El acoso sexual es un problema creciente que afecta a personas de todas las edades, pero es especialmente frecuente entre los adolescentes y los adultos jóvenes. Si no se aborda, puede intensificarse y conducir a problemas más graves como el acoso sexual e incluso la agresión sexual.
En general, el acoso sexual es una forma de intimidación que se produce cuando un individuo o un grupo de individuos acosan a otros mediante comentarios y acciones de naturaleza sexual. Además, el acoso sexual puede producirse en línea o en persona.
Hablar con tus hijos sobre el acoso sexual es importante. No sólo es necesario que los niños estén equipados con ideas básicas de seguridad, como saber cuándo hablar, sino que también deben saber que el acoso sexual puede conducir a una agresión sexual.
Asegúrate de que también les enseñas lo que significa el consentimiento, cómo establecer límites y cómo no guardar secretos. Al mantener conversaciones periódicas con tus hijos, estarás dando el primer paso no sólo para mantenerlos a salvo, sino para ayudar a desestigmatizar el problema del acoso sexual.
Un preadolescente o un adolescente que sufre acoso sexual es probable que sea acosado, chismorreado, burlado, insultado, ciberacosado, ignorado, condenado al ostracismo, avergonzado e intimidado. A diferencia del acoso físico, el acoso sexual puede ser difícil de detectar porque no suele dejar una marca visible.
El acoso sexual suele producirse cuando no hay adultos cerca, por lo que los padres y educadores deben hablar regularmente con los niños sobre lo que constituye un trato adecuado hacia los demás. Cuando los adolescentes son víctimas de acoso sexual, necesitan amplias oportunidades para hablar de la situación.
Ejemplos de acoso sexual
Las imágenes, los chistes, el lenguaje y los comentarios sexuales se denominan inapropiados por una razón. Por lo tanto, si algo es de naturaleza sexual y hace que el objetivo se sienta incómodo, molesto, avergonzado o asustado, entonces se trata de intimidación o acoso sexual. El acoso sexual puede incluir las siguientes acciones y comentarios:
Llamar a alguien con nombres sexualmente explícitos y despectivos
Reenviar mensajes de texto sexualmente explícitos y fotos inapropiadas por medio de mensajes de texto o correo electrónico.
Avergonzar a una persona, avergonzarla en público o acosarla por medios electrónicos con fines sexuales.
- Agarrar la ropa de alguien o rozarle de forma deliberadamente sexual.
- Hacerse pasar por otras personas en línea y hacer comentarios u ofertas sexuales en su nombre.
- Hacer comentarios sobre las preferencias sexuales o la actividad sexual de alguien.
- Hacer gestos sexuales a alguien.
- Hacer bromas o comentarios sexuales sobre alguien.
Participar en el acoso sexual o en el acoso a alguien
Publicar comentarios, fotos o vídeos de carácter sexual en redes sociales como Instagram o SnapChat.
Enviar mensajes de texto e imágenes sexualmente explícitas a través de mensajes de texto, también conocido como sexting, y/o presionar a alguien para que participe en el sexting para demostrar su compromiso o amor:
- Compartir vídeos o fotos sexuales inapropiados.
- Difundir rumores o chismes sexuales en persona, por texto o en línea.
- Tocar, agarrar o pellizcar a alguien de forma deliberadamente sexual.
- Escribir comentarios sexuales sobre alguien en blogs, en los baños o en otros lugares públicos.
Por qué los hijos acosan sexualmente a otros
Hay varias razones por las que los niños participan en el acoso sexual. Las principales razones son la mejora del estatus social en la escuela, la envidia y los celos, la necesidad de atención y el miedo a su propia sexualidad en desarrollo. A continuación, se presenta un resumen de los factores que motivan el acoso sexual.
Sentirse poderoso
A veces los niños y/o adolescentes acosan sexualmente a otros cuando se sienten débiles o impotentes. Y a veces los niños acosan sexualmente a otros porque ellos también han sido acosados sexualmente. Para recuperar algo de control en sus propias vidas, se dirigen a los que son más débiles que ellos.
Estas acciones les permiten demostrar el control en sus vidas y sentirse poderosos. Otras veces, los niños tienen prejuicios hacia un género o estilo de vida en particular y acosan sexualmente a otros basándose en esas creencias.
