El equilibrio es la clave del éxito en muchas áreas de la vida…

No quieres ser demasiado duro, pero tampoco quieres ser demasiado blando.

Tienes que confiar en tus propias habilidades y conocimientos, pero también tienes que ser capaz de reconocer cuando te equivocas y reconocer a alguien que puede saber más.

La mayoría de las grandes cosas no se construyen en solitario: son un esfuerzo de equipo. Las amistades, las relaciones, los negocios, cualquier esfuerzo de colaboración se forman cuando las personas se unen y trabajan juntas.

La lección es clara: no dejes que tu obstinación se interponga en el camino del progreso significativo.

Pero trabajar para reducir la terquedad no significa que debas permitir que te pisoteen o abusen de ti. A veces es necesario mantenerse firme cuando sabes que tienes razón.

La clave es encontrar el equilibrio; saber cuándo mantenerse firme y cuándo dejar pasar las cosas o permitir que otra persona se salga con la suya.

El objetivo es asegurarse de que cualquier impacto negativo en tu vida o en tu bienestar se incluya en tu proceso de toma de decisiones como parte de tu consideración.

¿Por qué dejar a un lado la terquedad?

Porque a veces te verás perjudicado por el espíritu de compromiso y el trabajo conjunto, especialmente en las relaciones personales. Otras personas también lo harán.

La terquedad puede volverse bastante tóxica en diferentes ámbitos de la vida porque las personas tercas tienden a no tener en cuenta las emociones de las personas que las rodean. Esto hace que esas personas sientan que sus emociones o pensamientos no son importantes.

Esa es una forma rápida y eficaz de destruir por completo la confianza y hacer retroceder cualquier progreso que se haya hecho.

Por que dejar de ser terco

¿Cómo puede una persona dejar de ser tan terca?

Bueno, mucho depende del motivo por el que se es testarudo.

¿Por qué soy una persona obstinada?

Hay personas que tienen un punto de vista totalmente egocéntrico. Sencillamente, no ven a las personas que les rodean como capaces o aptas para rendir al nivel que desean.

Observan una acción o las elecciones de la otra persona y deciden que ellos mismos pueden hacerlo mejor. Se creen perfectos. Infalibles.

¿Para qué molestarse en tratar de trabajar o entender el punto de vista de otra persona si de todas formas no van a acertar?

Este extremo de terquedad puede apuntar a algunos problemas de personalidad en la persona, como el narcisismo.

Pero… no se trata de la mayoría de las personas obstinadas.

La mayoría de las personas testarudas no están tan acomplejadas como para no poder trabajar con nadie más.

Muchos no son testarudos todo el tiempo, sólo en momentos concretos en los que se desencadena ese rasgo particular en ellos.

Puede estar ligado a la imagen que esa persona tiene de sí misma. Puede que no cambien las cosas porque sienten que son así. Puede que necesiten hacer las cosas de una manera determinada porque sienten que es así como deben hacerse.

Algunas personas creen que la terquedad es la única manera de conseguir lo que quieren o necesitan en la vida.

Se niegan a trabajar con otros porque ven el compromiso como una debilidad en lugar de la fuerza que es.

Es posible que se hayan aprovechado de esa persona o que la hayan pasado por alto por sus contribuciones en el pasado, por lo que llegan al extremo de asegurarse de que no vuelva a ocurrir.

Y luego están las personas que simplemente necesitan sentir que tienen el control. Esto puede apuntar a una serie de problemas diferentes, como la desconfianza

La falta de control puede resultar molesta porque se vincula a un proceso mental que inconscientemente intentan eliminar ejerciendo el control sobre la situación o su entorno.

Con este curso conseguirás: conocer cuáles son nuestras limitaciones a la hora de comunicarnos, conocer la importancia del diálogo positivo para crear entornos de confianza, identificar la empatía como cualidad para conectar y sentir emocionalmente con lo que sucede a nuestro alrededor, entender la empatía como elemento importante para la comprensión dentro de una conversación, entender la escucha y la empatía como elementos necesarios para que los demás nos comprendan, aprender cómo se aplica la escucha empática y conocer las habilidades sociales que se dan en los entornos laborales.

