En prácticamente todas las comunidades del mundo se practica alguna técnica de meditación. La meditación, que es una tradición antigua, es tan relevante en el ajetreado mundo actual como lo ha sido siempre. Puede llevarnos a descubrir una sensación de calma y armonía interior y puede ayudarnos a hacer frente a las presiones de la vida cotidiana. La meditación atraviesa diferentes religiones y culturas. No se trata tanto de la fe a la que nos adherimos como de ser más conscientes, concentrados y pacíficos; más conscientes de nuestros pensamientos, palabras y acciones; y más atentos a cómo nuestras decisiones afectan a los demás.

Elementos de la meditación

Los distintos tipos de meditación pueden incluir diferentes elementos para ayudarte a meditar. Éstas pueden variar en función de la guía que sigas o de quién imparta la clase. Algunas de las características más comunes en la meditación son:

Atención focalizada

Enfocar tu atención es generalmente uno de los elementos más importantes de la meditación.

Enfocar tu atención es lo que ayuda a liberar tu mente de las muchas distracciones que causan estrés y preocupación. Puedes centrar tu atención en cosas como un objeto específico, una imagen, un mantra o incluso tu respiración.

Respiración relajada

Esta técnica consiste en una respiración profunda y uniforme que utiliza el músculo del diafragma para expandir los pulmones. El objetivo es ralentizar la respiración, tomar más oxígeno y reducir el uso de los músculos de los hombros, el cuello y la parte superior del pecho mientras se respira, de modo que la respiración sea más eficaz.

Respiracion relajada en la meditacion

Un entorno tranquilo

Si eres principiante, la práctica de la meditación puede ser más fácil si te encuentras en un lugar tranquilo con pocas distracciones, incluyendo la ausencia de televisión, radio o teléfonos móviles.

A medida que adquieras más destreza en la meditación, podrás hacerlo en cualquier lugar, especialmente en situaciones de gran estrés en las que te beneficies más de la meditación, como un atasco de tráfico, una reunión de trabajo estresante o una larga cola en el supermercado.

Una posición cómoda

Puedes practicar la meditación sentado, tumbado, caminando o en otras posiciones o actividades. Sólo intenta estar cómodo para poder sacar el máximo partido a tu meditación. Procura mantener una buena postura durante la meditación.

Actitud abierta

Deja que los pensamientos pasen por tu mente sin juzgarlos.

En el recorrido de estas 20 meditaciones pasaremos por conceptos super poderosos para mejorar tu vida, traer mayor tranquilidad, gozo, liviandad, disfrute y sobre todo conexión contigo y con lo que quieres para tu vida.

¿Qué conceptos veremos en estas meditaciones?

1. Perdón.

2.Amor propio.

3. Fluir.

4. Mi cuerpo.

5. Perfeccionismo, etc.

Prepárate para el nuevo capítulo de tu vida, uno donde tu eres la protagonista y artífice de tu destino.

Tipos de meditación

Meditación espiritual

La meditación es una parte esencial de las tradiciones espirituales orientales, como el budismo, el taoísmo y el hinduismo, pero ¿sabías que también se practica en muchas tradiciones judeocristianas y en otros caminos espirituales? Dependiendo de la tradición, la meditación espiritual también puede incluir elementos de oración silenciosa, hablada o cantada. Cuando se practica en un contexto religioso, la meditación favorece una conexión más profunda con lo divino. En las tradiciones no teístas, como el budismo y el taoísmo, la meditación se centra más en la autoconciencia y la autorrealización. En este sentido, la meditación espiritual no teísta ayuda a los practicantes a convertirse en los mejores seres humanos que pueden ser. Ya sea secular o no secular, los conocimientos que se obtienen a través de la meditación espiritual pueden ayudarnos a desarrollar cualidades de benevolencia y conexión.

Un buen lugar para la práctica de la meditación espiritual puede ser el hogar, el lugar de culto preferido o la naturaleza. Es adecuada para las personas que buscan el crecimiento espiritual, así como para las que aprecian el hecho de dedicar un tiempo a la autorreflexión. La verdadera meditación espiritual siempre incluye elementos de bondad amorosa y compasión, y si buscamos servir a los demás, los conocimientos que podemos obtener de nuestra práctica son inestimables.

