​En la mayoría de las circunstancias, tener confianza en uno mismo es algo bueno. Las personas seguras de sí mismas tienden a tener más éxito en una gran variedad de ámbitos. Este fuerte sentimiento de confianza y autoestima es lo que permite a las personas salir al mundo y alcanzar sus objetivos.

En su libro Autoeficacia: El ejercicio del control, el psicólogo Albert Bandura explicó que es la confianza, más que cualquier otra cualidad, la que contribuye a obtener resultados positivos cuando se persiguen objetivos.

Pero ¿se puede tener demasiada confianza en uno mismo? ¿Es posible tener demasiado de algo bueno? En la mayoría de los casos, conocer tus puntos fuertes y tener la seguridad de salir a correr riesgos son cualidades admirables. Pero cuando esta confianza te hace inflexible, opuesto a probar cosas nuevas, e incapaz de escuchar a los demás, puede llegar a ser perjudicial para el éxito y el bienestar.

Demasiada confianza en sí mismo

El exceso de confianza en uno mismo puede causar una serie de problemas en la vida personal, social y profesional de un individuo.

  • Perder oportunidades, como no aceptar proyectos porque parecen demasiado fáciles o están por debajo de sus capacidades.
  • Asumir demasiadas cosas, como decir que sí a proyectos para los que se carece de las habilidades necesarias.
  • Consecuencias sociales, como alejar a los amigos por parecer arrogante.
  • Consecuencias en el lugar de trabajo, como dar la impresión de ser demasiado engreído sin las habilidades necesarias.
  • Consecuencias en las relaciones, que pueden ser el resultado de estar demasiado preocupado por tus capacidades y rendimiento y no lo suficiente por los de tu pareja.

Los investigadores descubrieron que una alta autoestima podía tener a veces consecuencias indeseables. Los niños con mayor autoestima eran más propensos a adoptar conductas de riesgo.

Las personas con alta autoestima también tendían a tener peores relaciones porque culpaban a sus parejas de cualquier problema en la relación. La alta autoestima también se relacionó con una mayor frecuencia de comportamientos violentos y agresivos.

Impactos de tener demasiada confianza en uno mismo

Esto no quiere decir que la autoestima y la confianza en uno mismo sean cosas malas. En algunas situaciones, incluso un exceso de confianza en sí mismo puede conducir a cierto éxito. Las personas muy seguras de sí mismas pueden a veces abrirse camino a través de las situaciones, convenciendo a los demás de que realmente tienen las habilidades que hay detrás de su inflado sentido del yo.

En otros casos, el exceso de confianza puede verse como un engaño o incluso como narcisismo, cualidades que pueden hacer que un empleado sea menos atractivo para los empleadores actuales y futuros.

El exceso de confianza en nuestras propias capacidades es algo que nos ocurre a todos de vez en cuando. Es posible que sobreestime su capacidad para terminar un proyecto en una fecha determinada, y que se quede sin tiempo antes de la fecha de entrega. Lo bueno es que ese exceso de confianza suele autocorregirse.

Unos pocos casos de entrega tardía o de trabajo de mala calidad son probablemente suficientes para que te plantees seriamente tus habilidades de gestión del tiempo. La próxima vez que tengas que entregar un proyecto, es más probable que gestiones tu tiempo con prudencia y seas más realista sobre el tiempo que te llevará completar el trabajo.

Es cuando este exceso de confianza es habitual cuando pueden surgir consecuencias más graves y a menudo duraderas.

Causas de un exceso de confianza

Hay una serie de factores que pueden contribuir a un nivel excesivo de confianza en uno mismo. La educación, la cultura, la personalidad y las experiencias pasadas pueden influir en el desarrollo del sentido de sí mismo de una persona.

Todos somos esencialmente el centro de nuestros propios universos, por lo que no es de extrañar que nuestras propias percepciones, experiencias, pensamientos, necesidades y deseos tiendan a ocupar el lugar más importante en nuestras mentes. Pero ¿por qué algunas personas parecen formarse un sentido del yo tan exagerado?

