Alguna vez has pensado: “¿Qué me pasa?”. Si es así, no estás solo.
Casi todo el mundo, de vez en cuando, ha tenido ese pensamiento. Para algunos, es un momento fugaz de duda, mientras que para otros puede ser un sentimiento de por vida de no estar a la altura o no ser lo suficientemente bueno. Y en algunos casos, puede reflejar el hecho de que te encuentras en una serie de circunstancias particulares que te hacen cuestionar si puedes salir adelante.
Sea cual sea la causa de que sientas que algo va mal en ti, debes saber que hay acciones que puedes llevar a cabo para empezar a sentirte mejor.
Además, también es importante no alejar ese sentimiento cuando se presenta. En lugar de alejar tus sentimientos, tómate el tiempo de sentarte con ellos y explorarlos. Y si la idea de hacerlo te parece abrumadora, considera la posibilidad de hablar con un profesional de la salud mental sobre lo que estás viviendo.
Por qué sientes que algo va mal en ti
Antes de hablar de cómo gestionar la sensación de que algo va mal, consideremos las posibles causas. Desde contratiempos temporales de la vida hasta soportar una larga enfermedad física o mental, hay múltiples razones potenciales por las que puedes sentir que algo va mal. Revisa la siguiente lista y comprueba si alguna de ellas se corresponde con tu situación actual.
Sentirse abrumado
Cuando piensas en que algo va mal en ti, ¿Es sobre todo una sensación de agobio o de que no puedes pensar con claridad? ¿O sientes que no puedes seguir el ritmo de todas tus obligaciones y cosas que tienes que hacer?
A veces, la sensación de que algo va mal puede reflejar que simplemente tienes un conjunto de circunstancias vitales muy difíciles. Puede significar que tienes un trabajo demasiado exigente, grandes responsabilidades familiares, estrés financiero o cualquier otra situación que te lleve a sentir que no puedes seguir el ritmo de la vida.
Sentirse atascado
¿Te sientes de alguna manera atascado en tu vida, como si todos los demás tuvieran las cosas resueltas, pero tú no? ¿O estás luchando por superar una ruptura, dejar un trabajo que odias o liberarte de una relación tóxica?
Si tienes ideas específicas de cómo debería ser tu vida y sientes que no estás viviendo la vida que quieres, esto podría llevarte a pensar que algo está mal en ti.
Sentirse solo
Hay varios factores que pueden hacer que te sientas solo o sola. Tal vez tenga relaciones tensas con la familia o ansiedad por hacer nuevos amigos. Por lo general, la sensación de que hay algo malo en ti porque te sientes solo significa que te cuesta hacer las conexiones sociales que quieres en la vida.
Experimentar un trauma
Si te has preguntado qué te pasa, puede ser que estés experimentando un trauma o recuperándote de haber experimentado un trauma. Puede tratarse de un trauma evidente, como la pérdida de un ser querido, ser víctima de la violencia o experimentar una circunstancia vital trágica, como un incendio en casa.
Sin embargo, el trauma también puede surgir de formas más insidiosas, como vivir con un abusador narcisista. El trauma en todas sus formas puede tener un impacto significativo en su estado mental; si esto es lo que le ocurre, se suele aconsejar la búsqueda de ayuda de un profesional.
Experimentar una enfermedad física
¿Su sensación de que algo va mal está ligada a algo relacionado con su cuerpo? Tanto si tienes una enfermedad diagnosticada y estás experimentando nuevos síntomas, como si tienes síntomas que aún no han sido entendidos o diagnosticados, es probable que te sientas confuso y preocupado por lo que está pasando con tu cuerpo.
En este caso, es perfectamente normal pensar: “¿Qué me pasa?”. Y a menudo, la respuesta está en llegar al fondo del problema mediante la ayuda de un profesional médico.
