El realismo depresivo es un término psicológico que describe la tendencia de las personas con depresión a tener una valoración y una percepción de la realidad más precisas que las personas sin depresión. Mientras que las personas sin depresión tienden a sobrestimar sus éxitos, capacidades y control sobre el mundo que les rodea, las personas con depresión suelen tener una visión más realista.

El realismo depresivo se basa en una tendencia general de las personas deprimidas a centrarse en los aspectos negativos de la realidad. Dado que el mundo puede ser un lugar difícil e impredecible, y dado que es probable que ocurran acontecimientos malos en algún momento de la vida, los realistas depresivos pueden estar más preparados para esas eventualidades que las personas que sobrestiman su control y capacidad.

Historia del realismo depresivo

El concepto de realismo depresivo se introdujo por primera vez en 1988 como parte de un estudio dirigido por la psicóloga Lauren Alloy y sus colegas. Los resultados del estudio mostraron que los individuos con depresión eran más capaces de juzgar con precisión su rendimiento actual en una tarea que los individuos que no tenían niveles clínicamente significativos de depresión.

Este hallazgo sugirió que las personas con depresión pueden ser más capaces de evaluar sus habilidades y defectos en comparación con las personas no deprimidas, que tienden a verse a sí mismas de forma excesivamente positiva.

Desde entonces, se han realizado numerosos estudios adicionales para investigar las posibles implicaciones del realismo depresivo. Estos estudios han analizado cuestiones como si las personas con depresión son más precisas a la hora de predecir acontecimientos futuros, o si también pueden ser más precisas a la hora de percibir situaciones y relaciones sociales.

En general, la investigación sobre el realismo depresivo ha demostrado que los individuos con depresión pueden ver la realidad con más claridad que las personas no deprimidas y esto puede llevarles a tomar decisiones y hacer juicios más precisos. Esto puede ser tanto una ventaja como una desventaja, ya que puede ayudar a las personas con depresión a tomar medidas más adecuadas, pero también puede conducir a un aumento de los sentimientos de desesperanza o pesimismo.

¿Cómo se define el realismo depresivo?

El realismo depresivo es una hipótesis psicológica que afirma que los individuos deprimidos pueden ser más precisos en sus evaluaciones de ciertas situaciones. Esta creencia contrasta con lo que se conoce como “sesgo optimista”, según el cual algunas personas pueden ver el mundo de forma más positiva cuando las cosas van mal.

La hipótesis del realismo depresivo fue propuesta por primera vez por L. B. Alloy y L. Y. Abramson a finales de la década de 1970. Su experimento inicial pretendía poner a prueba esta hipótesis y determinar si las personas deprimidas podían tener una visión más realista que otras.

Se han realizado numerosos estudios desde que Alloy y Abramson desarrollaron por primera vez la idea del realismo depresivo. Esta área de investigación puede ir en contra de la psicología moderna, ya que muchos psicólogos creen que las personas con depresión son propensas a distorsiones cognitivas (un tipo de autoengaño) que hacen que su pensamiento sea menos realista. Comprender hasta qué punto las personas que sufren depresión piensan de forma realista puede proporcionar a terapeutas, psicólogos y psiquiatras información vital para ayudar a tratar mejor a sus pacientes.

Distorsiones cognitivas y realismo depresivo

Pensamiento polarizado

El pensamiento polarizado, también llamado “pensamiento en blanco y negro”, puede ser una forma de ver a las personas, los acontecimientos y las cosas en un extremo u otro del espectro. Una persona que tiene un pensamiento polarizado puede ver algo como “bueno” o “malo”.

Los individuos con esta distorsión pueden tener dificultades para comprender una zona gris o un término medio. Por ejemplo, una persona que sufre depresión puede creer que no es una buena persona y que no tiene cualidades rescatables. Puede que les resulte difícil reconocer sus defectos y virtudes porque ven las cosas en extremos.

Sobregeneralización

Con la sobregeneralización, una persona puede hacer una amplia generalización sobre sí misma, los demás o una situación, aunque sólo tenga una pequeña cantidad de información al respecto. Es posible que tenga una experiencia problemática concreta. Sin embargo, creen que es un indicio de que todas las experiencias similares serán igual de difíciles o que es el comienzo de un patrón angustioso.

