Ambos son formas de trastorno antisocial de la personalidad.
“Sociópata” es un término que la gente utiliza, a menudo de forma arbitraria, para describir a alguien que aparentemente no tiene conciencia. En la mayoría de los casos, es una descripción lanzada alegremente para etiquetar a una persona como odiosa o digna de odio. Lo mismo ocurre con el término “psicópata”, que para mucha gente sugiere un sociópata que es simplemente más peligroso, como un asesino en masa.
Desde una perspectiva clínica, las personas sociópatas o psicópatas son aquellas que presentan las características del trastorno de personalidad antisocial (TAP), tipificado por el desprecio generalizado de los derechos y/o sentimientos de los demás. La sociopatía y la psicopatía se consideran dos tipos de TPA.
Aunque los términos “sociópata” y “psicópata” suelen utilizarse indistintamente, cada uno tiene sus propias líneas claras de distinción que pueden describirse a grandes rasgos.
¿Qué es un psicópata?
El término “psicópata” se utilizaba originalmente para describir a los individuos que eran engañosos, manipuladores e indiferentes. Con el tiempo se cambió a “sociópata” para abarcar el hecho de que estos individuos perjudican a la sociedad en su conjunto. Pero con el paso de los años, muchos investigadores han vuelto a utilizar la palabra psicópata.
Sin embargo, es importante señalar que un psicópata probablemente sería diagnosticado con un trastorno antisocial de la personalidad, una condición de salud mental más amplia que se utiliza para describir a las personas que actúan crónicamente y rompen las reglas. Pero sólo un pequeño número de individuos con trastorno antisocial de la personalidad se consideran psicópatas.1
El comportamiento psicopático varía mucho de un individuo a otro. Algunos son delincuentes sexuales y asesinos. Pero otros pueden ser líderes de éxito. Todo depende de sus rasgos.
¿Cuáles son los rasgos comunes de la psicopatía?
Es importante distinguir entre psicópatas e individuos con rasgos psicopáticos. Es posible mostrar varios rasgos psicopáticos sin ser un verdadero psicópata.
Los individuos con rasgos psicopáticos no necesariamente tienen un comportamiento psicopático. Sólo los individuos con rasgos psicopáticos que también muestran un comportamiento antisocial se consideran psicópatas.
Un estudio reveló que alrededor del 29% de la población general presenta uno o más rasgos psicopáticos. Sin embargo, sólo el 0,6% de la población puede encajar en la definición de psicópata.
Los rasgos psicopáticos pueden surgir durante la infancia y empeorar con el tiempo. Estos son algunos de los signos más comunes de un psicópata:
Encanto superficial
Los psicópatas suelen ser simpáticos en la superficie. Suelen ser buenos conversadores y comparten historias que les hacen quedar bien. También pueden ser divertidos y carismáticos.
Necesidad de estimulación
A los psicópatas les encanta la emoción. Les gusta tener acción constante en sus vidas, y con frecuencia quieren vivir en el “carril rápido”. A menudo, su necesidad de estimulación implica romper las reglas. Puede que disfruten de la emoción de salirse con la suya, o incluso puede que les guste el hecho de que les puedan “pillar” en cualquier momento. En consecuencia, a menudo les cuesta mantenerse ocupados en tareas aburridas o repetitivas, y pueden ser intolerantes con las rutinas.
Mentiras patológicas
Los psicópatas dicen mentiras para quedar bien y salir de los problemas. Pero también mienten para encubrir sus mentiras anteriores. A veces tienen dificultades para mantener sus historias, ya que olvidan lo que han dicho. Si alguien les cuestiona, simplemente cambian su historia de nuevo o reelaboran los hechos para adaptarlos a la situación.
Sentido grandioso de la autoestima
Los psicópatas tienen una visión inflada de sí mismos. Se ven a sí mismos como importantes y con derecho. A menudo se sienten justificados para vivir según sus propias reglas, y piensan que las leyes no se aplican a ellos.
Manipuladores
Los psicópatas son muy buenos para conseguir que otras personas hagan lo que ellos quieren. Pueden jugar con la culpa de una persona mientras mienten para conseguir que otra haga su trabajo por ellos.
