El bienestar subjetivo (SWB), también conocido como bienestar autodeclarado, se refiere a la forma en que las personas experimentan y evalúan diferentes aspectos de sus vidas. Suele utilizarse para medir la salud mental y la felicidad, y puede ser un importante indicador de la salud, el bienestar y la longevidad de las personas.

Se ha convertido en una medida útil de la salud de la sociedad. Además de proporcionar a los psicólogos una forma de evaluar cómo se sienten las personas con respecto a sus vidas, también ofrece información que puede utilizarse para orientar las políticas sociales, económicas y de salud pública. Los responsables políticos utilizan las evaluaciones del bienestar subjetivo para calibrar la salud de las sociedades y medir el impacto de las políticas sociales.

Historia del bienestar subjetivo

En 1984, el psicólogo Ed Diener introdujo un modelo de bienestar subjetivo formado por tres componentes. Según este modelo, hay tres aspectos distintos pero relacionados con la forma en que las personas perciben su propio bienestar:

Afecto positivo frecuente

Esto implica experimentar emociones y estados de ánimo positivos con frecuencia.

Afecto negativo infrecuente

Implica no experimentar sentimientos o estados de ánimo negativos con frecuencia.

Afecto negativo infrecuente

Evaluaciones cognitivas

Este aspecto del modelo está relacionado con la forma en que las personas piensan sobre sus vidas y la satisfacción general con la vida.

Según Diener, estos tres factores controlan la forma en que las personas experimentan la calidad de sus vidas. También abarca las reacciones emocionales que tienen las personas y los juicios cognitivos que hacen sobre sus propias experiencias vitales.

Desde su creación a mediados de la década del 1980, el bienestar subjetivo como medida de la satisfacción vital general, la felicidad y el bienestar se ha hecho cada vez más común. Se utiliza con frecuencia como medida en la investigación psicológica y como marcador de la salud individual. Los datos sobre el bienestar subjetivo de los grupos también pueden utilizarse para medir la eficacia de diferentes iniciativas de salud pública.

Medición del bienestar subjetivo

Cuando los psicólogos miden el bienestar subjetivo, están midiendo cómo piensan y sienten las personas sobre sus vidas.

Los tres componentes del bienestar subjetivo son:

  • La satisfacción con la vida.
  • El afecto positivo.
  • Afecto negativo.

Son factores independientes que deben medirse y estudiarse por separado (Andrews y Withey, 1976, Lucas et al., 1996). Así, la presencia de afecto positivo no significa la ausencia de afecto negativo y viceversa.

Instrumentos utilizados para medir el bienestar subjetivo

Antes de evaluar los correlatos y predictores del bienestar subjetivo, conviene señalar los instrumentos utilizados para medir los componentes del bienestar subjetivo.

La satisfacción con la vida puede medirse mediante un cuestionario como el de satisfacción con la vida de 5 ítems (Diener, Emmons, Larsen y Griffin, 1985; Pavot y Diener, 1993).

La afectividad puede medirse, por ejemplo, con el PANAS – positive affect negative affect Schedule (Watson, Clark y Tellegan, 1988).

Las dos medidas anteriores son ejemplos de medidas de autoinforme.

Personalidad y bienestar subjetivo

La personalidad parece ser uno de los predictores más fuertes y consistentes del bienestar subjetivo. Las explicaciones y el apoyo a la relación entre la personalidad y el bienestar subjetivo proceden de una serie de estudios y teorías.

Personalidad y bienestar subjetivo

El modelo de equilibrio dinámico

El modelo de equilibrio dinámico (Headey y Waring, 1992): Aunque un acontecimiento de la vida puede influir en el SWB de un individuo, éste acabará adaptándose al cambio experimentado y volverá a su “punto de referencia” o nivel de adaptación biológicamente determinado.

La teoría de la cinta de correr hedónica

La teoría de la “cinta hedónica” (Brickman y Campbell, 1971): Los individuos se adaptan rápidamente a los cambios en su estilo de vida y vuelven a sus niveles básicos de felicidad, una teoría que es coherente con el modelo de equilibrio dinámico.

Las excepciones a la regla de la adaptación son la muerte de un ser querido, como un cónyuge o un hijo, en la que los individuos se adaptan muy poco a su nivel básico de felicidad o no lo hacen en absoluto, y el ruido, en el que los individuos casi nunca se adaptan (Frederick y Loewenstein, 1999).

Aunque los datos de la investigación parecen apoyar la teoría de que la felicidad tiene un componente genético, así como el concepto de adaptación, Diener, Suh, Lucas y Smith (1999) han sugerido que estas teorías, aunque son útiles, proporcionan una explicación incompleta de por qué y cómo se adaptan los individuos.

