Cuando haces un nuevo amigo por primera vez, probablemente no pienses en el futuro y en la posibilidad de que la amistad termine. Sin embargo, es inevitable que con el tiempo algunos de tus amigos dejen de estar en tu vida. La gente se aleja por diversas razones y no todas las amistades son para toda la vida.

Al mismo tiempo, la mayoría de la gente no está segura de las “reglas” para acabar con las amistades. A diferencia de las relaciones románticas, en las que existen precedentes claros sobre cómo “romper” con alguien y etiquetas claras para referirse a si se está “dentro” o “fuera” de una relación, no ocurre lo mismo con las amistades.

Esto puede dejarte en una extraña especie de limbo en el que ya no quieres ser amigo de alguien, pero no sabes cómo llegar a ese nuevo lugar.

Razones para terminar una amistad

Antes de decidir el curso de acción para terminar una amistad, es útil esbozar las razones por las que ya no quieres ser amigo de una persona en particular. Esto te ayudará a seguir adelante mientras terminas la amistad.

Una forma de hacerlo es escribir en un diario tus sentimientos. Esto te permite disponer de un espacio seguro para sacar tus pensamientos sin discutirlos con otras personas. Lo más importante es que no hables de tus sentimientos con el amigo con el que quieres romper hasta que estén claros en tu mente, si es que decides hacerlo.

A continuación, se exponen algunas de las razones más comunes por las que puedes decidir terminar una amistad:

  • Circunstancias: Vuestras vidas han cambiado (ya no trabajáis juntos, vais al mismo colegio, etc.).
  • La distancia: Os habéis distanciado en cuanto a intereses o compromisos.
  • Mentiras: Tu amigo es mentiroso.
  • Negatividad: Tu amigo pasa más tiempo criticándote que fortaleciéndote.
  • Obligación: La persona se ha convertido en un amigo obligatorio del que ya no disfrutas.
  • Rivalidad: La persona es en realidad un frenesí (un rival amistoso).
  • Toxicidad: El amigo se ha convertido en una persona tóxica en tu vida.
  • Valores: Sus valores se han opuesto de alguna manera.

De nuevo, como hay tan poca información sobre cómo “romper” con un amigo, y rara vez se habla de ello, la mayoría de la gente no sabe cómo terminar una amistad, y puede que ni siquiera sepa cuándo está justificado querer hacerlo.

Debes saber que un amigo nunca debe pedirte que comprometas tu integridad, que vayas en contra de tus valores o compromisos, que digas una mentira o que hagas daño a alguien con algo. Aunque perder a un amigo pueda parecer una pérdida importante, alguien que ya no te hace la vida mejor no merece ese espacio en tu vida.

Consejos para establecer límites saludables con tus amigos

Es posible que antes de tomar la decisión de terminar una relación amical se considere poner en claro los límites. Si es lo primero que deseas intentar te doy los mejores consejos para hacerlo.

Presta atención a las señales de tu cuerpo

Tu cuerpo puede saber mucho antes que tu cerebro que es necesario hacer cambios en la dinámica entre tú y un amigo. Thomas señala que “nuestra necesidad de establecer límites a menudo se manifiesta primero como estrés”, por lo que las manifestaciones físicas como el malestar estomacal, la aceleración de los latidos del corazón, la tensión muscular o el dolor de cabeza pueden ser el primer indicador de que ha llegado el momento de poner límites, sobre todo si esos síntomas tienden a presentarse siempre que estás cerca de esa persona.

Presta atencion a las señales de tu cuerpo

Considera el historial

No estamos diciendo que las personas no puedan evolucionar, aprender de sus errores anteriores y convertirse en mejores amigos con el tiempo, pero si el compañero con el que estás tratando tiene un historial de disgustos, establecer parámetros podría ser una buena idea. Aunque en un principio no lo parezca, en realidad es un paso positivo para ambas partes, porque significa que estás involucrado en la relación y tienes grandes esperanzas de que siga adelante. “Cuando nos sentimos culpables por poner límites, debemos recordar que algunas personas no saben cuándo piden demasiado a los demás, así que es nuestro trabajo mostrarles cómo ser un amigo más sano”, dice Thomas.

