La disgrafía es un trastorno neurológico que puede afectar a la capacidad de la persona para escribir letras y números.

La disgrafía, también conocida como trastorno de la expresión escrita, es un tipo de trastorno del aprendizaje. Puede dificultar que la persona escriba tan bien como otras personas de su edad y nivel educativo.

Escribir es una tarea compleja en la que intervienen muchas partes del cerebro. La disgrafía tiende a ser una frase comodín para cualquier problema relacionado con la escritura. De hecho, una persona con disgrafía puede tener dificultades con varias tareas y habilidades, como la caligrafía, la ortografía, la gramática, la puntuación, la composición de párrafos, la lectura y las matemáticas.

Este artículo analiza los tipos, síntomas, causas y tratamiento de la disgrafía.

¿Qué significa la Disgrafía?

La disgrafía es una afección neurológica y una diferencia de aprendizaje en la que una persona tiene dificultades para escribir de acuerdo con su edad. Esto puede variar desde problemas con el acto físico de escribir hasta problemas para traducir los pensamientos en palabras escritas. La disgrafía es manejable con intervenciones que pueden ayudarte a aprender nuevas estrategias de escritura.

La disgrafía puede presentar muchos síntomas diferentes a distintas edades. Se considera una diferencia de aprendizaje.

La escritura es un proceso complejo en el que intervienen muchas habilidades y funciones cerebrales, entre las que se incluyen:

  • Habilidades motoras finas.
  • Percepción espacial (capacidad para percibir el espacio que le rodea).
  • Memoria de trabajo (capacidad de retener y manipular información en la mente).
  • Codificación ortográfica (capacidad de formar, almacenar y recordar letras, números y símbolos).
  • Procesamiento del lenguaje.
  • Conceptualización.
  • Organización.

Por todo ello, la disgrafía es una especie de término comodín para diagnosticar problemas con la escritura y puede ser difícil de diagnosticar.

La disgrafía suele aparecer cuando los niños están aprendiendo a escribir. Es lo que se denomina disgrafía evolutiva. Las personas también pueden desarrollar disgrafía repentinamente después de algún tipo de traumatismo craneal o cerebral. Esto se denomina disgrafía adquirida.

La disgrafía se considera un “trastorno específico del aprendizaje” – más concretamente, un “trastorno específico del aprendizaje de la expresión escrita.”

Tipos de disgrafía

Estos son los dos tipos de disgrafía:

Disgrafía evolutiva

Esta forma de disgrafía afecta a los niños y suele identificarse cuando los niños empiezan a aprender a escribir en la escuela. La disgrafía puede afectar a la capacidad de aprendizaje del niño, a pesar de la exposición a una educación e instrucción adecuadas. Se calcula que entre el 7% y el 15% de los niños en edad escolar presentan algún tipo de dificultad con la escritura.

Disgrafía adquirida

Esta forma de disgrafía afecta a personas que han sufrido algún tipo de daño neurológico. Como consecuencia, pueden empezar a tener dificultades con la escritura, aunque sean adultos cultos y antes fueran capaces de escribir con facilidad.

Síntomas de la disgrafía

Una persona con disgrafía puede tener dificultades con las siguientes tareas:

  • Formación de letras.
  • Tamaño de las letras.
  • Espaciado de las letras.
  • Ortografía.
  • Gramática.
  • Composición.
  • Velocidad de escritura.
  • Legibilidad de la escritura.
  • Habilidades motoras finas y coordinación.

Como resultado, la persona puede presentar los siguientes síntomas:

  • Velocidad de escritura lenta.
  • Dificultad para sostener y maniobrar un instrumento de escritura.
  • Incapacidad para escribir en línea recta.
  • Tendencia a escribir las palabras al revés.
  • Dificultad para recordar cómo se forman las letras.
  • Uso incorrecto de mayúsculas y minúsculas.
  • Uso incorrecto de verbos y pronombres.
  • Dificultad para escribir frases con gramática y puntuación correctas.
  • Tendencia a reordenar u omitir palabras en las frases.

Sintomas de disgrafia

¿La disgrafía es un modo de dislexia?

La dislexia y la disgrafía son dos afecciones neurológicas distintas, aunque es fácil confundirlas porque comparten síntomas y a menudo se dan juntas.

La dislexia es una diferencia de aprendizaje que dificulta el aprendizaje de la lectura. Si tienes dislexia, puedes leer más despacio o tener problemas para reconocer las palabras. A menudo, las personas con dislexia leen a un nivel inferior al esperado. Las personas con dislexia pueden tener dificultades para descomponer las palabras en sonidos o relacionar las letras con los sonidos al leer.

La disgrafía implica dificultades en el acto de escribir. Las dificultades pueden ir desde problemas para escribir físicamente las palabras hasta problemas para organizar y expresar los pensamientos por escrito.