¿Cómo puedo dejar de ser una persona obstinada?

Le recomendamos que busque ayuda profesional de un terapeuta, ya que la terapia profesional puede ser muy eficaz para ayudarle a cambiar su mentalidad y ver las situaciones y las personas de forma diferente.

Reservarse el juicio sobre la otra persona o el curso de acción

La gente tiende a saltar inmediatamente a una conclusión sobre lo que creen que va a traer un resultado positivo o negativo. Muchas personas no se dan cuenta del poder de la tercera opción: reservar su juicio.

En lugar de llegar a una conclusión positiva o negativa, simplemente asimile la información y considérela. Eso evitará que saltes inmediatamente a una respuesta emocional.

La humildad no consiste en ser más bajo que otra persona. Se trata de mantener a todo el mundo en un nivel de igualdad, incluido tú mismo.

Al hacerlo, puedes dejar de hacer juicios precipitados sobre los pensamientos de otra persona, su competencia, su elección de acciones o su forma de vivir la vida.

Puede que tengan buenas razones para tomar las decisiones que toman. Razones de las que tú no eres consciente. Razones que usted no ha tenido en cuenta.

Recuérdate a ti mismo que sólo eres un ser humano y que no siempre tienes la razón

Una revisión del ego debería ser algo humillante. Una persona necesita recordar que no es más que una mente en un mar de miles de millones.

Hay muchos otros puntos de vista y perspectivas, así como personas que han dedicado su vida a entender ciertos temas.

No siempre vas a tener razón y eso está bien.

Nadie la tiene nunca.

Por eso la colaboración y las opiniones externas pueden ser tan útiles en tu vida.

Tienes derecho a tener tu perspectiva y tus opiniones, pero también lo tiene todo el mundo.

Utiliza pequeños pasos para crear confianza con otras personas

El hecho de utilizar pequeños pasos para crear confianza con otras personas te da la oportunidad de ver qué tipo de persona es antes de hacer una inversión importante.

Hay algunas personas que dejan que cualquier cantidad de libertad o poder se les suba a la cabeza. Suelen ser bastante fáciles de detectar cuando se les da suficiente margen para demostrar quiénes son en realidad.

Este es un buen primer paso si has tenido problemas de abuso de confianza en el pasado.

No es necesario -ni siquiera es una buena idea- abrir las puertas y confiar en alguien de todo corazón sin ningún tipo de control. Eso sólo hará que se aprovechen de ti personas tóxicas o destructivas.

Deja que las personas tercas se salgan con la suya en asuntos importantes para ellos que no sean negativos para ti

El compromiso es una habilidad. A veces significa dejar que una persona se salga con la suya en algo que considera importante.

No tienes que ser el principal responsable de cada decisión. Además, tiene la ventaja añadida de permitir que los demás se sientan implicados en lo que sea que estés intentando conseguir.

La capacidad de compromiso fomenta unas relaciones más estrechas y una mayor confianza.

No toleres los abusos ni que se aprovechen de ti, pero deja que los demás se salgan con la suya en ciertas cosas, aunque eso signifique no hacer las cosas con la eficacia que a ti te gustaría.

Es útil que la gente aprenda haciendo, y eso se aplica a ceder el control y dejar que otra persona tome la iniciativa.

La clave es considerar primero lo importante que es para ti una decisión o tarea. Te resultará difícil ceder las riendas de las cosas que te importan mucho.

Así que deja que otras personas se encarguen de asuntos más intrascendentes en los que no sentirás el deseo ardiente de intervenir y hacer que lo hagan a tu manera.

Después, considera cómo te sentiste al dejar que la otra persona se hiciera cargo. Piensa en las ventajas que tuvo, como no tener que dedicar tanto tiempo a pensar o planificar.

¿Fue realmente tan malo o tan duro como pensabas que sería?

