Aunque es fácil culpar a los alborotadores por destruir la propiedad, provocar la violencia y sembrar el caos, hacerlo disminuye el hecho de que un disturbio es una forma compleja y profundamente arraigada de malestar civil, que a menudo es el resultado de numerosos factores. En otras palabras, un disturbio es a menudo un síntoma de un problema mayor y subyacente, no el problema en sí mismo.
Cuando estallaron las protestas en Estados Unidos en la primavera del 2020, los medios de comunicación mostraron a personas que entraban en tiendas y robaban artículos, incendiaban coches de policía y rompían cristales.
Muchos estadounidenses criticaron rápidamente a los alborotadores, calificando las protestas de descontroladas, pero nunca se preguntaron: “¿por qué?” ¿Por qué estas protestas se volvieron violentas? ¿Por qué se atacaron edificios y se destruyeron estatuas? La respuesta es más complicada de lo que parece.
La historia de los disturbios en Estados Unidos
Martin Luther King Jr., que a menudo era alabado por sus protestas pacíficas, se refirió a los disturbios como “el lenguaje de los no escuchados” en una entrevista con CBS News en 1966.
Los disturbios existen desde antes de la Revolución Americana. “No a los impuestos sin representación” fue el grito de guerra durante la segunda mitad del siglo XVIII, cuando los americanos coloniales protestaron contra las Leyes Townshend, que fueron derogadas en su mayor parte por el Parlamento británico (con la excepción del té) en 1770.
En 1863, en Richmond (Virginia), las mujeres se reunieron en la calle para protestar por la escasez masiva de alimentos en toda la ciudad, que afectaba desproporcionadamente a los ciudadanos de clase baja. “Pan o sangre”, corearon frente a la oficina del gobernador. Cuando sus peticiones fueron ignoradas, se amotinaron.
La historia de Estados Unidos está salpicada de disturbios porque los estadounidenses han luchado contra la discriminación, la opresión y la desigualdad desde la fundación del país.
Cuando el racismo institucionalizado y las disparidades socioeconómicas persisten durante años y años, haciendo que ciertas poblaciones estadounidenses sean más vulnerables que otras, la frustración colectiva está destinada a estallar en demanda de cambio.
Pensemos en el movimiento por los derechos civiles. Se realizaron esfuerzos de base para acabar con la discriminación racial y la segregación y obtener la igualdad de derechos para los negros estadounidenses. Sin embargo, muchas de las marchas, sentadas y paseos por la libertad fueron recibidas con críticas, odio y violencia por parte de las partes contrarias, incluidos muchos miembros en funciones de autoridad.
No es de extrañar que estallaran disturbios raciales en las grandes ciudades de Estados Unidos.
Voces alzadas de los oprimidos
Estados Unidos ha evolucionado y las políticas han cambiado, pero los disturbios han persistido, y por una buena razón. La opresión, referida al trato injusto prolongado, pasa factura. Cuando las personas en el poder no abordan los problemas a los que se enfrentan los oprimidos, que muy a menudo son personas marginadas y pertenecientes a minorías, es inevitable que se produzca un levantamiento.
La violencia no es una acción preferida por los manifestantes, sino más bien una consecuencia de ser ignorados, criticados y oprimidos tras numerosos intentos de ser vistos y escuchados.
Consideremos las protestas de George Floyd en el 2020, que estallaron en los 50 estados, marcando lo que los expertos llaman el mayor movimiento de la historia de Estados Unidos. Estas protestas acabaron por extenderse por todo el mundo.
Estas no fueron las primeras protestas del movimiento Black Lives Matter. La primera ocurrió en el 2013 tras la muerte de Trayvon Martin, de 17 años. En los años siguientes, los activistas protestaron, marcharon y protagonizaron debates para cambiar las políticas, pero la comunidad negra siguió enfrentándose a un trato injusto, a la discriminación racial, a la disparidad económica y a la brutalidad policial.
