La psicología comunitaria explora cómo los individuos se relacionan con la sociedad

¿Qué es la psicología comunitaria?

La psicología comunitaria es un área de especialidad que se ocupa de cómo los individuos se relacionan con la sociedad. ¿Alguna vez se ha preguntado cómo las personas pueden convertirse en contribuyentes más activos en sus comunidades? ¿O alguna vez pensó en cómo los problemas de la comunidad pueden afectar la salud y el bienestar de las personas? Ambos son temas importantes de interés dentro del campo de la psicología comunitaria.

La psicología comunitaria es multidisciplinar. Este es un tema bastante amplio y de gran alcance dentro de la psicología, que sintetiza elementos de otras disciplinas, como la sociología, las ciencias políticas, la salud pública, la psicología intercultural y la psicología social.

Los psicólogos que trabajan en este campo analizan los aspectos culturales, económicos, sociales, políticos y ambientales que dan forma e influyen en la vida de las personas en todo el mundo.

Algunas de las disciplinas que están estrechamente conectadas con la psicología comunitaria incluyen la salud mental comunitaria, la psicología intercultural, la salud pública, el trabajo social, la sociología, la psicología ambiental y la psicología ecológica.

El enfoque de la psicología comunitaria puede ser tanto teórico como aplicado, pero a menudo es una mezcla de ambos. Mientras que algunos psicólogos comunitarios realizan investigaciones sobre cuestiones teóricas, otros toman esta información y la ponen en uso inmediato para identificar problemas y desarrollar soluciones dentro de las comunidades.

Los problemas en los que trabajan los psicólogos comunitarios incluyen:

• Empoderamiento.
• Diversidad.
• Participación cívica.
• Construyendo un sentido de comunidad.
• Prevención de problemas.
• Promoción de la salud.
• Bienestar individual.

Los psicólogos comunitarios buscan crear un cambio social positivo dentro de una estructura social. Pueden lograr esto mediante un cambio de primer orden o un cambio de segundo orden.

El cambio de primer orden implica fomentar cambios en los individuos para prevenir o solucionar un problema de la comunidad.

El cambio de segundo orden implica cambiar los sistemas sociales que contribuyen a los problemas para garantizar que los individuos encajen mejor en su entorno.

Historia

La psicología comunitaria comenzó a surgir durante la década de 1960 cuando un grupo creciente de psicólogos se sintió insatisfecho con la capacidad de la psicología clínica para abordar problemas sociales más amplios. Hoy, muchos reconocen una reunión de psicólogos de 1965 en la Conferencia de Swampscott como el comienzo oficial de la psicología comunitaria contemporánea.

En esta reunión, los asistentes concluyeron que la psicología necesitaba enfocarse más en la comunidad y el cambio social para abordar la salud mental y el bienestar.

Desde entonces, el campo ha seguido creciendo.

La División 27 de la Asociación Estadounidense de Psicología, Sociedad para la Investigación y Acción Comunitaria (SCRA), está dedicada al tema de la psicología comunitaria. Varias revistas académicas también se dedican al tema, incluido el American Journal of Community Psychology, el Journal of Community Psychology y el Journal of Community & Applied Social Psychology.

El papel de la prevención

Una de las principales características del campo de la Psicología Comunitaria es su enfoque en la prevención en lugar de solo tratar los problemas sociales y psicológicos. Hay dos formas radicalmente diferentes de provocar el cambio, que se denominan cambio de primer y segundo orden. El cambio de primer orden intenta eliminar los déficits y problemas desde una perspectiva individualista, centrándose exclusivamente en las personas. Cuando un socorrista se lanza al agua para salvar a una persona que se cayó de un acantilado junto al mar, este es un ejemplo de una intervención de primer orden. El cambio de segundo orden, por el contrario, enfatiza la comprensión de la raíz de un problema y los sistemas cambiantes, como las causas ambientales de los problemas. Por ejemplo, la instalación de barandillas en un acantilado junto al mar donde la gente suele caer al agua puede evitar ahogamientos sin necesidad de un socorrista.

Hay un atractivo considerable para un enfoque preventivo, particularmente porque Albee (1986) ha demostrado que ninguna condición o enfermedad puede eliminarse con solo enfocarse en aquellos que tienen el problema. Un ejemplo impresionante de prevención ocurrió con los esfuerzos para cambiar las actitudes sobre el tabaco y su uso. Hace sesenta años, fumar estaba muy extendido (alrededor del 42% de la población de los Estados Unidos) y socialmente aceptado. Hoy en día, las actitudes y normas hacia el consumo de tabaco han cambiado drásticamente y las tasas de tabaquismo se han reducido a alrededor del 14 % (CDC, 2019). Este cambio comenzó con el histórico Informe del Cirujano General en la década de 1960, que resumía los graves problemas de salud causados por fumar. Con el tiempo, los grupos de defensa lanzaron múltiples esfuerzos preventivos para crear nuevas leyes y políticas, como secciones para no fumadores en edificios públicos, restaurantes y áreas de trabajo, así como para reducir el acceso de los jóvenes al tabaco (Jason, 2013).