Filtrado

Las personas con depresión pueden filtrar sus pensamientos. En lugar de ver todas las evidencias juntas, pueden prestar atención a los detalles negativos e ignorar o filtrar los positivos. Este proceso puede darles una visión negativa de sí mismos y de la vida.

Catastrofismo

La catastrofización es un proceso en el que alguien puede magnificar su creencia de que puede ocurrir un acontecimiento adverso, a veces hasta el punto de convencerse de que está a punto de ocurrir un desastre.

Cuando ocurre algo desafortunado, o cometen un pequeño error, pueden empezar a rumiar las posibles consecuencias adversas. Pueden preguntarse “¿y si ocurre lo peor?” o “¿y si este error me arruina?”.

Quienes padecen esta distorsión pueden imaginar resultados aterradores que aún no se han producido, incluso cuando no disponen de la información necesaria para evaluar con precisión lo que podría suceder.

Catastrofismo realismo depresivo

Sacar conclusiones precipitadas

Interactuar con los demás puede resultar difícil para las personas que viven con depresión. Los problemas de comunicación pueden deberse a que sacan conclusiones precipitadas o hacen suposiciones sobre las intenciones y los sentimientos de los demás.

En lugar de esperar una respuesta o hacer una pregunta, una persona con esta distorsión puede intentar leer la mente de la otra persona. Por ejemplo, puede creer que le cae mal a un amigo porque le ha enviado un mensaje de texto corto.

Personalización

La personalización a menudo lleva a alguien a asumir que cualquier cosa dicha o hecha por otra persona es una declaración directa y personal sobre ella o una reacción a lo que hace.

Una persona que personaliza puede tomarse las cosas como algo personal cuando no es esa la intención. Esta distorsión puede conducir a sentimientos de culpa si creen que a otras personas les ocurren cosas malas por su culpa y por sus acciones.

Distorsiones de control

Supongamos que una persona tiene un pensamiento distorsionado sobre el control. En ese caso, puede creer que no tiene control sobre nada o que lo controla todo por completo, y que cualquier resultado adverso es culpa suya. Esta forma de pensar puede conducir a sentimientos de desesperanza o autoculpabilidad, que pueden ser síntomas de depresión.

Ejercicios prácticas para escapar de la depresión:

Cuando te ha tocado vivir experiencias dolorosas, que ha derrumbado tu mundo, Que cuando te das cuenta has sufrido tanto que decides ponerle un alto a ese sufriendo y estas dispuesto a poner de tu parte para salir de esta etapa de oscuridad en tu vida.

Cómo funciona el realismo depresivo

Todavía se están investigando los mecanismos exactos que subyacen al realismo depresivo, pero algunas teorías sugieren que podría deberse al hecho de que las personas con depresión suelen pasar más tiempo rumiando experiencias y acontecimientos negativos. Esto, a su vez, puede llevarles a tener una mejor comprensión de la realidad, ya que son más conscientes del potencial de fracaso o decepción.

Otra posible explicación está relacionada con la alteración del procesamiento de recompensas. Los estudios sugieren que las personas con depresión tienden a tener una menor sensibilidad a la recompensa, lo que puede llevarles a percibir el mundo de forma más objetiva que las personas sin depresión, que pueden centrarse en la gratificación inmediata a expensas de las recompensas a largo plazo.

Por último, también se ha propuesto que las personas con depresión tienen niveles reducidos de control cognitivo.5 Esto significa que pueden tener sesgos negativos en la atención y la memoria a largo plazo. Además, pueden ser incapaces de dejar de rumiar los resultados negativos. En conjunto, esto puede llevar a predicciones más precisas de resultados negativos debido a la tendencia a centrarse en la posibilidad de que ocurran.

En general, es necesario seguir investigando para comprender plenamente cómo funciona el realismo depresivo. Sin embargo, está claro que los individuos con depresión pueden tener una visión más realista de las situaciones que aquellos sin depresión y esto puede conllevar tanto ventajas como desventajas. Comprender cómo funciona el realismo depresivo puede ayudarnos a apreciar mejor la perspectiva única de las personas con depresión.