Comprueba el factor miedo

¿Te pone nervioso compartir tu opinión sincera con tu amigo? ¿Eres cauteloso con ellos cada vez que llega el momento de discutir un tema complicado o emocional? Si tu respuesta a cualquiera de estas preguntas es “sí”, puede que la relación no sea tan sana como crees. Esos nervios subyacentes son otra señal de que los límites podrían ser necesarios.

Cuida primero de ti mismo

Esta sencilla y clara directriz es una gran manera de empezar a ver cómo podría sentirse al crear expectativas diferentes con las personas de su círculo. Si tienes una amiga que llega crónicamente tarde a tus citas de una forma que te parece ofensiva o hiriente, está bien que le hagas saber que su comportamiento no te conviene. O si tu amiga te pide que utilices una mentira piadosa para encubrirla en el trabajo o con otros amigos, sé honesta si eso te incomoda. “Siempre queremos asegurarnos de que damos lo que nos sobra después de cuidar primero de nosotros mismos y de nuestra propia vida”, aconseja Thomas. “Claro, en las emergencias, dejaremos todo para estar ahí para nuestros amigos, pero no todos los eventos son una emergencia”.

Haz una pausa y reflexiona

Antes de empezar a pensar en la mejor manera de abordar el tema, date un pequeño período de enfriamiento emocional para asegurarte de que el problema en cuestión es la regla, no la excepción. “Espera a ver si los malos comportamientos son realmente un patrón para un amigo o sólo un mal día o unos pocos días raros”, dice Thomas. “Queremos encontrar el equilibrio entre saltar a decir algo y convencernos de no sacar el tema y correr el riesgo de convertirnos en un felpudo”.

Haz una pausa y reflexiona

Domina el vocabulario de los límites

Cuando decidas que es el momento de hablar con tu compañero sobre las expectativas, Thomas recomienda utilizar frases como “Me hace sentir incómodo cuando…”, “Quiero compartir contigo lo que siento sobre…” o “Tenemos que idear un plan diferente, porque esto no me está funcionando.”

No lo plantees como una confrontación

No es necesario enviar a tu amiga una invitación formal a una especie de Charla de Límites oficial, y las palabras “Tenemos que hablar” van a apagarla desde el principio. Como alternativa, Thomas sugiere que saques a relucir el nuevo límite (con el lenguaje antes mencionado) en el contexto apropiado. Si tu amiga acaba de llegar tarde o te ha vuelto a llamar en mitad de la noche, ése es tu momento para compartir cómo te has sentido con ese comportamiento y exponer tus expectativas de que cambie.

Mantén una conversación positiva con tu pareja

Cuando empieces a dar prioridad a tu propia vida por encima de las necesidades de tus amigos, es posible que aparezcan las dudas y el autojuicio. Deténgalos en su camino. En las primeras etapas del establecimiento de límites, recuérdate a ti mismo tantas veces como sea necesario que las amistades sanas implican a dos personas que respetan por igual las necesidades de tiempo y espacio personal del otro. Practica la comunicación de los parámetros con amor y confianza para no temer constantemente que al hacerlo se ponga en riesgo la amistad.

No intentes convertirte en el terapeuta de alguien

Si te encuentras constantemente de guardia como apoyo emocional para una de tus mejores amigas, renunciar discretamente a tu papel de terapeuta 24/7 es una opción que vale la pena perseguir. Sé sincero con tu amiga sobre qué tipo de problemas te sientes capaz de manejar y a qué horas del día (o de la noche) no es apropiado enviar un correo electrónico o un mensaje de texto. Una amiga que pide constantemente tu consejo podría incluso beneficiarse de acudir a un terapeuta cualificado; después de todo, lo más probable es que tú no tengas la formación adecuada.

