Si alguna vez ha pensado que sólo necesitaba unos meses para superar algo traumático, sepa que no está solo. La mayoría de nosotros hemos pasado por lo mismo y hemos creído lo mismo alguna vez. Al fin y al cabo, el popular tópico “el tiempo lo cura todo” es utilizado por mucha gente con razón.

Pero ¿es completamente cierto? Sí, y no.

El tiempo es sin duda un factor importante a la hora de curar. Aunque puede eliminar parte del dolor, la pena u otras emociones negativas asociadas a una experiencia, el tiempo por sí solo no cura.

Tanto si está atravesando una ruptura sentimental, como si está llorando la pérdida de un ser querido o pasando por cualquier otra situación emocionalmente agotadora, hay muchos otros factores importantes que intervienen en el proceso de curación.

En este artículo, aprenderá por qué el tópico de que “el tiempo cura todas las heridas” puede no ser del todo cierto, así como el verdadero papel del tiempo en la curación, otros factores implicados y dónde puede centrar sus esfuerzos para acelerar el proceso de curación.

El papel del tiempo en la curación

¿Cuál es el papel real del tiempo en la curación? Según la psicóloga licenciada y propietaria del Baltimore Therapy Group, Heather Z. Lyons, PhD, el tiempo equivale esencialmente a oportunidad. Por lo tanto, la forma en que una persona se cura con el paso del tiempo depende, en última instancia, de cómo decide utilizar esa oportunidad para dar forma a sus circunstancias presentes y futuras.

Lyons explica que las personas pueden utilizar el tiempo para obtener una mayor comprensión, relaciones más sanas y una orientación hacia el crecimiento. “Algunas personas utilizarán el tiempo como una oportunidad para acumular experiencias que les orienten hacia sus valores y diluyan o desafíen las experiencias difíciles”, afirma.

Por ejemplo, las personas pueden conectar con amigos, desarrollar nuevas relaciones o participar en actividades que les resulten gratificantes para ayudar en el proceso de curación.

Señala que esto contrasta con la rumiación, que es la reflexión que no integra pensamiento y emoción.

“La rumiación suele ser sólo emoción o sólo pensamiento. La reflexión sana integra ambos para ayudar a las personas a adquirir nuevos conocimientos”, explica, y señala que cuando las personas rumian, suelen confirmar creencias negativas sobre sí mismas o sobre los demás.

Por ejemplo, puede incluir una creencia como “Sabía que me dejaría, así son todos los hombres” o “No bajaré la guardia la próxima vez para que no me haga daño”.

Lo que dice la investigación

Un nuevo estudio publicado en Perspectives on Psychological Science confirma esta idea de que el tiempo no cura. Investigadores de la Universidad Estatal de Arizona descubrieron que, en general, las personas no poseen mucha resiliencia natural.

Cuando una persona experimenta un acontecimiento que le altera la vida, como un desastre natural o un desempleo de larga duración, es muy probable que tarde más de lo previsto en recuperarse.

El estudio confirma que los factores estresantes de la vida pueden causar una disminución sustancial del bienestar que puede durar varios años. Los investigadores señalan que la creencia de que “la mayoría de las personas son resistentes” puede impedir que busquen la ayuda que necesitan para recuperarse de forma más eficaz.

¿Por qué duele tanto?

Si alguna vez te ha herido una persona o un acontecimiento, te habrás preguntado por qué fue tan doloroso. Los seres humanos somos criaturas emocionales. Casi todo lo que hacemos está relacionado con nuestras emociones. En algunos casos, es el recuerdo de un momento con un ser querido perdido. Podría ser el aroma de una tarta cociéndose en el horno lo que nos hace recordar un tiempo disfrutado juntos, por ejemplo. Cualquier cosa relacionada con una experiencia significativa es algo que puede despertar emociones en nosotros.

Cuando nos hieren, nuestras emociones parecen estar en “alerta máxima”. Para empezar a sanar, es necesario pensar en la situación y en por qué puede estar causando tanto dolor.

Considera estas preguntas:

¿La causa de tu herida era algo previsible?

Si has experimentado algo que te ha dejado herido y crees que podías haberlo evitado, el dolor con el que estás lidiando podría ir unido a la culpa. Es importante que te recuerdes a ti mismo que, haya pasado lo que haya pasado, no puedes cambiar el pasado. No vivas en él ni te culpes. La curación empieza por reconocer lo ocurrido y dejarlo ir.

