Todos tenemos momentos en los que nos sentimos inadecuados o insuficientes en comparación con los demás, ya sea porque no alcanzamos nuestros objetivos en el trabajo, porque sacamos una mala nota en un examen o porque nos sentimos menos realizados que nuestros compañeros. Cuando éramos niños, puede que nos comparáramos con el estudiante que sacaba sobresaliente, o con los compañeros de clase que eran más rápidos o que cantaban mejor.

Sentirse inadecuado a veces es completamente normal, a veces incluso puede animarnos a mejorar. Es humano sentirse un poco inferior a veces, y en cierto modo puede ser incluso necesario y humillante. Al fin y al cabo, si no cometes errores y aprendes de ellos, nunca podrás crecer y mejorar. Sin embargo, sentirse inadecuado puede llevar a algunos de nosotros a consumirse por una sensación de fracaso o de baja autoestima que nos lleva a rumiar o a despreciarnos. Aunque a veces un sentimiento de inferioridad puede impulsarnos a avanzar, otras veces podemos quedarnos “atrapados” en esos sentimientos de inferioridad, lo que puede convertirse en un problema importante. Si los sentimientos de inferioridad personal parecen apoderarse de su vida y le dificultan el funcionamiento o el logro de sus objetivos, puede estar sufriendo un complejo de inferioridad.

¿Qué es el complejo de inferioridad?

Aunque el término “complejo de inferioridad” se utiliza a menudo en broma en la cultura popular y no es un diagnóstico de salud mental, es un fenómeno real. Las personas que sufren complejo de inferioridad tienen una autoestima crónicamente baja, y a menudo se abruman con comentarios de autodesprecio, que se convencen a sí mismos de que son razonables. Este fenómeno puede ser debilitante para quienes lo experimentan.

La Asociación Americana de Psicología define el complejo de inferioridad como “un sentimiento básico de inadecuación e inseguridad, derivado de una deficiencia física o psicológica real o imaginaria”. En el fondo, es un sentimiento utilizado para denotar una fuerte sensación de ser menos que. Un complejo de inferioridad puede compararse con un “complejo de superioridad”, en el que un individuo tiene una “opinión exagerada de sus capacidades y logros”.

Por supuesto, cuando se trata de sentimientos de inferioridad y superioridad, es un poco la situación del “huevo y la gallina”. Los complejos de superioridad suelen formarse como reacción a los sentimientos de inferioridad, es decir, las personas que muestran síntomas de complejos de superioridad suelen hacerlo para compensar sus profundos sentimientos de inadecuación.

A menudo, los complejos de inferioridad se desarrollan en la infancia debido a experiencias invalidantes, o a haber sido criado en una familia que influye en que uno se sienta inferior o no lo suficientemente bueno. Dado que los complejos de inferioridad son subconscientes y conducen a una amplia gama de pensamientos negativos, se manifiestan en las personas de forma muy diferente. Sin embargo, hay una serie de síntomas que acompañan a los complejos de inferioridad a los que hay que prestar atención.

“El complejo de inferioridad es un intenso sentimiento de inadecuación personal que surge de la creencia de que la persona es deficiente o tiene ciertas limitaciones en comparación con los demás”, explica la psiquiatra certificada Nereida González-Berríos, M.D.

Las personas con este complejo suelen compararse con los demás y creen constantemente que no son lo suficientemente buenas, dice. “Se trata de una creencia errónea de que la persona posee cosas que pueden afectar al bienestar mental y a la vida social. Sienten que no serán capaces de afrontar ciertos aspectos de su vida debido a alguna deficiencia física o psicológica real o imaginaria.”

La idea de un fracaso inminente puede convertirse en una profecía autocumplida, porque una persona que lucha con un complejo de inferioridad puede despreciar por completo sus cualidades positivas y autosabotearse.

Para averiguar si tus sentimientos de duda sobre ti mismo serían lo que Adler consideraba un complejo de inferioridad, es importante investigar las causas que están detrás de los sentimientos de inadecuación. Se afirma que una autoestima extremadamente baja podría estar relacionada con la depresión clínica o la ansiedad, que pueden tratarse con terapia de conversación o medicación.

