Los celos son una emoción normal. De hecho, todo el mundo experimenta celos en algún momento de su vida. Pero los problemas pueden surgir cuando los celos pasan de ser una emoción sana a una emoción malsana e irracional.

Los celos irracionales y excesivos pueden acabar destruyendo su matrimonio. A continuación, te presentamos los celos y los pasos que puedes dar para superar esta emoción en tu matrimonio.

¿Qué son los celos?

Los celos son una reacción a una amenaza percibida -real o imaginaria- a una relación valiosa.

Los celos son un problema en un tercio de las parejas que reciben asesoramiento matrimonial, según una encuesta nacional de consejeros matrimoniales.

Un poco de celos puede ser tranquilizador en una relación e incluso puede estar programado en nosotros. Sin embargo, muchos celos son abrumadores y dan miedo, sobre todo porque pueden llevar a comportamientos peligrosos como el acoso, la violencia en las citas digitales y el abuso físico.

No hay razón para creer que los celos mejorarán si no se abordan. Los celos no son una emoción que se pueda desterrar con una ilusión. Llega hasta el núcleo del ser y tiene raíces profundas, y se necesita conciencia y esfuerzo para superar estos sentimientos.

Celos normales y no saludables

Los celos ocasionales son naturales, pero cuando se vuelven intensos o irracionales, pueden dañar seriamente una relación. Ser capaz de distinguir entre los celos sanos y los celos insanos es importante para el éxito de tu matrimonio.

Celos normales

En las relaciones en las que los sentimientos de celos son leves y ocasionales, recuerdan a las parejas que no deben darse por sentados. Los celos también pueden motivar a las parejas a apreciarse mutuamente y a hacer un esfuerzo consciente para que su pareja se sienta valorada.

Los celos también intensifican las emociones, haciendo que el amor se sienta más fuerte y el sexo más apasionado. En dosis pequeñas y manejables, los celos pueden ser una fuerza positiva en un matrimonio.

Cuando una relación sana experimenta celos, éstos provienen de un lugar de protección. Una persona ve una amenaza potencial para el matrimonio y expresa su preocupación o sus celos. Juntos, la pareja discute el asunto de forma racional y llega a un acuerdo sobre cómo seguir adelante. Ambos están comprometidos con la relación y no se sienten inseguros sobre quiénes son como individuos.

Celos malsanos

Cuando los celos son intensos o irracionales, la historia es muy diferente.

Los celos irracionales o excesivos suelen ser una señal de advertencia de una relación potencialmente abusiva.

Al final, las personas celosas se sienten tan abrumadas por sus emociones e inseguridades que empiezan a ejercer el control sobre sus parejas. Pueden incluso recurrir al abuso financiero, la intimidación verbal y la violencia para mantener el control y aliviar o enmascarar sus sentimientos.

Los celos insanos tienen su origen en el miedo al abandono y en la preocupación por no ser verdaderamente amado. Los celos insanos se caracterizan por:

  • Estar paranoico sobre lo que hace o siente la pareja.
  • Exigir una explicación de dónde ha estado la pareja.
  • Mostrar una inseguridad y un miedo inusuales.
  • Participar en historias y hacer acusaciones que no son ciertas.
  • Cuestionar excesivamente los comportamientos y motivos de la pareja.
  • Seguir o acosar a la pareja para confirmar su paradero.
  • Infringir la libertad de la pareja o prohibirle ver a sus amigos o familiares.
  • Leer los correos electrónicos y los mensajes de texto o escuchar los mensajes de voz esperando descubrir una infidelidad o una mentira.
  • Enviar mensajes de texto sin parar cuando la pareja está separada.

Celos insanos

Causas de los celos

Cuando se enfrentan a una situación que puede provocar celos, las personas que luchan con esta emoción pueden responder con miedo, ira, pena, preocupación, tristeza, duda, dolor, autocompasión y humillación. También pueden sentirse generalmente sospechosos o amenazados, o pueden luchar con una sensación de fracaso.

Los celos pueden darse por muchas razones, entre ellas:

  • Ser inseguro o tener una mala imagen de sí mismo.
  • Temer el abandono o la traición.
  • Sentir una intensa posesividad o un deseo de control.
  • Tener un sentido erróneo de propiedad sobre el cónyuge.
  • Tener expectativas poco realistas sobre el matrimonio en general.
  • Mantener expectativas poco realistas sobre el cónyuge.
  • Revivir una experiencia dolorosa de abandono en el pasado.
  • Preocuparse por perder a alguien o algo importante.

