El juego dramático es un término que se refiere a los juegos cotidianos de fantasía que los niños disfrutan de forma natural. Desde disfrazarse hasta jugar a las muñecas o a los superhéroes, el juego dramático implica diferentes tipos de juegos y actividades a diferentes edades.

Dependiendo de su edad o de sus intereses, tu hijo puede incorporar elaborados accesorios y unirse a sus amigos para asumir complejos papeles en una historia; o puede imaginar tranquilamente escenarios sencillos que no requieren muñecos, juguetes, disfraces ni otras personas.

Es adorable ver a los niños jugar a estos juegos, pero lo que está presenciando cuando ve a su hijo en pleno juego dramático no es sólo algo bonito. El juego dramático es realmente importante para el desarrollo de tu hijo, ya que favorece sus habilidades intelectuales y verbales.

Cómo fomentar el juego dramático

El juego dramático es algo natural para los niños, pero en una época de constantes estímulos, televisión, juegos electrónicos y actividades organizadas, es posible que los niños pequeños tengan un tiempo limitado para desplegar su imaginación. Para ayudar a su hijo a aprovechar los beneficios de los juegos imaginativos, pruebe estos rápidos consejos:

Deje que su hijo pequeño tenga tiempo y espacio para jugar de forma independiente e iniciar sus propios juegos dramáticos. Esto puede significar apagar el televisor, retirar los juguetes electrónicos de la zona de juego y dejar que tu pequeño explore sus juguetes sin guía ni intervención.

Estate dispuesta a participar, al menos ocasionalmente, en algunos de sus juegos de fantasía. Por ejemplo, puedes unirte a una fiesta de té o ayudarle a vestirse de vaquero, pero sólo participa si te lo piden.

Ten a mano algunos accesorios clave para el juego dramático. En realidad, los niños no necesitan mucho para crear mundos imaginarios y elaboradas historias. A mi hijo le encanta convertir las tazas y los cuencos de mi despensa en castillos y pistas de carreras para sus coches. Pero también pasa largos periodos de tiempo “hablando” mientras construye mundos con sus bloques Lego Duplo, y cuando estoy preparando la cena, llevo la cocina de juguete a la cocina real para que pueda cocinar conmigo. Este tipo de juguetes fomentan las actividades creativas y el juego imaginativo.

Intenta organizar momentos para que tu hijo se relacione con otros niños. Si tu hijo está en una guardería o tiene hermanos, ya tienes cubierto este aspecto, pero para los demás niños, quizá quieras unirte a un grupo de juego o crearlo. Aunque la interacción social no es un componente necesario para el juego dramático, añade un elemento al juego que ayuda a desarrollar el lenguaje y las habilidades sociales.

El juego dramático también se conoce como juego simbólico, juego imaginativo y juego creativo. Por ejemplo, un niño al que le encanta disfrazarse de mamá y dar de comer a sus muñecas como parte del juego dramático o un niño pequeño que se imagina que es un buzo o un superhéroe.

Imaginación y desarrollo intelectual

Durante el juego dramático, los niños pequeños tienen la oportunidad de revivir escenas de su propia vida, cosas que han presenciado o en las que han participado. Así, puede que veas a tu hijo pequeño sirviendo la comida a sus “bebés” igual que tú o dando vueltas por la habitación como la princesa de la película que acaba de ver.

Imaginacion y desarrollo intelectual en el juego dramatico

Esto es una señal de que tu hijo empieza a ser capaz de retener imágenes en su cabeza. Es el primer paso hacia un juego más complejo y el pensamiento simbólico, que notarás en actividades como:

Participar en juegos complejos con otros niños

Alrededor de los 3 años, los niños empiezan a alejarse del juego paralelo y comienzan a interactuar con sus compañeros y a participar en juegos complejos en los que colaboran y tienen una perspectiva compartida. Esto les permite practicar interacciones más adultas. Es una de las formas en que intentan dar sentido al mundo que les rodea. Por ejemplo, su hijo puede hacer de profesor mientras sus amigos hacen de alumnos. Puede dirigirles en una canción favorita, “enseñarles” una lección o declarar que es hora de jugar… y todo ello mientras mejora su capacidad de comunicación y de pensamiento lógico.

