Cada niño aprende a su propio ritmo. Cuando un niño tiene dificultades en una asignatura concreta, como la lectura, ¿cómo pueden determinar si hay un problema?

El primer paso que puede dar es que su hijo sea examinado por su médico. El médico de su hijo puede ayudar a eliminar problemas comunes como la pérdida de audición o la mala visión. También podrá remitirle a un especialista si es necesario realizar más pruebas para diagnosticar la causa principal de los problemas de lectura de su hijo.

Uno de los principales objetivos de todo programa de educación infantil es desarrollar una sólida capacidad de lectura en los alumnos. Es a través de la lectura que los alumnos amplían su vocabulario y aprenden sobre el mundo. La lectura es también la clave del éxito en la ortografía y la escritura.

Y aunque los niños de 6 y 7 años hablan con fluidez, necesitan que se les enseñe a manejarse con la letra impresa. Si un alumno tiene problemas con la alfabetización, esto puede afectar a su rendimiento en todo el programa escolar y tener un impacto negativo en la motivación para aprender y en la autoestima.

A veces puede haber una dificultad de aprendizaje no diagnosticada, como es el caso de los alumnos con dislexia o procesamiento lento. En estas situaciones, los padres y los educadores tienen la tarea de comprender la raíz del problema y proporcionar a los niños las estrategias de afrontamiento adecuadas, para garantizar que sigan progresando y alcanzando los hitos de la lectura.

Cómo funciona la lectura

No todos los alumnos adquieren las habilidades lectoras al mismo ritmo. La lectura comienza con el dominio de las habilidades de prealfabetización, incluyendo el aprendizaje del alfabeto y la mejora de la conciencia fonética. A esto le sigue la enseñanza de la fonética, que enseña a los niños a relacionar los sonidos con las letras y a pronunciar las palabras.

A medida que el lector principiante se familiariza con más términos, el proceso se acelera mediante el reconocimiento de palabras completas o la lectura a primera vista. Esto puede fomentarse mediante la enseñanza directa del vocabulario de alta frecuencia.

Cuando los alumnos pasan a la enseñanza media, se les pide que realicen mayores hazañas de comprensión, lo que incluye entender textos complejos y procesar más información en menos tiempo.

Ser un lector rápido y eficaz es importante para las clases en el aula, pero también para satisfacer los requisitos de los deberes y obtener buenos resultados en los exámenes estandarizados.

3 Dificultades comunes

Problemas de decodificación

La decodificación, también conocida como pronunciación de palabras, consiste en que los niños sean capaces de asociar los sonidos a las letras para pronunciar el lenguaje escrito. Es habitual que los lectores principiantes tengan dificultades cuando se encuentran con términos nuevos o desconocidos, pero normalmente la decodificación se hace más fácil con la enseñanza de la fonética y la práctica repetida de la lectura en voz alta. Si un niño sigue teniendo problemas, puede haber una dificultad de aprendizaje específica o una discapacidad física que le impida ver físicamente las letras o escuchar los sonidos del lenguaje hablado.

Mala comprensión

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En la lectura ocurren muchas cosas, desde el reconocimiento de letras y palabras hasta la comprensión del significado a nivel de frase, oración y párrafo. Cuando un lector principiante se encuentra con un vocabulario que no conoce o que no reconoce debido a una descodificación inexacta, es probable que se salte el texto. Cuantos más espacios en blanco haya en una línea de texto, más difícil será encontrar el significado y más desafiante y frustrante será la tarea de lectura. Por eso la comprensión puede ser deficiente cuando un alumno tiene problemas de decodificación, un vocabulario limitado o intenta leer un texto de un nivel demasiado alto.

Sin embargo, la lectura también requiere ser capaz de prestar atención a la narración. Los alumnos tienen que identificar la esencia, las ideas principales y los detalles específicos, e incluso hacer inferencias sobre lo que están leyendo. Si un alumno tiene problemas para mantener la concentración como consecuencia del TDA o el TDAH, esto puede repercutir en la comprensión.