Causas del complejo de inferioridad

El término “complejo de inferioridad” fue acuñado a principios del siglo XX por el psicólogo australiano Alfred Adler. Adler sentía curiosidad por comprender por qué algunas personas carecen de las motivaciones necesarias para lograr sus objetivos y expuso su creencia de que todos nacemos con cierta cantidad de inferioridad personal, aprendida en la infancia, y que todos tenemos un impulso innato para superar este sentimiento de inferioridad. Sin embargo, los psicólogos modernos, como el doctor James E. Maddux, se alejan en gran medida del término complejo de inferioridad; el complejo de inferioridad se denomina ahora clínicamente baja autoestima.

Además, los psicólogos de hoy en día creen que los complejos de inferioridad en toda regla no se basan únicamente en las experiencias de la infancia, sino que suelen ser el resultado de una combinación de factores, entre ellos:

  • Experiencias de la infancia.
  • Experiencias que tenemos como adultos.
  • Rasgos de personalidad.
  • Mensajes culturales que recibimos sobre nuestra percepción de insuficiencia.

Causas del COMPLEJO de INFERIORIDAD

Signos y síntomas de un complejo de inferioridad

¿Cómo sabe que tiene un complejo de inferioridad? Bueno, por lo general lo sabrás fácilmente, porque probablemente te consuman los sentimientos de baja autoestima y la imagen negativa de ti mismo. A veces, sin embargo, los síntomas no son tan obvios, especialmente si has desarrollado una mentalidad de superioridad sobrecompensada para compensar tus sentimientos de inferioridad.

El doctor Martin E. Ford, profesor y decano asociado de la Facultad de Educación y Desarrollo Humano de la Universidad George Mason, aclara que la clave para experimentar un complejo de inferioridad es reconocer cómo se responde a los sentimientos de inferioridad. ¿Le dan energía para lograr sus objetivos? ¿Le hacen rumiar? ¿O le provocan sentimientos de celos, que le impulsan a menospreciar a los demás para sentirse mejor con usted mismo? Cuando estas respuestas negativas se convierten en un patrón, es cuando puede aplicarse el término “complejo de inferioridad”.

Si padeces este tipo de problema de salud mental, aquí tienes algunas de las cosas más comunes que puedes experimentar:

  • Inseguridad y baja autoestima.
  • Incapacidad para alcanzar sus objetivos, o sentirse “atascado”.
  • Querer rendirse fácilmente.
  • Asumir lo peor.
  • Sentir la necesidad de retirarse en situaciones sociales.
  • Sentirse a menudo deprimido.
  • Experimentar ansiedad y depresión.
  • Ser sensible a las críticas.
  • No tomar en serio los cumplidos.

Los siguientes son también signos de un complejo de inferioridad, aunque a menudo se confunden con alguien que parece demasiado seguro de sí mismo:

  • Competitividad excesiva.
  • Perfeccionismo.
  • Búsqueda de atención.
  • Muy sensible a las críticas.
  • Encontrar constantemente defectos en los demás.
  • Le cuesta admitir los errores.
  • Sentirse bien con uno mismo cuando lo hace mejor que los demás.

Los pasos que se mencionan en esta guía te ayudaran a identificar las dificultades que te atrapan en la baja autoestima y poderla elevar con una serie de pasos que te guiaran hasta llegar a amarse a si mismo.

Cómo superar el complejo

El tratamiento de la raíz de la patología -ya sea ansiedad, depresión, problemas sistémicos o cualquier otra cosa- aliviará los síntomas y minimizará los efectos de la baja autoestima o los sentimientos de inferioridad. Dependiendo de la causa subyacente, la psicoterapia o los tratamientos médicos podrían mejorar realmente la calidad de vida de una persona y, por tanto, su autopercepción.

En la psicoterapia o terapia conversacional, un psicólogo capacitado cultivaría una relación con la persona en cuestión y escucharía atentamente su autoconversión. Un terapeuta sabe cómo tratar la baja autoestima y -a diferencia de los familiares y amigos bienintencionados- no se limitaría a descartar el diálogo interior preocupante. En su lugar, los psicólogos trabajarían con la persona para desafiar su pensamiento proporcionándole contrapuntos para que reconsidere las ideas distorsionadas que arrastra sobre su valía, valor o capacidades en comparación con los demás.

“Si tienen una razón más biológica, entonces la medicación puede ayudar mucho”, añade Javanbakht, señalando que podría ser necesario un psiquiatra para prescribir la mejor solución.

