Hay todo tipo de razones por las que la gente puede recurrir al fexting y pulsar sus teléfonos para expresar sus quejas con cualquier persona importante en su vida. (Por un lado, expresar el dolor en un escenario cara a cara puede ser intimidante, sobre todo si odias los conflictos. Además, tomarte tiempo para escribir lo que piensas puede ayudarte a mantener la compostura y el mensaje mientras te comunicas. Y si vives en zonas horarias diferentes o no ves a menudo a tu pareja o amigo en cuestión, este modo de comunicación puede parecerte natural. Al mismo tiempo, sin embargo, la práctica habitual del “fexting” puede no estar haciendo ningún favor a tu relación.

Si bien es posible estar en desacuerdo con un compañero y resolver una discusión de manera constructiva, también hay muchas maneras de abordar el conflicto que sólo empeorarán las cosas. Y cuando se discute a través de fexting, ese es absolutamente el caso. De acuerdo con el consejero Mykal Manswell, LCMHCA, aquí hay algunos ejemplos de formas de fexting que se destacan para exacerbar cualquier argumento dado, ya sea con una pareja romántica o cualquier otra persona:

  • Usar un lenguaje duro.
  • Enviar varios mensajes seguidos como táctica para agobiar o herir a alguien.
  • Enviar comentarios denigrantes.
  • Basarse intencionadamente en respuestas cortas para ser manipulador.
  • Utilizar emojis, fotos, GIF y vídeos de forma inmadura para provocar respuestas emocionales negativas.
  • Evasivas, o negarse a responder o comunicarse de manera constructiva (o simplemente no tomarse un momento para calmarse).
  • Escribir como si estuvieras respondiendo, sin intención de enviar nada.

¿Qué es el “fexting”?

Es habitual comunicarse por SMS, y eso funciona bien para todo, desde hacer planes con un amigo hasta pedirle a tu pareja que recoja una compra. Sin embargo, puede que hayamos llevado la comunicación por SMS demasiado lejos.

Las peleas por SMS, también conocidas como “fexting”, son un escollo potencial en las relaciones que puede causar problemas e incluso romper amistades o parejas.

A continuación, examinaremos qué es el fexting, por qué es un problema y cómo puedes evitarlo.

¿Cuánto es demasiado?

En el mundo actual, enviamos más mensajes de texto que cualquier otra cosa. Entonces, ¿cuántos mensajes de texto son demasiados al día? La respuesta es muy sencilla: todo depende de cómo te sientas. Algunas personas son ávidas texteadoras y otras responderán tres días después con un “¡Uy, lo siento, pensé que había respondido a esto!”. Yo entro en ambas categorías, dependiendo de lo ajetreada que sea mi semana. Lo importante es que tú decidas con qué te sientes cómodo y con qué no.

Lo que no está bien es que tu pareja decida esto por ti. Si tu pareja se enfada contigo por no responder enseguida, no está respetando tus límites ni tu tiempo. A veces, en una relación se espera que estés en contacto permanente con tu pareja. Esta presión no es sana (sobre todo si viene de la propia pareja) y, además, te quita los momentos que tienes en la vida real con las personas que tienes delante.

Si tu pareja te envía demasiados mensajes de texto y no estás de acuerdo con ello, comunícale tus límites. Obviamente, no queremos herir sus sentimientos si no se dan cuenta de que envían demasiados mensajes, así que intenta sugerirles que prefieres compartir los detalles de tu día con ellos cuando los veas en persona. O dales momentos específicos del día en los que puedas enviar mensajes de texto para que sepan cuándo dejarte en paz y cuándo pueden pasar a saludarte. A veces la gente no es consciente de lo que hace. Si te envían mensajes constantemente a propósito y sientes que te controlan o te acosan, no es sano.

¿Qué se considera pelearse por un mensaje de texto?

En una conversación en persona, muchas señales pueden indicarte que la conversación va por mal camino. Sin embargo, eso puede ser más difícil de discernir a través de un mensaje de texto.

Una forma de saber si estás entrando en modo discusión es prestar atención a tus emociones. Si empiezas a sentirte enfadado, herido o molesto, es posible que estés en un espacio argumentativo. Si experimentas signos físicos de ansiedad, lo más probable es que estés entrando en un desacuerdo más que leve.

Además, los mensajes de texto son, por naturaleza, una forma breve de comunicación. Lo hacemos sobre todo a través de nuestros dispositivos móviles, que no están diseñados para una comunicación de varios párrafos.