No intentes convertirte en el terapeuta de alguien

Libro de habilidades sociales, con el que enseño a las personas a ser más felices y poder tener una vida más saludable espiritualmente, sin ataduras emocionales y pudiendo dedicar su energía y tiempo a quien realmente lo merece.

Formas poco útiles de terminar una amistad

Antes de hablar de las mejores formas de terminar una amistad, es útil considerar algunas de las peores formas. Aunque algunas de estas tácticas pueden ser apropiadas en determinadas situaciones, en general, no son estrategias útiles y deben evitarse.

  • Volverse hostil o agresivo.
  • Cortar de golpe todo contacto.
  • Terminar la amistad por medio de mensajes de texto o chat.
  • Pedir a otros amigos que hagan el trabajo sucio por ti.

Formas saludables de terminar una amistad

Si tu amigo luego de haber establecido tus limites no los respeta la mejor opción es terminar. En general, podemos considerar cuatro opciones saludables para terminar una amistad y, en algunos casos, es posible que necesites utilizar una combinación de estas estrategias.

Formas saludables de terminar una AMISTAD

El desvanecimiento gradual

Esta táctica consiste en dejar que la amistad llegue a su fin de forma natural, reduciendo gradualmente la interacción social con la otra persona. Esto es similar a quitar las puntadas de una prenda de vestir en lugar de romperla.

Desaparecer gradualmente de la amistad puede ser una buena opción si tienes miedo a la confrontación, si es probable que la persona no escuche o acepte lo que dices, o para situaciones tóxicas.

En general, el desvanecimiento de una amistad evita que se hieran los sentimientos. En lugar de exponer tus sentimientos, simplemente te vuelves demasiado ocupado para reunirte o, en general, difícil de localizar. Es posible que envíes mensajes de texto en lugar de llamar, que desaparezcas de las redes sociales de la persona, que tardes en volver a ponerte en contacto, que respondas con respuestas cortas, etc.

Tal vez en el pasado eras un buen oyente, pero ahora no tienes paciencia o no te molestas en mantener la paz si no estás de acuerdo en algún punto. Depende de ti si vas a por todas y le quitas la amistad a esa persona en las redes sociales. Puede que sea mejor no dar ese paso, ya que sólo llama la atención sobre el hecho de que estás tratando de salir de la amistad.

En general, estás haciendo cosas que podrían suceder naturalmente en una amistad que se está desvaneciendo, sólo que estás eligiendo hacerlas intencionalmente para salir de la amistad. El desvanecimiento es una buena opción si el amigo es sólo un conocido, ya que en esa situación puede parecer incómodo o raro repasar las razones por las que no quieres seguir siendo amigo.

Aunque el abandono de la amistad puede parecer más amable, podría prolongarse si el amigo no capta la indirecta. En ese caso, podrías hacer pasar a esa persona por una situación estresante, mientras trata de adivinar qué está pasando o por qué has desaparecido de repente.

Por último, el desvanecimiento podría ser tu mejor opción si la amistad es tóxica y no quieres tener que dar explicaciones, si esa persona te ha hecho daño o si simplemente ya no te importa lo suficiente como para darles una explicación.

Tener “la charla”

Si determinas que una salida gradual no es apropiada o si simplemente no funciona, entonces tendrás que tener “la charla “. Esta es una charla similar a la que tendrías en una relación romántica para determinar cuál es la posición de cada uno y para hablar sobre el futuro.

La “charla” puede ser un peldaño en el camino hacia el fin de la amistad, pero también puede sorprenderte descubrir que eres capaz de resolver tus diferencias y arreglar la amistad.

