Los arquetipos son modelos universales e innatos de distintos aspectos de la identidad y la personalidad que influyen en el comportamiento humano. La teoría del psiquiatra suizo Carl Jung sugería que estos arquetipos eran formas arcaicas de conocimiento humano innato transmitido desde nuestros antepasados.
En la psicología junguiana, estos arquetipos representan patrones e imágenes universales que forman parte del inconsciente colectivo. Jung creía que heredamos estos arquetipos de la misma manera que heredamos patrones instintivos de conducta.
Continúe leyendo para aprender más sobre los cuatro arquetipos principales de Jung, sus características y funciones únicas y cómo lograr la individuación.
¿Quién fue Carl Jung?
Carl Jung fue un psiquiatra suizo que propuso teorías sobre cómo los mitos y símbolos comunes afectan la mente humana tanto en el nivel del subconsciente como en el de la conciencia. Al principio, Jung trabajó con Sigmund Freud, pero ambos cambiaron de rumbo, ya que Jung no estaba de acuerdo con la opinión de Freud sobre el impacto de factores biológicos, como la experiencia de intimidad, en la personalidad y el comportamiento humanos.
Jung estaba interesado en estudiar cómo se desarrollan e influyen en la psique las diferentes áreas de la mente humana. Carl identificó la persona, o la imagen de uno mismo que a la gente le gusta presentar al mundo, a partir de su sombra, que puede incluir pensamientos reprimidos y ansiedades ocultas.
Desarrolló teorías relacionadas con el inconsciente colectivo, los arquetipos y la psique, que han tenido un impacto significativo en el campo de la psicología y más allá. Algunos de sus conceptos más conocidos incluyen la persona, la sombra, el anima/animus y el Yo.
Uno de los principales objetivos de Jung fue comprender la personalidad humana. Creía que la psique estaba formada por elementos tanto conscientes como inconscientes, y que la mente inconsciente contenía arquetipos que eran universales en todas las culturas y épocas.
Estos arquetipos son símbolos o imágenes que representan ciertos aspectos de la experiencia humana, como la madre, el héroe o el embaucador. Al comprender estos arquetipos, Jung creía que los individuos podían comprender mejor sus propias personalidades y el mundo que los rodeaba.
Jung también documentó el vínculo entre el inconsciente personal de las personas, que contiene sus ideas y recuerdos personales, así como un inconsciente colectivo, una combinación de ideas y recuerdos. Jung describió los conceptos compartidos como arquetipos, que surgen como personajes y temas en los sueños de las personas y se presentan en la literatura, las pinturas y las películas.
Jung observó que la disparidad entre el pensamiento en el consciente y el subconsciente personal podría desarrollar conflictos internos que pueden resultar en determinados atributos dominantes de la personalidad o ansiedades.
Jung creía que estos conflictos internos se pueden resolver dejando que los pensamientos reprimidos lleguen a la conciencia y acomodándolos (en lugar de destruirlos). De ahí que se desarrolle un estado de armonía interior, a través de un proceso denominado individuación.
Inconsciente personal vs. colectivo
Jung fue originalmente un seguidor de Sigmund Freud. La relación finalmente se fracturó debido a las críticas de Jung al énfasis de Freud en la sexualidad durante el desarrollo, lo que llevó a Jung a desarrollar su propio enfoque psicoanalítico conocido como psicología analítica.
Si bien Jung estuvo de acuerdo con Freud en que el inconsciente desempeñaba un papel importante en la personalidad y el comportamiento, amplió la idea de Freud del inconsciente personal para incluir lo que Jung llamó el inconsciente colectivo.
Jung creía que la psique humana estaba compuesta de tres componentes:
- El ego (o mente consciente).
- El inconsciente personal.
- El inconsciente colectivo.
Según Jung, el ego representa la mente consciente y el inconsciente personal contiene recuerdos, incluidos aquellos que han sido suprimidos.
El inconsciente colectivo es un componente único en el sentido de que Jung creía que esta parte de la psique servía como una forma de herencia psicológica. Contenía todo el conocimiento y las experiencias que los humanos comparten como especie.
Los orígenes de los arquetipos junguianos
Jung creía que los arquetipos provienen del inconsciente colectivo. Sugirió que estos modelos son innatos (no aprendidos), hereditarios y universales. Los arquetipos organizan cómo experimentamos ciertas cosas a lo largo de la vida.