Opiniones de expertos
Voces muy respetadas de la psicología, la sociología y las artes llevan mucho tiempo hablando de que los disturbios no son el problema, sino una reacción al problema.
Silvia M. Dutchevici, MA, LCSW
“La violencia policial, junto con el COVID-19, ha puesto de manifiesto la desigualdad racial y económica en Estados Unidos”, afirma Silvia M. Dutchevici, MA, LCSW, presidenta y fundadora de Critical Therapy Center. “La psicología [de los disturbios] tiene que ver con la injusticia, con ser agraviado y, en última instancia, con el poder”.
James Baldwin
En una entrevista con Esquire en 1968, le preguntaron al autor James Baldwin: “¿Cómo definiría a alguien que rompe el escaparate de una tienda de televisores y se lleva lo que quiere?”.
Respondió: “¿Cómo definirías a alguien que pone a un hombre donde está y se lleva todo el dinero del gueto donde lo gana? ¿Quién está saqueando a quién? ¿Arrebatar el televisor? En realidad, no quiere el televisor. Está diciendo “que te den”.
“Es sólo un juicio, por cierto, sobre el valor del televisor. No lo quiere. Quiere que sepas que está ahí. La cuestión que trato de plantear es una cuestión muy seria… Estás acusando de saqueo a una población cautiva a la que le han robado todo. Me parece obsceno”, dijo Baldwin.
Doctor Kent Bausman
“Los disturbios suelen ser una fuente indirecta de cambio social, al llamar la atención de forma dramática sobre el resentimiento y la frustración colectivos”, afirma el doctor Kent Bausman, profesor de sociología de la Universidad Maryville Online. “Para entender por qué se producen los disturbios, debemos abordar el origen de los mismos más que el resultado de los mismos”.
Frustración colectiva y violencia situacional
La premeditación no suele desempeñar un papel en los disturbios. Sin embargo, los disturbios pueden intensificarse con bastante rapidez debido a la naturaleza inherente de un entorno grupal.
“Cuando las cosas toman un cariz feo y se vuelven más alborotadas, la participación en los disturbios puede considerarse atractiva en el momento”, dice Bausman. “La participación libera temporalmente de la adhesión a las normas sociales inmediatas. Al mismo tiempo, la multitud amotinada da al individuo una sensación de anonimato respecto a su propia desviación social”.
Es poco probable que los individuos prendan fuego a los coches de policía cuando están solos. Sin embargo, cuando están rodeados por un grupo de personas que se sienten igual de emocionadas y enfadadas, pueden encontrarse rápidamente tomando decisiones descaradas y fuera de lugar, especialmente cuando entran en juego factores externos (como puntos de vista opuestos o agresiones de la autoridad).
Los disturbios también pueden ser fácilmente el resultado de intentos de cambio que han durado décadas, pero que no han servido de nada. Para muchos, se convierte en un último esfuerzo para ser escuchados.
“Es útil tener en cuenta que los disturbios son un proceso que comienza mucho antes de que la gente salga a la calle”, dice Dutchevici.
Según un artículo publicado en 2020 en la revista Housing, Theory, and Society, los disturbios urbanos suelen producirse en zonas donde los individuos están marginados social, económica y políticamente. Los disturbios ofrecen muchos incentivos atractivos para quienes carecen de legitimidad institucional, experimentan un resentimiento justificado contra la policía y carecen de oportunidades de educación o trabajo, entre otros factores destacados.
Los individuos se sienten obligados a participar en los disturbios cuando éstos parecen justificados, libres de riesgos y emocionantes, razón por la que a menudo pueden producirse en protestas masivas tras un acontecimiento que ha provocado la indignación.
La tergiversación en los medios de comunicación
Aunque los disturbios pueden ser muy problemáticos y peligrosos a corto plazo, Bausman afirma que a menudo atraen la atención necesaria y, a veces, el cambio en cuestiones de injusticia social a largo plazo. Aunque no siempre es así, Bausman se refiere a los disturbios de Ferguson tras la muerte de Michael Brown, que suscitaron serias preocupaciones y exámenes de la reforma de la justicia penal.