Parecer sexualmente maduro
Cuando los niños llegan a la adolescencia, dan mucha importancia a su aspecto y a lo que sus compañeros piensan de ellos. El objetivo es parecer maduro y aceptado. Por ello, a menudo ceden a la presión de sus compañeros y a las exigencias de las camarillas.
O bien, pueden centrarse en intimidar a otros llamándoles con nombres sexualmente explícitos en un esfuerzo por disminuir su estatus social.
Generar excitación
A algunos acosadores sexuales les encanta contar una historia jugosa, difundir rumores o compartir detalles negativos sobre otra persona. Las chicas malas, en particular, acosarán sexualmente a otros difundiendo rumores y chismes, compartiendo secretos o contando historias. Disfrutan de la atención que obtienen al saber algo que otros no saben. También prosperan con la miseria de los demás.
Reducir la inseguridad
En muchos casos, el acoso sexual es una forma de encubrir sentimientos de inadecuación y baja autoestima.
Por ejemplo, un acosador puede sentirse inseguro acerca de su propio cuerpo en desarrollo o de su sexualidad y atacará a otros antes de que tengan la oportunidad de atacarlos a ellos.
Eliminar la competencia
Muchas veces, los adolescentes acosan sexualmente a otra persona simplemente por celos. Tal vez sientan que esa persona es más atractiva, más inteligente o más popular. Cualquiera que sea la razón, los chicos atacan a otros para hacerlos parecer menos deseables.
Imitar a otros
A veces los niños participan en el acoso sexual por lo que ven hacer a los demás. Pueden estar influenciados por todo, desde los adultos de su vida hasta los programas de telerrealidad, las películas y la música. Ya sea un programa de telerrealidad, un hermano mayor, un amigo, un padre o incluso un grupo de vecinos, los niños suelen modelar su comportamiento según lo que tienen delante.
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Cómo prevenir el acoso sexual
Aunque los jóvenes no suelen hablar del acoso sexual, éste es asombrosamente frecuente en las aulas y pasillos de los colegios, en los medios de comunicación y la música que consumen y en los campus universitarios. No es sólo un problema de adultos que ocurre en los lugares de trabajo o en las calles. Los jóvenes y los niños se enfrentan a estos problemas de forma habitual.
Dado que el acoso sexual puede llegar a convertirse en agresión sexual, es fundamental que los padres y los educadores se esfuercen por crear un clima en el que el acoso sexual se reconozca como irrespetuoso e inapropiado. A continuación, se exponen algunas formas de prevenir el acoso sexual.
Definir el problema
Según el proyecto Make Caring Common, más del 75% de los encuestados afirmaron que nunca habían tenido una conversación con los padres sobre cómo evitar el acoso sexual a otras personas. Por este motivo, los padres y educadores deben empezar preguntando a los niños cómo definirían el acoso sexual, la intimidación sexual y la misoginia.
A partir de ahí, puedes ayudar a completar el resto de su definición. Asegúrate de que saben lo que es apropiado y lo que no lo es sin hablarles con desprecio. La mayoría de los niños están más en sintonía de lo que pueden parecer, así que asegúrate de ser respetuoso en el tratamiento del tema.
Mantener conversaciones periódicas
Una de las mejores formas de prevenir comportamientos inadecuados y crear un clima en el que no se tolere el acoso sexual entre los adolescentes es mantener el tema en primer plano. Las conversaciones periódicas pueden recordar a los niños que burlarse y acosar a otros con comentarios y gestos sexuales no sólo es inapropiado e irrespetuoso, sino que está mal visto.
Mantenga las conversaciones informales y permita que los adolescentes sean los que hablen. En la escuela, los profesores pueden utilizar las lecciones de clase para abrir el diálogo sobre el tema. Por ejemplo, un debate en la clase de historia sobre el movimiento de las mujeres y el derecho al voto podría servir de trampolín para discutir el trato entre las personas.
En casa, los padres pueden utilizar los programas de televisión o las canciones para hablar de cómo los personajes o los intérpretes se comportan o hablan de los demás. Sólo hay que asegurarse de dejar a los adolescentes mucho espacio para que compartan sus opiniones y hablen de lo que están viendo en la escuela. Estos comentarios pueden servir de puerta de entrada a conversaciones más profundas.
Haz que las denuncias sean seguras
Uno de los mayores problemas de la intimidación y el acoso sexual es el hecho de que los adolescentes a menudo se lo guardan para sí mismos. Cuando esto sucede, el problema sigue creciendo. Los chicos cuentan con que los demás no dicen nada ni hacen nada sobre su comportamiento.