Velocidad

Cuanto más leen los alumnos, más términos desconocidos encuentran. A menudo, el contexto en el que se encuentran estas nuevas palabras da a los niños todas las pistas que necesitan para adivinar el significado. A medida que los alumnos amplían su vocabulario, reconocen más palabras de vista y la lectura se acelera. Los alumnos que siguen decodificando pueden beneficiarse de un aprendizaje excesivo de las palabras a la vista.

Si la velocidad sigue siendo un problema, puede haber un problema subyacente, como la lentitud de procesamiento. La lectura es una tarea muy exigente desde el punto de vista cognitivo y retener tanta información en la mente mientras se sigue procesando el texto puede agotar a los niños con un procesamiento lento. La enseñanza de estrategias puede ayudar, pero es importante que estos alumnos dispongan de tiempo adicional para completar las tareas que requieren una lectura extensa.

Lectura y ortografía en inglés

El inglés está lleno de letras mudas y sonidos inesperados. A menudo, el alumno debe memorizar la ortografía de una palabra para poder reconocer su forma escrita en el futuro. Los dispositivos mnemotécnicos pueden ser de ayuda en este sentido, al igual que la repetición del vocabulario y la adopción de un enfoque multisensorial del aprendizaje.

Esto último implica escuchar una palabra leída en voz alta, verla en su forma escrita e incluso incorporar un aspecto táctil, como teclear la palabra al mismo tiempo.

CONSEJO: Aprende cómo enseñar a los niños a teclear al tacto puede mejorar su capacidad de lectura y ortografía.

Otra razón por la que el inglés no es el idioma más fácil para los lectores principiantes es la falta de correspondencia 1:1 entre los sonidos y las letras. En otras palabras, hay más de una forma de deletrear el mismo sonido.

Esto puede causar muchos problemas a los niños de habla inglesa. Ahora imagine que el inglés no es su lengua materna y podrá hacerse una idea de lo difícil que puede ser para los alumnos bilingües de ELL, sobre todo cuando aún no dominan la lectura y la escritura en su lengua materna.

Se detallan los Juegos para poder ser realizados por padres y colegas.

Con esta forma de enseñar, aprendieron a leer y escribir niños desde 4/ 5 años y personas con distintos tipos de discapacidades.

Estrategias de lectura que pueden ayudar

Activar ideas

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Ayuda a los alumnos a activar sus conocimientos previos sobre un tema y a hacer conjeturas sobre lo que van a leer analizando las imágenes y los títulos u hojeando un texto para evaluar la idea principal. También puede crear mapas mentales como actividad previa a la lectura o poner unas cuantas preguntas en la pizarra y hacer que los alumnos empiecen a discutirlas para preparar la lectura.

Construir el vocabulario

Cuantas más palabras conozca un alumno, más fácil le resultará reconocerlas en la lectura. La enseñanza del vocabulario también es útil para la ortografía. Los profesores pueden proporcionar un glosario junto al texto o enseñar previamente los términos clave antes de comenzar la lectura. Como el aprendizaje de las palabras en su contexto proporciona una mayor profundidad de significado, los profesores también pueden considerar la posibilidad de enseñar a adivinar el contexto.

Enseñar la lista Dolch

La exposición repetida a los términos de alta frecuencia que son comunes en los libros infantiles y en las hojas de trabajo escolares puede ayudar a los niños a ahorrar su energía cognitiva para decodificar el vocabulario más difícil y menos frecuente. Enseñar directamente estas palabras utilizando un programa para reforzarlas, puede ayudar a los niños a leer más rápida y eficazmente.

Dislexia y dificultades de aprendizaje

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Los niños que tienen una dificultad específica de aprendizaje pueden quedarse atrás con respecto a sus compañeros en el desarrollo de las habilidades de lectura y escritura. Uno de los problemas de lectura más comunes con los que se encuentran los profesores es el de los alumnos que tienen problemas de dislexia fonológica.

Si una persona tiene dificultades para oír cómo se unen los sonidos individuales para formar las palabras, inevitablemente tendrá dificultades para pronunciar la forma escrita de una palabra o deletrearla correctamente por escrito.