Las investigaciones sugieren que ciertos sesgos cognitivos pueden contribuir al exceso de confianza en las propias opiniones e ideas. Estos sesgos hacen que las personas interpreten los acontecimientos y las experiencias de forma sesgada hacia sus propias creencias, actitudes y opiniones.

Como resultado, las personas tienden a creer que su propia forma de pensar y actuar es superior y “correcta”. Esto puede dar lugar a que las personas no consideren cómo otras ideas podrían ser beneficiosas, así como a que no vean los posibles inconvenientes de su propio enfoque. Es esta ilusión de infalibilidad personal la que puede contribuir a tener demasiada confianza.

Causas de un EXCESO de CONFIANZA

Percepciones

Entonces, ¿cómo determinamos qué niveles de autoconfianza son adecuados? ¿Y son esos niveles los mismos para diferentes personas y en diferentes situaciones? La confianza en uno mismo no es sólo una construcción psicológica, sino que también está muy influenciada por la cultura.

Las culturas individualistas, por ejemplo, tienden a valorar más la autoconfianza que las culturas colectivistas. Las expectativas de la sociedad sobre el grado de confianza que debe tener la gente ejercen una poderosa influencia en la forma en que percibimos la confianza, tanto en nosotros mismos como en los demás.

Por ejemplo, durante la primera mitad del siglo XX, la confianza en uno mismo se consideraba a veces como un perjuicio, dependiendo de quién fuera. Se esperaba que la gente obedeciera a las figuras de autoridad, incluidas las de mayor edad o las de mayor rango en la jerarquía social.

La confianza en sí mismo de los niños y las mujeres estaba especialmente mal vista, ya que se esperaba que los niños y las mujeres fueran obedientes y deferentes.

A medida que las mareas culturales han cambiado, las expectativas de la sociedad en cuanto a la confianza en sí mismo también han cambiado. Se anima a la gente a ser independiente y la autoestima se ha convertido en una característica apreciada. Los padres quieren que sus hijos tengan confianza en sí mismos, que sepan lo que quieren y que tengan la motivación necesaria para alcanzar sus objetivos.

Normas sociales

Pero la forma en que percibimos la autoconfianza no siempre es coherente de un individuo a otro. Por ejemplo, la investigación ha descubierto que las mujeres líderes que se comportan igual que sus homólogos masculinos tienen más probabilidades de ser percibidas como mandonas, emocionales o agresivas.

Este doble rasero de la confianza dificulta la promoción de las mujeres en el trabajo y su ascenso a puestos de liderazgo. Los comportamientos necesarios para tener éxito en el trabajo son los mismos que a menudo se castiga a las mujeres por exhibir.

Las investigaciones también sugieren que tendemos a penalizar a los demás cuando se comportan de una manera que se considera una violación de las normas sociales. Las normas dictan que los hombres deben ser seguros de sí mismos y asertivos, mientras que de las mujeres se espera a menudo que sean cariñosas y afectuosas.

Comportarse fuera de estas normas puede tener una serie de consecuencias tanto para los hombres como para las mujeres. Los hombres que no son muy asertivos pueden ser vistos como tímidos o débiles, mientras que las mujeres que son seguras de sí mismas son vistas como mandonas.

Normas sociales

Consecuencias

En un estudio realizado por investigadores de Yale, los hombres que expresaban su ira aumentaban su percepción del estatus. En cambio, las mujeres que expresaban la misma ira eran consideradas menos competentes y, por tanto, recibían salarios y estatus inferiores.

Los investigadores también descubrieron que el enfado de las mujeres tendía a atribuirse a características internas (“Es una persona enfadada”), mientras que el enfado de los hombres se achacaba a circunstancias externas. Curiosamente, al proporcionar algún tipo de explicación externa para el enfado se eliminaba este sesgo de género.

En muchos casos, puede que no se trate de que la gente sea demasiado confiada. En cambio, las normas y estereotipos de género tácitos pueden hacer que se juzgue a las personas, especialmente a las mujeres, como demasiado seguras de sí mismas cuando en realidad sólo están expresando niveles normales de asertividad.