¿La disgrafía es una forma de autismo?

La disgrafía no es una forma de trastorno del espectro autista (TEA). Aunque la disgrafía se da comúnmente en personas con autismo, se puede tener disgrafía sin tener autismo.

El trastorno del espectro autista es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por:

  • Dificultades en las diferencias de comunicación social.
  • Déficits en las interacciones sociales.
  • Patrones de comportamiento, intereses o actividades restringidos y repetitivos.
  • Problemas sensoriales.

¿A quién afecta la disgrafía?

La disgrafía puede afectar a niños y adultos. Como ocurre con muchos trastornos del neurodesarrollo, la disgrafía es más frecuente en niños asignados al sexo masculino al nacer (AMAB) que en niños asignados al sexo femenino al nacer (AFAB).

Es más probable tener disgrafía si otros miembros de la familia también la padecen, y la disgrafía es frecuente en niños con trastorno del espectro autista (TEA) y/o trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

¿La disgrafia es frecuente?

La disgrafía es frecuente. Los investigadores estiman que entre el 5% y el 20% de las personas padecen disgrafía. El intervalo estimado es grande porque la disgrafía a menudo no se diagnostica o se diagnostica mal.

La disgrafia es frecuente

¿Qué es la Grafoterapia? La Grafoterapia es una técnica que consiste en realizar los trazos de la escritura de una manera específica, es reeducar la escritura para obtener cambios favorables a nivel conductual, mental, físico y psicológico en un individuo.

¿A quién está dirigida? En el caso de este cuaderno de trabajo, son ejercicios para trabajar la dislexia, es para todas las edades, En el caso de niños es muy recomendable que los ejercicios se realicen de la siguiente manera:

– 21 renglones completos (como lo marca el ejemplo) diarios, por 21 días consecutivos; durante 3 meses.

– Es importante no interrumpir la Grafoterapia, de ser así, es necesario volver a comenzar.

– Recuerda que son ejercicios para reeducar la mente y la escritura.

Los efectos más amplios de la disgrafía

Un estudio de 2018 señala que la disgrafía puede tener efectos perjudiciales más amplios.8 Por ejemplo, las personas que luchan por escribir pueden experimentar frustración extrema, angustia, baja autoestima y dificultad para socializar.

El estudio señala que los niños con disgrafía pueden aprender y absorber menos información si toda su atención se centra en intentar escribir correctamente. Los adultos pueden enfrentarse a limitaciones en la elección de carreras y en la promoción profesional, ya que muchas tareas cotidianas requieren habilidades de escritura.

Causas de la disgrafía

Las causas de la disgrafía pueden variar en función del tipo de afección:

Disgrafía del desarrollo

La disgrafía del desarrollo suele ser genética y tiende a ser hereditaria. Por lo tanto, un niño puede tener más probabilidades de padecerla si un pariente biológico la tiene.

Disgrafía adquirida

En este tipo de disgrafía, las habilidades adquiridas se pierden debido a un daño en el lóbulo parietal del cerebro, que puede producirse por una lesión cerebral, una afección neurológica o una enfermedad degenerativa.

Disgrafia adquirida

Diagnóstico de la disgrafía

La 5ª edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) incluye la disgrafía en la categoría de “trastorno específico del aprendizaje”, pero no la define como un trastorno independiente ni tiene criterios específicos para su diagnóstico. Esto puede hacer que la disgrafía sea difícil de diagnosticar, aunque no imposible.

Al igual que en el proceso de evaluación de la dislexia, la evaluación de la disgrafía implica un examen minucioso de los siguientes aspectos de su hijo:

  • Puntos fuertes y débiles de aprendizaje.
  • Su historial educativo.
  • El alcance de sus dificultades de escritura.
  • El tipo de dificultades de escritura que tiene.

Qué impacto ha tenido la terapia de enseñanza específica (remediación) y el apoyo en sus niveles actuales de rendimiento académico.

El diagnóstico de la disgrafía suele realizarse en un entorno educativo mediante una evaluación en equipo, que puede incluir a los siguientes especialistas:

  • Terapeutas ocupacionales.
  • Fisioterapeutas.
  • Profesores de educación especial.
  • Psicólogos educativos.
  • Logopedas.
  • Neuropsicólogos.

¿Cuándo debe mi hijo someterse a una prueba de disgrafía?

Normalmente, las pruebas tempranas son las mejores para las diferencias de aprendizaje. Su hijo puede aprender antes nuevas estrategias de escritura si la disgrafía se diagnostica pronto. Dependiendo de cómo esté afectado su hijo por la disgrafía, puede mostrar signos de la enfermedad a partir de los 5 años o en la edad adulta temprana.

Como las exigencias de escritura en la escuela aumentan con la edad, es importante diagnosticar la disgrafía lo antes posible. También es importante recordar que nunca es demasiado tarde para obtener un diagnóstico y ayuda.