Meditación de atención plena

Esta técnica de meditación, que se ha hecho muy popular en Occidente, se basa en las enseñanzas de Buda. La meditación de atención plena puede ser decisiva para ayudarnos a entender cómo funciona nuestra mente. Este autoconocimiento sirve de base para superar la insatisfacción, la impaciencia, la intolerancia y muchos otros hábitos que nos impiden vivir una vida más plena y feliz.

Hay varios pasos a seguir si se quiere llegar a ser experto en esta técnica. Entre ellos están:

  • Reconocer tu realidad, empezando por ser consciente de tu cuerpo y tus pensamientos.
  • Observar tu mente y reconocer cada pensamiento que surge sin juzgarlo ni manipularlo.
  • Volver al objeto de la meditación, como la respiración.
  • Aprender a descansar y apreciar el momento presente.

Para que la técnica de meditación sea completa, la atención plena combina la concentración con la conciencia. Todo lo que se requiere es una postura de meditación disciplinada, una espalda recta y la voluntad de ser honesto con uno mismo. El enfoque más conocido de la meditación de atención plena es la respiración; la observación imparcial de las sensaciones físicas es otra técnica común. Cada vez que encuentres que tus pensamientos vagan, simplemente obsérvalos sin juzgarlos y vuelve a centrar tu atención en la respiración. Se ha demostrado que la práctica de la atención plena reduce la depresión, el estrés y la ansiedad. Además, fomenta la resiliencia, una cualidad oportuna que te ayuda a afrontar situaciones difíciles sin perder la tranquilidad.

Kundalini yoga

Muchas formas de meditación te animan a permanecer en una posición, pero la meditación en movimiento se centra en el cuerpo en movimiento. La meditación caminando es una forma de movimiento consciente; esta técnica también puede asociarse con el yoga o el tai chi y otras artes marciales. Tener un compromiso con alguna forma de disciplina física es muy beneficioso. Una vez que seas capaz de estar presente en tu cuerpo durante la meditación en movimiento, puedes ampliar tu conciencia para incluir casi cualquier cosa que te mantenga en movimiento: Trabajar en el jardín, pasear al perro, lavar los platos, jugar al golf, etc. En cada caso, el movimiento de tu cuerpo es el objeto de la meditación.

Esta técnica puede combinarse con la meditación sentada consciente. Puede ser una buena opción para las personas a las que les cuesta permanecer sentadas durante mucho tiempo, así como para aquellas a las que les resulta más fácil concentrarse mientras están en movimiento.

La meditación zen

La meditación zen, a veces llamada Zazen, es una forma de meditación que puede formar parte de la práctica budista. Muchos practicantes del zen estudian con un maestro porque este tipo de meditación implica pasos y posturas específicas.

El objetivo es encontrar una posición cómoda, concentrarse en la respiración y observar atentamente los pensamientos sin juzgarlos.

De nuevo, esta forma de meditación es similar a la meditación de atención plena, pero requiere más disciplina y práctica. La gente puede preferirla si busca tanto la relajación como un nuevo camino espiritual.

Meditación focalizada

En esta técnica, nos concentramos exclusivamente en lo que estamos haciendo: Es exactamente lo contrario de la multitarea. Somos testigos y admiramos el excepcional poder de concentración de los atletas, músicos, ajedrecistas y similares, y podemos olvidar que, para tener éxito en la vida, nosotros también tenemos que ser capaces de concentrarnos en la tarea que tenemos entre manos. Nos hemos hecho creer que la multitarea es necesaria para hacer todo lo que tenemos que hacer, pero en realidad sólo hacemos una cosa a la vez. Este salto entre muchos pensamientos y actividades conduce a una mente dispersa y a mucha insatisfacción.

Un tipo tradicional de meditación enfocada consiste en beber una taza de té. En este caso, te entrenas para dejar de realizar cualquier otra actividad -no consultar el móvil, no saltar para dejar salir al gato, no añadir nada a la lista de la compra- y centrar tu atención exclusivamente en beber tu taza de té. Puedes notar la sensación de calor, el aroma, el peso de la taza en tus manos. Cada vez que la mente divaga, vuelves a beber el té.