Falta de autoestima
A veces, la sensación de que hay algo malo en ti puede tener su origen en una baja autoestima o una baja valoración de ti mismo. Que este sentimiento refleje o no la realidad no es realmente importante; es la percepción que tienes de ti mismo lo que impacta en tu mentalidad.
Cuando tienes una falta de autoestima o de valor propio, esto impregnará todas las áreas de tu vida, dejándote con la sensación de que no estás a la altura en ningún aspecto. A menudo, la solución en esta situación es identificar los valores fundamentales que subyacen a tu problema de autoestima, que pueden estar arraigados en sentimientos de vergüenza o culpa.
Enfrentar los problemas de salud mental
Una última causa potencial de la sensación de que algo va mal podría ser, de hecho, una enfermedad mental diagnosticable, como la depresión, un trastorno de ansiedad o un trastorno de la personalidad.
Al igual que en el caso de una enfermedad física, lo mejor en estos casos es hablar con un profesional de la salud mental para que le diagnostique y le dé tratamiento. Sin embargo, también es importante desarrollar habilidades de afrontamiento para manejar su salud mental por su cuenta en la medida de lo posible.
Relaciónate mejor con tu esencia personal, y gana seguridad, confianza y plenitud.
La autoestima es flexible y se puede potenciar, trabajando en nuestros paradigmas y la forma en la que nos valoramos.
Cómo afrontarlo
Independientemente de la razón por la que te sientas como si hubiera algo mal en ti, hay una serie de cosas que puedes hacer para reducir esos sentimientos. La elección del método de afrontamiento dependerá de la causa específica.
Plan para calmarse
A veces, la idea de que algo va mal puede aparecer de repente y provocar ansiedad y emociones negativas. En este caso, el mejor primer paso es hacer cosas que te ayuden a calmarte.
Para ponerlo en marcha, elabora una lista de “actividades para calmarse” que puedas consultar cada vez que esto ocurra. A continuación, te ofrecemos algunas ideas de cosas que puedes incluir en esta lista de actividades para calmarse.
Luego, recuerda sacarla y empezar a trabajar en la lista cada vez que empieces a deprimirte o sientas que no puedes calmarte.
- Ve a dar un paseo por la naturaleza.
- Escribe en un diario sobre tus sentimientos.
- Llama a un familiar, un amigo u otra persona empática que te apoye.
- Escribe una lista de cosas por hacer (si te sientes abrumado y no sabes por dónde empezar).
- Utiliza una aplicación de meditación.
- Inhalar algún aceite esencial (por ejemplo, de lavanda).
- Haz una clase de yoga online u otra clase de relajación.
- Lee un libro (algo alegre o intrigante que te haga olvidar tus sentimientos).
- Ver un programa de televisión o una película favorita (preferiblemente uno que sea calmante o divertido, o ambos).
Haz un plan de acción
A continuación, si tus sentimientos están relacionados con problemas específicos de tu vida, puedes elaborar un plan de acción sobre lo que vas a hacer al respecto. Aunque puede parecer más fácil quedarse atascado en una mentalidad negativa, actuar sobre tus problemas creará más motivación para seguir adelante cuando las cosas se pongan difíciles.
Las acciones que planees tomar dependerán de tus circunstancias, pero podrían ser cualquiera de las siguientes:
- Buscar ayuda de un profesional de la salud mental.
- Encontrar un trabajo mejor o uno que se adapte mejor a tus talentos.
- Trabajar para mejorar tus relaciones (por ejemplo, relaciones familiares, amistades, relaciones románticas).
- Desarrollar aficiones o pasiones (por ejemplo, practicar un deporte o aprender a tejer).
- Leer libros de autoayuda sobre temas que le interesen.
- Encontrar un compañero de responsabilidad para seguir avanzando.
- Observe su cuerpo.
Ahora que te has calmado y has elaborado un plan de acción para afrontar los problemas que tienes, es importante que sigas observando cómo te sientes para detener una espiral negativa antes de que se salga de control.
