Muchas personas creen erróneamente que el duelo es una única emoción, pero el duelo normal es en realidad una respuesta poderosa, polifacética y a menudo incontrolable que los seres humanos experimentan tras un acontecimiento personalmente doloroso o traumático, como la muerte de un ser querido. El duelo puede afectarnos no sólo emocionalmente, sino también física, mental e incluso espiritualmente.

Cuando experimenta un duelo, puede sentirlo tanto mental como físicamente. Durante este tiempo, puede experimentar una variedad de síntomas físicos que forman parte de la respuesta normal al duelo.

Este artículo analiza algunos de los síntomas físicos del duelo y describe algunas de las estrategias que puede utilizar para afrontarlo.

¿Qué ocurre durante el duelo?

Cuando fallece un ser querido, ya sea de forma inesperada o no, nuestro bienestar emocional y mental no es lo único que está en juego. Los efectos físicos que sufre nuestro cuerpo tras la pérdida de un ser querido pueden ir de leves a extremos y no tienen un calendario claro.

Pasan los días, las semanas, los meses y los años, y a menudo todavía podemos sentir en nuestro cuerpo las turbulencias físicas provocadas por la muerte de un ser querido.

Mientras que algunas personas refieren vómitos y dificultad para respirar, otras experimentan caída del cabello, pérdida de peso e incluso ataques al corazón.

Si usted o un ser querido está pasando por la pérdida de un ser querido, sepa que no está solo. Aunque los síntomas del duelo pueden variar de una persona a otra, experimentar el duelo es una experiencia humana universal y algo por lo que la mayoría de nosotros pasaremos a lo largo de nuestra vida.

¿Cuándo el duelo se pone complicado?

Alrededor del 7% de las personas en duelo experimentarán lo que se conoce como duelo complicado. Esto implica la presencia continuada de síntomas intensos de duelo que persisten durante más tiempo que el periodo de duelo normal. Estos síntomas incluyen la incapacidad de centrarse en otra cosa que no sea la muerte, sentimientos intensos de ira y tristeza, sentimientos de desesperanza y dificultad para aceptar la realidad de la muerte.

Cómo afecta el duelo al cuerpo

El duelo puede tener un profundo efecto en su salud mental y física. Las investigaciones realizadas en el 2019 destacan que el duelo puede causar problemas cardiovasculares y muerte prematura en los meses posteriores al fallecimiento del cónyuge.

He aquí un vistazo a algunos de los cambios físicos más estudiados que el duelo puede causar.

Problemas digestivos y cambios de peso

A menudo relacionados con la alteración de los hábitos o rutinas alimentarias normales, el duelo puede causar problemas digestivos temporales como estreñimiento, diarrea, dolor de estómago, “sensación de vacío” en el estómago, mareos o náuseas.

También son frecuentes los cambios de peso. En los días, semanas y meses posteriores a una muerte, muchas personas suelen ganar algunos kilos. La falta de ejercicio, la falta de cuidado personal, comer en exceso, salir a comer fuera más a menudo y comer más comida basura pueden influir en los cambios de peso. El aislamiento de los seres queridos, que de otro modo podrían fomentar unos hábitos alimentarios más saludables o constantes, también puede ser un factor contribuyente.

También es cierto que, durante el duelo, muchas personas “comen poco”, no hacen comidas regulares o simplemente no comen nada. Especialmente durante los primeros días o las primeras semanas tras el fallecimiento, los dolientes pueden encontrar que la multitud de detalles y decisiones necesarias -así como la afluencia de familiares y amigos- les distraen y simplemente se olvidan de comer, o de comer con regularidad.

Dolor, malestar o enfermedad

La experiencia del duelo por una muerte puede inducir sentimientos genuinos de dolor o malestar, como cefaleas o migrañas, dolor torácico, pesadez en las extremidades, dolores en el cuello, la espalda o las articulaciones del esqueleto, o dolor muscular general.

Según un estudio, las personas que ya tienen un alto riesgo cardiovascular pueden experimentar un mayor riesgo de sufrir un infarto de miocardio en los días posteriores a la muerte de una persona importante.

El estrés de perder a un ser querido y el duelo posterior pueden reducir o suprimir el sistema inmunitario, haciéndole más susceptible a virus e infecciones. Además, las personas con una enfermedad crónica pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas.

Las investigaciones también han demostrado que el duelo está relacionado con un aumento de los niveles de inflamación en el organismo.8 La inflamación es un factor predictivo de problemas cardiovasculares, otras enfermedades y un aumento de la mortalidad.

