El duelo es una experiencia humana universal. Lo más probable es que haya perdido al menos a una persona o mascota en su vida. Cuando se pierde a alguien o algo, el duelo puede manifestarse con tristeza y desesperanza.
Por eso algunas personas pueden pensar que el duelo y la depresión son similares o pueden estar asociados. Pero no siempre es así.
Es importante aclarar las diferencias
El duelo y la depresión comparten síntomas similares, pero cada uno es una experiencia distinta. Distinguir entre ambas es importante para saber cómo tratar y afrontar los síntomas.
Este artículo analiza la diferencia entre el duelo y la depresión, centrándose específicamente en qué síntomas se solapan y cuáles son diferentes. También presenta las diversas opciones de tratamiento que se utilizan habitualmente para tratar los síntomas de la depresión y, en algunos casos, para tratar los síntomas del duelo.
Perspectivas clínicas del duelo y la depresión
La quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) eliminó una “exclusión de duelo” del diagnóstico del trastorno depresivo mayor (TDM).1 En el DSM-IV, la exclusión de duelo establecía que alguien que se encontraba en los primeros dos meses después de la muerte de un ser querido generalmente no debía ser diagnosticado con TDM.
Sin embargo, el DSM-5 reconoce que, aunque el duelo y el MDD son distintos, también pueden coexistir. Es más, a veces el duelo puede desencadenar un episodio depresivo mayor, al igual que ocurre con otras experiencias estresantes.
Los estudios han demostrado que el estrés extremo asociado con el duelo también puede desencadenar enfermedades médicas -como las cardiopatías, el cáncer y el resfriado común-, así como trastornos psiquiátricos como la depresión y la ansiedad.
Además, la revisión del texto del DSM-5 (DSM-5-TR) añadió un nuevo diagnóstico para las personas que experimentan un duelo extremo después de un año de la muerte de un ser querido. Esta afección se denomina trastorno de duelo prolongado (PGD). Se considera un trastorno relacionado con el trauma y el estrés.
El PGD se caracteriza por un dolor emocional intenso y angustioso y por la añoranza del ser querido perdido, pensamientos preocupados por la pérdida, alteración del sentido de identidad, entumecimiento emocional y evitación de los recuerdos de la pérdida. Los síntomas de la PGD perturban el funcionamiento cotidiano de la persona y su capacidad para reintegrarse en la vida.
¿El duelo puede ser complicado?
El DC tiene muchas descripciones diferentes. La más común es que se trata de un duelo agudo que provoca largos periodos de sufrimiento tras la pérdida de un ser querido. Muchos médicos creen que está relacionado con el trastorno de adaptación, que es cuando se muestra una respuesta larga e intensa a un factor estresante.
Muchos médicos están descubriendo ahora que el GC tiene muchas características de un trastorno. Antes, los médicos evitaban tratar a las personas que estaban de duelo. El duelo se ha considerado durante mucho tiempo una lucha personal y no médica. Sin embargo, nuevas pruebas demuestran que el GC puede hacer que uno se sienta inútil y con tendencias suicidas, lo que es similar a la depresión. Por este motivo, los médicos ahora tratan el duelo complicado como un trastorno, sugiriendo terapias y tratamientos para aliviar el agotador dolor del duelo.
No existe una cifra exacta de cuántas personas padecen o han padecido EGC. Según una estimación, es probable que 10 millones de personas en Estados Unidos presenten síntomas lo bastante graves como para considerar que padecen EG.
Causas del duelo complicado
El Dolor Complicado suele estar causado por la muerte de un ser querido. Si su pareja o un familiar cercano muere repentinamente, puede tener problemas para aceptar su pérdida. Puede sentir una tristeza intensa durante años. Sus relaciones con amigos, familiares y compañeros de trabajo pueden verse afectadas. Puede incluso retirarse por completo de su vida personal y profesional.
La EG no tiene causas biológicas identificadas. Al igual que la depresión, puede deberse a:
- La genética.
- La química corporal.
- Personalidad.
- Su entorno.
Síntomas del duelo complicado
El duelo es un proceso normal. Sin embargo, puede empeorar su calidad de vida e implicar síntomas más graves cuando dura mucho tiempo. Estos síntomas pueden incluir:
- Un fuerte dolor cuando piensa en su ser querido perdido.
- Mayor atención a los recuerdos del ser querido perdido.
- Una sensación general de entumecimiento.
- Un sentimiento de amargura cuando piensa en su pérdida.
- Pérdida de propósito o motivación.
- Pérdida de confianza en amigos, familiares y conocidos.
- Incapacidad para disfrutar de la vida.
Si tiene estos síntomas durante meses o años, es posible que deba consultar a su médico sobre el tratamiento de la depresión generalizada.