“Todas las ideas más poderosas de la historia se remontan a arquetipos”, explicó Jung en su libro “La estructura y dinámica de la psique”.
Jung rechazó el concepto de tabula rasa o la noción de que la mente humana es una pizarra en blanco al nacer que puede ser escrita únicamente por la experiencia. Creía que la mente humana conserva aspectos biológicos fundamentales, inconscientes, de nuestros antepasados. Estas “imágenes primordiales”, como las denominó inicialmente, sirven como base básica de cómo ser humano.
Jung creía que los personajes arcaicos y míticos que componen los arquetipos residen en todas las personas de todo el mundo. Los arquetipos simbolizan motivaciones, valores y personalidades humanos básicos.
Jung creía que cada arquetipo desempeñaba un papel en la personalidad, pero sentía que la mayoría de las personas estaban dominadas por un arquetipo específico. Según Jung, la forma real en que se expresa o realiza un arquetipo depende de una serie de factores, incluidas las influencias culturales y las experiencias personales únicas de un individuo.
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Los principales arquetipos
Jung identificó cuatro arquetipos principales, pero también creía que no había límite para el número que podía existir. La existencia de estos arquetipos no puede observarse directamente, pero puede inferirse observando la religión, los sueños, el arte y la literatura. Los cuatro arquetipos principales de Jung son: la persona, la sombra, el anima/animus y el yo.
La persona
La persona es cómo nos presentamos al mundo. La palabra “persona” se deriva de una palabra latina que literalmente significa “máscara”. Sin embargo, no es una máscara literal.
La persona representa todas las diferentes máscaras sociales que usamos entre diversos grupos y situaciones. Actúa para proteger al ego de imágenes negativas. Según Jung, la persona puede aparecer en los sueños y adoptar diferentes formas.
A lo largo del desarrollo, los niños aprenden que deben comportarse de determinadas maneras para adaptarse a las expectativas y normas de la sociedad. La persona se desarrolla como una máscara social para contener todos los impulsos, impulsos y emociones primitivos que no se consideran socialmente aceptables.
El arquetipo de persona permite a las personas adaptarse al mundo que las rodea y encajar en la sociedad en la que viven. Sin embargo, identificarse demasiado con este arquetipo puede llevar a las personas a perder de vista su verdadero yo.
La sombra
La sombra es un arquetipo junguiano que consta de instintos sexuales y de vida. Es parte de la mente inconsciente y está compuesto de ideas, debilidades, deseos, instintos y defectos reprimidos.
La sombra se forma a partir de nuestros intentos de cumplir con las normas y expectativas culturales. Es este arquetipo el que contiene todas las cosas que son inaceptables no sólo para la sociedad sino también para la propia moral y valores personales. Podría incluir cosas como la envidia, la codicia, los prejuicios, el odio y la agresión.
Jung sugirió que la sombra puede aparecer en sueños o visiones y adoptar diversas formas. Puede aparecer como una serpiente, un monstruo, un demonio, un dragón o alguna otra figura oscura, salvaje o exótica.
Este arquetipo a menudo se describe como el lado más oscuro de la psique, que representa lo salvaje, el caos y lo desconocido. Estas disposiciones latentes están presentes en todos nosotros, creía Jung, aunque las personas a veces niegan este elemento de su propia psique y, en cambio, lo proyectan en los demás.
El anima o animus
El anima es la parte femenina de la psique masculina y el animus es la parte masculina de la psique femenina. Lo femenino se caracteriza por la empatía, la confianza, la intuición y las conexiones emocionales con los demás. El anima masculino está relacionado con el pensamiento lógico, la resolución de problemas y la estabilidad emocional.
Estas imágenes arquetípicas se basan tanto en lo que se encuentra en el inconsciente colectivo como en el personal. Por ejemplo, en lo que respecta al ánima en los hombres, el inconsciente colectivo puede contener nociones sobre cómo deben comportarse las mujeres, mientras que la experiencia personal con esposas, novias, hermanas y madres contribuye a imágenes más personales de las mujeres.