Imitar a otros

Al principio, tu hijo puede imitar tus acciones exactas, pero a medida que desarrolla un pensamiento más avanzado, no se limitará a recrear lo que ha visto, sino que creará nuevas versiones de una historia. Así, al principio, puede fingir que va de compras como mamá, y más tarde puede poner en fila a sus animales de peluche e ir a comprar mascotas.

Practicar el pensamiento de alto nivel

Lo que diferencia el juego dramático de otros juegos más pasivos es que tu hijo participa en la creación espontánea de algo nuevo. Es una actividad aparentemente sencilla que requiere que los niños pequeños planifiquen, organicen y resuelvan problemas.

Practicar el pensamiento de alto nivel en el juego dramatico

Utilizar la creatividad

Tu hijo puede revivir la misma historia una y otra vez, aportando cada vez algo diferente al escenario para hacerlo mejor o diferente.

Utilizar objetos de juego para sustituir cosas reales

Así, un cuenco se convierte en un sombrero o un palo en un teléfono.

Tu hijo también puede empezar a intentar entretenerte con estos juegos. La primera vez que tu pequeño corra por la casa simulando ser un tren te hará reír, así que seguro que intentará hacer eso y cosas similares una y otra vez para obtener esa misma respuesta.

La fantasía y las habilidades verbales

Los juegos imaginativos ayudan a los niños pequeños a agudizar sus habilidades verbales porque les dan la oportunidad de utilizarlas. Compara un juego en el que tu hijo pequeño finge que examina un oso de peluche como si fuera un médico.

Puede (quizás con simples palabras) decirle al oso que abra la boca o hacerle saber que viene una inyección. Compáralo con una actividad como lanzar una pelota o ver un vídeo en la que no necesita utilizar palabras.

Guía de actividades de estimulación y juegos, para niños desde 0 a 12 años, para fomentar y desarrollar las áreas cognitivas, motriz, del lenguaje y socio emocional, promoviendo más el juego que es su manera de aprendizaje y menos equipos electrónicos, fortaleciendo el vínculo afectivo y entre padres e hijos.

Signos de desarrollo de habilidades verbales durante el juego dramático

Signos de desarrollo de habilidades verbales durante el juego dramatico

Hacer asociaciones entre objetos

A medida que los niños pequeños manipulan juguetes al azar y los organizan en un juego o una historia, empiezan a agrupar los objetos en su cabeza. Los estudios demuestran que el juego dramático parece ayudar a los niños a ser capaces de crear asociaciones comunes e inusuales entre los objetos de juego.

Por ejemplo, es posible que tu hijo vea naturalmente una conexión entre todas las tazas y cucharas de un juego de té, pero también empezará a ver una conexión entre el plato de ese juego de té y el disco plano redondo que formaba parte de un juego de mesa que sacó durante el tiempo de juego. Este es el comienzo de su capacidad para utilizar palabras descriptivas comunes para objetos similares.

Hablar en voz alta

Intenta ver a tu hijo a escondidas mientras juega de forma independiente. Sin necesidad de la intervención o la orientación de un adulto, es posible que se dedique a contar historias o a pensar en voz alta de forma desinhibida.

Los investigadores llaman a esto “habla egocéntrica” porque todo gira en torno a su hijo: No le importa lo que los demás tengan que decir o necesiten, está en su propio mundo. Esto permite a tu hijo escuchar su propia vocalización de las palabras y jugar con los sonidos de las palabras por sí mismo. Esto puede animar al niño a experimentar con las palabras (ya sean reales o inventadas) y a adquirir confianza con su propio discurso.

Hablar más

Se ha realizado una cantidad sorprendente de estudios sobre el juego de simulación entre los niños, y una de las cosas que se han visto repetidamente es que un niño que empieza a narrar y a construir sobre una historia hablará más y más.

Puede que simplemente les emocione el sonido de su propia voz o, como en el caso de los niños mayores, puede que queden atrapados en la historia y sigan añadiendo cosas. Los niños que tienen mucho tiempo para practicar el habla en estas situaciones imaginativas pueden hablar también más en las conversaciones cotidianas.

