El estrés crónico es una sensación prolongada y constante de estrés que puede afectar negativamente a la salud si no se trata. Puede estar causado por las presiones cotidianas de la familia y el trabajo o por situaciones traumáticas.
El estrés crónico se produce cuando el cuerpo experimenta factores estresantes con tal frecuencia o intensidad que el sistema nervioso autónomo no tiene la oportunidad adecuada de activar la respuesta de relajación de forma regular. Esto significa que el cuerpo permanece en un estado constante de excitación fisiológica.
Esto afecta a prácticamente todos los sistemas del cuerpo, ya sea directa o indirectamente. Las personas fueron creadas para manejar el estrés agudo, que es de corta duración, pero no el estrés crónico, que es constante durante un largo período de tiempo. Para empezar a manejar el estrés crónico, es importante entender qué es, qué puede estar causándolo y cómo afecta a todo el cuerpo.
Síntomas
El estrés crónico afecta tanto a la mente como al cuerpo. Produce síntomas físicos y psicológicos que pueden afectar a la capacidad de una persona para funcionar normalmente en su vida diaria.
Estos síntomas pueden variar en su gravedad de una persona a otra. Algunos de los signos más comunes del estrés crónico son:
- Dolores y molestias.
- Disminución de la energía.
- Dificultad para dormir.
- Pensamiento desorganizado.
- Fatiga.
- Sensación de pérdida de control.
- Sensación de impotencia.
- Enfermedades e infecciones frecuentes.
- Molestias gastrointestinales.
- Dolores de cabeza.
- Irritabilidad.
- Tensión muscular.
- Nerviosismo y ansiedad.
- Problemas de concentración.
- Malestar estomacal.
Cómo identificar el estrés crónico
No siempre es fácil reconocer el estrés crónico. Como es generalizado y duradero, las personas suelen acostumbrarse tanto a él que empieza a parecerles normal. Algunos signos que hay que buscar para identificar el estrés crónico:
- ¿Está usted a menudo de mal humor o irritado?
- ¿Tiene la sensación de estar siempre preocupado por algo?
- ¿Parece que no tiene tiempo para cuidarse o hacer las cosas que le gustan?
- ¿Te parece que los más pequeños inconvenientes son demasiado para ti?
- ¿Parece que siempre se resfría o contrae infecciones?
- ¿Ha recurrido a mecanismos de afrontamiento poco saludables, como el alcohol, para controlar el estrés?
Causas del estrés crónico
Este tipo de respuesta de estrés crónico se produce con demasiada frecuencia debido a nuestro estilo de vida moderno. Todo, desde los trabajos con mucha presión hasta la soledad o el tráfico intenso, puede mantener al cuerpo en un estado de amenaza percibida y estrés crónico.
En este caso, nuestra respuesta de lucha o huida, que fue diseñada para ayudarnos a combatir situaciones ocasionales que amenazan la vida (como desviarse para casi evitar un accidente de coche), puede desgastar nuestro cuerpo y hacer que nos enfermemos, ya sea física o emocionalmente.
Se calcula que entre el 60 y el 80% de las consultas de atención primaria tienen un componente relacionado con el estrés. Por eso es tan importante aprender técnicas de control del estrés y hacer cambios saludables en el estilo de vida para protegerse del impacto negativo del estrés crónico.
Tipos de estrés crónico
Las fuentes de estrés crónico pueden variar, pero a menudo se clasifican en uno de los cuatro tipos diferentes:
- Estrés emocional (emociones difíciles como la ira, la tristeza o la frustración).
- Estrés ambiental (el lugar donde se vive y trabaja).
- Estrés relacional (cómo se relaciona con los amigos, la familia, los compañeros de trabajo, la pareja).
- Estrés laboral (retos y presiones relacionados con su trabajo).
En muchos casos, estos tipos de estrés afectan a múltiples ámbitos de la vida de una persona. El estrés laboral puede crear estrés en sus relaciones. El estrés en las relaciones puede dificultar la gestión de las emociones difíciles.
Por ejemplo, si su familia tiene problemas económicos o una enfermedad grave, el estrés puede volverse crónico. Puede que alguien en tu casa no pueda trabajar, que las facturas se acumulen y que tu casa esté a punto de ser embargada, y esto puede dejarte estresado durante meses o incluso un año o más.
Su constante preocupación desgasta su cuerpo, haciéndole sentir cansado y ansioso. Es posible que trabaje más que nunca para llegar a fin de mes y que tome decisiones poco saludables en cuanto a la comida y el ejercicio, lo que puede hacer que se sienta aún peor. Esto puede dar lugar a una serie de problemas de salud importantes.