Los síntomas de la depresión pueden ser similares a los de la EG. Si le han diagnosticado depresión, la GC puede empeorar sus síntomas. Además de los síntomas del CG enumerados anteriormente, la depresión puede causar otros síntomas únicos, como:
- Tristeza constante, ansiedad o sensación de vacío.
- Sentimientos de culpa o impotencia.
- Pérdida de interés por las aficiones.
- Insomnio o sueño excesivo.
- Dolores físicos que no desaparecen con el tratamiento.
- Pensamientos suicidas o intentos de suicidio.
Puede tener síntomas de GC y depresión al mismo tiempo. Sin embargo, el GC y la depresión deben tratarse de forma diferente.
Duelo frente a depresión
Dadas las similitudes entre los síntomas del duelo y de la depresión, a veces puede resultar difícil distinguir entre ambos. Una mejor comprensión de sus similitudes y diferencias puede ayudar.
Similitudes
El duelo puede tener varios síntomas en común con los síntomas del trastorno depresivo mayor, entre los que se incluyen:
- Tristeza intensa.
- Insomnio.
- Falta de apetito.
- Pérdida de peso.
Diferencias
El duelo tiende a disminuir con el tiempo y se presenta en oleadas que se desencadenan por pensamientos o recordatorios de su causa. En esto se diferencia de la depresión, que es más generalizada y persistente en todas las situaciones.
En otras palabras, una persona en duelo puede sentirse relativamente mejor en determinadas situaciones, como cuando sus amigos y familiares están cerca para apoyarla. Pero desencadenantes como el cumpleaños de un ser querido fallecido o ir a una boda después de haber finalizado un divorcio pueden hacer que los sentimientos resurjan con más fuerza.
La depresión, en cambio, tiende a estar presente sean cuales sean las circunstancias. (Una excepción sería la depresión atípica, en la que los acontecimientos positivos pueden provocar una mejora del estado de ánimo.4 Sin embargo, una persona con depresión atípica tiende a mostrar síntomas opuestos a los que se experimentan habitualmente con el duelo, como dormir en exceso, comer más y ganar peso).
Además, el duelo suele hacer que la persona sienta un anhelo o un impulso de volver a ver al ser querido perdido; la depresión tiende a provocar lo contrario. Una persona deprimida no tiene necesariamente ganas de hacer nada ni de ver a nadie.
Duelo
- Tristeza intensa.
- Dificultad para aceptar que ha ocurrido lo que causó el dolor.
- Concentración excesiva en el episodio de dolor o evitación total del mismo.
- Pensamientos de “unirse” al fallecido.
- Sensación de oír o ver cosas relacionadas con la pérdida.
MDD
- Sentimientos de tristeza, vacío o desesperanza.
- Sentimientos de culpa no relacionados con el duelo.
- Preocupación mórbida por la inutilidad.
- Lentitud o habla vacilante y confusa.
- Dificultad prolongada y marcada para realizar las actividades cotidianas.
- Pensamientos suicidas.
- Alucinaciones y delirios.
- La ira y la irritabilidad también pueden ser signos potenciales tanto de duelo como de depresión.
Atravesar el proceso de Duelo es necesario, pues es la forma en nos construimos a nosotros mismos. Sin embargo, nos resistimos a la idea de la muerte y de otros sucesos trágicos que implican pérdidas y no siempre contamos con las herramientas necesarias para afrontarlos de una manera saludable. Experimentamos una sensación de aislamiento, ira intensa, culpa, depresión, o incluso, detonar el inicio de alguna enfermedad.
¿Qué es el trastorno de duelo prolongado?
El trastorno de duelo prolongado es un diagnóstico formal de salud mental que se utiliza cuando alguien ha estado de duelo durante mucho tiempo sin experimentar ninguna mejoría o alivio de su dolor emocional.
Los síntomas son diferentes de los de la depresión clínica y están directamente relacionados con su pérdida.
Los síntomas del trastorno de duelo prolongado incluyen:
- una añoranza persistente y grave de la persona fallecida.
- preocupación por la persona fallecida.
- dolor emocional intenso o sensación de vacío.
- Duelo que interfiere con el funcionamiento en el trabajo, la escuela, el hogar o las relaciones interpersonales.
- Los síntomas han durado 6 meses o más.
Este diagnóstico no pretende patologizar su duelo. Tampoco significa que no puedas estar de duelo durante más de 6 meses. Es simplemente una forma de que los profesionales reconozcan cuándo puedes necesitar apoyo adicional para superar tu dolor.
Tratamiento del duelo y la depresión
Existen opciones de tratamiento para los síntomas de la depresión y el duelo. Por supuesto, el tratamiento varía en función de las circunstancias particulares de cada persona. Asegúrese de consultar con un médico o profesional de la salud mental para discutir qué opciones son las mejores para usted.