Tanto los niños como los adultos con dislexia pueden beneficiarse de la enseñanza de estrategias y del “sobreaprendizaje” multisensorial. También puede considerar un programa que ayude a los alumnos a ganar confianza y mejorar la lectura mediante el aprendizaje de una habilidad secundaria, como la mecanografía.

El TDAH y la dislexia son dos condiciones distintas, pero comparten un fuerte solapamiento. Las estadísticas de las investigaciones varían, pero los resultados sugieren generalmente que un niño con trastorno por déficit de atención (TDAH o ADD) tiene aproximadamente un 25 por ciento de posibilidades de tener dislexia. Si un niño tiene dislexia, tiene un 25-40 por ciento de posibilidades de tener TDAH.

El comienzo titubeante de la lectura contribuyó a que repitiera el jardín de infantes, pero me complace informar que se convirtió en un excelente lector al final del segundo grado. He aquí algunas estrategias que marcaron una diferencia significativa para nosotros:

1. Busque apoyo para la lectura lo antes posible

Si su hijo se está quedando atrás en la lectura con respecto a sus compañeros de clase, NO ESPERE. Los retrasos tempranos en la lectura son altamente predictivos de futuros problemas de lectura. Si su hijo es uno de los pocos que se pone al día en pocos meses, ¡genial! Pero la mayoría de los niños con retraso en la lectura necesitan apoyo escolar y privado para ponerse al día.

2. Elija libros al nivel de su hijo

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Para convertirse en un lector fuerte y satisfecho, el niño necesita leer libros de su nivel. Una buena regla general es ésta: Si su hijo comete más de un error de lectura en diez palabras, es probable que el nivel de lectura sea demasiado difícil. El profesor de su hijo también es un buen recurso.

Padres, pidan a su bibliotecario local que les ayude a encontrar libros INTERESANTES que estén al nivel de su hijo. Las investigaciones sugieren que, si un niño está muy interesado en el tema, se esforzará más por intentar leer el libro. Aquí tienes una lista de libros que motivan a los niños con dificultades de aprendizaje. Libros para que los niños lean.

Una cosa más: no discutas con tu hijo si insiste en sacar un libro que está más allá de su nivel. Si le sube el ego “leyendo” Harry Potter junto a sus amigos, mejor para ella.

3. Piensa en los audiolibros

Las investigaciones han demostrado que la comprensión lectora mejora cuando los niños leen libros y los escuchan simultáneamente. Esto es especialmente cierto en el caso de los niños que tienen poca capacidad de atención y poca capacidad de lectura.

Por supuesto, los audiolibros no sustituyen el tiempo de lectura individual con los padres. Leerle a su hijo es importante a varios niveles. Por ejemplo, fomenta la fluidez de la lectura, la conexión entre padres e hijos y la mejora del vocabulario. Yo les leo a mis hijos a la hora de dormir, lo que nos ayuda a relajarnos.

4. Limitar el uso de la pantalla

El exceso de actividades relacionadas con las pantallas, como los videojuegos, se ha asociado a un menor rendimiento académico en la escuela. Por eso es muy importante que los padres controlen el tiempo que sus hijos pasan frente a la pantalla y promuevan actividades alternativas, como una excursión a la biblioteca o un paseo en bicicleta en familia.

No se sorprenda si su hijo se niega a sus sugerencias. Dejar de lado las actividades relacionadas con la pantalla desencadena la frustración en muchos niños, especialmente en los que padecen TDAH. Pero sepa que puede dejar de lado el sentimiento de culpa cuando su hijo desconectado insista en que le está arruinando la vida.

como enseñar a leer a un niño con problemas de lectura

  • Cómo ayudar a un niño con problemas de lectura.
  • No espere a que su hijo le ayude a leer si está atrasado.
  • Intente leerle a su hijo durante unos minutos al día.
  • Ayude a su hijo a elegir libros de su nivel de lectura.
  • Considere la posibilidad de sacar libros en cinta.
  • Cree un hogar favorable a la lectura controlando el tiempo de pantalla.

 

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