La mayoría de los padres saben que el primer paso para hacer frente al acoso escolar es denunciarlo en la escuela. Pero, por desgracia, no siempre obtienen la respuesta que buscan. Todavía hay profesores y administradores que no se toman en serio las quejas sobre el acoso escolar. Puede que ignoren el problema por completo o que resten importancia a la gravedad y la frecuencia del problema.

Mientras tanto, otros educadores afirman que se ocuparán del tema, pero luego no sólo no investigan el acoso, sino que tampoco disciplinan a los acosadores de la escuela. Y si imponen consecuencias, a veces no las cumplen o terminan por torcer un poco las reglas. Este tipo de experiencia puede ser muy frustrante para los padres. Cuando su hijo es víctima, lo único que quieren es que se acabe el mal comportamiento. Y necesitan la ayuda de los educadores para solucionarlo.

Razones por las que se resta importancia al acoso escolar

Aunque hay numerosas razones por las que un profesor o administrador puede restar importancia o ignorar una queja de acoso, aquí están las principales razones por las que no parecen tener tiempo para abordar adecuadamente el problema.

El profesor está demasiado ocupado

Todo el mundo sabe que los profesores de hoy en día están muy ocupados. Las expectativas puestas en ellos por los administradores pueden parecer abrumadoras a veces. En consecuencia, muchos profesores se esfuerzan por cumplir las rigurosas exigencias de sus obligaciones y responsabilidades cotidianas.

Por eso, cuando se producen incidentes de acoso escolar, muchos profesores sienten que simplemente no tienen el tiempo o la energía para enfrentarse a ellos. Aunque esta respuesta no es una excusa para ignorar el acoso, y envía un mensaje equivocado a los alumnos, a veces es más fácil para los profesores hacer la vista gorda ante el acoso que atajar el problema.

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Los educadores se centran en su aula

La mayoría de las veces, el acoso se produce fuera del aula. De hecho, el acoso suele tener lugar en una variedad de puntos calientes en toda la escuela, incluyendo el comedor, los pasillos, los vestuarios, en el autobús e incluso en línea. Como resultado, no es raro que los profesores no sean conscientes del acoso dentro de su edificio, especialmente si se centran principalmente en el entorno del aula y no interactúan mucho con los estudiantes fuera de ella.

Es más, los acosadores saben exactamente dónde están los profesores y otros adultos antes de atacar a alguien. Por esta razón, a menudo es poco probable que los adultos sean testigos del acoso de primera mano. Sólo los profesores que hacen un esfuerzo concertado para conectar con los alumnos sabrán lo que está ocurriendo fuera de las paredes del aula.

El profesor carece de los recursos necesarios

Algunos profesores quieren realmente abordar el acoso que existe dentro de la escuela, pero no tienen el apoyo administrativo para lograr mucho. Por ejemplo, pueden enviar a los alumnos a la oficina cuando sospechan de acoso, sólo para que vuelvan a clase sin consecuencias reales por su mal comportamiento.

Además, muchos centros educativos carecen todavía de programas sólidos de prevención del acoso escolar y están retrasados en la aplicación de programas que no sólo cambien el clima escolar, sino que también disuadan del acoso. Es muy difícil que un solo profesor se ocupe eficazmente del acoso escolar cuando no todos están de acuerdo con lo que hay que hacer. Para que la prevención del acoso escolar tenga éxito, debe haber un enfoque de equipo para abordar el problema.

El profesor tiene ideas erróneas sobre el acoso escolar

A pesar de los avances en la prevención del acoso escolar, hay algunos profesores que siguen considerando el acoso como un rito de paso. Se creen la idea de que “los niños son niños” o creen que sufrir acoso escolar ayuda a endurecer a los niños. Peor aún, ven el acoso como un conflicto y no como una cuestión de poder y control en la que una persona, o un grupo de personas, controla y manipula a la víctima.

En consecuencia, estos educadores intentan tratar los problemas de acoso escolar de la misma manera que tratarían la resolución de conflictos. Pero, por desgracia, esos esfuerzos casi siempre fracasan. Los acosadores no están dispuestos a transigir y suelen intimidar a la víctima durante cualquier tipo de esfuerzo de mediación. En consecuencia, abordar los problemas de acoso como si se tratara de un conflicto, va a fracasar estrepitosamente casi siempre.

Lo que puedes hacer

Aunque puede ser extremadamente frustrante cuando sus preocupaciones sobre el acoso escolar son ignoradas o minimizadas, es muy importante que persista en sus esfuerzos para conseguir que se aborde el problema. Asegúrese de documentar todo lo que experimenta su hijo, así como las fechas y horas en que ocurrieron los incidentes. Asimismo, anote con quién ha hablado sobre el acoso y cómo piensan abordar el problema.