Como funciona el realismo depresivo

Beneficios del realismo depresivo

Todavía se están estudiando las implicaciones del realismo depresivo, pero hay quien sugiere que podría ser beneficioso en determinados contextos. Por ejemplo, los individuos con depresión podrían ser más propensos a enfocar las situaciones de forma realista y, por tanto, a tomar decisiones más prudentes. Sin embargo, por otro lado, los individuos deprimidos también pueden ser más propensos a verlo todo negativamente y a no actuar cuando es necesario.

En cierto sentido, el realismo depresivo puede ser útil para evitar los riesgos del extremo opuesto del espectro. Una visión realista de la vida puede ayudar a las personas a gestionar los riesgos, identificar los posibles factores estresantes y evitar las trampas del exceso de confianza.

Además, los individuos con depresión pueden ser más propensos a reconocer sus defectos y debilidades, lo que puede hacerlos más propensos a buscar ayuda que alguien con una visión excesivamente optimista de sí mismo o de su vida.

Inconvenientes del realismo depresivo

A pesar de los beneficios potenciales del realismo depresivo, también existen inconvenientes que no deben ignorarse.

Las personas con depresión son propensas a ver todo de forma negativa y se vuelven pesimistas sobre sus perspectivas. Esto puede conducir a un aumento de los sentimientos de desesperanza e impotencia, lo que puede empeorar los síntomas de la depresión.

Las personas con depresión tienden a ver todo de forma negativa y a ser pesimistas sobre sus perspectivas. Esto puede aumentar los sentimientos de desesperanza e impotencia, lo que puede empeorar los síntomas de la depresión.

Además, una visión excesivamente realista de la vida puede llevar a subestimar las propias capacidades y habilidades, lo que conduce a una baja autoestima y a dificultades para alcanzar objetivos.

El realismo depresivo también puede llevar a las personas a evitar asumir riesgos o probar cosas nuevas por miedo al fracaso. Esto puede limitar las oportunidades de crecimiento y la capacidad de la persona para desarrollar todo su potencial.

En general, el realismo depresivo es un concepto intrigante que se ha estudiado ampliamente en los últimos años. Comprender cómo funciona y sus implicaciones puede ayudarnos a apreciar mejor los matices y complejidades de la mente depresiva.

Control y realismo depresivo

Parte de la teoría sobre el realismo depresivo tiene que ver con las percepciones de control. Los experimentos que prueban la hipótesis sobre el realismo depresivo se han centrado a menudo en si las personas deprimidas tienen un sentido más realista de lo que está bajo su control que las personas que no están deprimidas.

En varios experimentos sobre el realismo depresivo se ha pedido a los sujetos que pulsen un botón para que se encienda una bombilla. Los científicos sabían que las personas del experimento no tenían control sobre si la bombilla se encendía, pero los sujetos no lo sabían.

Después de apretar el botón, se preguntó a los sujetos si sentían que tenían control sobre la bombilla. Las personas con depresión asumieron correctamente que no lo tenían. Las personas que no tenían depresión creían que tenían control sobre la situación.

Después de estos experimentos, muchos científicos empezaron a pensar que las personas con depresión podían ser más precisas en su forma de pensar de lo que antes se suponía. Creían que podrían ser las personas que no tienen depresión las que se engañan a sí mismas haciéndose creer que algo está ocurriendo cuando no es así.

Como esta conclusión no encajaba con la teoría cognitiva, los investigadores quedaron intrigados y quisieron saber más. Se han realizado más estudios, pero con cierta variabilidad en los resultados. Algunas investigaciones han demostrado que los sujetos no deprimidos a veces son más precisos en su pensamiento que los deprimidos, dependiendo de las circunstancias.

Sin embargo, en lo que respecta a la percepción de control, parece haber cierta coherencia en los resultados de los estudios. Un estudio de 1992 sugirió que los sujetos deprimidos asumían que no tenían control porque, en su estado depresivo, tendían a creer que no tenían poder y sentían esa falta de poder durante el experimento más que los sujetos que no estaban deprimidos.

