El trastorno bipolar y la depresión comparten muchos de los mismos síntomas, pero hay varias diferencias clave entre las condiciones. La depresión (a veces denominada “depresión unipolar”) y el trastorno bipolar (o “depresión bipolar”) son dos enfermedades distintas que deben tratarse de forma diferente.
Es muy importante que una persona reciba el diagnóstico correcto para que pueda recibir el tratamiento adecuado. Desgraciadamente puede ser difícil diferenciar las dos enfermedades, y puede haber errores de diagnóstico.
¿La depresión puede convertirse en trastorno bipolar?
Aunque un episodio de depresión clínica puede ser una característica del trastorno bipolar o de la depresión unipolar (trastorno depresivo mayor), no siempre es fácil predecir si el episodio indica la presencia de un trastorno bipolar. Es necesario un tratamiento continuo y una reevaluación antes de poder tomar una determinación.
Puede ser difícil enfrentarse a un diagnóstico nuevo o inesperado, pero tener un diagnóstico preciso es necesario para garantizar que la afección se trate adecuadamente.
Por qué se producen los diagnósticos erróneos
Aunque hay algunos rasgos característicos de cada enfermedad, muchos síntomas del trastorno bipolar y de la depresión se solapan. Cuando las personas tienen ambas afecciones al mismo tiempo, u otro factor como el consumo de sustancias, hacer un diagnóstico preciso puede ser un reto.
Síntomas de la depresión clínica
Aunque hay diferentes tipos de depresión, que pueden tener características únicas, hay algunos síntomas que la mayoría de las personas con depresión sienten en un momento u otro, tales como:
- Sentirse profundamente triste, desesperado o vacío.
- Enfadarse, irritarse o frustrarse con facilidad.
- Dormir demasiado (lo que se conoce como hipersomnia) o tener insomnio.
- Falta de concentración o dificultad para concentrarse.
- No tener hambre o comer en exceso.
- Falta de interés por los pasatiempos, el trabajo o la vida social.
- Poco o ningún deseo sexual.
- Autolesiones, pensamientos o intentos de suicidio.
Normalmente, una persona debe tener síntomas todos los días durante dos semanas o más para que se le diagnostique depresión.
Las personas con depresión también pueden tener trastornos de ansiedad comórbidos. Las personas con trastorno bipolar también pueden sufrir ansiedad, incluido el trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
Síntomas del trastorno bipolar
El trastorno bipolar es un trastorno mental en el que una persona experimenta períodos de depresión con síntomas similares a los de la depresión unipolar y períodos de manía. Los períodos de manía se caracterizan por un estado de ánimo elevado y una gran energía.
En un estado maníaco, la persona puede sentirse muy bien. En comparación con los sentimientos de depresión, los síntomas maníacos pueden no ser especialmente preocupantes. Los episodios maníacos también pueden ser poco frecuentes, con intervalos de hasta varios años entre ellos. Cuando los síntomas aparecen, pueden ser leves.
Los síntomas de la manía pueden incluir:
- Sensación de inquietud, mayor actividad o energía.
- Euforia, excitación, ideas “grandes” (grandiosidad).
- Tener problemas para concentrarse, distraerse, pensar en muchas cosas diferentes.
- Agresividad, enfadarse o irritarse con facilidad.
- Dormir menos, pero seguir teniendo energía.
- Aumento del deseo sexual.
- Delirios, alucinaciones (manía severa).
En algunos casos, una persona con depresión bipolar puede no mencionar los síntomas maníacos a un médico o terapeuta a menos que, o hasta que, se vuelvan graves.
Tipos de bipolaridad
Es importante saber que hay dos tipos de trastorno bipolar: bipolar 1 y bipolar 2. Aunque los síntomas de cada tipo son similares, difieren en frecuencia y duración.
El trastorno bipolar 1 suele implicar al menos un episodio depresivo grave. La diferencia con la depresión es que las personas con trastorno bipolar también han experimentado al menos un episodio maníaco. En el trastorno bipolar, las personas pueden alternar entre períodos de depresión y manía.
En el trastorno bipolar 2, una persona puede no experimentar manía. En el trastorno bipolar 2, una persona puede no experimentar manía, sino que puede tener una forma menor (hipomanía) intercalada con depresión. Cuando los síntomas son sutiles, las personas pueden no darse cuenta de que están experimentando manía. Los “bajones” de la depresión pueden ser más obvios o reconocibles, lo que puede contribuir a un diagnóstico erróneo de depresión.
Las personas con cualquiera de los dos tipos de trastorno bipolar pueden experimentar los siguientes síntomas, dependiendo de si están experimentando una fase maníaca o depresiva.