El colegio de tu hijo puede recomendar una evaluación de las dificultades de aprendizaje con un psicólogo educativo titulado. Pide ayuda a la dirección del colegio para encontrar uno que esté a tu disposición.

¿Qué pruebas se hacen para diagnosticar la disgrafía?

No hay pruebas médicas necesarias ni disponibles para diagnosticar la disgrafía. En su lugar, los profesionales sanitarios y los especialistas en educación evalúan cuidadosamente las dificultades de escritura de su hijo para hacer un diagnóstico.

Los profesionales sanitarios pueden utilizar las siguientes evaluaciones y pruebas en el proceso de diagnóstico:

Evaluaciones formalizadas de la escritura: Estas pruebas pueden ayudar a medir la velocidad y legibilidad de la escritura de su hijo.

Prueba Beery de Desarrollo de la Integración Visomotora (VMI): Esta prueba ayuda a evaluar hasta qué punto su hijo puede integrar sus habilidades visuales y motoras, lo cual es necesario para la escritura.

Estas pruebas no evalúan todos los aspectos posibles de la disgrafía, por lo que es probable que el equipo educativo de su hijo recurra a métodos adicionales para diagnosticar la disgrafía. Dependiendo de su hijo y de sus diferencias de aprendizaje, pueden realizarse pruebas académicas más exhaustivas.

¿Puedo prevenir la disgrafía?

Desgraciadamente, no se puede prevenir la disgrafía. Pero puedes controlarla encontrando diferentes estrategias para escribir.

El diagnóstico precoz es esencial: hable con el pediatra de su hijo si observa algún signo temprano de disgrafía. Si su hijo es diagnosticado, trabaje con su colegio para desarrollar un plan educativo individualizado (IEP).

Puedo prevenir la disgrafia

¿Cuál es el pronóstico de la disgrafía?

Cuando la disgrafía no se diagnostica, los niños tienen dificultades para tener éxito en la escuela.

La escritura es una habilidad académica importante que se ha asociado con el rendimiento académico general.

A los niños que tienen dificultades con la escritura se les suele etiquetar erróneamente de descuidados o vagos, en lugar de reconocer que padecen un trastorno del aprendizaje.

Por ello, un niño con disgrafía puede tener problemas de autoestima o creer que no es inteligente. El apoyo positivo de los seres queridos y los profesores puede ayudar al niño a superar estos obstáculos.

¿Qué significa vivir con disgrafía?

Tener disgrafía significa que escribir te resulta difícil, no que seas incapaz o perezoso. Encontrar técnicas que te ayuden a controlar la disgrafía es fundamental para el éxito del aprendizaje y la autoestima. Comprende que tener disgrafía no refleja una inteligencia deficiente.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo con disgrafía?

Sea un defensor de su hijo. Usted y el colegio de su hijo pueden elaborar un plan educativo individualizado (IEP). Este documento establece expectativas personalizadas y planes de lecciones para su hijo en la escuela.

También puede ayudar a su hijo a desarrollar sus habilidades de escritura en casa. Pruebe lápices y otras herramientas que puedan facilitarle la escritura. Busque aplicaciones o programas que le ayuden a escribir a mano y organizadores gráficos que le ayuden con las tareas de escritura.

Cómo tratar la disgrafía

Aunque no existen medicamentos ni procedimientos que puedan tratar la disgrafía, ésta puede tratarse con intervenciones educativas que varían en función del grado de afectación del niño:

Como tratar la disgrafia

Adaptación

El niño participa en la educación ordinaria con recursos de ayuda o apoyo, pero sin cambiar el contenido del plan de estudios.

Modificación

El plan de estudios y los objetivos de aprendizaje del niño se modifican en función de sus capacidades. La escuela también les proporciona servicios especiales. Por ejemplo, puede permitírsele responder a los exámenes oralmente en vez de por escrito.

Remediación

El colegio ofrece al niño intervenciones específicas para ayudarle a afrontar la gravedad de su disgrafía.

Aunque todos los niños tienen dificultades ocasionales con la escritura y las tareas relacionadas con el aprendizaje, los síntomas de la disgrafía se acentúan a medida que aumentan las tareas relacionadas con la escritura. Si sospecha que su hijo puede tener disgrafía o un trastorno del aprendizaje, busque ayuda para él lo antes posible. Es importante que colabore con sus profesionales sanitarios y educadores para ayudarles a afrontar la situación.

La disgrafía es un trastorno del aprendizaje con el que puede ser difícil convivir. Si usted o un ser querido padecen disgrafía, pueden notar que, además de dificultarles la escritura, puede resultarles profundamente frustrante y desmotivadora. Puede ser útil acudir a un profesional de la salud mental para hacer frente a los efectos angustiosos de la afección y mejorar la confianza en uno mismo.

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