Consecuencias

No es raro que las parejas confundan los celos con el amor, especialmente si esos celos son generalmente sanos y poco frecuentes. Pero mostrar celos anormales es todo menos amoroso. Los celos anormales causan estragos en una relación, ya que la persona celosa se vuelve cada vez más temerosa, enfadada y controladora.

Para quienes experimentan celos anormales, la emoción establece una profecía autocumplida. A medida que sus parejas tratan de evitarlos, se hacen realidad sus peores temores de perder el amor y el respeto.

A la larga, los celos pueden provocar resentimiento y actitud defensiva. También destruirán la confianza en una relación y darán lugar a más discusiones, sobre todo si la persona celosa plantea exigencias y cuestiona constantemente a la otra.

Las experiencias emocionales intensas también pueden dar lugar a síntomas físicos. A veces, las personas celosas sufren reacciones físicas como temblores, mareos, depresión y problemas para dormir. Su constante enfado y su necesidad de reafirmación también pueden llevar al final del matrimonio o de la relación, especialmente si se vuelven abusivos y no manejan sus celos de forma saludable.

Consecuencias de los celos malsanos

Cómo afrontar los celos en el matrimonio

Si estás experimentando celos en tu matrimonio, es importante abordarlos antes de que se te vayan de las manos. Tanto tú como tu pareja pueden aprender a manejar los celos de manera saludable.

Date cuenta de que algunos celos son normales

Habrá personas y situaciones que amenacen la seguridad de su matrimonio. Ya sea un compañero de trabajo coqueto o un trabajo que requiere muchos viajes, es normal experimentar un poco de celos. Lo importante es que se tomen tiempo para hablar de sus preocupaciones y acuerden algunos límites que protejan su matrimonio y sus corazones.

Por ejemplo, ambos pueden acordar que limitar el contacto con un compañero de trabajo coqueto es importante para la salud del matrimonio. O pueden decidir que hablar a la hora de acostarse mientras uno de los cónyuges está de viaje puede aliviar las preocupaciones. La clave es que discutan los problemas con calma y busquen soluciones juntos.

Llegar a la raíz de los celos

Cuando uno de los cónyuges se siente celoso de forma constante, es importante averiguar por qué ocurre. Por ejemplo, ¿El celoso se siente inseguro porque no pasan mucho tiempo juntos como pareja? ¿O el matrimonio tiene problemas de confianza debido a la infidelidad? Haz preguntas. Intenta entender de dónde vienen los celos y qué se puede hacer para aliviarlos.

Cree una atmósfera de confianza

Una de las mejores maneras de evitar los celos es crear una atmósfera de confianza. Este proceso comienza cuando ambos miembros de la pareja son dignos de confianza. Es decir, que sean fieles, comprometidos y honestos. Las personas dignas de confianza no mienten sobre cómo pasan su tiempo. Tampoco engañan a sus cónyuges. Si ambos se cuidan de estas trampas, la confianza en la relación crecerá y desplazará los celos.

Crear confianza en la pareja

Desarrollar un apego sano

Encuentre formas de pasar tiempo juntos y de establecer un vínculo. Un matrimonio es algo más que vivir juntos y compartir la cama. Implica mostrar afecto, pasar tiempo juntos y crear un vínculo de apego con el otro. Cualquier amenaza a su apego debe ser motivo de preocupación. Los celos son apropiados cuando son una señal de que el matrimonio está en peligro.

¡Obtenga todo el apoyo y la orientación que necesita para tener éxito en salvar su matrimonio!

Es posible que su falta de conocimiento en esta área no sea su culpa, pero eso no significa que no deba, o no pueda, hacer nada para descubrir todo lo que necesita saber para finalmente tener éxito.

Así que hoy, en los próximos POCOS MINUTOS, de hecho, lo ayudaremos a PONERSE EN EL CAMINO y a aprender cómo puede controlar rápida y fácilmente su matrimonio… ¡para BIEN!