Por último, discutir por SMS puede ser cualquier cosa que refleje la terminología que utilizamos durante las discusiones en persona. Por ejemplo, decirle a alguien que no te entiende, decir cosas feas que normalmente no dirías, o usar mayúsculas para simular una voz gritona, son señales de que estás en una pelea por SMS.

Por qué pelearse por SMS puede convertirse en un problema

Las discusiones de cualquier tipo son estresantes y, para mejorar la salud mental, nunca deberían durar más de un día. Éstas son las principales razones por las que pelearse por SMS suele ser malo.

Por que pelearse por sms puede convertirse en un problema

No hay tono vocal

Muchas cosas por escrito pueden interpretarse de forma diferente y, sin una modulación vocal que lo aclare, es fácil suponer lo peor de alguien y de sus intenciones.

Cuando hablamos, la persona con la que estamos hablando puede saber lo serios o ligeros que somos por nuestro tono. En cambio, el texto no tiene tono. Todo es plano por escrito, así que un comentario sarcástico o una broma pueden malinterpretarse como un insulto.

La única forma de no parecer insultante es utilizar emojis o GIF. Esto puede crear una energía más ligera. Sin embargo, tus palabras pueden ser malinterpretadas.

Puede provocar falta de comunicación

Los mensajes de texto suelen ser un intercambio rápido de ida y vuelta, y cuando se discute, puede ser aún más rápido. Puede ser tentador no leer toda la respuesta de una persona antes de responder de nuevo, y cuanto más enfadado estés, más difícil te resultará expresarte con claridad o entender claramente a la persona con la que estás discutiendo.

Esto puede convertirse rápidamente en una bola de nieve que agrave y empeore la situación, y cuanto más alterado estés, menos racional serás.

No hay preguntas sobre el lenguaje corporal

Además de las señales vocales, en persona nos comunicamos a través del lenguaje corporal y las expresiones faciales.

La forma en que actuamos físicamente permite que los demás sepan cómo nos sentimos, y sin eso en el texto, una discusión puede llegar a un punto terrible sin que una persona se dé cuenta de lo enfadada que está la otra.

Normalmente, si ves que alguien se enfada o incluso empieza a llorar, te detienes para asegurarte de que está bien. A través del texto, puede que no tengamos ni idea de si están llorando o no. Por lo tanto, es posible que no dejemos de soltar palabras cuando deberíamos, lo que puede ser doloroso para la persona que las recibe.

Los emojis y los GIF pueden ser hirientes

Del mismo modo que las herramientas de comunicación visual como los emojis y los gifs pueden añadir diversión a las conversaciones, también pueden empeorar mucho las cosas en caso de desacuerdo por texto.

Enviar un emoji con los ojos en blanco o un “negando con la cabeza” puede resultar hiriente. Puede ser difícil saber cuándo has llevado los emojis o GIFs a un punto hiriente, especialmente si la otra persona retiene esa información y no te lo dice en el momento, lo que puede ocurrir si se siente insegura en la discusión.

Los emojis y los gis pueden ser hirientes

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Cuándo puede ser apropiado enviar mensajes de texto

Discutir por SMS suele ser una mala idea. Dicho esto, hay algunas situaciones en las que puede estar bien.

Cuando se necesita documentación

Si usted está en una relación emocionalmente abusiva y busca una orden de restricción, tener evidencia escrita de mensajes de texto impresos puede ser valioso.

Además, si usted está teniendo un problema de acoso en el trabajo con un compañero o superior, la evidencia escrita de maltrato puede hacer su caso mucho más fuerte.

Aunque las pruebas escritas del comportamiento abusivo pueden ser útiles en situaciones legales, eso no significa que debas seguir comunicándote por mensaje de texto si alguien te está maltratando. Puedes hacer una captura de pantalla del mensaje y no responder.

Relaciones sanas establecidas y a largo plazo

Si eres amigo de alguien desde hace décadas o tienes pareja desde hace años y hace tiempo que has establecido una comunicación y unos límites sanos, discutir por SMS puede ser menos peligroso.

En situaciones en las que conoces a alguien muy bien y confiáis profundamente el uno en el otro, es menos probable que se produzcan los errores de comunicación y las escaladas emocionales a las que puede llevar el fexting. Sin embargo, ésta es la excepción, no la regla, y es mejor evitar las peleas por mensajes de texto.

Cómo evitar las discusiones por SMS

Ahora que ya conoces los peligros de discutir por SMS, vamos a ver cómo evitarlo.