También podemos tener estrés crónico relacionado con el trabajo. Muchos trabajos nos exigen mucho, y a menudo podemos sentir que nunca tenemos un descanso o que siempre estamos bajo presión para rendir.
Las horas extras, los viajes constantes y las relaciones comerciales de alta presión pueden mantener el cuerpo en un estado de excitación constante, incluso cuando se llega a casa con la familia. Esto también puede aumentar el desgaste de tu cuerpo, y el estrés continuo puede contribuir a problemas de salud graves, como las enfermedades cardíacas.
Impacto del estrés crónico
Dado que el estrés crónico es tan prolongado, puede tener un impacto perjudicial en su salud y bienestar si no se trata. Algunas complicaciones potenciales relacionadas con el estrés crónico son:
- Acné.
- Depresión.
- Diabetes.
- Eczema.
- Enfermedades del corazón.
- Hipertensión arterial.
- Hipertiroidismo.
- Síndrome del intestino irritable.
- Bajo deseo sexual.
- Úlceras.
- Cambios de peso.
Encontrar formas de controlar el estrés crónico es importante para el bienestar general. Esto puede implicar un tratamiento profesional, pero la autoayuda y las estrategias de relajación también suelen ser eficaces.
Tratamiento
Si el estrés crónico severo está causando una angustia significativa o perjudicando su capacidad para funcionar normalmente, el tratamiento profesional puede ayudarle a desarrollar nuevas habilidades de afrontamiento y encontrar maneras de reducir sus niveles de estrés. Las opciones incluyen:
Psicoterapia
Enfoques como la terapia cognitivo-conductual (TCC) pueden ayudarle a identificar los patrones de pensamiento negativos que contribuyen al estrés crónico. Trabajando con un terapeuta, puede empezar a cambiar estos pensamientos por otros más realistas y útiles. También puede aprender herramientas de afrontamiento que le ayudarán a gestionar mejor su respuesta al estrés. La reducción del estrés basada en la atención plena es otro enfoque que puede ayudar a las personas a utilizar la atención plena y la meditación para hacer frente al estrés crónico.
Medicamentos
Su médico puede recetarle diferentes medicamentos para ayudarle a controlar algunos de los síntomas del estrés. Si también tiene síntomas de ansiedad o depresión, su médico puede recetarle un antidepresivo. El médico también puede recetar medicamentos que le ayuden a dormir o a reducir el malestar estomacal.
Entiende lo que sucede en tu cuerpo cuando estás bajo altos niveles de estrés y convierte a tu mente en la mejor aliada para transformar este estado en uno lleno de tranquilidad y conexión. Lo que aprenderás:
– Técnicas de respiración consciente para conectar con tu cuerpo y tus emociones.
– Pasos para adaptar nuevos hábitos que aporten a tu bienestar.
– Usar la meditación como herramienta para entrenar tu mente y convertirla en tu mejor aliada en el manejo del estrés.
– Entender tu cuerpo desde lo que es: Energía.
– Conectar con tu energía creativa y tu intuición.
Técnicas de afrontamiento centradas en las emociones para aliviar el estrés
Las técnicas de gestión del estrés pueden dividirse en dos categorías: el afrontamiento centrado en el problema y el afrontamiento centrado en la emoción. Básicamente, las estrategias de afrontamiento centradas en el problema (o en la solución) tienen como objetivo eliminar las fuentes de estrés o trabajar con los propios factores de estrés.
Por su parte, las técnicas de afrontamiento centradas en las emociones le ayudan a ser menos reactivo emocionalmente a los factores de estrés a los que se enfrenta. Modifican la forma en que experimenta estas situaciones para que le afecten de forma diferente.
El afrontamiento centrado en las emociones se centra en regular las reacciones emocionales negativas al estrés, como la ansiedad, el miedo, la tristeza y la ira. Este tipo de afrontamiento puede ser útil cuando el factor estresante es algo que no se puede cambiar.
Muchas personas piensan principalmente en las estrategias de afrontamiento centradas en la solución como la mejor manera de manejar el estrés. Eliminar las cosas que parecen causarnos estrés significa que no necesitamos aprender a alterar nuestras respuestas a ningún factor estresante: ¡no quedará nada en nuestras vidas!