Jung creía que los cambios fisiológicos y las influencias sociales contribuían al desarrollo de los roles sexuales y las identidades de género. Jung sugirió que la influencia de los arquetipos animus y anima también estaban involucrados en este proceso. Según Jung, el animus representa el aspecto masculino que a menudo se suprime en las mujeres, mientras que el anima representa el aspecto femenino que se suprime en los hombres.
El anima/animus sirve como fuente primaria de comunicación con el inconsciente colectivo.
Sin embargo, en muchas culturas se anima a hombres y mujeres a adoptar roles de género tradicionales y a menudo rígidos. Jung sugirió que este desánimo de que los hombres exploraran sus aspectos femeninos y de las mujeres que exploraran sus aspectos masculinos servía para socavar el desarrollo psicológico.
Integrar los aspectos femenino y masculino de nuestra personalidad en un auténtico todo unificado es una parte saludable del desarrollo humano. Un buen equilibrio sería una persona que se basa tanto en la emoción como en la razón, la intuición y la lógica, la cooperación y la competencia, etc.
La combinación de anima y animus se conoce como sizigia o pareja divina. La sizigia representa compleción, unificación y plenitud.
El yo
El yo es un arquetipo que representa la conciencia y la inconsciencia unificadas de un individuo. Jung a menudo se representaba a sí mismo como un círculo, un cuadrado o un mándala.
La creación del yo se produce mediante un proceso conocido como individuación, en el que se integran los diversos aspectos de la personalidad. Jung creía que la falta de armonía entre la mente inconsciente y la consciente podía provocar problemas psicológicos. Tomar conciencia de estos conflictos y acomodarlos fue una parte importante del proceso de individuación.
Jung sugirió que había dos centros diferentes de la personalidad:
- El ego constituye el centro de la conciencia, pero es el yo el que se encuentra en el centro de la personalidad.
- La personalidad abarca no sólo la conciencia sino también el ego y la mente inconsciente.
- Puedes pensar en esto imaginando un círculo con un punto justo en el centro. El círculo completo constituye el yo, mientras que el pequeño punto en el medio representa el ego.
Para Jung, el objetivo final era que un individuo alcanzara un sentido de identidad cohesiva, similar en muchos aspectos al concepto de autorrealización de Maslow.
Otros arquetipos junguianos
Jung sugirió que el número de arquetipos existentes no era estático ni fijo. En cambio, muchos arquetipos diferentes pueden superponerse o combinarse, creando nuevos arquetipos como el padre (una figura de autoridad severa y poderosa), el héroe (un campeón, defensor o salvador) y el embaucador (un engañador, mentiroso y alborotador).
Figuras arquetípicas
Jung reconoció que los cuatro arquetipos principales pueden entremezclarse y dar lugar a 12 figuras arquetípicas (también conocidas como imágenes arquetípicas). Éstas incluyen:
- Gobernante.
- Creador/artista.
- Sabio.
- Inocente.
- Explorador.
- Rebelde.
- Héroe.
- Mago.
- Bufón.
- Hombre.
- Amante.
- cuidador.
En conclusión
Las ideas de Jung no han sido tan populares como las de Freud y sus arquetipos no han sido vistos con buenos ojos en la psicología moderna. Esto podría deberse a que es más complejo y su trabajo tendía a virar hacia lo místico y pseudocientífico. Por lo tanto, a menudo se estudia más como un artefacto histórico en los ámbitos de la crítica literaria y las aplicaciones de la mitología en la cultura popular que como una contribución importante a la ciencia de la mente y el comportamiento.
Otras críticas a los arquetipos de Jung sugieren que son demasiado estereotipados, reduccionistas y culturalmente sesgados.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son los 8 tipos de personalidad de Jung?
Además de su teoría de los arquetipos, Jung también introdujo una teoría de la personalidad que se convirtió en la base del indicador de tipo Myers-Briggs (MBTI). Los ocho tipos de personalidad de Jung son:
- Extrovertido – Pensamiento.
- Introvertido – Pensamiento.
- Extrovertido – Sentimiento.
- Introvertido – Sentimiento.
- Extrovertido – Sensación.
- Introvertido – Sensación.
- Extrovertido – Intuitivo.
- Introvertido – Intuitivo.
¿Cuál es mi personalidad junguiana?
Según Jung, tu persona es la máscara social que usas y presentas al mundo. Está diseñado para impresionar a los demás, pero también sirve para ocultar su verdadero yo.