Sesgo unilateral
Los medios de comunicación son conocidos por presentar una imagen parcial y sesgada, especialmente cuando se trata de disturbios. Por ejemplo, cuando un medio de comunicación sólo muestra a un manifestante lanzando una piedra a un agente de policía, niega las intenciones de la protesta y los acontecimientos que conducen a ese momento.
“Los medios de comunicación harían un mejor trabajo reconociendo y describiendo para sus audiencias lo que desencadena esos eventos espontáneos”, dice Bausman. “Como sociólogo, este tipo de encuadre, en mi opinión, devalúa el origen de la frustración colectiva que se siente en algunas comunidades y las chispas para los disturbios en primer lugar. Sin esa comprensión, sólo abordamos el resultado de un disturbio, no el origen del mismo”.
En lugar de cuestionar si las estatuas de figuras históricas deben ser retiradas, debemos considerar por qué la sociedad ha elegido amplificar las voces de individuos que esclavizaron y perpetuaron la opresión de miles de estadounidenses.
Tal vez la intención de los alborotadores no sea destruir la historia, sino rectificar la historia que ha sido escrita por y a favor de una raza en un país que es y ha sido siempre multirracial.
Aunque los disturbios pueden provocar el caos y no producir un cambio social directo o inmediato, tienen el poder de iniciar conversaciones muy necesarias sobre los problemas de la sociedad. Para entender la psicología que hay detrás de los disturbios, debemos mirar más allá de la violencia y la destrucción resultantes y abordar la opresión que lleva a tantos a actuar.
Las protestas se presentan en el mundo por muchas circunstancias como por ejemplo las desigualdades sociales, el elevado costo de vida, el desempleo, la pobreza, la disminución del poder adquisitivo, y las políticas onerosas para tener acceso a servicios públicos entre otras. La corrupción es otro componente que alimenta dicho inconformismo social, lo mismo que la distribución del poder y la riqueza que amplían la brecha entre pobres y ricos.
El derecho a la protesta debe garantizarse como un derecho ciudadano, pero al mismo tiempo debe estar sujeto a ciertas restricciones cuando se ponga en peligro a las personas y las instituciones.
El código propende mejorar las relaciones entre personas que ejercen el derecho a la protesta y las autoridades, evitando que traduzca en vandalismo y pérdida de vidas humanas.
Cómo mantenerse seguro durante una protesta
Cuando George Floyd fue asesinado, innumerables estadounidenses salieron a la calle para protestar por su muerte y concienciar sobre el racismo en Estados Unidos. En algunos casos, las protestas fueron pacíficas y unificadoras. En otros, fueron caóticas y peligrosas.
Las protestas, independientemente de su intención, atraen a todo tipo de personas, cada una con motivos diferentes. Las cosas pueden pasar rápidamente de una atmósfera de solidaridad y propósito a una de caos e incertidumbre. Antes de participar, conoce tus derechos, prepárate con antelación y sabe cómo mantenerte seguro en una protesta.
Conozca sus derechos
La Primera Enmienda protege tu derecho a reunirte y expresar tus pensamientos y opiniones en forma de protesta.
Dónde puedes protestar
Según la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), es importante saber que la policía y otros funcionarios del gobierno pueden imponer ciertas restricciones al ejercicio de esos derechos de expresión. La ACLU aconseja protestar en “foros públicos tradicionales”, como calles, aceras y parques.
También se puede hablar frente a edificios gubernamentales siempre que no se bloquee el acceso al edificio o se interfiera con los demás fines del mismo. Los dueños de propiedades privadas pueden establecer normas para la expresión en su propiedad. Por lo tanto, no debes organizar una protesta en una propiedad privada, incluyendo un negocio de propiedad privada. Limítate a las aceras y otras zonas públicas si quieres que tu mensaje sea escuchado.
