La mente es un poderoso aliado en las relaciones sexuales, ¿pero que pasa cuando pensamos en exceso?
Cuando mi marido y yo empezamos a salir, el sexo era una aventura alucinante. Sin embargo, la novedad de explorar el cuerpo del otro finalmente se calmó. Si a eso le sumamos un par de niños y una agenda apretada, nuestra vida sexual se transformó en una serie de actos sin sentido.
Es difícil permanecer presente cuando las listas de cosas por hacer se entrometen en nuestras mentes mientras tenemos intimidad. Entonces, ¿cómo podemos “salir de la cabeza” durante el sexo y disfrutar plenamente del momento?
¿Qué significa estar “en tu mente” durante el sexo?
Estás tratando de disfrutar de una intimidad muy necesaria con tu pareja, pero tu cerebro simplemente no se calla. Recuerda llevar a los niños a la práctica de baloncesto. Hay una cita con el médico este viernes. Los suegros vendrán a cenar la semana que viene.
No puedes disfrutar del momento y estar presente porque estás muy preocupada mentalmente. Heather Shannon, terapeuta sexual certificada y presentadora del podcast As a Sex Therapist, dice que estar “en tu cabeza” es uno de los problemas más comunes que ve en sus clientes.
“Estar en tu cabeza significa que, en lugar de estar completamente presente contigo mismo, tus sentidos, la persona con la que estás y el sexo en sí, estás en otro lugar mentalmente”, explica. “Por ejemplo, en lugar de tener una experiencia directa de oler, tocar, sentir a la otra persona y experimentar tus propios sentidos, te preocupas por tu desempeño, si estás tardando demasiado en llegar al orgasmo, qué hay para cenar, etc. Estás desconectado de tu cuerpo”.
Razones comunes por las que las personas se quedan estancadas en sus cabezas durante el sexo
La Dra. Jennifer Litner, sexóloga y fundadora de Embrace Sexual Wellness, explica que pensar demasiado durante el sexo tiende a suceder en las personas que experimentan ansiedad. Muchos se quedan estancados en sus cabezas porque están distraídos por otros pensamientos o factores estresantes. Algunos ejemplos comunes incluyen:
- Preocuparse por cómo se ve, huele, siente o suena.
- Monitorear su funcionamiento y desempeño sexual.
- Preguntarse cómo se siente su pareja, su placer y si se lo está pasando bien
- Pensar en su lista de tareas pendientes, problemas laborales, lo que está por suceder en su día o lo que ya sucedió.
- Distraerse con el ruido exterior o en su entorno.
- Evaluar la privacidad de su ubicación.
Pensamientos que pueden impedirle estar presente durante el sexo
Pueden estar sucediendo varias cosas en su mente que le impidan conectarse íntimamente con su pareja. Para Shannon y sus clientes, específicamente, algunos pensamientos comunes incluyen:
- “Quizás no pueda mantenerme duro”.
- “¿Qué pasa si huelo mal ahí abajo?”
- “Tal vez debería gemir más o simplemente fingir”.
También hay pensamientos no sexuales que pueden obstaculizar su excitación y arruinar el “estado de ánimo”. Algunos de los clientes de Shannon han pensado lo siguiente:
- “Espero que podamos terminar pronto”.
- “Dios, la casa es un desastre”.
- “Espero que los niños no nos oigan”.
Diferencias de género
Según la Dra. Litner, pensar demasiado durante el sexo puede ocurrirle a personas de todos los géneros y orientaciones sexuales. Ha notado que los hombres se obsesionan con el funcionamiento o “rendimiento” sexual de su cuerpo y que las mujeres se preocupan por su capacidad para llegar al orgasmo, su sensación de seguridad y la carga mental de su día a día.
“Algunas de estas diferencias de género pueden deberse a cómo se socializa a las personas en lo masculino o lo femenino y a los mensajes asociados sobre cómo se supone que debe ser el sexo”, agrega.
Impacto en la satisfacción sexual y la intimidad de tener la mente ocupada
Estar distraído o mentalmente ausente durante el sexo puede afectar gravemente la satisfacción sexual y los sentimientos de intimidad.
