El cierre es algo que la gente busca al final de algo. Por ejemplo, la gente busca un cierre después de que una relación romántica termine; sin embargo, éste no es el único tipo de cierre que la gente desea. Por ejemplo, después de la muerte de un padre, sus hijos pueden necesitar algún tipo de cierre para lidiar con su dolor. En otros casos, es posible que se necesite un cierre después de terminar una relación tóxica con un amigo o familiar.

Cuando se busca un cierre, el objetivo principal es obtener respuestas a los asuntos no resueltos; pero ¿merece la pena la molestia, o es mejor dejar las cosas como están y seguir adelante?

Este artículo pretende responder a estas preguntas y analizar por qué el cierre puede impedir la curación, qué ocurre cuando se busca el cierre y cómo conseguirlo.

El cierre puede impedir tu curación

Rachel Kuhlen, coach de vida y relaciones certificada por la ICF, de Realize You Coaching, dice que buscar el cierre de alguien puede ser una trampa por las siguientes razones:

  • Buscar el cierre puede convertirse en una muleta que te impide hacer el trabajo real de seguir adelante.
  • Le pides a alguien que no fue sincero contigo en primer lugar que te cuente lo que pasó (si lo hubiera hecho, no necesitarías un cierre).
  • No hay garantías de que la otra persona sea sincera contigo.
  • La cantidad de cierre que recibes puede parecer insatisfactoria, por lo que puedes cuestionar si has recibido lo suficiente.

Esta perspectiva cuestiona la intención de necesitar un cierre. Una vez que has escuchado la versión de la otra persona, ¿qué pasa después? Si no te dicen lo que necesitas oír o te cuesta aceptarlo, ¿qué sigue? Buscar un cierre puede ser una excusa para aferrarse a algo que ya no te sirve.

Cuando se pierde o se quita algo, la curación debe ser tu principal prioridad. Pero, primero, tienes que aceptar que lo que una vez fue ya no está presente y trabajar con esas emociones.

El cierre podría ser un desencadenante

En términos de salud mental, un desencadenante es algún acontecimiento, pensamiento o persona que afecta a tu estado emocional, a menudo de forma significativa, causando una angustia extrema.

Según Kuhlen, su intento de cierre puede amplificar las inseguridades ya existentes o crear otras nuevas.

Por ejemplo, si su pareja ya no quiere mantener una relación con usted, puede tener la tentación de preguntar a la otra persona por qué ya no desea continuar con la relación. Hacer esto es un intento de cerrar la relación. Aunque quieras saber por qué se acaba la relación, descubrir esta información podría ser un factor desencadenante.

En muchos casos, nunca estarás seguro al 100% de si la otra persona es honesta contigo, y podrías cuestionar lo que te ha contado.

A continuación, te ofrecemos algunos ejemplos de lo que tu ex pareja podría decirte frente a lo que tú crees que quiere decir:

Lo que dicen:

  • Ya no te quiero.
  • He encontrado a otra persona.
  • Necesito tiempo/espacio.
  • No estoy preparado.
  • Eres demasiado necesitado.

Lo que crees que significan:

  • No soy digno de ser amado.
  • No soy suficiente.
  • Soy demasiado necesitado.
  • He presionado demasiado.
  • Espero demasiado.

Es fácil pensar demasiado cuando se buscan cosas que se han dejado sin decir o sin resolver. Pero, a veces, es mejor no decir las cosas; puede que descubras que la ignorancia es una bendición.

El CIERRE podria ser un desencadenante

Cuando no se puede cerrar el caso

En muchos casos, el cierre puede no ser una opción. Por ejemplo, si alguien ha fallecido, no se puede cerrar el asunto. Si una relación romántica ha terminado, la otra persona puede no estar dispuesta o ser incapaz de darte el cierre que necesitas.

Entonces, ¿qué pasa cuando no lo recibes? ¿Es mejor no saberlo? ¿Te estás ahorrando más disgustos y confusión?