Falta de remordimiento
A los psicópatas no les importa cómo su comportamiento afecta a otras personas. Pueden olvidarse de algo que hiere a alguien, o pueden insistir en que los demás están exagerando cuando se hieren sus sentimientos. En última instancia, no sienten ninguna culpa por causar dolor a la gente. De hecho, suelen racionalizar su comportamiento y culpar a otras personas.
Afecto superficial
los psicópatas no muestran muchas emociones, al menos no genuinas. Pueden parecer fríos y poco emotivos la mayor parte del tiempo. Pero cuando les conviene, pueden exhibir una muestra dramática de sentimientos. Suelen ser de corta duración y bastante superficiales. Por ejemplo, pueden mostrar ira si pueden intimidar a alguien, o pueden mostrar tristeza para manipular a alguien. Pero no experimentan realmente estas emociones.
Falta de empatía
a los psicópatas les cuesta entender cómo otra persona puede sentir miedo, tristeza o ansiedad. Simplemente no tiene sentido para ellos, ya que no son capaces de leer a las personas. Son completamente indiferentes a las personas que sufren, incluso cuando se trata de un amigo cercano o un familiar.
Estilo de vida parasitario
Los psicópatas pueden tener historias tristes acerca de por qué no pueden ganar dinero, o pueden informar a menudo de que son víctimas de otros. Entonces, se aprovechan de la amabilidad de los demás al depender económicamente de ellos. Utilizan a la gente para conseguir lo que puedan sin tener en cuenta cómo se puede sentir una persona.
Controles de conducta deficientes
los psicópatas tienen dificultades para seguir las normas, las leyes y las políticas la mayor parte del tiempo. Aunque se propongan seguir las normas, no suelen atenerse a ellas durante mucho tiempo.
Comportamiento sexual promiscuo
Como no se preocupan por la gente que les rodea, los psicópatas son propensos a engañar a sus parejas. Pueden mantener relaciones sexuales sin protección con extraños. O pueden utilizar el sexo como una forma de conseguir lo que quieren. El sexo nunca es un acto emocional o amoroso para ellos.
Problemas tempranos de comportamiento
La mayoría de los psicópatas muestran problemas de comportamiento a una edad temprana. Pueden hacer trampa, faltar a la escuela, cometer actos de vandalismo, abusar de sustancias o volverse violentos. Su mal comportamiento tiende a aumentar con el tiempo y es más grave que el de sus compañeros.
Falta de objetivos realistas a largo plazo
el objetivo de un psicópata puede ser hacerse rico o ser famoso. Pero, a menudo, tienen poca idea de cómo hacer que estas cosas sucedan. En su lugar, insisten en que de alguna manera conseguirán lo que quieren sin esforzarse por conseguirlo.
Impulsividad
Los psicópatas responden a las cosas según lo que sienten. No dedican tiempo a pensar en los posibles riesgos y beneficios de sus elecciones. En su lugar, quieren una gratificación inmediata. Por eso pueden dejar un trabajo, terminar una relación, mudarse a una nueva ciudad o comprar un coche nuevo por capricho.
Falta de responsabilidad
Las promesas no significan nada para los psicópatas. Ya sea que prometan pagar un préstamo o firmar un contrato, no son dignos de confianza. Pueden ignorar los pagos de la manutención de los hijos, endeudarse profundamente u olvidarse de sus obligaciones y compromisos.
Los psicópatas no aceptan la responsabilidad de los problemas en sus vidas. Consideran que sus problemas son siempre culpa de otros. Frecuentemente juegan el papel de víctimas y disfrutan compartiendo historias sobre cómo otros se han aprovechado de ellos.
Muchas relaciones matrimoniales
Los psicópatas pueden casarse porque les conviene. Por ejemplo, pueden querer gastar los ingresos de su pareja o compartir sus deudas con otra persona. Pero su comportamiento suele conducir a frecuentes divorcios, ya que sus parejas acaban viéndolos con más acierto.