Shannon a menudo escucha a sus clientes hablar sobre fingir orgasmos y sentirse performativos. Esta incapacidad para relajarse y disfrutar del sexo en el momento puede resultar en una baja libido con el tiempo porque el sexo nunca ha sido realmente un acto placentero. Más bien, siempre se ha tratado de complacer a la otra persona y mantener las apariencias de que te gusta. Las personas también informan que se sienten aburridas y cohibidas y tienen dificultad para llegar al orgasmo o mantener una erección. Todo esto se debe a no estar completamente presentes.
“Hay capas de ‘debería’ y ‘se supone que debería’ a las que todos estamos sujetos cuando se trata de sexo, pero hace más daño que bien”, dice. “Solo preséntese, esté presente, sea usted mismo y comuníquese con su pareja desde ese lugar de autenticidad”.
Cómo puede ayudar la práctica del sexo consciente
He luchado contra la ansiedad desde que era adolescente y mi mecanismo de afrontamiento siempre ha sido la práctica de la atención plena. Ha hecho ~maravillas~ para calmar mis preocupaciones, incluidas las que tengo durante el sexo. Presto atención a lo que siento y me redirecciono sin juzgar al presente cada vez que me meto en la cabeza.
Shannon también recomienda utilizar la atención plena para volver al presente cuando tu mente divaga durante el sexo.
“Observa lo que ves, como la cara de tu pareja”, dice. “Observa lo que hueles: el champú o el perfume de tu pareja. Observa la sensación de tocar la piel de tu pareja o la tuya. Darle pistas a tus sentidos te ayudará a volver a tu cuerpo y salir de tu cabeza”.
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Consejos para salir de tu cabeza
Si bien la práctica de la atención plena mejoró mi satisfacción sexual, existen otras formas de dejar de pensar demasiado durante el sexo.
Practica la atención plena
Practicar meditaciones de atención plena de forma regular nos da más control sobre nuestro cerebro errante y ayuda a entrenarlo para que se concentre donde queremos que se concentre. Durante una experiencia sexual, si notas que tu mente está distraída por un pensamiento, vuelve a centrar tu atención en las sensaciones del cuerpo. Mientras respiras profundamente, imagina que envías tu respiración a diferentes partes del cuerpo. Observa cómo se siente el tacto, concentrándote en la temperatura, la textura y la presión del tacto.
Establezca el ambiente
Antes de tener una experiencia sexual, tómese el tiempo para crear un espacio que dé la sensación de estar dispuesto a recibir el deseo. Encender velas, establecer una temperatura agradable, poner música y asegurarse de que las mascotas y los niños estén bien cuidados ayudan a que el cerebro se aclimate a la atmósfera sexual.
Aboga por tu placer
Si algo te distrae o te molesta, haz algo al respecto. Adoptar la actitud de “simplemente superarlo” limita el placer que experimentarás, y tu placer es importante. Tómate un momento para calmar el ruido que te distrae y luego vuelve a la atmósfera sexual.
No subestimes el juego mental previo
Existe más de un tipo de juego previo. Usamos los juegos previos físicos para ponernos de humor para el sexo, ¿por qué no deberíamos hacer lo mismo con nuestra mente? Un juego previo suficiente garantiza que puedas entrar en un estado mental sexual. Cuando las cosas van demasiado rápido, tu mente no se ha puesto al día con tu cuerpo. En lugar de estar mentalmente listo para el sexo, todavía estás preocupado por el siguiente elemento de tu lista de cosas por hacer. O te preguntas por qué la persona ya está pasando a la siguiente etapa del sexo.
Shannon dice que los juegos previos mentales están muy subestimados y que generar anticipación es muy importante para el erotismo. Esto es lo que los adultos llamamos edging, que es la práctica de coquetear, provocar y generar entusiasmo y anticipación hacia la intimidad sexual. Explorar el edging es una excelente manera de fortalecer la intimidad emocional y la comunicación en tu relación, ya que te anima a ti y a tu pareja a expresar lo que sienten, desean y necesitan.
A menudo olvidamos este paso cuando hemos estado con alguien durante un tiempo, vivimos juntos o tenemos hijos. Nos ocupamos de la vida y nos olvidamos de tomarnos las cosas con calma.
¡Prueba esto!
¿Quieres empezar a practicar los juegos previos mentales? Prueba para coquetear, bañarse juntos, ver una película sexy o tomar una lección de tango.