Además, aunque los genes pueden predisponer a una persona a comportarse de una determinada manera en ciertos contextos, el nivel de SWB de una persona no es incontrolable. Al fin y al cabo, en el mejor de los casos, el 50% de la varianza de la BS puede explicarse por la heredabilidad y, en el peor de los casos (tomando como referencia los resultados de Lykken y Tellegan de 1996), el 80% puede explicarse por la heredabilidad.

Esto deja entre el 50% y el 20% a una combinación de voluntad (lo que el individuo puede hacer para mejorar su BS) y circunstancias (factores demográficos y situacionales).

Por ejemplo, ¿qué pasa con la capacidad del individuo para cambiar su forma de pensar sobre su vida? Por ejemplo, un individuo neurótico podría aprender a ser más optimista cambiando su estilo de pensamiento explicativo. Podría empezar a hacer varios ejercicios de psicología positiva, como atender y recordar más los aspectos agradables de la vida, practicar la técnica del saboreo y hacer el ejercicio de las tres cosas buenas.

También podría dedicar más tiempo a las cosas que le producen felicidad.

Signos de bienestar subjetivo

En su investigación, Diener descubrió que la mayoría de las personas suelen manifestar sentimientos positivos sobre su bienestar. En estudios sobre individuos muy felices, los investigadores descubrieron que, aunque ningún factor por sí solo determinaba la felicidad, los que declaraban los niveles más altos de bienestar subjetivo tenían una vida social satisfactoria y rara vez se sentían solos.

Otros signos de bienestar subjetivo son:

  • Aceptar a otras personas.
  • Estar socialmente comprometido.
  • Pertenencia y aceptación por parte de los demás.
  • Apoyo y recursos de la comunidad.
  • Experimentar un sentido y un propósito.
  • Sentirse independiente.
  • Sentir que su vida se acerca a lo que considera la vida ideal.
  • Sentir que las condiciones de su vida son excelentes.
  • Sentirse satisfecho con su vida.
  • Sentir que has conseguido las cosas que quieres en la vida.
  • Tener más emociones positivas que negativas.
  • Tener oportunidades para realizar prácticas espirituales.
  • Dominar áreas que son importantes para ti.
  • Bienestar físico, como sentir que se duerme lo suficiente, se hace ejercicio y se come de forma nutritiva.

Signos de bienestar subjetivo

Autoaceptación

Si tuvieras la oportunidad de volver a vivir tu vida, ¿cambiarías algo? Según Diener, las personas que tienen un alto nivel de bienestar subjetivo dirían que no cambiarían casi nada.

Tipos de bienestar subjetivo

Tal y como lo concibió originalmente Diener, el bienestar subjetivo se centraba principalmente en el bienestar afectivo y cognitivo. Otros investigadores han sugerido que otro aspecto del bienestar centrado en la sensación de propósito y significado también desempeña un papel importante en la forma en que las personas se sienten sobre sus vidas.

Bienestar experimentado

El bienestar experimentado se refiere a la frecuencia y la intensidad de los sentimientos de felicidad y alegría de las personas. Este tipo de bienestar también suele denominarse bienestar hedónico. Abarca las valoraciones afectivas y cognitivas del bienestar general.

Este tipo de bienestar también puede desempeñar un papel importante en la salud. Por ejemplo, las investigaciones han descubierto que las personas que experimentan emociones positivas con mayor frecuencia tienden a tener sistemas inmunitarios más fuertes.

Bienestar eudaimónico

El bienestar subjetivo se centra principalmente en el bienestar experimentado. Sin embargo, otro tipo de bienestar que puede contribuir a la valoración de la vida y la felicidad de las personas se conoce como bienestar eudaimónico.

El bienestar eudaimónico se deriva de vivir una vida con sentido. Trabajar para conseguir objetivos, preocuparse por los demás, encontrar un sentido de propósito y estar a la altura de los propios ideales personales son componentes importantes de este tipo de bienestar subjetivo.

Bienestar eudaimonico

Tu Bienestar integral depende de ti fundamentalmente. A través de este módulo podrás conocer:

1- Los principios para la Autorrealización.

2- Las 7 dimensiones de tu ser, objetivos a lograr y recursos.

3- Tus debilidades y fortalezas a través de la Autoevaluación.

4- El camino para definir tu propósito de vida.

5- Los recursos del Yoga para desarrollar y armonizar tus 7 dimensiones.

6- El Plan de Superación Personal.

Causas del bienestar subjetivo

El bienestar subjetivo está influenciado por una serie de factores diferentes. Estas influencias pueden ser internas, como la personalidad, o externas, como el entorno o la cultura en la que vive una persona.

La forma en que uno se siente con respecto a su vida suele derivarse de su temperamento innato y su perspectiva general, pero las circunstancias en las que uno vive también desempeñan un papel importante en lo feliz y satisfecho que se siente. Y cada persona difiere en cuanto a lo que le produce felicidad, por lo que un factor que es importante para una persona puede tener menos peso para otra.

