Las personas descritas como intimidantes suelen ser demasiado dominantes y hacen que los demás se sientan amenazados, abrumados o incluso asustados.

Tener confianza, seguridad e imponerse no es malo. Puede ayudar a que la gente te tome en serio en el trabajo, en situaciones sociales y en las relaciones interpersonales. Pero hay una diferencia entre tener confianza y ser intimidante.

La confianza se caracteriza por la confianza en uno mismo y la voluntad de hacer valer tus ideas. La intimidación, en cambio, se caracteriza por intentar controlar o incluso silenciar las aportaciones de los demás.

Si la gente se siente amenazada por ti, es menos probable que confíe en ti o busque tu ayuda. Puede que incluso eviten interactuar con usted. Ser menos intimidatorio puede ayudarte a mantener tus relaciones y asegurar a los demás que no eres tan intimidante como pareces.

En este artículo se analizan las formas de ser menos intimidatorio y de reconocer los signos que indican que puedes intimidar a los demás. También explora algunas de las razones por las que la gente puede verte así y algunos de los beneficios potenciales de ser menos intimidante.

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Para añadir complejidad al debate, a veces las personas, por supuesto, son percibidas como intimidadoras, cuando en realidad se sienten de una manera totalmente diferente por dentro: vulnerables o asustadas de alguna manera. Cuando eso ocurre, hay una gran desconexión entre la respuesta que recibimos de otras personas. El yo que veo a través de lo que otros me muestran con sus palabras y comportamientos temerosos no es el yo que tengo en el ojo de mi mente. Nos cuesta mantener unidas estas dos identidades, falla nuestra contención psicológica y recurrimos al comportamiento defensivo para mantener el equilibrio si no somos capaces de hacer un uso constructivo de esa retroalimentación (que no suele darse de forma fácil de asimilar, ya que la otra persona habla desde una posición de amenaza).

No es raro que se produzca este tipo de desconexión, y la intimidación inadvertida aparece de varias formas diferentes, que es informativo explicar. Si alguien ha seguido una terapia eficaz durante el tiempo suficiente o tiene la suerte de poder ser autorreflexivo de forma constructiva sin terapia, tenemos una idea bastante clara de la discrepancia entre las distintas versiones de nosotros mismos a los ojos de los demás y las versiones de nosotros mismos que podemos captar internamente. Cuanto más coherente sea nuestro sentido del yo, por muy polifacético que sea, más en consonancia estaremos con lo que los demás parecen percibir de nosotros.

Teniendo esto en cuenta, y con el capricho terapéutico como una forma de silbar en el cementerio, veamos algunas formas diferentes en las que las personas pueden ser involuntariamente intimidantes. Desde esconderse y crear una sensación de aprensión en el otro, hasta ejercer un intelecto frío y penetrante sin parecer comprender cómo puede hacer sentir a los demás, pasando por esgrimir el estatus y el poder como una cuestión de costumbre, evitar la competencia y hacer que los demás se sientan sin valor, a no ser conscientes del impacto de una gran belleza o carisma, a ser vagos y desconcertantes y crear confusión -y quizás de otras formas que no he considerado- podemos alienar seriamente a los demás intimidándoles sin darnos cuenta de que está ocurriendo, cegados por las consecuencias involuntarias de nuestras propias acciones.

Características de las personas intimidantes

Las personas intimidantes suelen tener rasgos de personalidad y comportamientos dominantes que llaman la atención en los grupos. Suelen ser los miembros más influyentes del grupo, pero pueden resultar desagradables y provocar evitación y malas interacciones sociales.

Personas intimidantes

  • Francos o brutalmente honestos.
  • Desprecio por las conversaciones triviales.
  • Tercos.
  • Decisivos.
  • Muy obstinado.
  • Alta autoestima.
  • Juicioso.

Personas accesibles

  • Aceptan.
  • Hospitalario.
  • Positivo.
  • Empático.
  • Amable.
  • Sin prejuicios.

Posibles causas de la intimidación

La tendencia a ser percibido como intimidante puede estar influida por varios factores diferentes, entre los que se incluyen:

La personalidad

A veces, la tendencia a ser más intimidatorio puede deberse a características de la personalidad y al temperamento subyacente. Por ejemplo, las personas con altos niveles de extroversión y bajos niveles de amabilidad pueden ser más propensas a ser vistas por los demás como intimidantes.

La personalidad como ser menos intimidante

Narcisismo

Las personas con ciertos trastornos de la personalidad, como el trastorno narcisista de la personalidad, pueden intimidar intencionadamente a los demás para llamar la atención y tener el control.

Experiencias

La tendencia a ser intimidante también puede aprenderse a través de la educación y las experiencias vitales. Algunas personas pueden utilizar comportamientos dominantes, asertivos o agresivos para controlar a los demás. Pueden aprenderlo observando a los demás o utilizarlo para evitar que les hagan daño o les controlen.