Sea honesto
Si tiene relaciones sexuales con una pareja, comparta con ella los pensamientos que le distraen, tanto fuera de la experiencia sexual como durante la misma, mientras esta ocurre. Trate de ser abierto acerca de lo que necesita para estar presente y cómo puede apoyarlo.
No confíe en los aspectos físicos del sexo
Shannon dice que sus pacientes pueden empezar a tocarse para entrar en calor, aunque no estén excitados. Comenzar con toques físicos como besos y tomarse de la mano puede funcionar bien para algunas personas que se excitan con cuerpos desnudos, estimulación genital y el tacto en general.
Recordatorio
Sin embargo, cada persona tiene un cableado diferente y confiar en los aspectos físicos del sexo puede no siempre hacer que su mente se concentre en el juego. Algunas personas necesitan tener los aspectos emocionales y energéticos marcados antes de ponerse físicas. Otras se excitan hablando de algo sexual.
El sexo puede ser tan emocional y mental como físico. No todas las excitaciones son sexuales. Que le cepille el cabello puede ser lo que la ponga en marcha. O que su esposo la mime con una buena cena y un rasguño en la espalda. Tal vez, hablar sobre el día de cada uno sea lo que establezca el clima. Hay una variedad de actividades y tipos de conversación que pueden ser emocionalmente estimulantes y sexualmente excitantes.
Concéntrate en el camino
Las escenas de sexo en películas y programas de televisión rara vez duran más de cinco minutos y casi siempre terminan con los dos personajes llegando al clímax juntos. Lamento decírtelo, pero eso es muy poco realista.
Tener buen sexo se trata de disfrutar del camino y la experiencia. Es fácil quedarse atrapado en tu cabeza cuando te esfuerzas para llegar a la meta. Reduce el ritmo y huele las rosas. No es una carrera.
Ten paciencia contigo mismo
Lleva tiempo entrenar nuestro cerebro y nuestra vulnerabilidad para compartir nuestras necesidades con una pareja. Estamos entrenados para realizar múltiples tareas a la vez y, por lo tanto, puede resultarnos difícil concentrarnos en una sola actividad. Lleva tiempo y práctica constante. Ten empatía y ten paciencia contigo mismo.
Habla con tu pareja
Shannon dice que es importante conocerte a ti mismo y a tu pareja. Descubre qué los excita a ti y a tu pareja y apóyate en eso antes de tener relaciones sexuales. Habla abierta y honestamente sobre tus pensamientos y sentimientos durante el sexo. Dile si hay algo que te gustaría que hiciera de manera diferente y sé abierto a sus sugerencias.
Obtenga ayuda de un terapeuta sexual
La Dra. Litner recomienda trabajar con un terapeuta sexual para ayudar a abordar cualquier inquietud subyacente relacionada con el exceso de pensamiento. Pueden enseñarle estrategias cognitivas efectivas, como la difusión del pensamiento, la redirección o las frases tranquilizadoras para combatir los pensamientos que lo distraen.
¡Shannon también recomienda ser paciente y darse un respiro! Aprender a sentirse cómodo y presente durante el sexo es un viaje. Su cerebro ha sido programado para escapar mentalmente durante la intimidad. Le llevará un tiempo reconfigurar sus vías.
“Se necesita tiempo y práctica para desaprender algunas de las creencias que hemos llegado a tener sobre el sexo y ser lo suficientemente valientes para ser realmente nosotros mismos y, por lo tanto, verdaderamente vulnerables”, explica. “Pero vale la pena el esfuerzo porque ese es el único lugar de donde proviene la verdadera intimidad”.
Una nota sobre el trauma y el dolor
Si durante una experiencia sexual te distraes porque vuelven a surgir recuerdos traumáticos o te sientes entumecido o sientes que te estás separando del momento y/o de tu cuerpo, es posible que estés experimentando un mecanismo de defensa que utiliza el cerebro para lidiar con el trauma. Si sientes dolor durante el contacto sexual, será muy difícil sentir placer o estar presente en el momento, ya que tu mente está tratando de responder al dolor. Si te sientes identificado con esto, debes saber que no estás solo, que no estás roto y que hay ayuda disponible para ti.