Reconocer cuándo los celos son abusivos

Los celos en respuesta a una amenaza real para la relación son normales. Pero si uno de los miembros de la pareja se muestra celoso sin motivo, puede ser una señal de alarma, sobre todo si los celos incluyen una ira extrema, expectativas irreales y acusaciones infundadas. Además, este tipo de celos no es algo puntual. Es un patrón de comportamiento que se repite una y otra vez.

Otro rasgo distintivo de los celos abusivos o malsanos es el intento de ejercer control sobre otra persona, así como hacer acusaciones extravagantes. Si te defiendes regularmente de las preguntas irrazonables o acusadoras de tu pareja, eso es una bandera roja. Necesitas buscar ayuda de inmediato antes de que las cosas se salgan de control.

Cómo afrontar los celos en ti

Si eres tú quien experimenta los celos en tus relaciones, es posible que quieras pensar por qué. Por ejemplo, ¿Tiene problemas de autoestima o teme que su pareja le deje? ¿O tu pareja te ha sido infiel en el pasado y te preocupa que se repita?

Sea como fuere, hay que tratar los sentimientos. La mejor manera de hacerlo es buscar un consejero o un terapeuta que le ayude a aprender a manejar sus celos de manera saludable.

Al igual que la mayoría de las experiencias emocionales difíciles, si se tratan correctamente, los celos pueden ser un factor de crecimiento. Abordar los celos puede ser el primer paso para un mayor conocimiento de uno mismo y una mayor comprensión tanto para ti como para tu pareja. He aquí algunos pasos para superar tus sentimientos de celos:

Valida tus celos

La validación emocional es una idea que suena complicada pero que en realidad es muy sencilla.

Significa reconocer cómo te sientes y recordarte a ti mismo que está bien sentirte así, por muy doloroso o incómodo que sea.

Lo que realmente hace que la gente tenga problemas con los celos es que su suposición inicial es que no está bien que se sientan celosos.

El problema es que cuando empiezas a juzgar tus celos (y a ti mismo por sentirlos) añades una segunda capa de emociones dolorosas a un sentimiento ya difícil:

  • Cuando te juzgas por sentir celos, ahora te sientes culpable o avergonzado y celoso.
  • Cuando te dices que es malo que sientas celos, ahora te sientes ansioso y celoso.
  • Cuando te críticas por sentir celos, ahora te sientes enfadado y celoso.

Y cuantas más emociones dolorosas acumules sobre ti mismo, más presión sentirás para hacer algo rápidamente para sentirte mejor.

Como estás tan avergonzado de cómo te sientes, arremetes contra otra persona para sentirte brevemente poderoso y justificado.

La validación emocional es como una válvula de escape para las emociones. Cuando nos sentimos mal, el simple hecho de reconocer esos sentimientos difíciles y recordarnos a nosotros mismos que está bien sentirse así nos quita una enorme cantidad de presión emocional.

Valida tus celos

Busca otras emociones “detrás” de tus celos

La mayoría de las personas, cuando se les pide que describan cómo se sienten, suelen responder con un único sentimiento:

  • Estoy muy ansioso.
  • Estoy enfadado.
  • Me siento muy triste.

La cuestión es que, en realidad, es raro experimentar una sola emoción a la vez.

Lo más frecuente es que experimentemos una serie de emociones diferentes en un momento dado. Y aunque suele haber una emoción “fuerte” dominante, es un error asumir que es la única, o la única importante.

Cuando se trata de sentir celos, es fácil obsesionarse con los celos e ignorar las otras emociones “más silenciosas” que hay detrás. Por desgracia, ignorar estas otras emociones puede ser un error porque a menudo están tratando de decirnos algo valioso.

Esto es lo que podría ocurrir:

En lugar de responder a tus celos (que pueden o no ser un reflejo exacto de lo que está sucediendo) y enfrentarte a tu novia por ello, podrías validar los celos y luego reaccionar constructivamente a tu tristeza y decepción por no ser muy social en las fiestas.

En concreto, podrías intentar entablar una conversación con alguien y abordar tu necesidad de conexión social.

Por supuesto, es perfectamente posible que tus celos se produzcan porque tu novia está siendo inapropiadamente coqueta con otra persona. En ese caso, enfrentarse a ella puede ser, de hecho, la mejor acción.

Pero, si hay una buena posibilidad de que eso no sea realmente lo que está sucediendo, entonces actuar sobre tus celos (ya sea mentalmente o en el comportamiento) es poco probable que sea útil. Y es muy posible que te lleven a sentirte peor y a hacer algo lamentable como resultado.

