Usted es suficiente. Esta afirmación no es una mentira ni un engaño. Es un simple hecho. Cada ser humano -ignorando, en este caso, a los que hacen daño a los demás- es suficiente y merece amor y felicidad, tal y como es. Debería ser algo obvio, pero de algún modo la sociedad ha tomado esta verdad y la ha convertido en una postura radical. Uno puede estar perfectamente completo tal y como es, y aun así dar pasos hacia la superación personal.

Por un lado, la autoaceptación está ligada al amor y el aprecio por uno mismo. Por otro lado, se ve como algo que sólo puede ser cierto una vez que has conseguido X, Y y Z. Esto último tiene más problemas aparentes, ya que sitúa tu valía en lo que consigues en lugar de existir sin necesidad de demostrarlo. La primera parece ser intrínsecamente buena. Sin embargo, cuando se lleva al extremo, crea la noción de que cualquier trabajo sobre uno mismo o para conseguir objetivos es una forma de cuestionarse si uno es realmente suficiente.

Estos extremos polares suelen aparecer con más fuerza al comienzo del nuevo año, gracias a la tradición de los propósitos y los nuevos comienzos. Hay llamamientos a ir al gimnasio todos los días, a leer para alcanzar cierto número de libros y a decir que sí a todo, incluso a cosas que sabes que odias. Por otro lado, hay quien pide a gritos que renuncies a todo eso, ignores los propósitos, te aceptes tal y como eres y trates el 1 de enero como cualquier otro día.

No es cuestión de una cosa o la otra

Ambas nociones -la autoaceptación sin autorreflexión y la ferviente determinación de superarse- crean problemas cuando no se analizan.

“Centrarse únicamente en la autoaceptación puede volverse peligroso cuando empezamos a ignorar nuestros retos o defectos en detrimento nuestro. Cuando nuestras limitaciones perjudican nuestras relaciones o influyen negativamente en nuestras circunstancias vitales, como el trabajo o la vivienda, no reconocer la necesidad de cambio puede ser contraproducente”, dice Saba Harouni Lurie, LMFT, ATR-BC, propietaria y fundadora de Take Root Therapy.

Pone el ejemplo de una persona que siempre llega tarde. Puedes aceptar esto de ti mismo y dejar que los demás se ocupen de ello, pero Lurie expresa la ventaja de verlo como un rasgo actual sobre el que hay que trabajar.

Este proceso de pensamiento también puede aplicarse a los objetivos de salud y forma física. Puedes practicar el amor propio por tu cuerpo en cualquiera de sus formas y, al mismo tiempo, introducir pequeños cambios en tu estilo de vida y tus hábitos alimentarios. Parece una solución tan obvia, pero muchos de nosotros hacemos declaraciones perjudiciales como “Voy a dejar de ser malo por comer tantos dulces, dejar de ser perezoso, y finalmente perder estas 10 libras”. Pensamos que las afirmaciones duras nos van a motivar, pero no es así.

En su lugar, puedes decir algo como “Me encanta mi cuerpo y quiero sentirme lo mejor posible, así que voy a encontrar alegría y placer en nuevos alimentos y actividades”. Sigues reconociendo tu deseo de cambiar sin avergonzarte en el proceso.

Naiylah Warren, LMFT, terapeuta y gestora de contenidos clínicos en Real, explica el equilibrio que todos debemos encontrar: “Reconoces los problemas sin juzgarlos cruelmente y los cuidas en consecuencia. Por otro lado, sumergirse demasiado en la superación personal puede disminuir los puntos fuertes, las cualidades y los atributos positivos al asumir que todo tiene que cambiar y centrarse excesivamente en todas las cosas que no están a tu altura.”

Cómo equilibrar la autoaceptación y la superación personal

Inevitablemente te moverás entre estos dos extremos a lo largo de tu vida. Pero, el objetivo es encontrar un equilibrio. “Es muy difícil hacer el trabajo necesario para mejorarte a ti mismo si no tienes también compasión y aceptación por lo que eres como persona en cualquier etapa de la vida”, dice Rachel Gersten, LMHC, cofundadora de Viva.

Olvídate de la perfección

Una de las barreras para alcanzar este equilibrio proviene de la forma en que muchos de nosotros sentimos que sólo podemos aceptarnos a nosotros mismos una vez que somos “perfectos”.

Según Warren, la sociedad perpetúa la idea de que las personas sólo pueden amarse plenamente a sí mismas si no buscan el cambio o el crecimiento personal. “En realidad es lo contrario. El verdadero cambio o crecimiento no se produce sin cierto nivel de autoaceptación”, afirma.

De hecho, aceptarlo todo sin miramientos puede conducir a una sensación de haberse conformado y de “qué pasaría si…”.

