es posible que sigas en la relación porque ves el potencial de la otra persona o crees que, si cambias tú y tus acciones, ella también cambiará.

Andar con pies de plomo

Te preocupa que, al sacar a relucir los problemas, provoques una tensión extrema, por lo que evitas los conflictos y te guardas los problemas para ti.

¿Se puede salvar la relación?

Mucha gente asume que las relaciones tóxicas están condenadas, pero no siempre es así.

¿El factor decisivo? Ambos miembros de la pareja deben querer cambiar. Si sólo uno de los miembros de la pareja se empeña en crear pautas saludables, hay -por desgracia- pocas probabilidades de que se produzca el cambio.

Disposición a invertir

Ambos muestran una actitud de apertura y voluntad de invertir en mejorar la relación.

Esto puede manifestarse con un interés por profundizar en las conversaciones, o reservando bloques de tiempo regulares para pasar tiempo de calidad juntos.

Aceptación de la responsabilidad

Reconocer los comportamientos pasados que han dañado la relación es vital en ambos extremos. Refleja un interés por la autoconciencia y la autorresponsabilidad.

Pasar de la culpa a la comprensión

Si ambos son capaces de alejar la conversación de la culpabilidad y dirigirla hacia la comprensión y el aprendizaje, puede haber un camino hacia adelante.

Apertura a la ayuda externa

Este es un punto importante. A veces, es posible que necesitéis ayuda para reconducir las cosas, ya sea a través de asesoramiento individual o de pareja.

Estar en una RELACIÓN TÓXICA te hace MAL. Pero además, te SACA la ENERGÍA que necesitas para encarar tus PROYECTOS, fortalecer tus ÁMBITOS propios y tener esa FAMILIA que tanto QUIERES.

Soy una CONVENCIDA que a través del AUTOCONOCIMIENTO uno puede CAMBIAR su VIDA, aprendiendo sobre cómo FUNCIONAN los OTROS; cómo funcionamos NOSOTROS y cómo funciona el MUNDO y usando esa información A TU FAVOR.

¿Cómo podemos avanzar?

Reparar una relación tóxica requiere tiempo, paciencia y diligencia.

Dado que la mayoría de las relaciones tóxicas suelen ser el resultado de problemas de larga duración en la relación actual, o como resultado de problemas no abordados de relaciones anteriores.

Algunos pasos para cambiar las cosas

No te quedes en el pasado

Seguro que parte de la reparación de la relación implicará abordar los acontecimientos del pasado. Pero esto no debería ser el único objetivo de su relación para seguir adelante.

Resiste la tentación de recordar constantemente las situaciones negativas.

Mira a tu pareja con compasión

Cuando te encuentres con ganas de culpar a tu pareja de todos los problemas de la relación, intenta dar un paso atrás y ver las posibles motivaciones de su comportamiento, dice Caraballo.

¿Ha pasado por un momento difícil en el trabajo? ¿Ha habido algún drama familiar que les haya afectado?

No son excusas para el mal comportamiento, pero pueden ayudarte a entender mejor de dónde viene tu pareja.

Inicie una terapia

Estar abierto a la terapia puede ser una buena señal de que las cosas se pueden arreglar. El seguimiento de la terapia puede ser la clave para ayudar a que la relación avance.

Aunque la terapia de pareja es un buen punto de partida, la terapia individual puede ser un complemento.

Busque apoyo

Independientemente de si decide probar la terapia, busque otras oportunidades de apoyo.

Tal vez esto implique hablar con un amigo cercano o unirse a un grupo de apoyo local para parejas o compañeros que se enfrentan a problemas específicos en su relación, como la infidelidad o el abuso de sustancias.

Practica una comunicación sana

Presta mucha atención a la forma en que os habláis mientras arregláis las cosas. Sean amables el uno con el otro. Eviten el sarcasmo o las indirectas, al menos por el momento.

También hay que centrarse en el uso de frases con “yo”, especialmente cuando se habla de temas de la relación.

Por ejemplo, en lugar de decir “No escuchas lo que digo”, podrías decir “Siento que no me escuchas cuando sacas el teléfono mientras hablo”.