Por otro lado, cuando te tomas un momento para explorar las otras emociones que hay detrás de los celos, te das opciones para otras formas de reaccionar. Y muchas de estas opciones podrían ser mucho más útiles que reaccionar a los celos impulsivamente.

Escribe tu historia de celos

Sin duda, la mayor razón por la que las personas luchan contra sus celos es porque rumian sobre ellos.

La rumiación es una forma de pensamiento negativo poco útil. Suele consistir en insistir en temas molestos sobre los que no se tiene control, reproduciéndolos o elaborándolos en la mente una y otra vez.

Cuando la gente siente celos por primera vez, a menudo su instinto es pensar más en ello: Analizarlo, elaborarlo, juzgarlo, etc. Pero uno de los problemas de esto es que cuanto más te centres en tus celos, más grandes y duraderos serán.

Por otro lado, si puedes evitar rumiar tus celos, es mucho más probable que se desvanezcan con bastante rapidez (la mayoría de las emociones -incluidos los celos- se disipan con sorprendente rapidez cuando dejamos de amplificarlas pensando y atendiendo a ellas).

Según mi experiencia, la mejor manera de asegurarse de que tu pensamiento es preciso y constructivo, en lugar de sesgado y destructivo, es hacerlo por escrito.

Por un lado, no se puede escribir tan rápido como se piensa. Cuando escribes tu historia de celos -lo que ha pasado, lo que crees que significa, lo que deberías hacer, si es que hay que hacer algo- lo harás más lenta e intencionadamente.

También es mucho más fácil obtener una perspectiva equilibrada y realista de tu historia cuando la tienes literalmente por escrito. Te darás cuenta de las exageraciones flagrantes, las conclusiones irracionales y otras cosas similares con mucha más facilidad cuando tus pensamientos están escritos lentamente en lugar de pasar a toda velocidad por tu mente.

Así que, cuando te sientas celoso y decidas que merece la pena reflexionar de forma más analítica, intenta hacerlo en papel en lugar de en tu cabeza.

Aclara tus valores

Irónicamente, la parte más difícil de los celos no es el sentimiento en sí, sino cómo respondemos a él.

Las horas de reflexión sobre la persona de la que estamos celosos. Y todos los celos adicionales, la ira, la ansiedad y otras emociones que los acompañan.

Las decisiones reactivas e impulsivas que tomamos en el momento en que sentimos celos y que a menudo acaban perjudicándonos a nosotros mismos y a otras personas.

O, a veces, nuestra evitación y supresión de los celos permite que el mal comportamiento quede sin control debido a nuestra propia ansiedad y falta de asertividad.

Aclara tus valores

Actuar con firmeza

Actuar de forma asertiva significa que tomas decisiones y actúas de acuerdo con tus valores y lo que crees que es correcto, independientemente de cómo te sientas en ese momento.

He aquí un ejemplo:

Supongamos que estás comiendo con un amigo y éste empieza a hablarte de una gran suma de dinero que acaba de heredar y de todas las cosas interesantes que piensa hacer con ella.

Es muy comprensible que te sientas celoso.

Ahora bien, la mayoría de las personas que se encuentran en esta situación se juzgan implícitamente a sí mismas por sentir celos (Es mi mejor amiga… no debería sentir celos, ¡Debería alegrarme por ella! ¿Qué me pasa?). Y como resultado, intentan evitar o suprimir sus celos y fingir que no están celosos.

Desgraciadamente, al evitar los celos, es más probable que salgan a la luz de forma indeseable, normalmente con resentimiento o agresividad pasiva.

Por otro lado, podrías reflexionar sobre cómo aspiras a reaccionar ante la ganancia inesperada de tu amigo y recordarte a ti mismo que el hecho de sentir celos no significa que no pueda también expresar mi felicidad por ellos.

El punto más general es éste:

Si quieres dejar de reaccionar negativamente a tus celos, sé intencional sobre cómo quieres responder a ellos.

El primer paso de esto es lo que discutimos sobre la clarificación de tus valores. Pero una vez que lo hayas hecho, tienes que actuar de acuerdo con ellos. Y hacerlo de forma honesta y directa, es decir, actuar con asertividad.

 

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