Síntomas superpuestos
Hay muchos síntomas que son comunes a la depresión y al trastorno bipolar. Cuando una persona con un tipo de trastorno bipolar está experimentando un episodio depresivo, puede parecerse (y sentirse) mucho a un ataque clásico de depresión.
Las personas con depresión o trastorno bipolar pueden experimentar un estado de ánimo bajo, problemas para dormir, cambios en el apetito y problemas de concentración. También corren el riesgo de autolesionarse, incluso de suicidarse. Los individuos con trastorno bipolar suelen tener problemas de sueño excesivo y de comer en exceso, lo que puede ayudar a distinguir entre el MDD y el trastorno bipolar.
Una de las principales formas de distinguir el trastorno bipolar de la depresión es la presencia de síntomas maníacos, pero una persona puede buscar tratamiento para sus síntomas depresivos antes de haber experimentado un episodio maníaco.
A veces, las personas no reconocen que han tenido un episodio de manía, especialmente con un episodio hipomaníaco más sutil.
Cómo puede afectar el consumo de sustancias al diagnóstico
El consumo de sustancias puede complicar el diagnóstico de la enfermedad mental de varias maneras. Una persona que consume sustancias como el alcohol o las drogas puede presentar comportamientos o síntomas que se parecen al trastorno bipolar.
El diagnóstico puede ser erróneo si el médico no sabe que la persona consume sustancias y atribuye los síntomas relacionados con el consumo al trastorno bipolar. Pero algunas investigaciones han sugerido que el trastorno bipolar puede ser diagnosticado erróneamente incluso cuando un clínico es consciente de los antecedentes de consumo de sustancias de la persona.
Por otra parte, las personas que consumen drogas o alcohol pueden no ser diagnosticadas correctamente de trastorno bipolar si sus síntomas se atribuyen al consumo de sustancias y no al trastorno bipolar subyacente.
Los trastornos por consumo de sustancias suelen coexistir con muchas enfermedades mentales, incluidos el trastorno bipolar y la depresión.
Este libro tiene como objetivo brindar información sobre las enfermedades crónicas (llamadas trastorno bipolar) que afectan a millones de personas en todo el mundo de una manera clara, simple y científicamente probada.
El propósito es complementar la información que los profesionales brindan a los pacientes con trastorno bipolar y a sus familiares y amigos para que puedan comprender mejor la situación de los pacientes que padecen, creen tener signos y síntomas de trastorno bipolar.
Complicaciones de un diagnóstico erróneo
Una de las posibles complicaciones de un diagnóstico erróneo es que el trastorno bipolar y la depresión requieren tratamientos diferentes. Por desgracia, los antidepresivos, el tratamiento de elección para la depresión, pueden no funcionar para las personas con trastorno bipolar.
De hecho, cuando las personas con trastorno bipolar toman ciertos medicamentos antidepresivos, sus síntomas pueden empeorar. Su estado de ánimo puede volverse inestable y puede aumentar la frecuencia de los episodios maníacos. Si F aún no ha tenido un episodio maníaco, estos medicamentos pueden desencadenar que lo experimente.
En lugar de antidepresivos, la mayoría de las personas con trastorno bipolar necesitan un tratamiento con fármacos estabilizadores del estado de ánimo, como el litio.
Reducción del riesgo de diagnóstico erróneo
Los médicos pueden tomar varias medidas para asegurarse de que están haciendo un diagnóstico preciso. El riesgo de un diagnóstico erróneo sigue existiendo, pero puede reducirse. Si está trabajando con un médico o profesional de la salud mental, hay algunos enfoques de su evaluación que pueden utilizar para ayudarles a proporcionar el diagnóstico más preciso posible.
Toma de datos
Un médico o profesional de la salud mental empezará preguntándole por sus síntomas. Como puede ser difícil para las personas explicar sus sentimientos o anotar patrones, también puede ser útil para ellos hablar con sus seres queridos, ya que pueden haber notado cambios en su comportamiento o haber hecho otras observaciones sobre su estado de ánimo, algunas de las cuales puede que ni siquiera sean conscientes.
Los médicos pueden hacer especial hincapié en preguntar sobre los síntomas asociados a la manía, como el estado de ánimo elevado, la irritabilidad o el comportamiento imprudente.
También pueden preguntar sobre los antecedentes familiares de enfermedades mentales. Si una persona tiene un familiar de primer grado con trastorno bipolar o un historial de episodios maníacos, tiene un mayor riesgo de padecerlo. Si alguien no ha sido diagnosticado formalmente, pero ha experimentado un episodio maníaco después de empezar a tomar un antidepresivo, eso también puede indicar un trastorno bipolar en lugar de una depresión.