Hablas mas como contar historias lo desarrolla el juego dramatico

Permita el juego a los disfraces para los niños

¿Alguna vez has deseado ser otra persona, aunque sea por un rato? Cuando los niños juegan a “disfrazarse”, tu hijo de preescolar puede ser quien quiera, desde un superhéroe hasta el rey del castillo. Y aunque jugar a disfrazarse es una actividad increíblemente divertida para los niños pequeños, también es muy importante, ya que les ayuda a desarrollar su vocabulario y su confianza. A continuación, te explicamos cómo sacarle el máximo partido.

Por qué es inteligente jugar a disfrazarse

Hay una razón por la que en la mayoría de las aulas de preescolar encontrarás una caja de ropa para jugar a disfrazarse. Porque los maestros de preescolar saben que cuando los niños utilizan su imaginación, también están trabajando una serie de otros importantes músculos académicos y emocionales. Cuando su hija se pone el “guardapolvo” (pijama) y revisa sus muñecas utilizando un “estetoscopio” (para mi hija era una cinta para el pelo) su mente va a mil por hora, practicando lo que ella misma ha experimentado docenas de veces. Cuando se imagina a sí mismo como piloto de carreras, en realidad está aprendiendo -no a conducir, por supuesto- sino las acciones de sentarse en un coche, abrocharse el cinturón de seguridad y poner la llave en el contacto.

Y lo más probable es que tu hijo no esté callado cuando juega a disfrazarse. Si el escenario del momento es un restaurante, están hablando de las bebidas y la comida y la cocina y el pedido de la mesa dos que tienen que tomar. Si está en la luna, buscando marcianos con un colador/casco espacial en la cabeza, tiene que averiguar dónde aterrizar su cohete y detrás de qué color se esconde el alienígena. Aunque tu hijo esté callado mientras juega a disfrazarse, puedes apostar a que su imaginación va a toda máquina.

Los juegos de rol, sobre todo cuando se realizan con otros niños, fomentan la toma de turnos, la cooperación y la socialización. Los niños que dejan volar su imaginación se convierten en adultos en grandes solucionadores de problemas.

¿Por qué? Porque el pensamiento creativo crece con el uso y la práctica, y mientras que tratar de averiguar cómo rescatar a los muñecos de los malos no te parece un problema urgente, para el niño superhéroe es un dilema que hay que resolver inmediatamente.

Cómo fomentar el juego de disfraces

En primer lugar, asegúrate de que tienes un montón de material. Tenlo todo a mano y en un lugar céntrico. Y luego empieza a hablar. Pregúntale a tu hijo qué quiere ser de mayor o qué haría si fuera Dora la Exploradora. Anímale a que lo represente, sacando detalles. Ponte tú mismo algo de ropa. La mayoría de los niños en edad preescolar no necesitarán demasiado estímulo, ya que su vena creativa natural se pondrá en marcha.

Como fomentar el juego de disfraces

Reúne tu ropa

Los disfraces comprados en la tienda son estupendos para jugar a disfrazarse. Presentan algunos de los personajes favoritos de tu preescolar, como las princesas de Disney o el Plex de Yo Gabba Gabba. Pueden representar escenarios que les resulten familiares e incluso cantar las canciones que ven en la televisión o leen en los libros. Pero no descartes el atractivo de utilizar objetos de tu propia casa como material de juego para disfrazarse. Los vestidos viejos de mamá, los zapatos de papá y las corbatas son un buen material para la imaginación. Pero casi cualquier cosa sirve. Busca en tu armario o en una tienda de segunda mano:

  • Toallas (sujétalas a una camisa para hacer una capa).
  • Gafas sin cristales.
  • Bisutería.
  • Colador de plástico (hace un buen sombrero o casco).
  • Cinturones.
  • Libretas de bolsillo.
  • Frascos de perfume vacíos.
  • Chales.
  • Guantes (cuanto más largos, mejor).
  • Bolsos viejos, como maletines y maletas pequeñas.
  • Delantales.
  • Batas de hospital.
  • Tutús o trajes de baile.
  • Sombreros.

La lista es interminable y siempre cambiante, así que actualiza y añade lo que quieras. Reúne todo, lávalo si es necesario y guárdalo en un lugar central, quizá en un viejo baúl o maleta. Guárdalo en la sala de juegos o en la habitación de tu hijo para que sea fácil acceder a él. Lo mejor de un juego abierto es que no hay nada bueno o malo, sólo diversión.

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