La policía puede intervenir
También es importante recordar que los contramanifestantes también tienen derecho a la libertad de expresión. Aunque la policía debe tratar a ambos grupos de manifestantes por igual, está autorizada a mantener separados a dos grupos opuestos, especialmente si hay problemas de seguridad.
Asimismo, la policía está autorizada a disolver una concentración si existe “un peligro claro y actual de disturbios, desórdenes, interferencias con el tráfico u otra amenaza inmediata para la seguridad pública”.1 Pero debe informar claramente a los manifestantes de la orden de dispersión, incluyendo el tiempo que tienen para dispersarse, las consecuencias si se niegan y la ruta de salida que pueden seguir, antes de ordenarles que se vayan o detenerlos.
Está permitido hacer fotos
Cuando estés presente legalmente en cualquier espacio público, tienes derecho a fotografiar cualquier cosa que esté a la vista, incluidos los edificios federales y la policía. En una propiedad privada, el propietario puede establecer normas relacionadas con los vídeos y las fotos. Por tanto, si estás en una propiedad privada, debes respetar sus normas. Incumplirlas puede acarrear problemas para ti.
La policía no puede confiscar o exigir ver tus fotos o vídeos sin una orden judicial. Tampoco pueden borrar tus datos bajo ninguna circunstancia. Pero sí pueden ordenar a la gente que deje de hacer este tipo de actividades si están interfiriendo con las operaciones legítimas de las fuerzas del orden.
Cómo prepararse para una protesta
Si estás pensando en unirte a una protesta, piénsalo bien y haz planes para mantenerte seguro. Aunque es importante mostrar apoyo y hacer que se escuche tu voz, es igualmente importante asegurarse de tomar buenas decisiones.
Ve con otras personas
Amnistía Internacional sugiere que, si vas a protestar, lo mejor es ir con un amigo o un grupo pequeño. Asimismo, asegúrate de tener los datos de contacto de todos. Algunas personas consideran que escribir estos números en el cuerpo con un rotulador permanente es la mejor opción en caso de que el teléfono de alguien se pierda o se rompa.
Discute dónde os reuniréis si os separáis y cómo planeáis salir de la zona de la protesta si las cosas se vuelven caóticas. Si no puedes asistir a la protesta, pero quieres apoyar a tus amigos, puedes ofrecerte a ser el contacto de alguien fuera del lugar en caso de que ocurra algo, como que se lesionen o sean arrestados.
Toma decisiones informadas
Antes de asistir a una protesta, asegúrate de saber quién la organiza y cuál es el plan. Asimismo, asegúrate de que el grupo al que te unes promueve una causa que apoyas y no da mensajes contradictorios.
Piensa en los riesgos, las oportunidades y las implicaciones legales para sopesar los pros y los contras de participar. También debes asegurarte de que conoces las instrucciones, como dónde reunirte, aparcar, etc.
También debes considerar si quieres llevar tu teléfono móvil. Aunque tener un teléfono es una buena medida de seguridad, también puede utilizarse para vulnerar tu intimidad, especialmente si tu teléfono está configurado para etiquetar tu ubicación en fotos y vídeos.
Como medida de seguridad, puedes asegurarte de que tu teléfono está protegido con contraseña. Puedes desactivar las funciones de reconocimiento facial y de huellas dactilares para iniciar sesión. De este modo, nadie podrá acceder a tu teléfono sin el código de acceso.
Asegúrate de hacer una copia de seguridad de tu teléfono y borrar todo lo que no necesites tener contigo. Siempre puedes volver a poner la información en tu teléfono más tarde si lo necesitas.
Encuentre otras formas de prestar apoyo
Si no puedes asistir a una protesta por motivos de trabajo, salud o cuidado de los niños, todavía hay formas de participar. Por ejemplo, puedes apoyar a una organización que ayude a los manifestantes con necesidades como los fondos de los bonos.