Sea cual sea el objeto de tu meditación, debes centrar toda tu atención en él. Cuando comes, eres consciente de las sensaciones relacionadas con la comida; cuando haces ejercicio, eres consciente de las sensaciones relacionadas con el ejercicio. Si notas que tu mente está divagando, simplemente lo reconoces y vuelves a centrarte en lo que estás haciendo. Si te comprometes con la práctica, tu capacidad de concentración mejorará y podrás redescubrir el placer de estar presente.

Meditación de visualización

En esta técnica de meditación, se trae a la mente una imagen que crea un sentimiento o cualidad particular. De forma sencilla, podemos cerrar los ojos e imaginar un hermoso lago de montaña, un cielo abierto, un paisaje familiar o cualquier otra visualización que nos hable. En un conocido ejercicio de mindfulness, imaginamos que nuestros pensamientos y emociones son hojas en un arroyo que la corriente arrastra suavemente río abajo. Se dice que esto aleja a los meditadores de la actividad mental no deseada y les aporta una sensación de paz.

A un nivel más formal, las meditaciones de visualización pertenecientes a la tradición tibetana suelen ser prácticas religiosas específicas. Durante estas prácticas, la visualización de un mandala o una deidad de meditación proporciona a los practicantes una base para cultivar cualidades innatas como la compasión y la sabiduría. Debido a la complejidad de este tipo de práctica espiritual, es esencial que se reciban previamente instrucciones de un maestro experto y que el estudiante se comprometa seriamente a practicar.

Algunas personas piensan que la meditación de visualización es una especie de evasión del mundo, ya que imaginamos algo que no existe realmente. Pero si nos detenemos a pensar en ello, nos damos cuenta de que gran parte de lo que pasa por nuestra mente a lo largo del día implica revivir recuerdos del pasado o centrarse en las esperanzas y los temores del futuro, ¡y estos tampoco existen realmente! La visualización es una técnica que utiliza este poderoso aspecto creativo de la mente para la transformación personal positiva.

Escaneo corporal o relajación progresiva

La relajación progresiva, a veces llamada meditación de escaneo corporal, es una meditación que anima a las personas a escanear su cuerpo en busca de zonas de tensión. El objetivo es notar la tensión y permitir que se libere.

Durante una sesión de relajación progresiva, los practicantes empiezan por un extremo del cuerpo, normalmente los pies, y lo recorren todo.

Algunas formas de relajación progresiva requieren que las personas tensen y luego relajen los músculos. Otras animan a la persona a visualizar una ola que recorre su cuerpo para liberar la tensión.

La relajación progresiva puede ayudar a promover sentimientos generalizados de calma y relajación. También puede ayudar con el dolor crónico. Como relaja el cuerpo de forma lenta y constante, algunas personas utilizan esta forma de meditación para conciliar el sueño.

¿Cuánto tiempo tarda en funcionar?

Las distintas disciplinas meditativas fomentan un enfoque en la toma de conciencia, una respiración más lenta y una mayor aceptación.

La meditación no es una empresa centrada en los resultados. De hecho, fijarse demasiado en los resultados puede provocar una ansiedad que menoscabe los beneficios de la meditación.

Sin embargo, la mayoría de las investigaciones muestran que la meditación puede funcionar muy rápidamente. Los estudios sobre la meditación suelen hacer un seguimiento de los practicantes durante semanas o meses, no años. Muchos practicantes de la meditación informan de una mejora inmediata tras una sesión de meditación.

Durante la meditación, es habitual sentirse menos estresado, más aceptado y en mayor paz. Con el tiempo y la práctica, estas sensaciones pueden continuar fuera de las sesiones de meditación.

Con qué frecuencia hay que meditar

No hay una respuesta correcta a esta pregunta. Un argumento es que cualquier meditación es mejor que no meditar. Por lo tanto, si una persona sólo puede meditar una vez a la semana, esto no debería ser un obstáculo para probar la terapia.

Una persona puede considerar la posibilidad de empezar con unas pocas sesiones a la semana, hasta llegar a una sesión al día.

Meditar a la misma hora todos los días puede convertir la meditación en un hábito fácil de incorporar a la vida diaria.

Si la meditación resulta útil, puede ser beneficioso aumentar la frecuencia a dos o más veces al día o utilizarla para reducir el estrés siempre que sea necesario.

 

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