Permita a los niños una serie de formas seguras de denunciar lo que les ocurre. Por ejemplo, permita que los niños denuncien las cosas de forma anónima si así lo prefieren, incluso denunciando a los profesores que se pasan de la raya. Y, si se atreven a hablar con usted directamente, escúcheles y sea empático. Y lo más importante, asegúrate de que les crees y te lo tomas en serio.
También dales algo de voz en el manejo de la situación. Algunos niños sólo quieren que sepas lo que están experimentando, pero no quieren llamar la atención sobre la situación. Siempre que el comportamiento que han experimentado no sea contrario a la ley, permíteles opinar sobre cómo se maneja la situación. De este modo, los niños pueden hablar cuando algo no está bien sin miedo a las represalias o a llamar la atención.
Desarrollar la autoestima y la autovaloración
Los adolescentes que dependen de las relaciones románticas y de la aprobación de sus compañeros pueden ser especialmente vulnerables a la intimidación y el acoso sexual porque dependen de otros para sentirse valorados y con autoestima. Por esta razón, es particularmente importante que los padres y educadores proporcionen formas saludables para que los adolescentes construyan su autoestima.
Ya sea mediante el voluntariado, la práctica de deportes o la participación en un club escolar, los niños necesitan otras salidas que les ayuden a forjar su identidad en lugar de depender únicamente de lo que digan sus compañeros o de cuántos likes consigan en Instagram para sus selfies. Los comentarios positivos y el estímulo regular también pueden ayudar a los niños a empezar a ver cuáles son sus puntos fuertes.
Cómo preparar a su hijo para la posibilidad de acoso sexual
Todos somos seres sexuales, desde la cuna hasta la tumba. Incluso cuando son bebés y niños pequeños, puede ser útil aprender algunos aspectos básicos de la sexualidad, como los nombres adecuados de las partes del cuerpo. A medida que nuestros hijos se desarrollan sexualmente, sienten aún más curiosidad por su cuerpo, por el género y por el sexo. A finales de la escuela primaria, este despertar sexual se manifiesta de forma desagradable. Especialmente los chicos empiezan a hablar con más frecuencia del cuerpo de las chicas, haciendo comentarios denigrantes e insinuaciones no deseadas.
Esto es una parte desafortunada pero natural del desarrollo de los niños, y nace de su sed de más información. Como padre, puedes evitar este comportamiento negativo dando a tu hijo una educación en casa apropiada para su edad sobre sexualidad, privacidad y límites personales. Puede preparar a su hijo para algunas de las cosas menos agradables que puede encontrar en la escuela. Estos son algunos ejemplos de acoso sexual que pueden encontrarse en los pasillos de la escuela primaria, secundaria y preparatoria:
- Contacto físico no deseado, como tocar, chocar, agarrar o dar palmaditas.
- Comentarios sexualmente insultantes sobre la raza, el género, la capacidad o la clase social.
- Alardear de proezas sexuales para que los demás las oigan.
- Comportamiento intimidatorio en los pasillos, que puede incluir apodos denigrantes, insultos homófobos, llamadas de gato, calificaciones o silbidos vergonzosos.
- Grafitis con nombres escritos en las paredes o en los pupitres; un ejemplo común es “para pasar un buen rato, llama a…”.
- Ser seguido por otro estudiante / ser acosado.
En algún momento, este comportamiento va más allá de la curiosidad natural de los niños y se convierte en un comportamiento de acoso cada vez más problemático. ¿Por qué los adolescentes acosan sexualmente a otros? Hay muchas razones. Puede que les haga sentirse poderosos. Pueden hacerlo porque quieren parecer sexualmente maduros. Puede que encuentren excitante el chismorreo. Puede que busquen reducir sus propios sentimientos de inseguridad y baja autoestima.
Puedes ayudar a tu propio hijo adolescente a enfrentarse al acoso sexual inculcándole un sentimiento de confianza en sí mismo frente a sus agresores. Enséñales a establecer contacto visual y a ser asertivos. Ayúdales a reforzar su autoestima. Anímales a cultivar amistades más sanas.
Recuerde también que, si su hijo está siendo acosado, lo más probable es que esté sufriendo. Sea el sistema de apoyo de su hijo. Asegúrele que no es culpa suya que se haya convertido en el blanco del acoso. Trabaja con ellos para decidir cómo debe tratarse el acoso.
Y, sobre todo, apóyalo.