Según Sara Makin, M.S.Ed.,NCC, LPC, fundadora y directora general de Makin Wellness, la gente suele sentirse rechazada si no recibe un cierre. Sin embargo, Makin también señala que las personas suelen estar emocionalmente involucradas en la relación y, debido a esto, buscar un cierre puede interferir con la curación.

A veces, la otra persona puede estar en contra de ayudarte a cerrar la relación. Si esto es así, tendrás que encargarte de encontrar otros medios para conseguir el cierre por tu propia salud mental.

Formas de conseguir el cierre

No todo el mundo consigue un cierre. Afortunadamente, hay otras opciones que pueden ayudarle a obtener algo de alivio y paz mientras acepta el final de una relación y comienza a avanzar en la vida. El objetivo final es la paz, por lo que encontrar un cierre a cualquier nivel es una victoria.

He aquí algunas formas de poner fin a la relación cuando lo necesites.

Escribe una carta

Puede ser una carta de “despedida” para esa persona, y puedes decir todo lo que no pudiste. Lo importante aquí es que saques esas emociones.

Depende de ti si envías la carta. Pero, al escribir todo, estás liberando cualquier energía triste y negativa. Hacerlo puede facilitar tu curación.

Escribe una carta para dar CIERRE

Acepta las lágrimas

Llorar es una de las mejores formas de liberar emociones difíciles. Llorar no es algo malo porque, una vez que has terminado, es más probable que te sientas mejor después.

Es duro perder a personas en tu vida, y es aún más duro intentar enmascarar esos sentimientos. Déjalo salir y cuando termines, déjalo ir.

Disfruta de la soledad

Hacer cosas a solas puede ser muy estimulante. ¿Has tenido alguna vez una cita contigo mismo? Pruébalo una vez y puede que te des cuenta de que disfrutas de tu propia compañía.

No tienes que preguntar a nadie qué le apetece, ni compartir nada, ni esperar a pedir por consideración a tu invitado, ni pagar por nadie más que por ti mismo. Atrás quedaron los días de vergüenza silenciosa en los que salir solo era visto como algo malo. ¡Mesa para uno, por favor!

Encuentre un nuevo pasatiempo

Los pasatiempos son agradables y no generan estrés. Por eso, encuentra algo que te aporte paz y felicidad. Así que, si te gusta colorear, pintar, hacerte la pedicura o ir de compras, encuentra algo que te haga feliz y hazlo.

Los pasatiempos son una gran distracción y son excelentes para tu salud mental. Cuando haces algo que te hace sentir bien, es como darte un regalo cada vez que te dedicas a ello.

Encuentre un nuevo PASATIEMPO

Acepta las cosas como son

La realidad es que, con o sin cierre, la relación ha terminado por una u otra razón. Aunque esto puede ser una píldora difícil de tragar, afróntalo de frente. Con el tiempo, y con los métodos de afrontamiento adecuados, te recuperarás. Conocerás a otra persona, harás un nuevo amigo o conseguirás cultivar vínculos más fuertes con otros que ya conoces.

Esa relación no funcionó por una razón; puede que ahora no sepas esa razón, pero con el tiempo tendrá sentido.

La aceptación es el primer paso para la curación, y una vez que te curas, puedes seguir adelante.

En estas ocho sesiones aprenderás la importancia de los cierres de ciclos o etapas de la vida, las cuales te permitirán tener un mejor avance personal y desarrollo de habilidades para potencializar tu productividad y relación con el entorno y tú mismo.

¿Necesitas realmente un cierre?

Tú eres el mejor indicador de lo que necesitas. Nadie más puede determinar si necesitas o no un cierre o cuánto necesitas.

Sin embargo, ten en cuenta que es posible que no obtengas el tipo de cierre que estás buscando. ¿Estás preparado para escuchar algo que no te gusta? ¿Y las emociones que siguen a la conversación? Aunque hay esperanza de cierre, no es algo que se dé a menudo; y cuando se da, el resultado no es el que la mayoría espera.

Sin embargo, lo más importante es cuidar de ti mismo pase lo que pase porque tú debes ser tu principal prioridad.