Cuando estés más en sintonía con los sentimientos de tu cuerpo, serás más capaz de hacer cosas que mejoren tu estado de ánimo y tu perspectiva.
A continuación, se presentan algunos sentimientos que puedes tener y algunas cosas que puedes hacer al respecto.
- Abrumamiento/niebla cerebral: Haz un volcado de cerebro y haz una lista de tareas o un plan de acción para sacar todo de tu cabeza y ponerlo por escrito.
- Cansancio: Acuéstate a la misma hora y levántate a la misma hora cada día; asegúrate de que duermes lo suficiente (no muy poco pero tampoco demasiado).
- Inquietud/no poder sentarse: Salga a caminar o haga algo de ejercicio (por ejemplo, entrenamiento a intervalos de alta intensidad, caminar en la cinta, yoga).
- Dolor/sensibilidad: Localiza el problema y busca soluciones (por ejemplo, llama a tu médico).
- Tensión/sin poder relajarse: Practica la respiración profunda, practica la meditación, utiliza la relajación muscular progresiva (PMR).
Programe tiempo para preocuparse
Ahora que ha empezado a controlar su cuerpo, también querrá controlar su mente. Puedes hacerlo programando un periodo de preocupación cada día, durante el cual escribirás todo lo que más te preocupa.
A continuación, puedes elaborar un plan de acción para resolver cada problema o cambiar la forma en que piensas en él (si crees que lo estás exagerando o creando una catástrofe de la nada).
Durante el periodo de preocupación, asegúrate de no centrarte sólo en los problemas. Haz una lista de las preocupaciones, piensa en soluciones o cambia tu forma de pensar sobre los problemas.
Practique el autocuidado
Debes programar específicamente un tiempo de autocuidado en tu día. El autocuidado se refiere a cualquier cosa que te haga sentir bien (tanto física como mentalmente). A continuación, se indican algunas cosas que puede hacer para practicar un buen autocuidado durante el día.
- Duerme lo suficiente (7-8 horas al día; no más de 10 o te sentirás más cansado).
- Lleva una dieta saludable (suficiente proteína y fibra) y evita la comida basura, la cafeína, el alcohol, etc.
- Realiza ejercicio físico con regularidad, aumentando tu ritmo cardíaco y haciendo estiramientos (10.000 pasos es un buen objetivo, pero 5.000 debería ser el mínimo).
- Planifica tiempo para descansar cada día (por ejemplo, haz pausas si trabajas delante de un ordenador, asegúrate de tener tiempo libre de pantallas).
- Planifica tiempo para las cosas que te gustan cada día (por ejemplo, leer tu libro favorito, ver un programa de televisión favorito).
- Salga a la naturaleza (esto le ayuda a obtener vitamina D y a tomarse un descanso).
Acuda a un profesional de la salud mental
¿Tienes un pasado traumático o estás lidiando con una situación vital difícil? ¿O cree que puede estar luchando contra un trastorno de salud mental? En ese caso, lo mejor será buscar la ayuda de un profesional de la salud mental.
Tanto si padece depresión, ansiedad, un trastorno de la personalidad o cualquier otro problema, existen formas de tratamiento muy útiles (como la medicación y la terapia conversacional) que pueden marcar una diferencia significativa en su vida.
La medicación puede ayudarle a sentirse mejor y facilitarle la práctica de las habilidades que aprenderá en la terapia. La terapia puede ayudarle a escarbar en su pasado y también a trabajar en la forma de ver su presente.
Enfrentarse a la ansiedad
Más allá de buscar ayuda de un profesional de la salud mental, también hay cosas que puede hacer por su cuenta si cree que está viviendo con ansiedad. A continuación, se ofrecen algunas ideas para empezar:
- Tome un suplemento para sentirse más tranquilo.
- Utilice aceites esenciales como el de lavanda.
- Realice ejercicios de relajación como la relajación muscular progresiva.
- Descansar de las redes sociales y de las noticias.
- Lea libros de autoayuda o escuche podcasts de expertos en reducción de la ansiedad.