Además, González-Berríos afirma que aprender a superar el complejo de inferioridad consiste en aprender habilidades de afrontamiento que reduzcan el malestar mental. Algunos ejemplos:

Hazte una autoconversación positiva con regularidad, como “soy lo suficientemente bueno”, “soy capaz de hacer muchas cosas que otros no pueden” o “puedo lograr las cosas a mi manera”. (Sólo asegúrese de que realmente cree que las afirmaciones son correctas; de lo contrario, no servirán de nada).

Identifique los desencadenantes. A continuación, elimine los que pueda controlar y trabaje con un profesional para abordar de la mejor manera posible las reacciones no deseadas a las situaciones que no puede controlar.

  • Practique el amor propio y establezca límites en las relaciones.
  • No te compares con los demás.
  • Mantén el contacto con personas positivas que puedan ayudarte a desarrollar una mentalidad positiva.
  • Sea autocompasivo para disminuir sus sentimientos de insuficiencia e inadecuación.
  • Comparta sus puntos de vista y opiniones con los demás. Sé asertivo y haz que la gente sepa lo que vales.
  • Enfréntate a tus miedos más profundos y elimínalos en lugar de esconderte de ellos.
  • Controle la alimentación, el sueño y el ejercicio para mantenerse emocionalmente equilibrado.

Tratamiento del complejo de inferioridad

Los complejos de inferioridad no sólo pueden perjudicarle a usted, sino también a quienes le rodean. Además, dado que el desarrollo de un complejo de inferioridad puede conducir a trastornos de salud mental como la ansiedad y la depresión, es importante buscar ayuda si sientes que estás luchando con este tipo de condición de salud mental o encontrar otras formas efectivas de trabajar con tus sentimientos.

Terapia

La psicoterapia es un buen punto de partida para superar el complejo de inferioridad. El terapeuta puede ayudarle a superar sus experiencias pasadas con la crítica, la baja autoestima o los traumas que puedan haber conformado su imagen negativa de sí mismo.

Juntos, usted y su terapeuta trabajarán para comprender los mensajes que recibió de niño sobre sus insuficiencias y cómo los afrontó en el pasado. Podéis hablar de cualquier patrón de pensamiento perjudicial y pensar en formas de reformar la imagen que tienes de ti mismo y reconstruir la confianza en ti mismo.

Estas conversaciones pueden ser difíciles; enfrentarse a algunos de los orígenes de tu complejo de inferioridad no siempre es un camino fácil, y puede llevar tiempo sentir que estás progresando. Ten en cuenta que muchas personas han sufrido complejos de inferioridad en algún momento de su vida, y que es posible volver a sentirse más seguro de sí mismo con terapia.

Meditación y diario

Además de la terapia, puede ser útil probar la meditación de atención plena y llevar un diario. Ambas actividades pueden ser valiosas para ayudarte a estar más en sintonía contigo mismo. Te ayudarán a empezar a comprender cuáles han sido algunos de tus patrones de pensamiento en torno a la imagen que tienes de ti mismo y dónde se originan tus sentimientos de inferioridad, y podrás empezar a trabajar hacia una mentalidad más sana y afirmativa.

Amor propio

La consejera profesional licenciada Nickia Lower, MHS, NCC, sugiere conectar con uno mismo a través de palabras positivas de afirmación, que pueden ayudar a ahogar cualquier sentimiento negativo. La autoconversación positiva puede ayudarte a levantarte cuando te sientas mal.

Amor propio COMPLEJO de INFERIORIDAD

Seleccionar el grupo

Marcarse el objetivo de rodearse de personas más positivas y edificantes también puede suponer una gran diferencia. Las relaciones negativas o tóxicas pueden llevarnos al fracaso, especialmente si eres especialmente sensible a las personas que te desaniman constantemente o si tienes un historial de relaciones difíciles.

Lo que hay que tener en cuenta

Todo el mundo tiene sus puntos fuertes y débiles; no hay razón para que nadie se sienta menos seguro de sí mismo que los demás. La conclusión es que vivir con un complejo de inferioridad no es algo que tengas que aguantar. Es algo de lo que puedes liberarte, y te mereces tener una autoestima sana que te permita volver a sentirte fuerte, feliz y seguro de ti mismo.

Si tus sentimientos de inseguridad provienen de tu infancia, considera la posibilidad de hacer un trabajo con tu niño interior para empezar a curar esas heridas de la vida temprana.

Si la causa de fondo es realmente la opresión sistémica, participar en la defensa (y autodefensa) contra la injusticia social también puede contribuir a la curación individual y colectiva.

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