Si otras personas te describen como intimidante, es esencial considerar por qué pueden sentirse así. A veces, las personas se sienten intimidadas por sus inseguridades, falta de confianza, baja autoestima y altos niveles de ansiedad.

Por ejemplo, pueden malinterpretar tu confianza o asertividad como intimidación. Ser acogedor y amable puede ayudar, pero, en última instancia, depende de los demás abordar sus problemas.

En este libro electrónico veremos como el pensamiento es la fuerza que subyace a todo. Cada acto consciente, está precedido por un pensamiento. Tus pensamientos dominantes determinan tus acciones dominantes. En el reino de nuestras propias mentes tenemos el control absoluto, o deberíamos tenerlo, y si en algún momento no lo tenemos, entonces hay un método por el cual podemos ganar el control, y en el reino de la mente convertirnos en maestros completos. Para llegar a la base misma del asunto, veamos esto por un momento. Porque si el pensamiento es siempre padre de nuestros actos, hábitos, carácter, vida, entonces es necesario primero que sepamos plenamente cómo controlar nuestros pensamientos.

Ventajas de ser menos intimidante

Según los investigadores, las personas dominantes suelen ser los miembros más influyentes del grupo. Sin embargo, sus comportamientos dominantes, como la intimidación, la agresión y la coacción, tienden a ser aversivos para los demás.

Estas características pueden ayudar a las personas a ascender a puestos de poder. Sin embargo, esos rasgos se convierten en un obstáculo para cosas como fomentar la armonía social y mejorar la productividad del grupo.

Si ocupa un puesto de liderazgo, ser menos intimidatorio puede ayudar a mejorar la cohesión y la productividad del equipo.

Formas de ser menos intimidante

Afortunadamente, hay estrategias que puede utilizar para ser menos intimidante sin renunciar a su asertividad o confianza.

Formas de ser menos intimidante

Establezca un buen contacto visual

Aunque la falta de contacto visual se asocia a menudo con poca confianza o engaño, un contacto visual demasiado intenso puede resultar abrumador e intimidatorio. Si la gente tiene la sensación de que les estás mirando fijamente, es más probable que se sientan amenazados en tu presencia.

El contacto visual es importante para un buen lenguaje corporal. Puede utilizarse para transmitir interés, honestidad y atención. Algunas reglas prácticas para mantener un contacto visual adecuado son:

Seguir la regla de los 5 segundos

Mantenga el contacto visual durante unos cuatro o cinco segundos antes de apartar la mirada. Tras romper brevemente el contacto mirando a un lado, devuelva la mirada.

Utilizar la regla 50/70

Los expertos sugieren mantener el contacto visual el 50% del tiempo mientras se habla, y el 70% del tiempo mientras se escucha.

Mire cerca de los ojos

En lugar de apartar la mirada por completo, prueba a mirar brevemente a otro punto de la cara, cerca de los ojos.

Mire cerca de los ojos como ser menos intimidante

Trabaje su inteligencia emocional

La inteligencia emocional (IE) se refiere a la capacidad de identificar, comprender, expresar y gestionar las emociones. Esta capacidad puede desempeñar un papel importante en las relaciones interpersonales, ya que te permite reconocer mejor lo que sienten los demás y cuándo pueden sentirse amenazados.

Empatizar con los demás y ver las cosas desde su punto de vista es un buen punto de partida. Puedes empezar imaginándote en su situación.

Ver las cosas desde su punto de vista puede darte una mayor comprensión, lo que puede influir en tu forma de responder en diferentes situaciones sociales.

Sonría a la gente

Intente sonreír a los demás y expresar emociones más positivas en situaciones sociales. La gente puede sentirse intimidada si usted parece inaccesible o desaprobador, por lo que una sonrisa puede ayudarle a parecer más amable y acogedor.

Sonreír fomenta interacciones sociales positivas que son importantes para desarrollar y mantener relaciones sociales. Si la gente siente que usted tiene sentimientos positivos y está interesado en entablar una conversación con ellos, es menos probable que se sientan intimidados por usted.

Preste atención al lenguaje corporal

Su lenguaje corporal -incluidos los gestos, las expresiones y la postura- puede utilizarse para transmitir confianza. Pero los demás pueden sentirse intimidados si te pones demasiado cerca o utilizas gestos bruscos y repentinos.

Aunque no quieras parecer poco seguro de ti mismo, pequeñas cosas como inclinar el cuerpo hacia los demás, respetar el espacio personal de los demás y evitar gestos agresivos pueden ayudar a que tu lenguaje corporal parezca menos intimidatorio.

Muestre gratitud a los demás

Esté dispuesto a hacer saber a los demás que les aprecia. Expresar gratitud permite a los demás saber que valoras sus esfuerzos. Las personas que se sienten valoradas y reciben comentarios sinceros son menos propensas a considerarle intimidatorio.