Terapia
La psicoterapia es una opción de tratamiento tanto para el duelo como para la depresión. Puede ser muy beneficiosa para ayudarle a procesar lo que siente y enseñarle estrategias que le ayuden a sobrellevarlo.
La terapia cognitivo-conductual específica para el duelo puede ser útil para algunas personas con trastorno de duelo prolongado. Este método terapéutico utiliza técnicas similares a las de la terapia cognitivo-conductual (TCC), como replantear los pensamientos negativos y aprender mecanismos de afrontamiento saludables. Además, este tipo de terapia puede ayudarle a aprender a mantener un vínculo saludable con el ser querido perdido.
La psicoterapia interpersonal (IPT) es un método de tratamiento que se utiliza a menudo para la depresión, pero que también tiene potencial para tratar el duelo complicado. La psicoterapia interpersonal se centra en la resolución de los síntomas, el establecimiento de relaciones y la participación en actividades que mejoren el estado de ánimo.
El Tratamiento del Duelo Complicado (TDC) es un tipo de terapia del duelo que incluye componentes de la TCC y de la TIP. En las sesiones de CGT, puede repetir la historia de cómo perdió a su ser querido, así como establecer objetivos personales para usted y sus relaciones.
Medicación
Los antidepresivos son la clase más común de medicación prescrita para tratar la depresión. Algunos ejemplos son:
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): Las marcas más comunes son Celexa (citalopram), Lexapro (escitalopram) y Prozac (fluoxetina).
- Inhibidores selectivos de la recaptación de norepinefrina (IRSN): Las marcas más comunes son Effexor (venlafaxina), Cymbalta (duloxetina) y Pristiq (deslavenfaxina).
- Antidepresivos tricíclicos: Las marcas más comunes son Elavil (amitriptilina), Tofranil (imipramina) y Pamelor (nortriptilina).
Si una persona experimenta síntomas de duelo extremos y perturbadores, el médico puede recetarle también un antidepresivo.
En el caso del trastorno depresivo mayor, se suele recomendar seguir un tratamiento farmacológico y, al mismo tiempo, asistir a sesiones de terapia.
Grupos de apoyo
El apoyo social puede ser una herramienta poderosa cuando se afrontan síntomas de depresión o síntomas de duelo. Muchos profesionales de la salud mental recomiendan asistir a un grupo de apoyo de personas que están experimentando retos similares a los suyos.
Tanto si encuentra un grupo de apoyo para la depresión como un grupo de apoyo para el duelo, puede beneficiarse de compartir sus experiencias con otras personas, recibir su aliento y escuchar las historias de los demás.
Aunque los síntomas del duelo y la depresión son similares, es importante hablar con un médico y/o profesional de la salud mental que pueda llegar a un diagnóstico y ayudarle a buscar opciones de tratamiento para hacer frente a sus síntomas. Recuerde que hay alivio y que existen recursos que pueden ayudarle a curarse.
Cada persona vive el duelo de forma diferente y no hay una manera correcta o incorrecta de hacerlo. Habla abiertamente con un terapeuta o alguien de confianza y recuerda que el duelo no es un signo de debilidad.
Del mismo modo, la depresión es una enfermedad como cualquier otra. Pedir ayuda cuando experimentes síntomas de depresión es un signo de fortaleza y puede ayudarte a iniciar un tratamiento eficaz.
Afrontar el duelo y la depresión
Tanto si está de duelo por un ser querido como si sufre depresión, es posible controlar cómo se siente y encontrar alivio.
Afrontar el duelo puede implicar
- autocuidado.
- apoyarse en los demás.
- aprender a vivir con la presencia de la pérdida.
- desarrollar habilidades de afrontamiento.
- trabajar con un profesional de la salud mental.
El proceso de curación consiste en encontrar un sentido a la vida después de la pérdida. No se trata de olvidarse de la persona ni de dejar de sentir emoción alguna cuando se piensa en ella.
Es posible que el dolor emocional disminuya lentamente con el tiempo. Pueden ser unos días o meses, pero la mejoría es persistente.
Si sientes que tu duelo es demasiado intenso para manejarlo o dura más de 6 meses sin ningún alivio, es posible que padezcas un trastorno por duelo prolongado. Es muy recomendable que busques el apoyo de un profesional de la salud mental si este es tu caso.
Si cree que puede tener depresión, un profesional de la salud puede ayudarle a recibir un diagnóstico preciso.
La depresión no tratada suele dar lugar a síntomas más graves y los síntomas pueden persistir indefinidamente.
Las opciones de tratamiento de la depresión incluyen psicoterapia y, a veces, medicación. La investigación ha demostrado que el tratamiento de la depresión es eficaz.
Las estrategias de autocuidado de la depresión también pueden ayudar, pero pueden no ser suficientes para controlar los síntomas.