Olvidate de la perfeccion eres suficiente como eres crecimiento personal

Sé siempre amable contigo mismo

Para ello, Lurie señala el valor de evaluar conscientemente lo que uno se dice a sí mismo. ¿Te pones límites innecesarios? ¿Es usted crítico la mayoría de las veces? La autoaceptación significa eliminar los juicios y los discursos negativos mientras exploras lo que quieres hacer para avanzar. Sigue mostrándote compasión mientras sigues el camino que elijas, dice Lurie.

“Equilibrar ambas búsquedas es un acto de autocompasión”, añade Lurie”. También significa comprender que el cambio no es lineal y que tanto la autoaceptación como la superación personal requerirán práctica y paciencia.” Este proceso puede ser complicado, pero es un proceso de aprendizaje permanente.

“La autoaceptación y la superación personal se necesitan mutuamente para llevarnos adonde queremos ir”, explica Warren. “La verdad es que vamos a seguir cambiando. Cómo y quiénes somos hoy no serán los mismos mañana. La autoaceptación simplemente nos pide que nos comprometamos a cuidar de cualquier versión de ti que llegues a conocer.”

Warren recomienda escuchar a nuestro cuerpo a lo largo de este viaje. Prueba prácticas de atención plena para acceder a tus pensamientos internos.

Considera tus objetivos en términos de lo que quieres sentir.

Además, trabaja para replantear los objetivos en términos de emociones buscadas en lugar de puntos de datos, como la cantidad de dinero ganada o los pasos que das a diario. Piensa en qué sentimientos te aportan estos objetivos en lugar de cómo te pueden hacer parecer o qué te aportan tangiblemente.

“Esto puede ayudarnos a anclarnos de una forma más nutritiva y aún intencionada”, explica Warren. ¿Te sentirás más seguro o a gusto si ganas más dinero? ¿Ganar fuerza y ver nuevos lugares a lo largo de tu camino te aportará emoción y estabilidad?

Del mismo modo, tómate tiempo para hacer cosas o estar con gente que te haga sentir bien, dice Gersten. Al mismo tiempo, incorpora situaciones que te empujen a salir de tu zona de confort. Mezclar ambas cosas puede facilitar la búsqueda del equilibrio. Además, sugiere acudir a un terapeuta para que le oriente, si tiene uno a su alcance.

“Siempre somos un trabajo en progreso y siempre somos suficientes; ambas cosas pueden ser ciertas al mismo tiempo”, dice Gersten. “Creo que recordar eso ayuda mucho a fijarse objetivos realistas de superación personal y a cumplirlos”.

3 Lecciones que te enseñaran a utilizar efectivas herramientas para la orientación, planificación y ejecución de metas, y así; lograr pasar del estado actual al estado deseado. Herramientas: La rueda de las zonas vitales. El cuadro de metas. Lista de palabras de poder.

Cómo centrarse en uno mismo y sólo en uno mismo

¿Cuándo fue la última vez que te paraste a pensar en tus necesidades, sin tener en cuenta también lo que otra persona quería para ti?

No hay nada malo en poner energía en las relaciones con los seres queridos o en dirigir tu atención hacia la búsqueda de una pareja romántica o un nuevo amigo. La gente necesita amor, intimidad y compañía, así que te estás centrando en ti mismo al perseguir esas necesidades.

También es bastante seguro decir que si nunca te paras a considerar a los demás, probablemente tus relaciones no prosperarán.

Sin embargo, descuidar tus propios sueños y deseos puede frenarte. Una vida dedicada exclusivamente a buscar la felicidad de los demás puede no aportarte mucha alegría personal. Con el tiempo, puede que empieces a sentirte agotado e incluso un poco perdido.

Centrarse en uno mismo no es egoísta. Es un acto de amor propio. Pero cuando tienes el hábito de centrarte en los demás, puede ser difícil cambiar de marcha. Estos consejos pueden ayudarte.

Conócete mejor a ti mismo

Construir una relación sólida con uno mismo es una forma estupenda de volver a centrarte en ti.

Sentirte inseguro sobre tu identidad puede dificultar que tengas claro lo que quieres de la vida. Sin una cierta familiaridad con quién eres como persona, no puedes hacer mucho para conseguir tus objetivos, vivir de acuerdo con tus valores o satisfacer tus necesidades.

Los acontecimientos significativos -ruptura, cambio profesional, nacimiento de un hijo, crisis personal- pueden impulsar el crecimiento y poner de manifiesto los cambios que ya has experimentado. Esta iluminación puede poner en tela de juicio cosas que creías saber sobre ti mismo, ya que surgen por primera vez nuevos aspectos de tu identidad.