Un cambio de perspectiva: el modelo ecológico

Otra característica distintiva de la Psicología Comunitaria es la perspectiva ecológica. Esta es la opinión de que se pueden usar múltiples niveles de análisis simultáneamente para explicar los pensamientos, sentimientos y comportamientos humanos. Estos incluyen el nivel personal como los rasgos de personalidad, el nivel social como la crianza familiar, el nivel comunitario como las normas culturales y el nivel social como las políticas públicas. La perspectiva ecológica contrasta con la perspectiva individualista, que enfatiza el nivel personal que influye en el individuo. Utilizando la perspectiva ecológica, los psicólogos comunitarios reconocen que los individuos, las comunidades y las sociedades están interconectados y todos estos aspectos deben tenerse en cuenta al tratar de comprender y resolver problemas.

Para ilustrar este punto, continuemos nuestro examen del sistema de justicia penal con un ejemplo de caso. Hajra es una mujer de 22 años que trabajaba medio tiempo y asistía a clases en un colegio comunitario. Un día, fue atropellada por un automóvil mientras cruzaba la calle. Como resultado de este accidente, Hajra se sometió a tres cirugías y posteriormente se endeudó, perdió su trabajo y se volvió adicta a los analgésicos. Cuando se volvió demasiado difícil comprar los medicamentos recetados, Hajra recurrió a la heroína como una opción menos costosa para tratar su dolor de manera efectiva. Aunque todavía se las arreglaba para asistir a sus clases, las calificaciones de Hajra estaban bajando. Un día, mientras conducía bajo los efectos de la heroína, la policía detuvo a Hajra y la registró. Fue arrestada por conducir bajo la influencia de una sustancia y posesión de un narcótico ilegal. Hajra recibió la sentencia máxima de cárcel. Después de cumplir un tiempo en la cárcel, fue liberada de regreso a la comunidad sin acceso a los recursos más necesarios, como un trabajo decente y una vivienda segura.

A nivel individual, podemos ver que el comportamiento de Hajra no es simplemente una falta de carácter. Ella sufre un dolor físico real y lucha contra la adicción a las drogas. A nivel social, lucha por mantener relaciones cercanas con los miembros de su familia porque sus estados de ánimo y comportamiento se vuelven cada vez más impredecibles. La perspectiva ecológica también señalaría una serie de factores comunitarios y sociales que contribuyen a sus dificultades: organizaciones de atención médica y médicos que recetan analgésicos con demasiada libertad, compañías farmacéuticas que promueven agresivamente el uso de analgésicos, un sistema de justicia penal que se enfoca en el castigo en lugar de rehabilitación, y vivienda inadecuada y oportunidades de empleo después del encarcelamiento.

El psicólogo comunitario James Kelly (2006) ha propuesto varios principios útiles que nos ayudan a comprender mejor cómo los entornos sociales afectan a las personas. El principio ecológico de interdependencia describe la dependencia mutua entre las cosas e indica que todo está conectado. Por ejemplo, cuando una persona con un trastorno por uso de sustancias es liberada de la prisión en entornos que tienen altas tasas de uso de sustancias y actividades ilegales, este tipo de entorno puede aumentar las posibilidades de que la persona recaiga y regrese a prisión. Sin embargo, si a la persona anteriormente encarcelada se le brinda un lugar seguro para vivir con otras personas que tienen un empleo remunerado, como un hogar para vivir sobrio, este entorno puede tener un efecto dominó positivo al influir en la persona para que consiga un trabajo y se abstenga de consumir drogas (Jason, Olson y Foli, 2008). El principio ecológico de adaptación indica que el comportamiento adaptativo en un entorno puede no serlo en otros. Una persona que era muy hábil en el uso y la venta de drogas, por ejemplo, encontrará que estos comportamientos no se adaptan ni se toleran en una casa de sobriedad; por lo tanto, para permanecer en este entorno, la persona tendrá que estar abstinente, lo cual se adapta a este entorno de recuperación. La perspectiva ecológica amplía el enfoque más allá de los individuos para incluir su contexto o entorno al exigirnos que pensemos en cómo las organizaciones, los vecindarios y las comunidades pueden contribuir a que una persona muestre comportamientos de riesgo/destructivos, o mejorar las competencias prosociales y constructivas.