Es probable que su médico le haga preguntas sobre la aparición de los síntomas. Los síntomas del trastorno bipolar tienden a comenzar de forma abrupta y hacen que aparezcan antes (en la adolescencia o a principios de los 20 años). La depresión, en cambio, puede ser más gradual y desarrollarse en cualquier momento, incluso en la infancia.
Las personas con trastorno bipolar también tienden a experimentar el cambio o la “recuperación” de los síntomas (de un estado de ánimo bajo a sentirse mejor, por ejemplo) más rápidamente que las personas con depresión. En general, las personas con depresión no experimentan una alternancia de estados de ánimo, sino que se sienten “bajas” la mayor parte del tiempo o todo el tiempo. Estos episodios de depresión también tienden a durar largos períodos de tiempo, mientras que las personas con trastorno bipolar pueden tener episodios de depresión más cortos.
Instrumentos de diagnóstico
El Cuestionario de Trastornos del Estado de Ánimo, la Escala de Diagnóstico del Espectro Bipolar y la Escala de Personalidad Hipomaníaca son algunos de los instrumentos de diagnóstico utilizados para detectar el trastorno bipolar. Estas herramientas se centran en preguntas sobre posibles síntomas de manía e hipomanía, que son importantes para distinguir entre un diagnóstico de depresión bipolar y unipolar.
Los médicos también querrán averiguar si ha experimentado algún síntoma de psicosis, como alucinaciones. Aunque los síntomas psicóticos pueden darse en otros trastornos mentales, también es una característica que puede ayudar a distinguir entre el trastorno bipolar y la depresión.
Seguimiento
Es posible que su médico o profesional de la salud mental le pida que pruebe a llevar un registro del estado de ánimo para ayudarle a hacer un seguimiento de sus síntomas. Esta práctica puede ser especialmente útil para detectar episodios de hipomanía y hacer un seguimiento de la frecuencia de los cambios de humor. Es posible que le pidan que lleve un registro de su estado de ánimo después de empezar a tomar un antidepresivo.
Si desarrolla nuevos síntomas (como la manía) o un empeoramiento de los síntomas después de empezar a tomar estos medicamentos, puede indicar que tiene un trastorno bipolar en lugar de una depresión.
Es importante que se mantenga en contacto con su equipo de salud mental mientras está en proceso de ser diagnosticado o de comenzar el tratamiento, especialmente si está probando medicamentos. En algunos casos, los antidepresivos pueden empeorar los síntomas de la depresión. Si eres menor de 25 años, el riesgo de pensamientos suicidas puede aumentar, razón por la cual los antidepresivos tienen una advertencia de caja negra de la FDA.
Si usted, o sus seres queridos, notan un cambio en su comportamiento que es preocupante, hable con su médico o psiquiatra. Puede que decidan que necesita otro tipo de tratamiento.
No deje de tomar el antidepresivo que le han recetado ni reduzca su dosis, a menos que esté supervisado por su médico o psiquiatra. Si quiere dejar de tomar un medicamento o cambiar a una nueva prescripción, pregunte a su médico cómo reducir la dosis de forma segura para evitar la abstinencia.
Incluso cuando un médico o un profesional de la salud mental es minucioso en la evaluación de sus síntomas y su historial, puede haber errores de diagnóstico. Puedes ayudar siendo tan preciso y detallado como puedas cuando informes de tus síntomas a un clínico. Si el diagnóstico que te han dado no te parece adecuado, es importante que expreses estas preocupaciones a tu equipo sanitario. Puede ser útil ser evaluado por otro profesional. Su salud mental y su bienestar dependen de que reciba un diagnóstico preciso y tenga acceso al tratamiento que mejor se adapte a sus necesidades.
Cuándo acudir al médico
A pesar de los extremos del estado de ánimo, las personas con trastorno bipolar no suelen reconocer hasta qué punto su inestabilidad emocional está perturbando su vida y la de sus seres queridos, y no reciben el tratamiento que necesitan.
Además, si usted es como algunas personas con trastorno bipolar, puede disfrutar de la sensación de euforia y de los ciclos de ser más productivo. Sin embargo, a la euforia siempre le sigue un bajón emocional que puede dejarle deprimido, agotado y quizás incluso con problemas económicos, legales o de pareja.
Consulte a un médico o profesional de la salud mental si tiene algún síntoma de depresión o manía. El trastorno bipolar no mejora por sí solo. Recibir tratamiento de un profesional de la salud mental con experiencia en trastornos bipolares puede ayudarle a controlar sus síntomas.