Sin embargo, no es del todo posible eliminar todo el estrés de nuestras vidas: algunos factores de nuestro trabajo, nuestras relaciones o nuestro estilo de vida son simplemente propensos a crear desafíos. De hecho, no sería del todo saludable eliminar todos los factores de estrés, aunque pudiéramos; una cierta cantidad de estrés es saludable.
Beneficios
Esta es una de las razones por las que el afrontamiento centrado en las emociones puede ser muy valioso: cambiar la forma en que experimentamos los posibles factores de estrés en nuestras vidas puede reducir su impacto negativo. Con el afrontamiento centrado en la emoción, no necesitamos esperar a que nuestras vidas cambien o trabajar para cambiar lo inevitable.
Simplemente podemos encontrar formas de aceptar lo que enfrentamos en este momento y no dejar que nos moleste. Esto puede reducir el estrés crónico, ya que da al cuerpo la oportunidad de recuperarse de lo que, de otro modo, serían niveles de estrés demasiado elevados.
Otra ventaja del afrontamiento centrado en las emociones es que nos permite pensar con más claridad y acceder a soluciones que pueden no estar disponibles si nos sentimos abrumados. Dado que las personas estresadas no siempre toman las decisiones más eficaces, el afrontamiento centrado en la emoción puede ser una estrategia para conseguir un mejor estado de ánimo antes de trabajar con técnicas centradas en el problema.
De este modo, el afrontamiento centrado en la emoción puede ayudar tanto con las emociones como con las soluciones. Y los dos tipos de estrategias de afrontamiento funcionan bien juntos de esta manera. Mientras que las estrategias centradas en el problema tienen que ajustarse bien a los factores de estrés específicos que abordan, las técnicas de afrontamiento centradas en la emoción funcionan bien con la mayoría de los factores de estrés y sólo tienen que ajustarse a las necesidades individuales de la persona que las utiliza.
Encontrar las estrategias de afrontamiento centradas en las emociones adecuadas para su estilo de vida y su personalidad puede proporcionarle una herramienta vital para el alivio general del estrés y puede permitirle alcanzar una mayor salud física y emocional.
Meditación
La meditación puede ayudarte a separarte de tus pensamientos cuando reaccionas al estrés. De este modo, puedes apartarte y elegir una respuesta en lugar de reaccionar por pánico o miedo.
La meditación también le permite relajar su cuerpo, lo que también puede invertir su respuesta al estrés. Las personas que practican la meditación también tienden a ser menos reactivas al estrés, por lo que vale la pena el esfuerzo que supone practicarla.
Escribir en un diario
Llevar un diario permite gestionar las emociones de varias maneras. Puede proporcionar una salida emocional a los sentimientos estresantes. También puede permitirle aportar soluciones a los problemas a los que se enfrenta.
Llevar un diario también le ayuda a cultivar sentimientos más positivos, lo que puede ayudarle a sentirse menos estresado. También aporta otros beneficios para el bienestar y la gestión del estrés, lo que lo convierte en una gran técnica de afrontamiento centrada en las emociones.
Reencuadre
El reencuadre cognitivo le permite cambiar su forma de ver un problema, lo que puede marcar la diferencia entre sentirse o no estresado al enfrentarse a él. Las técnicas de reencuadre no consisten en “engañarse a sí mismo para no estar estresado” o fingir que los factores de estrés no existen; el reencuadre consiste más bien en ver soluciones, beneficios y nuevas perspectivas.
Distorsiones cognitivas
Reconocer el modo en que la mente puede alterar de forma natural lo que vemos, lo que nos decimos a nosotros mismos sobre lo que estamos experimentando y las formas en que podemos contribuir, sin saberlo, a nuestros propios problemas puede permitirnos cambiar estos patrones. Si te das cuenta de las distorsiones cognitivas más comunes, serás capaz de descubrirte a ti mismo cuando lo hagas, y podrás reconocer y comprender cuándo los demás también lo hacen.
Pensamiento positivo
Ser optimista implica formas específicas de percibir los problemas, formas que maximizan tu poder en una situación y te mantienen en contacto con tus opciones. Ambas cosas pueden reducir tu experiencia de estrés y ayudarte a sentirte poderoso en situaciones que de otro modo podrían abrumarte.
No todos los problemas tienen solución. No puedes cambiar el comportamiento de otra persona y no puedes deshacer un diagnóstico de salud. Pero sí puedes cambiar cómo te sientes con respecto al problema. Experimenta con diferentes estrategias de afrontamiento centradas en las emociones para descubrir cuáles reducen tu angustia y te ayudan a sentirte mejor.