Sin embargo, ciertas expresiones de confianza pueden no conllevar los mismos riesgos sociales y profesionales que otras muestras de autoconfianza. Las investigadoras Melissa Williams y Larissa Tiedens descubrieron que las mujeres que expresaban dominio a través del lenguaje corporal y las expresiones faciales, como ponerse de pie y usar una voz fuerte, no sufrían la misma pérdida de percepción social.

Aunque evidentemente esto no resuelve el problema de los prejuicios de género, estas investigaciones señalan las formas en que las personas pueden expresar su confianza sin ser etiquetadas como “demasiado seguras de sí mismas”.

La confianza en ti mismo es una habilidad que tienes que construir para elevar en general tu calidad de vida. ¿Sientes tanta confianza y seguridad como realmente quisieras? La falta de confianza limita tu potencial, te hace creer que no eres capaz de lograrlo y mantiene tus expectativas por debajo de lo que realmente puedes lograr.

Existen pautas y ejercicios para que aprendas a sentirte bien, seguro, con más confianza y a hacer realidad tus verdaderos deseos, aspiraciones y lograr el éxito en tu vida.

El exceso de confianza tiene origen en la niñez

Otro ejemplo de cómo la percepción de la confianza puede verse influida por la cultura es la forma en que los adultos mayores ven a veces a los niños. Las críticas a la juventud suelen sugerir que los niños de hoy en día son frecuentemente los destinatarios de los llamados “trofeos de participación”.

En otras palabras, los niños reciben elogios por el simple hecho de participar, no por el contenido real de su actuación.

Estos elogios están pensados para fomentar la confianza y la autoestima. Los críticos sugieren que este enfoque conduce a una sensación de derecho o incluso de confianza inmerecida. Los niños llegan a la edad adulta creyendo que basta con presentarse para tener éxito, por lo que es más difícil aceptarlo cuando este éxito no resulta tan fácil.

Sin embargo, investigadores como Carol Dweck han descubierto que elogiar los esfuerzos desempeña un papel fundamental en la construcción de lo que se conoce como mentalidad de crecimiento. Una mentalidad es una creencia subyacente sobre la inteligencia y el aprendizaje. Las personas con una mentalidad fija tienden a creer que la inteligencia es un rasgo innato. Los que tienen una mentalidad de crecimiento creen que pueden llegar a ser más inteligentes a través de su propio esfuerzo.

Las personas con mentalidad fija tienden a rendirse ante los retos porque creen que simplemente carecen de los rasgos y habilidades innatos necesarios para el éxito. Las personas con mentalidad de crecimiento, en cambio, tienen la confianza y la comprensión de que pueden superar el reto mediante el estudio, la práctica y el esfuerzo.

Entonces, ¿cuál es la mejor manera de fomentar la confianza y la mentalidad de crecimiento? Dweck sugiere que la clave está en elogiar los esfuerzos, más que los resultados. Esto ayuda a los niños a darse cuenta de que sus propios esfuerzos y acciones determinan los resultados, lo que les ayuda a ganar la confianza que necesitan para seguir luchando incluso ante las dificultades.

Esto no significa elogiar a los niños por no hacer nada. Más bien significa reconocer sus esfuerzos en lugar de centrarse únicamente en los resultados.

Entonces, ¿por qué las generaciones mayores perciben a los jóvenes como demasiado confiados? ¿Son los niños de hoy demasiado confiados para su propio bien?

Esta percepción se debe probablemente a los cambios en las normas y expectativas culturales. A las generaciones anteriores se les animaba a ser silenciosas, obedientes y a no estorbar. Ver, pero no oír, era lo ideal cuando se trataba de niños. La cultura ha cambiado, al igual que nuestra comprensión del desarrollo infantil y de las necesidades de los niños.

Puede que no sea que los niños de hoy sean demasiado confiados; simplemente se les permite un nivel de autoexpresión que las generaciones anteriores no pudieron disfrutar cuando eran niños.