Otra forma de apoyar la protesta es proporcionar bocadillos y agua a las personas que sabes que van a asistir. Incluso puedes preparar pequeños paquetes con artículos de primeros auxilios, como vendas y analgésicos.
También puedes escribir cartas a tus representantes locales instándoles a tomar medidas. También puedes colaborar con organizaciones locales dirigiendo un banco de teléfonos o recaudando fondos. La clave es que no tienes que estar presente en una protesta o manifestación para apoyar una causa.
Qué llevar contigo
Cuando se trata de asistir a una protesta, la clave para estar seguro es estar preparado. Una forma de hacerlo es asegurarse no sólo de llevar un equipaje ligero, sino de llevar las cosas que realmente se van a necesitar.
Salud y seguridad
Lleva artículos que puedan ayudar a proteger tu salud y seguridad durante una protesta. Puedes considerar:
Cubiertas para la cara
Una mascarilla que cubra la nariz y la boca puede ayudar a prevenir la propagación de enfermedades. Considera la posibilidad de llevar varias máscaras para tener otras en caso de que una se ensucie o contamine.
Desinfectante de manos a base de alcohol
Mantener las manos limpias es una de las mejores formas de prevenir la propagación de enfermedades. Asegúrate de tener suficiente para pasar el día.
Botella de agua con agua jabonosa
Según el departamento de salud de la ciudad de Nueva York, puede utilizar el agua jabonosa para enjuagar contaminantes como el spray de pimienta. Por supuesto, después de enjuagarse con el agua jabonosa, deberá enjuagarse también con agua corriente.
Medicamentos
Además de los analgésicos y algunas vendas, asegúrate de llevar medicamentos personales como inhaladores y epinefrinas.
Protección solar
Independientemente de si es un día soleado o no, es importante proteger la piel. Lleva protector solar, bálsamo labial, un sombrero y, posiblemente, incluso un paraguas para que te dé sombra.
Artículos personales
Es importante que lleves poco equipaje, sobre todo porque es probable que tengas que caminar una larga distancia:
Identificación
Aunque no es necesario que lleves toda la cartera, es importante que tengas lo necesario, como el DNI o el carné de conducir emitido por el estado. También necesitarás tus tarjetas del seguro por si hay una emergencia.
Agua en abundancia
Lo ideal es que lleves el agua en un vaso aislado con tapa de chorro. Evita compartirla con otras personas. Considera la posibilidad de llenar una botella de spray con agua para ayudarte a mantenerte fresco.
Aperitivos
Prueba con barritas de granola, barritas de proteínas u otros aperitivos no perecederos. Elige algo ligero y portátil que te sirva de sustento hasta que puedas comer una comida real.
Dinero en efectivo
Es importante tener una pequeña cantidad de dinero en efectivo a mano, especialmente si necesita tomar un taxi o comprar un bocadillo o agua a un vendedor local. No hay garantía de que puedas usar una tarjeta de crédito.
Cargador portátil para el teléfono
Si decide llevar su teléfono, asegúrese de tener también un cargador portátil y un cable. Es probable que no haya muchos lugares donde cargar el teléfono en caso de que se estropee, por lo que debes tener uno de reserva.
Gafas
Amnistía Internacional aconseja no llevar lentes de contacto debido a los riesgos asociados al gas lacrimógeno y al spray de pimienta.
Del mismo modo, puedes considerar el uso de gafas de natación inastillables si crees que vas a estar en una zona donde es probable que haya gas lacrimógeno.
Protestar conlleva diversos riesgos según la zona, la situación y la causa. Aunque hay cosas que puedes hacer para reducir los riesgos, ten en cuenta que, aunque tengas la plena intención de protestar pacíficamente, esto no garantiza tu seguridad frente a lesiones o enfermedades. Es importante que, si decides protestar, hagas todo lo posible para protegerte.