Dolor malestar o enfermedad efectos fisicos del duelo

Problemas de sueño

El insomnio puede privar a una persona en duelo de los beneficios recuperativos necesarios de una buena noche de sueño. Esta falta de sueño puede afectar a la apariencia, como la creación de hinchazón en la cara y los ojos. La falta de sueño adecuado debido al duelo suele afectar a la coordinación física, la función cognitiva y la tensión arterial.

Aunque el sueño es una función humana diaria esencial, dormir demasiadas horas seguidas, o a lo largo del día, puede llegar a minar su energía y dejarle con una sensación de letargo.

Dormir ofrece un refugio que a menudo ayuda a los dolientes a escapar temporalmente del dolor de la pena. Independientemente de si una persona en duelo duerme demasiado tiempo de forma natural o si opta por dormir siestas adicionales, puede sentirse poco renovada tras demasiadas horas de sueño.

Dificultad con las actividades cotidianas

Los síntomas físicos del duelo pueden dificultar las actividades cotidianas. Por ejemplo, puede experimentar síntomas de fatiga o nerviosismo que le dificulten realizar las tareas normales.

Sentirse nervioso o ansioso a menudo se manifiesta de forma física, como golpearse los dedos, caminar de un lado a otro, inquietarse, incapacidad para sentarse y relajarse en un lugar durante mucho tiempo, manos o pies sudorosos o húmedos, o sensación de hormigueo o entumecimiento en las extremidades.

Algunos dolientes también han manifestado experimentar sequedad de boca, sensibilidad al ruido, temblores o sensación de agitación, opresión en la garganta o el pecho, dificultad para respirar y aumento de los síntomas de alergia.

“¿CÓMO VIVIR EL DUELO DESPUÉS DE UNA PÉRDIDA?”

 -Metodología filosófica del duelo

– ¿Qué es?

 Es una experiencia de comunión con nuestros seres queridos, abrazados de la fragilidad, finitud y fuerza.

Duración: 5 semanas.

¿Qué reflexionaremos?

MÓDULOS:

1. Lágrimas Desahogar emociones vividas en la pérdida.

2. Dolor y sufrimiento Comprender la naturaleza humana desde la finitud, fragilidad y fuerza.

3. Resignarse ó Resignificar Agradecer la vida y el nueva convivencia.

4. Del duelo al tributo En el camino de la aceptación y el honor.

5. ¿Y qué ganamos? Recuperar la vida para fluir en libertad y trascendencia.

Enfermedades mentales causadas por el duelo

Las afecciones mentales también son muy comunes en el duelo y pueden manifestarse en síntomas físicos adicionales si no se reconocen y tratan. Las condiciones incluyen:

  • Depresión (desesperanza extrema, insomnio, pérdida de apetito, pensamientos suicidas, sentimientos persistentes de inutilidad, lentitud mental y física).
  • Ansiedad y ataques de pánico.
  • Terrores nocturnos y pesadillas.
  • Automutilación (arrancarse las uñas).

El cerebro y el cuerpo de cada persona reaccionan de forma diferente durante el duelo y algunos pueden beneficiarse de la medicación a corto plazo para nivelar el desequilibrio hormonal, mientras que las tácticas a largo plazo como la terapia y los tratamientos holísticos se emplean simultáneamente.

Si padece alguna de estas afecciones o si los síntomas del duelo empeoran, es importante que acuda al médico. De este modo, podrá recibir orientación profesional de su médico que le ayudará a volver a encaminarse hacia una curación saludable.

Ejemplo: Un hombre fue a urgencias, el médico pensó que tenía un fallo cardíaco, pero no era así, tuve un ataque de ansiedad. El médico me dijo que tenía que controlar mis emociones o podría morir de una enfermedad cardiaca. Conseguí controlarlo. Esto fue hace 8 años.

Cómo afrontar el duelo

Por desgracia, no existe ningún método para eliminar o evitar los efectos físicos que se pueden experimentar tras una pérdida. Aunque difícil y a menudo doloroso, el duelo es una respuesta normal y necesaria a la muerte de un ser querido, y la mayoría de las personas observarán una reducción de los efectos físicos inducidos por el duelo con el paso del tiempo.

Para algunos síntomas, como el malestar estomacal, pueden ser útiles los medicamentos de venta libre. Tome siempre estos medicamentos según las indicaciones.