¿Sigue presente en tu vida la persona (o situación) que te causó la herida?

Las relaciones que te han causado dolor, sobre todo si no se reparan o se terminan, pueden tener un efecto emocional muy parecido al de una llaga supurante. En estos casos, es probable que haya que identificar y abordar el origen de la herida. Si su cónyuge o pareja ha dicho o hecho algo que le ha herido, ignorarlo no suele hacer desaparecer el dolor. Hablar de la situación y discutir tus sentimientos puede ayudarte a determinar si es algo de lo que puedes recuperarte o si necesitas poner fin a la relación. En cualquier caso, es importante que te recuperes y sigas adelante con una vida más sana.

Sigue presente en tu vida la persona o situacion que te causo la herida

¿Ha perdido algo que es irremplazable?

Una de las heridas más dolorosas es la que deja la muerte. Tanto si la muerte fue repentina como si fue el resultado de una larga enfermedad, no cambia el hecho de que hayamos perdido a un ser querido. Curar la herida causada por la pérdida de la vida es a menudo difícil porque el ser querido perdido no puede ser reemplazado.

Para cambiar comportamientos y dominar las emociones se necesita llegar al subconsciente y reprogramar la mente. A través de un proceso de autoconocimiento podemos entender la raíz de nuestros conflictos emocionales y con nuevas ideas podemos transformar esas creencias y emociones que nos hacían daño. Aprenda a usar la visualización como su aliada para dominar sus emociones y malos hábitos.

¿Qué puede impedir la cicatrización?

Es posible (y muy probable) que el tiempo no cure todas las heridas por varias razones. Entonces, ¿qué puede impedir que alguien se cure con el paso del tiempo?

Las siguientes cosas pueden prolongar la curación, aunque haya pasado una cantidad notable de tiempo:

  • Seguir obsesionado con algo, como por ejemplo cómo terminó una ruptura dura.
  • Negarse a olvidar una traición guardando rencor.
  • Negar que algo ha sucedido.
  • No perdonarse a sí mismo ni a la persona responsable de la herida o el trauma.
  • No disponer de un sistema de apoyo sólido o de una salida emocional para expresar sus emociones.
  • Recurrir a mecanismos poco saludables de afrontamiento y/o distracción.
  • Recurrir a la bebida o a las drogas para adormecer el dolor asociado al suceso.

Además de rumiar, las personas pueden utilizar el tiempo para apoyar las creencias limitantes que tienen y que las mantienen atrapadas en un ciclo de experiencias negativas.

“Se encuentran atrapados y viviendo en el pasado como si no hubiera transcurrido el tiempo tras la experiencia de un acontecimiento difícil”, dice Lyons. “Por supuesto, algunas experiencias son tan traumáticas que nos dejan cicatrices durante un tiempo, y estas cicatrices son la forma que tiene nuestro cerebro de mantenernos sanos”, afirma.

Cómo promover la curación

“Algunos factores diferencian a quienes siguen adelante con el tiempo y a quienes el tiempo parece brindar la oportunidad de atrincherarse más en una pérdida, un trauma u otras experiencias difíciles”, dice Lyons.

Esencialmente, la forma en que utilizas tu tiempo está directamente correlacionada con lo bien y lo rápido que te curarás. Así que echemos un vistazo a algunos factores que ayudan a facilitar el proceso de curación.

Integre las lecciones que ha aprendido

“La gente necesita la oportunidad de expresar su dolor de formas que combinen perspicacia y emoción”, dice Lyons. Esto podría significar crear arte basado en su experiencia, hacer música, crear entradas de diario o escribir historias. En última instancia, puedes expresar tu dolor de una forma que te resulte catártica y curativa para que no se quede reprimido o se convierta en una expresión malsana más adelante.

Integre las lecciones que ha aprendido el tiempo lo cura todo es cierto

Honra tus emociones

Permítete procesar plenamente tus emociones. Esto es especialmente importante después de experimentar una situación traumática, como una ruptura, una muerte o una lesión física. Libérate de cualquier juicio asociado a la experiencia y permítete aceptar y sentir lo que surja para poder superarlo.