El EXCESO de CONFIANZA tiene origen en la niñez

Auténtica confianza en uno mismo

¿Es posible tener demasiada confianza en uno mismo? Para muchas personas, la respuesta a esta pregunta es probablemente no. De hecho, la gente suele tener el problema contrario: tener muy poca confianza. Así que, si tienes un sólido sentido de ti mismo y la seguridad de ir tras lo que quieres en la vida, ¡es genial!

Si tu sentido del yo se extiende a la atención y preocupación por la vida de los demás, entonces tus niveles de confianza son probablemente los adecuados.

Si te centras exclusivamente en ti mismo y dejas poco espacio para los demás, entonces puede haber un problema. No hay nada malo en tener confianza en uno mismo, pero si esta confianza se expresa como narcisismo o grandiosidad que daña tus relaciones, entonces existe la posibilidad de que sea excesiva. O que estés expresando esta confianza de una manera que no está ayudando a tu salud y a tus relaciones.

A la hora de ayudar a los niños a desarrollar niveles saludables de confianza y estima, elogiarlos por sus esfuerzos es sólo una parte del rompecabezas. La confianza también proviene de tener el amor y el apoyo de cuidadores confiables, así como un sistema de orientación sólido que equilibra las recompensas con los límites apropiados.

En estos entornos, los niños pueden explorar el mundo, descubrir sus puntos fuertes y sus límites personales y desarrollar la capacidad de autorregulación.

El problema de un exceso de confianza en uno mismo es que a menudo implica una visión grandiosa de uno mismo sin mucha sustancia detrás. Las personas que se creen las mejores, las más inteligentes o las más cualificadas son, después de todo, a veces las peores, las más desinformadas y las menos cualificadas. Excepto que a menudo son los únicos que no son conscientes de sus carencias, un fenómeno conocido como el efecto Dunning-Kruger.

En otros casos, el exceso de confianza en uno mismo implica ignorar las necesidades de los demás en favor de los propios intereses. Esto puede acarrear grandes problemas en todo tipo de relaciones, incluidas las románticas, las de amistad y las familiares. Después de todo, ¿quién quiere pasar tiempo con alguien que se cree mejor que los demás y que sólo piensa en sí mismo?

Una autoconfianza adecuada

Entonces, ¿qué puede hacer la gente para asegurarse de que su autoconfianza es realista, auténtica y socialmente apropiada?

Una AUTOCONFIANZA adecuada

Centrarse en el esfuerzo, no en el resultado

Tanto si evalúa su propio éxito como si elogia a sus hijos, intente poner más énfasis en el trabajo realizado, en lugar de centrarse sólo en el resultado. No siempre puedes controlar cómo van las cosas, pero sí puedes controlar la cantidad de trabajo que dedicas a conseguir tus objetivos.

Sigue aprendiendo cosas nuevas

Aunque estés muy seguro de tus habilidades en un área, sigue buscando nuevos retos. Es fácil caer en el exceso de confianza si creemos que lo sabemos todo sobre un tema. Encontrar nuevos retos que superar no sólo agudiza tus habilidades, sino que te recuerda que hay nuevas formas de pensar sobre las cosas.

Sigue aprendiendo cosas nuevas

Escucha lo que tienen que decir los demás

El exceso de confianza puede hacer que la gente se vuelva rígida e incluso dogmática. En lugar de asumir que tu manera es la correcta o la única, intenta mantener la mente abierta. Puede que no siempre estés de acuerdo con los demás, pero es importante escuchar para obtener una nueva perspectiva.

La confianza en uno mismo suele ser algo que la gente desea mejorar, pero a veces los niveles excesivos de confianza pueden ser un problema. Cuando la confianza se convierte en arrogancia, puede alejar a los demás y dificultar el éxito social y profesional.

Desarrollar un sano sentido de la confianza en uno mismo es importante para el éxito. Esta confianza permite a las personas creer en sus propias capacidades para asumir retos y superar obstáculos. Esfuércese por alcanzar el equilibrio adecuado con un fuerte sentido de la confianza en sí mismo sin la pomposidad del egocentrismo.

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