  • Paso 1: Pídele a la persona que quede contigo para tomar un café o alguna otra bebida para charlar. Asegúrate de pedir un encuentro en persona; nunca lo hagas por teléfono, por texto o por correo electrónico.
  • Paso 2: Ten un objetivo para “la charla”. Piensa en lo que quieres conseguir. ¿Quiere aclarar un malentendido, explicar un resentimiento, abordar una vieja discusión o establecer límites? Sea lo que sea lo que esperas conseguir, tiene que estar claro en tu cabeza antes de la reunión.

Empieza con una frase que abra las puertas a más conversaciones. Por ejemplo: “En los últimos meses he notado algunas pautas en nuestra amistad que me han molestado. Me preguntaba si podríamos hablar de ello”.

  • Paso 3: Habla de cómo te sientes, no de lo que la otra persona ha hecho mal. Ten en cuenta tus objetivos para la conversación. Recuerda que debes escuchar tanto como hablar.

Hacer una pausa

Es posible que de la “charla” se desprenda que vuestras diferencias no pueden resolverse. Si ese es el caso, ¿qué haces? Podrías poner fin a la amistad inmediatamente, o podrías decidir “tomarte un descanso”, de la misma manera que la gente hace a veces en las relaciones románticas.

Tomarse una pausa puede tener muchos aspectos positivos. Te da:

  • Una nueva perspectiva de la amistad.
  • Un momento para calmarte si estás disgustado.
  • Una oportunidad para echar de menos a tu amigo si estáis pasando demasiado tiempo juntos.

Tiempo para reevaluar la amistad

Puedes dar cualquier tipo de razón para tomarte un descanso. Puedes decir que vas a estar muy ocupado durante un par de semanas, si prefieres ser impreciso. Por otro lado, si acabas de tener “la charla”, puedes decir que necesitas tiempo para asimilarlo todo.

Fija un momento en el futuro en el que planees volver a reunirte, o sugiere que te pondrás en contacto cuando sientas que estás preparado.

Tiempo para reevaluar la AMISTAD

Terminar las cosas inmediatamente

A veces es imposible evitar el caos que conlleva el final repentino de una amistad. Esto es así si se trata de un amigo tóxico o de alguien que no respeta los límites que usted intenta establecer.

En esta situación, basta con decir que tus necesidades no están siendo satisfechas en la amistad. Desea a la otra persona todo lo mejor en el futuro. Este tipo de ruptura de la amistad puede ser bueno, ya que es inequívoco y claro, y te da la oportunidad de expresar cualquier problema que hayas estado ocultando. Al mismo tiempo, puede ser incómodo enfrentarse a alguien de esta manera.

Este tipo de ruptura de la amistad será más apropiado si conoces a alguien desde hace mucho tiempo y crees que merece el respeto de una despedida final, o si alguien hace algo tan horrible que sería difícil de ignorar. En algún momento, puedes decir simplemente: “Adiós, tengo que irme”. Si te ayuda, escribe un pequeño guión que exprese lo que sientes.

Cómo puede reaccionar tu amigo

¿Qué puede hacer un amigo si rompes con él?

Puede reaccionar de las siguientes maneras:

  • Preguntar si es posible convertir la amistad en otra forma de relación.
  • Sentirse herido y ponerse a la defensiva.
  • No entender por qué quieres terminar la amistad.
  • Tratar de manipularte para que vuelvas a ser su amigo.

Lo mejor es estar preparado para cada una de estas posibilidades, pero ten en cuenta que es posible que no sepas cómo te sentirás hasta que te pongas en situación. Puede que te sorprenda saber que una amistad puede salvarse o convertirse en otra cosa.

Romper una amistad puede ser tan estresante y emocionalmente agotador como terminar una relación romántica. Asegúrate de ser bueno contigo mismo después. Es normal sentirse triste, frustrado o enfadado.

Mantente al tanto de tu salud mental para asegurarte de que el fin de la amistad no te cause problemas de salud física o una menor resistencia al estrés. Al igual que un divorcio, la ruptura de una amistad se hará más fácil con el tiempo.

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