Recibir apoyo

Lyons señala que las personas se benefician del apoyo social. Así que pasa tiempo con aquellos en los que confíes y que puedan ofrecerte apoyo emocional cuando lo necesites. Pueden ser amigos, familiares o un profesional cualificado, como un terapeuta o un entrenador.

Alinee sus acciones con sus valores

“Las personas se benefician de participar en actividades que les ayudan a vivir de acuerdo con sus valores”, dice Lyons. Así que dedícate a los pasatiempos que te gustan y crea nuevos recuerdos haciendo lo que te gusta para ayudarte a conseguir una sensación más profunda de curación.

Técnicas para acelerar el proceso de recuperación

En lugar de depender únicamente del tiempo para curar sus heridas, hay otras áreas en las que puede centrarse para promover la curación. Para lograr una sensación de curación más profunda, puede probar alguna o todas las técnicas siguientes:

Pase tiempo con sus seres queridos.

  • Conectar con nuevos amigos y parejas potenciales.
  • Escribir un diario.
  • Meditar.
  • Mejore su salud física.
  • Acumule nuevas experiencias (por ejemplo, viajar, conocer gente nueva, etc.).
  • Practique la gratitud por todo lo positivo que hay en su vida.
  • Practica el perdón hacia ti mismo y hacia los que te han hecho daño.
  • Practique la autorreflexión y procese plenamente sus emociones.

Tecnicas para acelerar el proceso de recuperacion el tiempo lo cura todo es cierto

No hay plazos para recuperarse

El adagio bienintencionado “las cosas mejorarán pronto” perpetúa el mito de que curar una herida psicológica es una actividad pasiva. Por desgracia, esperar a sentirse mejor puede no dar los mejores resultados.

Asumir que el tiempo cura -y fijar un plazo para sentirse mejor- es peligroso. No sólo puedes volverte muy crítico contigo mismo si no te recuperas lo bastante rápido, sino que también puedes carecer de empatía hacia el sufrimiento prolongado de otras personas.

En lugar de apoyar a un empleado que atraviesa una mala racha, puedes caer en la tentación de asumir que debería estar mejor. Después de todo, su divorcio fue hace seis meses, ¿no?

O en lugar de revelar tu propia angustia a un confidente, puedes sufrir en silencio por miedo a que te juzguen con dureza. Pero esperar a que pase más tiempo no es probablemente la mejor opción.

Fortalezca su mente

Nadie nace mentalmente fuerte, pero todo el mundo tiene la capacidad de desarrollar fortaleza mental. De forma similar al desarrollo de la fuerza física, hay ejercicios que puedes realizar para desarrollar la fuerza mental.

Los hábitos saludables, como identificar aquello por lo que se siente agradecido y practicar la autocompasión, pueden contribuir en gran medida a aumentar su fortaleza mental. Pensar de forma realista, regular las emociones y comportarse de forma productiva es la clave para recuperarse de la adversidad.

Cuanto más fuerte te vuelvas, más resistente serás a los factores estresantes de la vida, tanto grandes como pequeños. Aumentar la resiliencia requiere una práctica intencionada, pero el esfuerzo merece la pena. Fortalecer la mente aumenta la capacidad de curar las heridas psicológicas.

Apóyese en su sistema de apoyo

Hable con un terapeuta o entrenador personal.

Busca salidas creativas para canalizar tus emociones (por ejemplo, el arte o la música).

Lyons recuerda a los lectores que “cuando nos abrimos a nuevas personas y experiencias, también reeducamos nuestro cerebro para que entienda que sí, que hay lugares y relaciones que son peligrosos, pero que también hay lugares y relaciones que son seguros”.

“El tiempo lo cura todo” es uno de los refranes más populares, pero puede que no sea del todo cierto. Aunque el tiempo no es exactamente un sanador, puede tener fines curativos. En última instancia, sin embargo, depende de ti encontrar formas de lograr la curación durante el tiempo que pasa después de experimentar una herida o un trauma.

Intenta no culparte si te curas más despacio de lo que quisieras. Cada persona se cura a su propio ritmo, así que ofrécete gracia y paciencia durante este tiempo.

Si te resulta difícil superar una experiencia, considera la posibilidad de buscar la ayuda de un terapeuta o profesional de la salud mental cualificado. Un profesional con experiencia podrá guiarte a través del proceso de curación de un modo mucho más profundo de lo que el tiempo puede ofrecer por sí solo.

error: El contenido está protegido