Es posible que no acoja de inmediato este nuevo autoconocimiento, especialmente si contradice su percepción actual de quién es. Pero no reconocer su crecimiento puede hacerle sentir incompleto e insatisfecho.

Esta incertidumbre puede empezar a afectar a tu bienestar emocional, a tu autoestima y a tus relaciones con los demás. Afrontar estos cambios con curiosidad puede ayudarle a aclimatarse más fácilmente.

Para conocerte mejor

Piensa en ti mismo como si fueras una persona fascinante con la que quieres entablar amistad, pero en lugar de iniciar una conversación contigo mismo (aunque eso también está bien), intenta:

  • Llevar un diario de tu rutina, conversaciones con amigos, emociones, aficiones, frustraciones personales… todo lo que se te ocurra.
  • Hacer una lista de experiencias que te gustaría vivir.
  • Retarse a probar algo nuevo cada día.
  • Identificar tus principales gustos y aversiones mediante listas o un diario.
  • Identificar tus puntos fuertes y las áreas en las que te gustaría crecer.

Estos ejercicios pueden ayudarte a empezar a formarte una imagen más completa de ti mismo como persona, al margen de la influencia de los demás.

Para conocerte mejor eres suficiente como eres crecimiento personal

Asegúrate de que buscas lo que realmente quieres

A la mayoría de la gente le importan las opiniones de sus seres queridos. Claro que no haces automáticamente todo lo que te sugieren tu familia o tus amigos, pero sí sopesas cuidadosamente sus consejos cuando intentas tomar una decisión.

En general, es útil conocer la opinión de los demás, sobre todo cuando se trata de decisiones importantes. Aun así, es importante distinguir entre encontrar valor en esta orientación y dejar que te desvíe del camino que prefieres. A veces, la diferencia se difumina un poco y puede que ni siquiera te des cuenta al principio de que tus sueños son en realidad los sueños de otra persona.

Tal vez hayas tenido poca suerte con las citas. Tus seres queridos te aseguran que al final encontrarás a la persona adecuada y te animan a seguir intentándolo, ya que casarse y tener hijos son partes importantes de la vida, ¿verdad?

Bueno, no si tú no quieres que lo sean. Los ideales sociales en torno a las citas y las relaciones suelen sugerir que las personas solteras se sienten solas e incompletas. En realidad, para muchas personas la soltería permanente es mucho más satisfactoria que buscar relaciones que no desean.

Así que, si has descubierto que en realidad no quieres “encontrar” a nadie (ni aceptar un determinado trabajo ni hacer nada de lo que los demás esperan de ti), haz honor a esa verdad.

Crea un plan de autocuidado

En su sentido más literal, centrarse en uno mismo gira en torno a prácticas de autocuidado que satisfagan tus necesidades.

El autocuidado te permite dirigir tu atención hacia ti mismo de una manera fundamental. Todo el mundo tiene necesidades básicas que desempeñan un papel importante en el bienestar general, como el sueño, la nutrición, el ejercicio físico y la relajación.

Si descuidas estas necesidades, es probable que no tengas tiempo suficiente para recargarte de las diversas fuentes de estrés de la vida. Puede que al principio no notes mucho el impacto, pero con el tiempo es posible que veas algunos cambios no deseados en tu salud física y mental.

Para empezar con el autocuidado:

  • Dedique tiempo a la actividad física.
  • Añade a tu dieta alimentos que mejoren tu estado de ánimo.
  • Pruebe a meditar.
  • Escriba o dibuje en un diario de estado de ánimo.
  • Lea un libro.
  • Intente pasar dos horas a la semana en la naturaleza.

No tiene que hacer todas y cada una de estas cosas. De hecho, lo mejor es empezar poco a poco. Escoge una cosa y ve avanzando poco a poco hacia otras prácticas que te hagan sentir bien.

Practicar la autocompasión

No se equivoque, preocuparse por los demás es un rasgo positivo. Centrarte en tus seres queridos y ofrecerles apoyo emocional cuando tienen dificultades demuestra tu compasión y fortalece tus relaciones.

El comportamiento prosocial, como practicar la amabilidad hacia los demás, puede incluso ayudar a mejorar el bienestar al aumentar los sentimientos de felicidad.

No olvides tratarte a ti mismo con la misma amabilidad y compasión que ofreces a los demás.

Puede que siempre estés preparado para cuando un amigo necesite palabras amables, un abrazo o una distracción, pero ¿y cuando tú necesites esas cosas? Puede que, como muchos otros, te impongas normas más estrictas y caigas en patrones de autoconversación negativa.