- Hacer ejercicio con regularidad, como salir a caminar, hacer yoga o estiramientos.
Enfrentarse a la depresión
¿Y si vives con depresión? Asegúrate de acudir primero a un profesional de la salud mental para ver si la medicación o la terapia pueden ser útiles en tu situación. La depresión puede interferir en tu forma de pensar y hacerte sentir que no sirve de nada buscar ayuda o que los demás tienen problemas peores que los tuyos y que, por tanto, no mereces ayuda.
Si esa es tu situación, intenta hablar con alguien sobre cómo te sientes, como mínimo. Averigua si pueden concertar una cita para ti.
Más allá de acudir a un profesional, aquí tienes algunas cosas que puedes hacer si vives con depresión y que podrían marcar la diferencia.
- Evita el alcohol (el alcohol es un depresivo que puede empeorar la depresión).
- Haga ejercicio con regularidad (el ejercicio libera endorfinas que pueden hacerle sentir mejor, aunque sólo sea temporalmente).
- Mantenga un horario de sueño regular (se ha asociado el exceso o la falta de sueño con la depresión).
- Desafíe sus procesos de pensamiento negativos (busque un libro de autoayuda sobre terapia cognitivo-conductual para la depresión que le ayude a hacerlo).
- Dé pequeños pasos cada día (si se siente abrumado, intente dar un pequeño paso hacia lo que está intentando conseguir; esto le ayudará a coger impulso para empezar a moverse y hacer más cosas).
- Realiza un seguimiento diario de tu estado de ánimo (califícalo en una escala del 1 al 10, anota los factores de estrés diarios).
- Lleva un diario de la felicidad (anota las cosas que agradeces, los pequeños éxitos).
Acepte la infelicidad
Aunque existe un ideal de felicidad, lo cierto es que nadie puede ser feliz todo el tiempo. Todos experimentaremos momentos buenos y malos en nuestra vida, ya sea de un día para otro o de un año para otro.
Por supuesto, si estás luchando con un problema de salud mental, eso nunca debe ser ignorado. Pero hay que rechazar la idea de que todo el mundo tiene que ser feliz todo el tiempo.
Si una situación concreta te ha hecho sentir infeliz, reconoce que tus sentimientos en este momento no van a ser necesariamente tus sentimientos para siempre. Cuando dejas de lado la idea de la felicidad eterna, te permites aceptar tus sentimientos y emociones, lo que paradójicamente puede hacerte sentir un poco mejor.
Qué hacer cuando nada va mal
Preguntarse “qué me pasa” puede ser muy desconcertante cuando parece que no hay nada objetivamente malo en su vida. Si para el observador externo tu vida parece ir bien, ¿Qué podría estar causando que te sientas así?
Más allá de la posibilidad de una depresión u otro problema de salud mental, puede haber varias razones por las que se sienta así. A continuación, se indican algunas de las posibles causas:
- Puede que estés intentando vivir según los ideales de los demás en lugar de seguir tus propios valores.
- Puede que no te sientas desafiado en tu trabajo, o que desees haber elegido un camino diferente.
- Puede que hayas alcanzado un gran objetivo o un hito, y ahora te sientas un poco sin rumbo sobre tu futuro camino.
- Puede que estés aburrido de algún aspecto de tu vida y desees hacer un cambio.
Sin embargo, no tiene que haber nada catastrófico en tu vida para que sientas que hay algo que no funciona. En casos como éste, escribir en un diario puede ayudarte a llegar al fondo de tus sentimientos. Esto es especialmente cierto si no hay ningún problema de salud mental que te impulse a acudir a un terapeuta.
Cuando escribas en tu diario, sé curioso y hazte preguntas sobre lo que te haría sentir mejor. Sigue indagando hasta que empieces a encontrar algunas respuestas. El proceso de escritura libre puede ser una forma útil de desenterrar emociones con las que quizá no estés en contacto durante tu vida diaria.