El mejor cierre es deshacerse de quien interfiere en tu felicidad y centrarse en las personas y actividades que aportan felicidad a tu vida. Entonces, ¿es importante el cierre? Bueno, eso lo tienes que decidir tú mismo y en tus propios términos. Tal vez dejar ir sea todo el cierre que realmente necesitas.

El tiempo cura todas las heridas: ¿hay algo de cierto en esto?

Si alguna vez pensaste que lo único que necesitabas eran unos meses para superar algo traumático, confía en que no estás solo. La mayoría de nosotros hemos pasado por eso y hemos creído lo mismo. Después de todo, el popular cliché “el tiempo cura todas las heridas” es utilizado por muchas personas con razón.

¿Pero es completamente cierto? Sí, y no.

El tiempo es ciertamente un factor importante cuando se trata de curar. Aunque puede eliminar parte del dolor, la pena u otras emociones negativas asociadas a una experiencia, el tiempo por sí solo no es un sanador.

Tanto si está atravesando una ruptura, como si está llorando la pérdida de un ser querido, o si está pasando por alguna otra cosa emocionalmente agotadora, hay muchos otros factores importantes que intervienen en el proceso de curación.

En este artículo, aprenderá por qué el cliché de que “el tiempo cura todas las heridas” puede no ser del todo cierto, así como el verdadero papel del tiempo en la curación, otros factores implicados y dónde puede centrar sus esfuerzos para acelerar el proceso de curación.

El tiempo cura todas las heridas hay algo de cierto

El papel del tiempo en la curación

¿Cuál es el verdadero papel del tiempo en la curación? Según la psicóloga licenciada y propietaria del Grupo de Terapia de Baltimore, Heather Z. Lyons, PhD, el tiempo equivale esencialmente a la oportunidad. Por lo tanto, la forma en que alguien se cura con el tiempo depende, en última instancia, de cómo decida utilizar esa oportunidad para dar forma a sus circunstancias presentes y futuras.

Explica que las personas pueden utilizar el tiempo para obtener una mayor comprensión, relaciones más sanas y una orientación hacia el crecimiento. “Algunas personas utilizarán el tiempo como una oportunidad para recoger experiencias que les orienten hacia sus valores y diluyan o desafíen las experiencias difíciles”, dice.

Por ejemplo, las personas pueden conectarse con amigos, desarrollar nuevas relaciones o participar en actividades que les resulten gratificantes para ayudar en el proceso de curación.

Señala que esto se contrapone a la rumiación, que es una reflexión que no integra el pensamiento y la emoción.

“La rumiación suele ser sólo emoción o sólo pensamiento. La reflexión sana integra ambas cosas para ayudar a las personas a adquirir nuevos conocimientos”, explica, y señala que cuando las personas rumian, suelen confirmar creencias negativas sobre sí mismas o sobre los demás.

Por ejemplo, esto puede incluir una creencia como “Sabía que me dejaría, así son todos los hombres” o “No bajaré la guardia la próxima vez para no salir herida”.

¿Qué puede impedir la curación?

Es posible (y muy probable) que el tiempo no cure todas las heridas por varias razones. Entonces, ¿qué puede impedir que alguien se cure con el paso del tiempo?

Las siguientes cosas pueden prolongar su curación, aunque haya pasado una cantidad notable de tiempo:

  • Seguir obsesionado con algo, como la forma en que terminó una ruptura dura.
  • Negarse a dejar atrás una traición guardando rencor.
  • Negar que algo ha sucedido.
  • No perdonarse a sí mismo o a la persona responsable de la herida o el trauma.
  • No tener un sistema de apoyo sólido o una salida emocional para expresar sus emociones.
  • Recurrir a mecanismos de afrontamiento y/o distracción poco saludables.
  • Recurrir a la bebida o al consumo de drogas para adormecer el dolor asociado al suceso.

Además de rumiar, las personas pueden utilizar el tiempo para apoyar las creencias limitantes que tienen y que las mantienen atrapadas en un ciclo de experiencias negativas.

“Se encuentran atascados y viviendo en el pasado como si no hubiera pasado el tiempo después de la experiencia de un evento difícil”, dice Lyons. “Por supuesto, algunas experiencias son tan traumáticas que nos dejan cicatrices durante un tiempo, y esta cicatrización es la forma que tiene nuestro cerebro de mantenernos sanos”, dice.