Ser responsable

Ambos miembros de la pareja deben reconocer su parte en el fomento de la toxicidad.

Esto significa identificar y asumir la responsabilidad de sus propias acciones en la relación. También se trata de estar presente y comprometido durante las conversaciones difíciles.

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Sanar individualmente

Es importante que cada uno determine individualmente lo que necesita de la relación y dónde están sus límites.

Incluso si crees que ya sabes cuáles son tus necesidades y límites, vale la pena volver a revisarlos.

El proceso de reconstruir una relación dañada ofrece una buena oportunidad para reevaluar cómo te sientes respecto a ciertos elementos de la relación.

Deja espacio para el cambio del otro

Recuerda que las cosas no van a cambiar de la noche a la mañana. En los próximos meses, trabajen juntos para ser flexibles y pacientes el uno con el otro mientras crecen.

Abuso vs. toxicidad

La toxicidad en una relación puede adoptar muchas formas, incluidas las formas de abuso. Nunca hay excusa para el comportamiento abusivo. Es poco probable que cambies el comportamiento de tu pareja por tu cuenta.

El abuso tiene muchas formas y tamaños. Esto puede hacer que sea difícil de reconocer, especialmente si has estado en una relación tóxica de larga duración.

Los siguientes signos sugieren abuso físico o emocional. Si reconoces alguno de ellos en tu relación, probablemente sea mejor que te alejes.

Es más fácil decirlo que hacerlo, pero tenemos algunos recursos que pueden ayudar al final de esta sección.

Disminución de la autoestima

Tu pareja te culpa de todo lo que va mal y te hace sentir como si no pudieras hacer nada bien.

Acabas sintiéndote pequeño, confundido, avergonzado y a menudo agotado. Puede que lo haga tratándote con condescendencia, despreciándote o avergonzándote en público.

Estrés crónico y ansiedad

Es normal tener periodos de frustración con tu pareja o dudas sobre vuestro futuro juntos. Pero no deberías pasar mucho tiempo preocupándote por la relación o por tu seguridad.

Separación de los amigos y la familia

A veces, enfrentarse a una relación tóxica puede hacer que te alejes de tus amigos y familiares. Pero una pareja abusiva puede distanciarte a la fuerza de tu red de apoyo.

Por ejemplo, puede desconectar el teléfono mientras hablas o ponerse en tu cara para distraerte. También puede convencerte de que tus seres queridos no quieren saber nada de ti.

Interferencias en el trabajo o los estudios

Prohibirte buscar empleo o estudiar es una forma de aislarte y controlarte.

También pueden intentar humillarle en su lugar de trabajo o en la escuela, montando una escena o hablando con su jefe o sus profesores.

Miedo e intimidación

Una pareja maltratadora puede explotar de rabia o utilizar tácticas de intimidación, como golpear las paredes con los puños o no permitirte salir de casa durante una pelea.

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Insultos y desprecios

Los insultos destinados a humillar y menospreciar sus intereses, su apariencia o sus logros son abuso verbal.

A continuación, se presentan algunos ejemplos de las cosas que puede decir una pareja que abusa verbalmente:

  • “No vales nada”.
  • “No puedes hacer nada bien”.
  • “Nadie más podría amarte”.

Restricción financiera

Es posible que controlen todo el dinero que entra y que te impidan tener tu propia cuenta bancaria, que te restrinjan el acceso a las tarjetas de crédito o que sólo te den una asignación diaria.

Gaslighting

La luz de gas es una técnica que te hace cuestionar tus propios sentimientos, instintos y cordura.

Por ejemplo, pueden intentar convencerte de que nunca han abusado de ti, insistiendo en que todo está en tu cabeza. O pueden acusarte de ser tú la que tiene problemas de ira y control actuando como la víctima.

Amenazas de autolesión

Amenazar con el suicidio o con autolesionarse como forma de presionar para que hagas cosas es una forma de manipulación y abuso.

Violencia física

Las amenazas y los insultos verbales pueden llegar a la violencia física. Si tu pareja te empuja, abofetea o golpea, es una clara señal de que la relación se ha vuelto peligrosa.

 

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