Psicología comunitaria en el trabajo

Debido a la naturaleza de esta profesión, las personas que trabajan en este campo a menudo realizan una variedad de tareas y asumen una serie de roles diferentes. Algunas cosas que un psicólogo comunitario podría hacer incluyen:

• Investigar problemas dentro de una comunidad y evaluar las necesidades individuales.
• Encontrar formas de ayudar a las personas desfavorecidas o privadas de sus derechos a sentirse más conectadas con sus comunidades locales.
• Comprender los problemas sociales entre los grupos minoritarios.
• Desarrollar, implementar y evaluar programas comunitarios orientados a la acción.
• Construir relaciones entre individuos y grupos comunitarios.
• Evaluar organizaciones, gobiernos y comunidades para promover la participación y la diversidad.

Los psicólogos comunitarios pueden emplearse en una serie de áreas que incluyen educación, gobierno, grupos sin fines de lucro, organizaciones comunitarias y consultoría privada.

Dentro del sistema educativo, los psicólogos comunitarios a menudo trabajan en colegios y universidades para impartir cursos y realizar investigaciones originales. En un entorno gubernamental, pueden trabajar en servicios humanos y de salud para gobiernos locales, estatales y federales.

Campos relacionados

Las personas a veces confunden la psicología comunitaria con campos relacionados, como el trabajo social, la psicología intercultural y la psicología social. Si bien la psicología comunitaria tiene muchas similitudes con campos relacionados y, a menudo, se basa en estas disciplinas, es importante tener en cuenta algunas distinciones importantes.

En comparación con la psicología clínica

Por ejemplo, la psicología comunitaria se centra en la acción y la resolución de problemas al igual que la psicología clínica. Sin embargo, la psicología clínica tiende a enfocarse más en resolver problemas individuales, mientras que la psicología comunitaria se dedica a comprender los problemas sociales subyacentes que contribuyen a estos problemas.

Comparado con trabajo social

La psicología comunitaria también adopta un enfoque holístico basado en sistemas para comprender el comportamiento y cómo las personas encajan en la sociedad, al igual que campos relacionados como la sociología y la psicología social. La psicología comunitaria tiende a centrarse más en aplicar el conocimiento psicológico y social para resolver problemas, crear soluciones del mundo real y tomar medidas inmediatas.

Comparado con salud pública y consejería

Al igual que la consejería en salud pública y salud mental, la psicología comunitaria también se enfoca en la prevención de problemas y la promoción de la salud y el bienestar. También tiene un componente muy fuerte orientado a la investigación. Los psicólogos comunitarios a menudo realizan investigaciones originales, desarrollan marcos teóricos y luego aplican este conocimiento directamente dentro de las comunidades públicas y privadas.

Como puede ver, la psicología comunitaria se superpone con otras disciplinas. Sin embargo, tiene sus propias contribuciones únicas e importantes que hacer.

Los principales objetivos de este campo son crear nuevas formas de empoderar a las personas dentro de sus comunidades, promover el cambio social y la diversidad, promover el bienestar individual y comunitario y prevenir el desorden.

Requisitos educativos

La mayoría de los psicólogos comunitarios tienen al menos una maestría o un doctorado en psicología. Hay algunos programas de psicología comunitaria disponibles, pero otros estudiantes optan por obtener un título interdisciplinario o un título general con un enfoque en temas de psicología comunitaria.

Algunos de los cursos que debe tomar un aspirante a psicólogo comunitario incluyen:

• Comportamiento social.
• Métodos de búsqueda.
• Estadísticas.
• Salud pública.
• Desarrollo organizacional.
• Escritura de concesión.
• Desarrollo de programas de prevención.
• Psicología del desarrollo.
• Sociología.
• Problemas sociales.
• Desarrollo comunitario.

La formación y la educación en psicología comunitaria se centran tanto en la investigación como en la aplicación. Los estudiantes de posgrado reciben una amplia capacitación en métodos de investigación y estadísticas sociales, así como en cómo poner esta información en un uso práctico mediante el desarrollo de programas comunitarios orientados a la acción.

Salarios

Los salarios de los psicólogos comunitarios varían según su nivel de educación y el lugar donde trabajan. La Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. informa que el salario anual promedio de los psicólogos fue de poco más de $ 79,000 al año en el 2018.

Los psicólogos comunitarios juegan un papel importante en la protección de la salud y el bienestar de las personas y las comunidades. Al trabajar para diseñar programas e implementar intervenciones, estas profesiones ayudan a garantizar que las personas puedan acceder a los recursos que necesitan para alcanzar su máximo potencial.