Versatilidad criminal
Los psicópatas tienden a ver las reglas como sugerencias, y suelen ver las leyes como restricciones que les frenan. Sus conductas delictivas suelen ser muy variadas. Las infracciones al volante, las violaciones financieras y los actos de violencia son sólo algunos ejemplos de la gama de delitos que pueden cometer. Por supuesto, no todos son encarcelados. Algunos pueden operar bajo negocios turbios o realizar prácticas poco éticas que no conducen a un arresto.
Revocación de la libertad condicional
La mayoría de los psicópatas no respetan las reglas de la libertad condicional cuando salen de la cárcel. Pueden pensar que no serán atrapados de nuevo. O pueden encontrar formas de excusar su comportamiento. Incluso pueden culpar a otras personas de “haber sido atrapados”.
Hoy en día varias relaciones entre parejas o personas están invadidas por la violencia. En esta conferencia el objetivo es: Aprender a identificar la violencia psicológica en todas sus formas, diferenciándola de las opiniones sanas y constructivas, así como conocer la forma de poner límites sanos a las conductas agresivas hacia tu persona, que no necesariamente terminan en golpes.
¿Qué es un sociópata?
Un sociópata es un término utilizado para describir a alguien que padece un trastorno de personalidad antisocial (ASPD). Las personas con ASPD no pueden entender los sentimientos de los demás. Suelen romper las reglas o tomar decisiones impulsivas sin sentirse culpables por el daño que causan.
Las personas con ASPD también pueden utilizar “juegos mentales” para controlar a amigos, familiares, compañeros de trabajo e incluso extraños. También pueden ser percibidos como carismáticos o encantadores.
Los patrones de comportamiento consistentes en los sociópatas incluyen:
- Falta de empatía por los demás.
- Comportamiento impulsivo.
- Intentar controlar a los demás con amenazas o agresiones.
- Utilizar la inteligencia, el encanto o el carisma para manipular a los demás.
- No aprender de los errores ni de los castigos.
- Mentir para obtener un beneficio personal.
- Mostrar tendencia a la violencia física y a las peleas.
- Relaciones generalmente superficiales.
- A veces, robar o cometer otros delitos.
- Amenazar con el suicidio para manipular sin intención de actuar.
- A veces, abusar de las drogas o el alcohol.
- Problemas con las responsabilidades, como el trabajo, el pago de las facturas, etc.
La diferencia entre sociópata y psicópata
Mientras que los psicópatas se clasifican como personas con poca o ninguna conciencia, los sociópatas tienen una capacidad limitada, aunque débil, de sentir empatía y remordimientos. Los psicópatas pueden seguir, y de hecho lo hacen, las convenciones sociales cuando les conviene. Los sociópatas son más propensos a perder los estribos y reaccionar violentamente cuando se enfrentan a las consecuencias de sus actos.
Sociópata
- Dejar claro que no les importa lo que sienten los demás.
- Se comportan de forma impulsiva y exaltada.
- Son propensos a ataques de ira y rabia.
- Reconocen lo que hacen, pero racionalizan su comportamiento.
- No pueden mantener una vida laboral y familiar regular.
- Pueden crear vínculos afectivos, pero es difícil.
Psicópata
- Finge que le importa.
- Muestran un comportamiento de corazón frío.
- No reconocen la angustia de los demás.
- Tiene relaciones superficiales y falsas.
- Mantienen una vida normal como tapadera de su actividad delictiva.
- No logran establecer vínculos emocionales genuinos.
- Pueden amar a la gente a su manera.
Willem H.J. Martens sostiene en su famoso artículo “El sufrimiento oculto del psicópata” que los psicópatas sufren a veces dolor emocional y soledad. La mayoría han llevado vidas llenas de dolor y tienen una incapacidad para confiar en la gente, pero como todos los seres humanos del planeta, ellos también quieren ser amados y aceptados.
Sin embargo, su propio comportamiento lo hace extremadamente difícil, si no imposible, y la mayoría es consciente de ello. Algunos se sienten tristes por las acciones que no pueden controlar porque saben que les aísla aún más de los demás.
Acercamiento a la violencia
Aunque es común pensar que los sociópatas y psicópatas son intrínsecamente peligrosos, esto es más una construcción de un drama televisivo que un verdadero reflejo del trastorno. La violencia, aunque ciertamente es posible, no es una característica inherente ni a la sociopatía ni a la psicopatía.