Estudios posteriores han demostrado que el realismo depresivo podría no ser tan realista como parece. Un experimento realizado en el 2010 demostró que los sujetos deprimidos eran precisos en sus autoevaluaciones cuando estaban equivocados, pero tenían dificultades para evaluar sus capacidades cuando estaban en lo cierto. Un estudio completado en septiembre del 2022 concluyó que el realismo depresivo no puede ser replicado y puede no ser una conclusión científica.

Ilusiones optimistas: Lo opuesto al realismo depresivo

Aquellos que creen en el realismo depresivo han sugerido que cuando los sujetos deprimidos ven las cosas de la vida que son tristes, angustiantes o incómodas, pueden verlas correctamente y no a través de una lente de distorsión cognitiva.

Puede que la respuesta sea diferente en quienes no padecen depresión. En lugar de ver las cosas negativas como son, una persona no deprimida puede interpretarlas como acontecimientos temporales, insignificantes o positivos.

Estas respuestas de positividad pueden denominarse “ilusiones optimistas”. A veces, esas ilusiones optimistas pueden ayudarle a tener éxito al darle una ilusión de control. Cuando crees que los acontecimientos adversos son contratiempos temporales o que tus acciones tienen un impacto real y positivo en tu vida y en el mundo que te rodea, puede resultarte más fácil continuar.

Estas ilusiones optimistas pueden ayudar a mejorar la autoestima y a seguir adelante en tiempos difíciles, lo que podría conducir a un mayor éxito. Los sucesos negativos que podrían haberle frenado pueden parecer menores. El optimismo también puede tener otros beneficios, como aumentar la satisfacción conyugal.

Ilusiones optimistas lo opuesto al realismo depresivo

Depresión, realismo depresivo y enfoques terapéuticos

Aunque los psicólogos siguen debatiendo si el realismo depresivo es un fenómeno o no, el objetivo de la terapia puede ser algo diferente. Además de explorar si la visión que un paciente tiene de sí mismo y de la vida es realista, la terapia también puede guiar al paciente hacia una mentalidad más sana, independientemente de lo que perciba como realidad.

Un terapeuta puede ofrecer el reconocimiento de que podría haber algo de verdad en las valoraciones negativas. Sin embargo, dado que su objetivo es ayudarle a mejorar su salud mental, mejorar los síntomas de la depresión y reducir la ansiedad, puede sugerirle otras formas de ver los retos de su vida.

Los puntos de vista positivos pueden ser tan acertados como los negativos, por lo que su terapeuta puede ayudarle a ver el lado positivo de las cosas sin juzgar las cosas difíciles en sí ni a usted por verlas.

En la terapia cognitivo-conductual, los pensamientos pueden juzgarse en función de si son productivos o no, no de si son “buenos” o “malos” o “mejores” o “peores”. Si cree que está ocurriendo algo negativo, puede que esté ocurriendo. En ese momento, el objetivo podría ser ver los pasos positivos que puedes dar para mejorar la situación o intentar entenderla de un modo que te resulte más útil a largo plazo. La terapia cognitiva se centra en las soluciones y su objetivo suele ser evitar que te quedes en pensamientos o experiencias negativas.

Probar la terapia en línea

Hablar con un terapeuta sobre tus percepciones negativas puede ayudarte a entenderte mejor a ti mismo y a los demás. Puede ayudarte a ver lo positivo de ti mismo, de los demás y de tu vida. Algunas personas prefieren reunirse con su terapeuta en persona, pero hay terapeutas cualificados y con licencia disponibles para aquellos que prefieren las citas en línea.

La terapia en línea puede ser más cómoda que las reuniones en persona porque puede reunirse con su terapeuta dondequiera que tenga conexión a Internet. Los estudios han demostrado que la terapia en línea puede ser tan eficaz como el tratamiento en persona, y muchos la prefieren a salir de casa para una cita.

Si está pensando en buscar apoyo para la depresión u otro problema, puede probar una plataforma de terapia en línea para que le ayude a tratar cualquier pensamiento o sentimiento que surja.

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