Si alguno de los efectos físicos que experimenta no disminuye con el tiempo o le resulta insoportable, consulte a su médico o profesional sanitario. Esto es especialmente cierto en caso de dolor o malestar físico, problemas digestivos, enfermedad o gripe, o si empeora un problema de salud crónico ya existente.

La forma más importante de ayudarse a sí mismo durante el duelo es cuidar de sí mismo y de sus necesidades. Muchos de los efectos físicos del duelo se deben a que no escuchamos a nuestro cuerpo ni practicamos los hábitos saludables que de otro modo podríamos. He aquí varias formas importantes en que los dolientes pueden cuidarse a sí mismos.

Manténgase hidratado

Beba mucha agua a lo largo del día y evite el consumo excesivo de alcohol. El alcohol actúa como diurético y puede deshidratar el cuerpo.

Haga ejercicio

Si antes de la muerte de su ser querido hacía ejercicio con regularidad, intente continuar con esa rutina en la medida de lo posible. Y si llevaba un estilo de vida sedentario, considere la posibilidad de encontrar algo de tiempo para hacer ejercicio cada día, como sacar a pasear al perro, montar en bicicleta o pedir a un amigo que pasee con usted por el parque local o el centro comercial.

Incluso un ejercicio diario moderado puede ayudarle a dormir mejor, a aliviar la rigidez o las molestias musculares, a levantar el ánimo y a mejorar su estado de ánimo.

Coma alimentos nutritivos

A los afligidos a menudo les resulta difícil comer, aunque tengan ganas de hacerlo. En momentos así, considere la posibilidad de hacer varias comidas más pequeñas durante el día si su horario interfiere con su rutina habitual de desayuno, comida y cena.

Además, los alimentos que consuma deben consistir en productos sanos y nutritivos. Si carece de tiempo o energía para hacer la compra, considere la posibilidad de pedir a un ser querido que visite el mercado por usted.

Descanse

Aunque el duelo suele alterar nuestros patrones normales de sueño, descansar adecuadamente es importante. En la medida de lo posible, intente desarrollar una rutina y un horario regulares para acostarse; reduzca al mínimo las distracciones, como la televisión, el iPad o la tableta, o el teléfono móvil; y mantenga su dormitorio a oscuras. Además, intente evitar las bebidas con cafeína al menos tres horas antes de acostarse.

Haga planes

Hacer planes para el futuro y mantenerse ocupado también puede ayudar con el dolor físico del duelo. Tener cosas que hacer en el futuro puede darle algo que esperar. Mantenerse ocupado en el presente puede ayudarle a olvidarse del malestar y el dolor.

La gente no sólo experimenta el duelo a nivel emocional; también lo siente a nivel físico. Estos síntomas pueden ser preocupantes a veces, pero es importante reconocer que el dolor físico que sientes es una parte normal del proceso de duelo.

Muchos de estos síntomas se resuelven gradualmente por sí solos con el tiempo. Sin embargo, si le causan un deterioro grave o duran más de lo que usted cree que deberían, no tema hablar con su profesional sanitario.

Conclusión

Los efectos físicos del duelo son asombrosos y no se parecen a ninguna otra circunstancia de la vida. Sepa que cualquier cosa que esté sintiendo en este momento es muy normal y que está exactamente donde tiene que estar.

La vida nunca será igual sin su ser querido, pero con tiempo y espacio, aprenderá a vivir una nueva normalidad.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto duran los síntomas físicos del duelo?

Muchos de los síntomas físicos más intensos del duelo se producen en los primeros días y semanas después de una pérdida. Otros pueden durar más tiempo, pero a menudo mejoran gradualmente por sí solos a medida que usted empieza a curarse. Muchas personas empiezan a sentirse mejor al cabo de seis u ocho semanas y la mayoría de los síntomas del duelo desaparecen en uno o dos años.

¿Qué efectos tiene el duelo en el cuerpo?

El duelo puede causar diversos efectos en el organismo, como aumento de la inflamación, dolor en las articulaciones, dolores de cabeza y problemas digestivos. También puede reducir su inmunidad, haciéndole más susceptible a las enfermedades. El duelo también puede contribuir a problemas cardiovasculares, dificultad para dormir y mecanismos de afrontamiento poco saludables.

¿Cuáles son los síntomas físicos del duelo en los niños?

Los niños pueden manifestar sus síntomas de forma algo diferente a los adultos. Algunos de los síntomas físicos que un niño puede experimentar incluyen dolores de cabeza, dolores de estómago, problemas para dormir, pesadillas y cambios en el apetito. A los niños les puede resultar más difícil describir lo que sienten o comprender el origen de estos síntomas.

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