Es más probable que los administradores te tomen en serio si puedes nombrar las fechas y horas concretas en que se produjo el acoso. También es más probable que te escuchen cuando puedes señalar lo que otros han prometido y no han hecho. A continuación, se ofrecen algunas sugerencias adicionales sobre cómo conseguir que se aborde el acoso.

Sigue hablando hasta que alguien te escuche

Si la primera persona con la que hablas sobre el acoso resta importancia o ignora tu queja, sigue la cadena de mando y ponte en contacto con otra persona. Sigue subiendo la escalera hasta que alguien se tome en serio tus quejas. Esto no sólo garantizará que se aborde el acoso, sino que también ayudará a tu hijo.

Muchas veces, los niños acosados no creen que su situación vaya a mejorar. Pero cuando sus padres muestran fortaleza y están decididos a resolver la situación, esto puede ser muy tranquilizador. De hecho, su determinación para asegurarse de que el acoso escolar se resuelva adecuadamente es una de las cosas más importantes que puede hacer por su hijo. Esta voluntad de seguir hablando con los funcionarios de la escuela comunica a sus hijos que sus preocupaciones son válidas, que su seguridad es importante para usted y que son dignos de su tiempo y esfuerzo.

Continúe con el seguimiento

Una vez que sientas que tus preocupaciones han sido escuchadas y que la escuela está abordando el problema de la intimidación de manera adecuada, fija una hora para hacer un seguimiento de los avances. En otras palabras, compruebe que el centro escolar ha hecho realmente lo que dijo que haría. También es importante que te comuniques con tu hijo regularmente para asegurarte de que el acoso está disminuyendo y de que se siente más seguro en la escuela.

Si su hijo sigue siendo acosado y maltratado, programe otra reunión con el administrador para tratar el tema. No es ningún secreto que los educadores tienen muchos asuntos que tratar, y si el acoso que sufre tu hijo no se mantiene en primer plano, puede olvidarse. La escuela debe estar al tanto de todos y cada uno de los incidentes de acoso para que puedan aplicar los procedimientos disciplinarios adecuados.

Sea paciente con su hijo

Recuerde que la curación del acoso escolar lleva su tiempo. En el momento en que su hijo le cuente el acoso al que se enfrenta, lo más probable es que lleve bastante tiempo lidiando con el problema. Recuerda que los niños acosados son reacios a contar sus experiencias.

Así que es muy probable que el acoso ya haya hecho mella en tu hijo. Inicie el proceso de curación recordándole a su hijo que ha necesitado mucho valor para hablar de sus experiencias y que usted está orgulloso de él. También deberías tomar medidas para reforzar su autoestima y pensar en formas de enfrentarse al acoso y defenderse cuando lo necesite.

Además, haz hincapié en que el acoso escolar no es culpa suya. Él no lo pidió y no hay nada malo en él. Sin embargo, puede tomar medidas para convertirse en un objetivo menos probable. Hable con él sobre las áreas en las que le gustaría mejorar, como el desarrollo de habilidades de asertividad y el perfeccionamiento de sus habilidades sociales. La clave es que su hijo se haga cargo de su curación y deje de lado cualquier tipo de pensamiento victimista.

Este producto es una guía completa que te servirá para hacerle frente al acoso escolar, un gran problema que sigue sin tener solución. Los niños y adolescentes están comenzando a vivir y no es justo que en ésta etapa de sus vidas ya estén lidiando con el maltrato, la injusticia y entre otras cosas con la indiferencia.

Cómo pueden los educadores apoyar a las víctimas del acoso escolar

Los educadores desempeñan un papel fundamental no sólo en la prevención del acoso escolar, sino también en la intervención contra el mismo. De hecho, ayudar a las víctimas de acoso escolar a superar la prueba del acoso ayuda a consolidar el futuro éxito académico y el bienestar general del niño. Pero para algunos educadores, saber exactamente qué hacer o decir puede parecer a veces abrumador. Al fin y al cabo, los profesores no están formados para actuar como consejeros. Su trabajo es educar. Pero pueden apoyar el proceso de recuperación general en el aula e incorporarlo al programa de aprendizaje diario. He aquí ocho formas en las que pueden ayudar.

Tomar medidas inmediatas

Una de las mejores maneras de poner fin a una situación de acoso escolar es intervenir inmediatamente y con las consecuencias adecuadas. Por supuesto, asegúrese de seguir las directrices de su escuela para manejar una situación de acoso. Pero nunca ignores una situación de acoso. No sólo corres el riesgo de agravar el problema, sino que también envías a tus alumnos algunos mensajes no deseados sobre el acoso, como “no me importa”.