Sin embargo, los investigadores han identificado algunas causas clave que desempeñan un papel importante en el bienestar subjetivo general:

Recursos básicos

Tener lo que se necesita en la vida, ya sea dinero, vivienda o atención sanitaria, es una parte importante de la sensación subjetiva de bienestar.

Personalidad y temperamento

Su temperamento innato puede afectar a sus niveles de felicidad a lo largo de la vida. Su personalidad es otro componente clave. Rasgos como la extroversión tienden a estar relacionados con sentimientos más positivos sobre la vida, mientras que el neuroticismo tiende a estar relacionado con una perspectiva más negativa.

Mentalidad y resiliencia

Las personas que mantienen una mentalidad positiva y que poseen un fuerte sentido de la resiliencia tienden a sentirse más optimistas incluso cuando se enfrentan a acontecimientos vitales difíciles.

Mentalidad y resiliencia

Apoyo social

La investigación ha demostrado que el apoyo social tiene un gran impacto en el bienestar físico y mental.

Factores sociales

Las características de la sociedad en la que se vive, incluido el hecho de que se vea afectada por problemas como la delincuencia, la guerra, la pobreza o los conflictos, también pueden influir en cómo se siente uno sobre su vida.

Impacto del bienestar subjetivo

El bienestar subjetivo no sólo le ayuda a sentirse bien con su vida, sino que también tiene un poderoso impacto en su bienestar tanto a corto como a largo plazo. De hecho, el bienestar subjetivo puede ser uno de los indicadores más potentes de la salud y la felicidad en general.

Beneficios para la salud

Las investigaciones sugieren que las personas que tienen un bienestar subjetivo más positivo tienden a ser más saludables y a vivir más tiempo.

Un estudio del 2017 descubrió que el bienestar subjetivo puede desempeñar un papel protector de la salud. Se asoció con la disminución de la mortalidad y el aumento de la longevidad.

La investigación también ha demostrado que las emociones positivas y el bienestar también están relacionados con una inmunidad más fuerte y una reducción de la inflamación.

Mientras que el estrés y las emociones negativas pueden afectar a la salud, los investigadores han descubierto que el bienestar subjetivo puede amortiguar estos efectos e incluso deshacer algunos de los daños. Dado que las emociones positivas reducen el estrés y promueven la curación, es posible que se recupere mejor después de hacer frente a una situación que le provoque estrés.

Los investigadores también sugieren que el bienestar subjetivo está vinculado a un menor riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, a una recuperación más rápida después de una enfermedad y a una mayor práctica de comportamientos que promueven la salud.

Beneficios para la salud

Otros beneficios

Los estudios también han demostrado que las personas que experimentan emociones positivas con frecuencia son más propensas a ser productivas y creativas. Suelen ganar más dinero, cooperar más con los demás y tener menos comportamientos de riesgo. También tienen mejores relaciones sociales y adoptan más comportamientos prosociales.

Cómo mejorar el bienestar subjetivo

Así que, si está buscando una forma de mejorar su vida, empiece por trabajar en su bienestar subjetivo. Dado que el bienestar subjetivo tiene efectos tan profundos tanto en la salud individual como en la de la sociedad, se ha dedicado un interés considerable a las formas de ayudar a las personas a ser más felices y estar más satisfechas con sus vidas.

Algunas estrategias específicas que han demostrado ser eficaces son la atención plena y las intervenciones cognitivo-conductuales.

La atención plena es una práctica que consiste en aprender a centrarse en el presente y apreciarlo. En lugar de preocuparse por el pasado o el futuro, las personas aprenden a vivir el momento y a prestar atención a las cosas que les aportan alegría y paz en el aquí y ahora.

Los enfoques cognitivo-conductuales se centran en ayudar a las personas a reconocer los patrones de pensamiento negativos que interfieren en la felicidad. Sustituir estas formas automáticas de pensar por patrones más positivos y útiles puede conducir a un mayor optimismo y felicidad.

Estrategias que pueden ayudar

Mejorar el bienestar subjetivo es un proceso personal que será diferente para cada persona. Otras estrategias que pueden ayudar son:

  • Establecer relaciones positivas.
  • Hacer ejercicio físico con regularidad.
  • Practicar la gratitud.
  • Establecer objetivos que sean significativos para usted.

Es importante recordar que, aunque el bienestar subjetivo está influido por el entorno y las circunstancias, también tiene que ver con cómo respondes y te sientes. La felicidad no es pasiva, y hay medidas que puedes tomar para sentirte mejor en tu vida.

Esto incluye asegurarte de que haces cosas que te aportan felicidad y alegría. El bienestar subjetivo consiste en encontrar lo que funciona para ti y hacer de la felicidad una prioridad.

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