Cómo promover la curación

“Algunos factores diferencian a los que siguen adelante con el tiempo y a aquellos a los que el tiempo parece darles la oportunidad de atrincherarse más en una pérdida, un trauma u otras experiencias difíciles”, dice Lyons.

Esencialmente, la forma en que utilizas tu tiempo está directamente correlacionada con lo bien y lo rápido que vas a sanar. Así que echemos un vistazo a algunos factores que ayudan a facilitar el proceso de curación.

Como promover la curacion

Integre las lecciones que ha aprendido

“La gente necesita la oportunidad de expresar su dolor de forma que se combinen la comprensión y la emoción”, dice Lyons. Esto puede significar crear arte basado en tu experiencia, hacer música, crear entradas en tu diario o escribir historias. En definitiva, puedes expresar tu dolor de una forma que te resulte catártica y curativa para que no se quede reprimido o se convierta en una expresión poco saludable más adelante.

Honra tus emociones

Permítase procesar plenamente sus emociones. Esto es especialmente importante después de experimentar una situación traumática, como una ruptura, una muerte o una lesión física. Libérate de cualquier juicio asociado a la experiencia y permítete aceptar y sentir lo que surja para poder superarlo.

Recibir apoyo

Lyons señala que las personas se benefician del apoyo social. Por lo tanto, pase tiempo con aquellas personas en las que confía y que pueden ofrecerle apoyo emocional en su momento de necesidad. Pueden ser amigos, familiares o un profesional capacitado, como un terapeuta o entrenador.

Recibir apoyo CIERRE de CICLO

Alinee sus acciones con sus valores

“Las personas se benefician de participar en actividades que les ayudan a vivir vidas alineadas con sus valores”, dice Lyons. Por lo tanto, siga los pasatiempos que le gustan y cree nuevos recuerdos haciendo lo que le gusta para ayudarse a sí mismo a lograr una sensación de curación más profunda.

Técnicas para acelerar el proceso de recuperación

En lugar de depender únicamente del tiempo para curar sus heridas, hay otras áreas en las que puede centrarse para promover la curación. Para lograr una sensación de curación más profunda, puede probar alguna o todas las técnicas siguientes:

  • Pasar tiempo con los seres queridos.
  • Conectar con nuevos amigos y parejas potenciales.
  • Escribir un diario.
  • Meditar.
  • Mejorar su salud física.
  • Recoger nuevas experiencias (por ejemplo, viajar, conocer gente nueva, etc.).
  • Practica la gratitud por todo lo positivo que hay en tu vida.
  • Practica el perdón hacia ti mismo y hacia los que te han hecho daño.
  • Practica la autorreflexión y procesa plenamente tus emociones.
  • Apóyate en tu sistema de apoyo.
  • Habla con un terapeuta o entrenador de vida.
  • Busca salidas creativas para canalizar tus emociones (por ejemplo, el arte o la música).

Lyons recuerda a los lectores que “cuando nos abrimos a nuevas personas y experiencias, también volvemos a entrenar a nuestro cerebro para que entienda que sí, hay lugares y relaciones que son peligrosos, pero también hay lugares y relaciones que son seguros”.

“El tiempo cura todas las heridas” es uno de los refranes más populares, pero puede que no sea del todo cierto. Aunque el tiempo no es exactamente un sanador, puede tener fines curativos. En última instancia, sin embargo, depende de ti encontrar formas de lograr la curación durante el tiempo que pasa después de experimentar una herida o un trauma.

Intenta no culparte si te curas más lentamente de lo que quieres. Todo el mundo se cura a su propio ritmo, así que ofrécete gracia y paciencia durante este tiempo.

Si te resulta difícil superar una experiencia, considera la posibilidad de buscar la ayuda de un terapeuta o un profesional de la salud mental cualificado. Un profesional con experiencia podrá guiarte en el proceso de curación de manera que ofrezca una curación mucho más profunda que la que puede ofrecer el tiempo por sí solo.

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