Evita hablar del incidente delante de otros alumnos

Asegúrese de separar al acosador y a la víctima cuando hable de un incidente de acoso. Nunca exija a la víctima que comparta detalles sobre el acoso delante del acosador.

Además, es probable que la víctima se vea expuesta a represalias. Las revelaciones de acoso deben hacerse de forma confidencial y teniendo en cuenta la seguridad de la víctima.

Ofrecer protección a la víctima

Si el acoso se produce en los pasillos, en la cafetería, en los vestuarios, en el recreo o en los baños, asegúrate de alertar a los administradores de la escuela. Debe haber una presencia adulta en todos los puntos calientes de acoso de su escuela si espera prevenir futuros incidentes. Cuanto más difícil haga su escuela que los niños acosen a lo largo de la jornada escolar, menos tendrá que lidiar con ello de forma habitual. El objetivo es que aplique prácticas de prevención del acoso escolar que funcionen, de modo que la mayor parte del día se dedique a la educación y no a corregir conductas de acoso.

Encuentre a la víctima un mentor o compañero

La amistad es un elemento crucial en la prevención del acoso escolar. Los deportistas, en particular, son buenas opciones para ayudar a las víctimas del acoso. Si puede poner a la víctima en contacto con un mentor o un compañero, esto contribuirá en gran medida a disuadir el acoso en el futuro, especialmente si ambos pueden caminar juntos por los pasillos y almorzar juntos. Además, esta nueva amistad puede ayudar a fortalecer la autoestima y la capacidad de recuperación del niño en riesgo. Es muy importante que las víctimas del acoso escolar sepan que hay personas en la escuela que se preocupan por ellas.

Llamar a los padres de la víctima

No hace falta decir que hay que llamar a los padres de la víctima. Organice una reunión para hablar del incidente de acoso con ellos y hágales saber lo que la escuela planea hacer para asegurarse de que no se repita.

Sé paciente y escucha con la mente abierta. Además, asegúrate de que tú o un administrador hablará del incidente con los padres del acosador. Por razones de privacidad, no puedes hablar de demasiados detalles. Y a la mayoría de los padres de las víctimas les resulta difícil aceptarlo. Así que prepárate para responder a sus objeciones con calma y comprensión. Intente centrarse en lo que la escuela planea hacer para apoyar a su hijo y menos en cómo la escuela planea disciplinar al acosador. Sin embargo, asegurar a los padres que el acosador será reprendido ayudará a calmar un poco sus preocupaciones.

Proporcionar recursos a la víctima

Es conveniente que los educadores tengan una lista de recursos a disposición de las víctimas del acoso. De este modo, cuando se produzca un incidente de acoso, no tendrá que investigar mucho. Puedes orientar al alumno y a sus padres con ideas sobre dónde obtener ayuda. Por ejemplo, proporciona a la víctima y a sus padres impresiones o una lista de sitios web que crees que le ayudarán en el proceso de recuperación. También es una buena idea tener a mano una lista de recursos comunitarios en los que puedan obtener ayuda adicional si la necesitan.

Inicie un debate en el aula

Incorpora a tus clases un debate sobre la importancia del comportamiento respetuoso. Busca la manera de relacionarlo con una lección de historia, de estudios sociales o de lectura. Hay muchos ejemplos en los que es fácil incluir un debate sobre el acoso escolar. Haz que tus hijos hablen de sus sentimientos en relación con el acoso escolar y anímales a ofrecer sugerencias para prevenirlo. Te sorprenderá la cantidad de información que obtendrás sobre el acoso en tu centro cuando des a tus alumnos un foro para debatir el tema. Además, un debate abierto en clase suele contribuir a que el acoso escolar se convierta en un comportamiento inaceptable.

Supervise la situación

Nunca de por sentado que el acoso ha cesado sólo porque la escuela haya intervenido.

Por ello, hay que mantenerse en contacto con la víctima y determinar cómo evolucionan las cosas. Si sigue siendo víctima de acoso, hay que intervenir y abordar la situación.

Como educador, tienes la responsabilidad de proporcionar un entorno de aprendizaje seguro a tus alumnos. Por ello, es importante abordar las situaciones de acoso cuando se producen. Si el acoso no se aborda, sólo se intensifica y afecta negativamente al entorno de aprendizaje. Las investigaciones han demostrado que incluso los espectadores se ven afectados por el acoso. Por lo tanto, a todos nos interesa hacer lo que podamos para mantener el acoso a raya.

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