Mostrar gratitud no es un signo de debilidad y no hará que los demás te pierdan el respeto. Seguirán valorando su liderazgo y respetando sus aportaciones, pero es más probable que acudan a usted en busca de ayuda o le ofrezcan sus soluciones creativas en lugar de evitarle por miedo.

Las investigaciones también han demostrado que la gratitud aumenta las emociones positivas. No sólo usted se sentirá más optimista, sino también las personas que le rodean.

Muestre gratitud a los demas como ser menos intimidante

Valídelo

Además de decirle a la gente que te fijas en ellos y los aprecias, también es esencial validar lo que sienten los demás. Aunque tengáis opiniones, valores y formas de hacer las cosas diferentes, puedes demostrarles que escuchas lo que dicen y que te interesa su punto de vista.

  • Puedes ser más validador emocionalmente.
  • Reconociendo los sentimientos de los demás.
  • Mostrando apoyo.
  • Diciéndoles que escuchas y comprendes lo que dicen.

En muchos casos, decir simplemente algo como “entiendo lo que dices” o “comprendo por qué te sientes así” puede ayudar a las personas a sentirse comprendidas.

Refuerce sus habilidades conversacionales

Si tiendes a dominar la conversación, la gente puede considerarte intimidante. Aunque esté acostumbrado a ocupar el centro del escenario, saber escuchar y entablar una conversación trivial puede contribuir en gran medida a que le consideren más accesible y tranquilizador.

Algunas estrategias útiles son:

  • Escuchar activamente.
  • Evitar temas de conversación controvertidos.
  • Ser positivo.
  • Hacer preguntas abiertas a la otra persona.

¿Qué pueden hacer las personas que se sienten intimidadas?

Para las personas que se sienten intimidadas por los demás, reforzar la confianza en sí mismas puede ser un primer paso útil. Recuérdese a sí mismo sus puntos fuertes y considere algunas de las razones por las que encuentra intimidante a otra persona.

Pase tiempo con personas positivas que le apoyen y le hagan sentirse bien consigo mismo, y hable en positivo para fomentar una autoestima sana.

Puede ser frustrante que otras personas te consideren intimidante. Aunque no puedes controlar cómo se sienten los demás, hay estrategias que puedes utilizar para ser más accesible.

Si quieres ser menos intimidante, toma medidas para mantener un buen contacto visual y un lenguaje corporal abierto. Otras estrategias, como sonreír, expresar gratitud y tener buenas dotes de conversación, también pueden ser beneficiosas.

No se lo cuentes a nadie

La intimidación puede ser difícil de entender, debido a los fuertes sentimientos que despierta y a las limitaciones sociales que tenemos que superar, aunque cada día se producen avances. ¿Esta persona intimida a propósito? Tenemos que decidir cómo atribuir el comportamiento de los demás para averiguar quiénes somos en relación con ellos. Si la intimidación es intencionada, está a la vista, está encendida. Alguien intenta aprovecharse de nosotros, y cómo respondemos cuando nos sentimos así es un tema fascinante para otro día, quizá.

Cuando la intimidación está implícita, ya sea totalmente inconsciente o parpadeando en el borde de la conciencia, un picor que no podemos rascar, la intimidación es más poderosa. Fuera de la conciencia, la intimidación ejerce un efecto casi hipnótico, tirando de nuestros hilos desde abajo hacia arriba, neurobiológicamente hablando, a medida que sistemas cerebrales profundos cableados para la supervivencia hacen sonar una alarma que no sabemos que estamos oyendo. El miedo inconsciente moldea nuestras percepciones y comportamientos, y tomamos medidas para garantizar la seguridad, que pueden tener repercusiones que no estamos teniendo en cuenta.

La presión social para fingir que la intimidación no está ocurriendo conduce a un efecto espectador en el que ocurren cosas terribles, como estamos aprendiendo triste y dolorosamente una y otra vez. Cuando somos capaces de simbolizar la intimidación, tanto en el momento personal como a niveles más colectivos, podemos cambiar el curso de la historia.

No se lo cuentes a nadie como ser menos intimidante

Preguntas frecuentes

¿Qué hace que una persona sea intimidante?

Las personas conflictivas, agresivas y autoritarias tienen más probabilidades de ser consideradas intimidantes. Ser franco, reservado, testarudo y obstinado también puede contribuir a esta percepción.

¿Las personas tímidas pueden intimidar?

Aunque los extrovertidos suelen ser vistos como más asertivos y seguros de sí mismos, las personas muy introvertidas o incluso tímidas también pueden ser vistas como intimidantes. Dado que tienden a ser reservadas, a mantenerse al margen y a utilizar un lenguaje corporal cerrado, a veces los demás malinterpretan estas señales como distanciamiento, desdén e intimidación.

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