Dicho esto, las personas con TPA suelen hacer todo lo posible para manipular a los demás, ya sea para encantarlos, desarmarlos o asustarlos, con el fin de conseguir lo que quieren. Cuando los psicópatas se vuelven violentos, como en el caso de Jeffrey Dahmer, es tan probable que se hagan daño a sí mismos como a los demás.
Orígenes y desarrollo
Hay quien dice que “los sociópatas se hacen y los psicópatas nacen”, pero esta caracterización puede ser demasiado amplia. Si bien es cierto que se cree que la psicopatía tiene componentes genéticos (quizás causados por el subdesarrollo de las partes del cerebro que regulan la emoción y la impulsividad), es evidente que hay otros factores que contribuyen a este trastorno del comportamiento.
Un estudio muy reconocido sobre la psicopatía sugirió que los psicópatas suelen tener un historial de vida familiar inestable y/o se criaron en barrios pobres propensos a la violencia. Muchos han tenido padres que abusaban de las sustancias y que no les proporcionaron orientación o atención parental.
Esto suele traducirse en relaciones inestables y fracasadas en la edad adulta y en una sensación obsesiva de que le han “robado” las oportunidades y ventajas que tienen los demás. La sociopatía también suele estar asociada a experiencias infantiles perjudiciales, como el abuso sexual, la violencia física o la inestabilidad de los padres.
Esta diferenciación puede sugerir que la naturaleza juega un papel más importante en la creación de un psicópata que de un sociópata. Esto es apoyado en parte por una revisión de 2014 de los estudios en los que hasta un tercio de las personas diagnosticadas con sociopatía esencialmente “abandonan” su comportamiento antisocial en la vida posterior y desarrollan relaciones bien adaptadas.
Diagnóstico
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) clasifica el TPA por una serie de rasgos de personalidad y comportamiento que describen cómo funciona una persona, cómo se relaciona con los demás y cómo esas creencias se expresan mediante acciones.
Características de autofuncionamiento
Las características de autofuncionamiento son las que reflejan cómo es una persona y cómo ve sus acciones u objetivos. Para ser diagnosticado con APD, debe mostrar todas las características siguientes:
- Obtención de la autoestima a partir del poder, el beneficio personal o el placer.
- Egocentrismo.
- Establecer objetivos basados en la gratificación personal con poca consideración de la ley o la ética.
Características interpersonales
Las características interpersonales son las que describen la forma en que una persona interactúa con los demás en general. También debe mostrar estos rasgos para que se le diagnostique el TPA:
Una falta de empatía por el sufrimiento o el dolor de otras personas o cuando se enfrenta al dolor o la ira de las personas que ha manipulado
La incapacidad de tener una relación verdaderamente íntima desde el punto de vista emocional debido al instinto de control (mediante la dominación o la intimidación), la coacción o el engaño
Características conductuales a evaluar por el especialista
Las características conductuales completan el diagnóstico clínico describiendo el camino que tomará la persona para controlar, coaccionar o engañar, como, por ejemplo
- Una fuerte tendencia a ignorar los compromisos, las promesas y los acuerdos, incluidos los financieros.
- Dificultad para hacer planes, prefiriendo creer que es capaz de sortear ágilmente los problemas a medida que van apareciendo.
- No es infrecuente que alguien con APD se vea envuelto en peleas o agresiones repetidas.
- Mentir como medio para obtener una entrada o ventaja social, como proclamarse un héroe de guerra condecorado cuando nunca ha servido.
- Tomar decisiones de forma improvisada sin tener en cuenta las consecuencias si se quiere conseguir un objetivo inmediato.
- Enfado o irritabilidad persistentes, incluso por cosas pequeñas, así como un comportamiento mezquino y rencoroso.
- Reaccionar con insensibilidad, agresividad, falta de remordimiento o incluso sadismo cuando se enfrentan a las consecuencias de sus acciones.
- Asumir riesgos, aburrirse con facilidad y la capacidad de ignorar los límites personales y justificar incluso las acciones más escandalosas.
- La manipulación emocional de los demás -por ejemplo, fingir que se está interesado en alguien simplemente para conseguir un objetivo.