Como evitar las discusiones por sms

Detén la conversación

En cuanto te des cuenta de que las cosas van por mal camino, puedes ser tú quien lo diga y parar la discusión en seco.

Estas son algunas cosas que puedes decir para dejar claro que la situación no va por buen camino:

  • No creo que enviar mensajes de texto sea la forma correcta de discutir este tema.
  • Me siento incomprendido y no creo que los mensajes de texto me ayuden a sentirme comprendido.
  • Me siento herido por tus declaraciones y necesito poner fin a este intercambio.
  • Parece que esta situación se está volviendo negativa. Dejémoslo aquí.

Sugiere una alternativa

Cuando tengas claro que el intercambio ya no parece una comunicación eficaz, sugiere una alternativa al argumento del texto.

Aquí tienes algunos ejemplos que puedes utilizar:

  • ¿Estás libre para una llamada telefónica? Si no, ¿podemos programar una?
  • ¿Te gustaría hablar de esto en persona? Hagamos un plan.

Necesito reflexionar sobre esto durante un tiempo. Pronto me pondré en contacto para hablar más en profundidad.

Aléjate del teléfono

Si la otra persona no te está escuchando, o el intercambio no está terminando porque te está costando detenerte para seguir discutiendo, lo mejor que puedes hacer es colgar el teléfono y alejarte de él. En algunas situaciones, incluso puedes apagarlo.

El acto de desconectar suele ser calmante. Puedes intentar practicar la atención plena, dar un paseo o respirar profundamente para reducir tus niveles de estrés, lo que a su vez puede ayudarte a calmarte. Una vez que te sientas más tranquilo, podrás abordar la situación desde un lugar más racional.

Discutir ocurre, pero no tiene por qué ser por SMS. Si usted y su(s) pareja(s) no están de acuerdo en cómo comunicarse eficazmente, pueden beneficiarse de la terapia de pareja. Para quienes tengan dificultades para reunirse con un terapeuta en persona, hay muchas opciones en línea.

Cómo abordar las discusiones de forma constructiva y dejar atrás el fexting

En primer lugar, tómate un momento para ordenar tus pensamientos y descifrar qué es exactamente lo que te preocupa. “Al tomarte tu tiempo, también te das la oportunidad de calmarte de la abrumadora etapa emocional en la que podrías estar”, dice el Dr. Adams. “Eso también puede afectar a tu pensamiento lógico”.

A continuación, acércate a tu pareja (o amigo). Manswell recomienda mantener conversaciones serias a través de una llamada telefónica o un videochat, si no en persona, “para que el tono de voz, las expresiones faciales y el lenguaje corporal puedan reconocerse de forma eficaz y reducir las oportunidades de ser malinterpretado constantemente.” Es una forma de tener la conversación justo cuando se necesita, pero sin todo el dolor y la confusión del calor del momento.

Programar encuentros virtuales o en persona con regularidad también es una buena idea, incluso cuando no tengas una preocupación que compartir. Y si su ser querido empieza a enviarle mensajes de texto, anímele a trasladar la conversación a uno de esos otros medios para que ambos puedan abordar mejor el problema.

Durante esa conversación, recuerda que entran en juego otras habilidades de lucha justa. Algunos ejemplos son el uso de las “afirmaciones yo” (es decir, “Me siento ___ cuando ___ porque ___. Lo que necesito es ___.”), así como no sacar a colación peleas pasadas ni ser cruel en general.

El Dr. Adams también insta a hablar a la otra persona como si estuviera delante de ti, independientemente de tu proximidad. Esto incluye ser reflexivo; si la situación fuera al revés, piensa en cómo responderías a las palabras que estás diciendo. “Presta atención a tus palabras y a cómo las pones en una frase”, dice. “Eso puede dar un tono amistoso, defensivo o agresivo a tu mensaje. Cuanto más agresivo, más agitas la pelea”.

En cuanto a la escalada de las discusiones, Manswell recomienda establecer límites. “Una de las mejores formas que tiene una pareja de mantener una discusión o disputa de forma más eficaz es crear reglas básicas y expectativas cuando se envían mensajes de texto”, dice. También sugiere establecer una palabra clave para cuando las cosas empiecen a calentarse, de modo que se pueda parar y reevaluar la mejor manera de seguir adelante. Estos pasos limitan el maltrato y crean una responsabilidad mutua, añade.

Discutir con un ser querido nunca es divertido, pero el fexting -aunque a veces resulte tentador- puede empeorar la situación. La próxima vez que esto ocurra, los expertos animan a coger el teléfono para llamar o FaceTime, o planificar una reunión en persona.

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