Muéstrate cariñoso

He aquí algunas formas sencillas de aprovechar la autocompasión:

  • En lugar de presionarte para seguir adelante y esforzarte más cuando tienes que terminar una tarea, tómate un descanso y date tiempo para recargar las pilas.
  • En lugar de criticarte por el fracaso, anímate con un suave recordatorio: “Lo has hecho lo mejor que has podido y la próxima vez lo harás mejor”.
  • Date un abrazo. (Sí, puedes hacerlo).
  • Sepa cuándo necesita un descanso.

Esto último es clave para mantener el equilibrio adecuado entre centrarse en uno mismo y centrarse en los demás. Dedicar toda tu energía a los demás te deja poco para ti. Si miras dentro de ti para satisfacer primero tus propias necesidades, estarás en una posición mucho mejor para apoyar a tus seres queridos.

Muestrate cariñoso eres suficiente como eres crecimiento personal

Pasa tiempo haciendo cosas que te gustan

Las personas que tienen pareja tienden a pasar mucho tiempo con ella. Esto puede funcionar perfectamente durante un tiempo, pero la falta de tiempo para las cosas que te gustan puede hacer que con el tiempo pierdas el contacto con esos intereses. Esto puede hacer que te sientas frustrado, desanimado y resentido.

Todo el mundo necesita tiempo para dedicarse a sus aficiones, y es bastante raro que dos personas quieran hacer exactamente lo mismo todo el tiempo. Incluso cuando se está muy unido, dedicar algo de tiempo a uno mismo y a otros seres queridos puede mejorar la salud de la relación.

Cuando la vida se vuelve ajetreada, las aficiones pueden ser lo primero que se abandona de la rutina para afrontar retos más inmediatos. Pero esto puede ser contraproducente. Resulta más difícil superar las dificultades y recuperarse del estrés cuando no se tiene tiempo para recargar las pilas.

Dedicar tiempo a tus aficiones y a relajarte la mayoría de los días puede ayudarte mucho a evitar el agotamiento.

Después de dejar una relación, puede que tengas que volver a aprender a vivir en tu propia compañía. Puede que al principio te sientas solo y te resulte difícil, pero intenta replantearte esta soledad como una oportunidad para explorar nuevas aficiones o redescubrir las antiguas, desde mirar las estrellas hasta hacer álbumes de recortes o jugar a juegos de mesa.

Evite la trampa de la comparación

La mayoría de la gente se compara con los demás de vez en cuando. Tal vez sienta envidia de un amigo que siempre parece feliz. “Si yo tuviera su cerebro (o su pareja, o su estilo, o su riqueza, o cualquier otra cosa), también sería feliz”, piensas.

Pero en realidad no sabes cómo encuentran la plenitud en la vida. Incluso si su felicidad proviene de las cosas que tienen, las personas son diferentes y no hay garantía de que esas mismas posesiones te proporcionen la misma alegría.

Compararte con otra persona puede motivarte a aspirar a objetivos similares, como una casa bonita, el coche de tus sueños o una pareja cariñosa. Eso no es necesariamente malo, siempre que esos nuevos ideales no eclipsen tus valores actuales.

Las comparaciones pueden resultar problemáticas cuando te distraen de lo que realmente te importa. Puede que acabes trabajando por algo que no deseas necesariamente, simplemente porque crees que podría resolver tu insatisfacción.

En lugar de compararte con los demás, fíjate en las cosas que ya tienes. ¿Quién (o qué) te da alegría? ¿Por qué te sientes agradecido? ¿Qué te gustaría tener más? ¿Menos? ¿Dónde quieres estar dentro de 10 años?

Examine sus valores

No es infrecuente perder de vista los valores personales, sobre todo cuando se atraviesa una mala racha o se está soltero tras una larga relación.

Tomarte un tiempo para reconsiderar las cualidades específicas que más valoras puede ayudarte a volver a centrar tu atención en quién eres y en quién quieres convertirte. Si valoras la comunidad, por ejemplo, podrías buscar formas de compartir tiempo o recursos con tu comunidad.

Una vez que identifiques tus valores, puedes empezar a explorar formas de incorporarlos a tu vida de manera significativa. Algunos valores, como la valentía, el optimismo o el espíritu aventurero, pueden resultarle naturales.

Otros, como la honradez, la responsabilidad o el liderazgo pueden requerir un poco más de trabajo. Sin embargo, este trabajo merece la pena: las investigaciones del 2017 sugieren que vivir de acuerdo con tus valores podría ayudar a mejorar la satisfacción con la vida, así como la salud mental.

Qué significa esto para ti

Puedes sentirte deprimido o no querer hacer nada a veces. El objetivo es encontrar un equilibrio saludable al que puedas volver una y otra vez a medida que avanzas en la vida.

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