Sé paciente y amable contigo mismo mientras te esfuerzas por hacer estos cambios

El cambio no se produce de la noche a la mañana. Es un reto, requiere tiempo y exige un esfuerzo constante para modificar una parte fundamental de su personalidad. La terquedad no es diferente.

Es probable que cometas errores y deslices. Tomarás malas decisiones y las cosas no saldrán bien. Te vas a atrincherar cuando debas soltarte y te vas a dejar llevar cuando debas mantenerte firme.

Pero no pasa nada. Todo forma parte del proceso general de superación personal.

Perdónate a ti mismo y vuelve a intentarlo si metes la pata. Cuanto más lo hagas, más fácil te resultará con el tiempo y la práctica. Con el tiempo, tu obstinación se convertirá en una asertividad saludable y específica para cada caso.

Si tu pareja es testaruda, aquí tienes 8 formas sencillas de lidiar con ella

Cada persona tiene unos patrones de pensamiento y comportamiento distintos que suelen definirse como sus rasgos de personalidad. Uno de esos rasgos es la terquedad. Se caracteriza por la falta de voluntad de cambiar de opinión o de decisión. Estas personas suelen estar rígidamente apegadas a sus propias creencias, ideas y opiniones. Esto puede hacer que no tengan en cuenta los sentimientos de los demás. Se sienten fácilmente amenazados por cualquiera que no esté de acuerdo con ellos o con sus ideas.

Este rasgo puede llegar a ser abrumador, cuando se desencadena por ciertas situaciones. A veces, los sentimientos ocultos de agresividad son la causa del comportamiento obstinado. El impulso inquebrantable de poseer o querer algo puede convertirse en terquedad al obstinarse en ello. Y las opiniones de los demás, aunque sean más lógicas, no importan en esas situaciones. El sentimiento de inferioridad o debilidad se enmascara con el rasgo de terquedad. Esto les ayuda a ocultar su lado vulnerable ante los demás.

Desde arrebatos hasta imponer su opinión a los demás, la terquedad puede llegar a ser visiblemente angustiosa. En casos extremos, puede obstaculizar la vida cotidiana y el crecimiento y desarrollo generales.

Nos encontramos con este tipo de personas en todas partes, y la comunicación con ellas puede resultar a veces frustrante y agotadora. Puede resultar aún más difícil si se trata de tu pareja. Sin embargo, hay algunas formas sencillas de lidiar con ellos.

La Dra. Ishita Mukerji, psicóloga sénior de Kaleidoscope, un centro de bienestar mental, menciona ocho formas de interactuar con las personas obstinadas, y de ponerlas en la misma línea que la tuya:

  • Sé amable y lento: Avanza lentamente en una conversación. Dale tiempo y sé paciente, para ayudar a una mente rígida a abrirse.
  • Dividir la conversación en partes: Asegúrate de que la conversación se divide en pequeñas partes. Esto ayuda al otro a entender tu perspectiva.
  • Espera el momento adecuado: Calcule el estado de ánimo de la otra persona antes de iniciar una conversación.
  • Pregúntale el motivo de su terquedad: Pregúntale amablemente el motivo de su obstinación. Puede hacer que se sientan cohibidos y ayudarles a reflexionar sobre su comportamiento, al tiempo que aborda sus necesidades internas y les da una visión de sus acciones.
  • Ten en cuenta sus opiniones: Sé un buen oyente. El hecho de que una persona sea testaruda no significa que su opinión no sea válida. Intenta comprender las razones por las que hace hincapié en un punto determinado. Haz que se sientan escuchados y respetados.
  • No le ofendas ni le digas directamente que está equivocado: Cuando le decimos a una persona testaruda que está equivocada, tiende a volverse aún más rígida en sus opiniones. Para manejar mejor la situación, hazles creer que sus ideas son geniales, aunque siempre pueden considerar y ver las cosas desde tu perspectiva también.
  • Negociar: Quizá no podamos cambiar su opinión con una sola conversación, pero sí podemos hacer que se acerquen a medias. Las habilidades de negociación siempre son útiles en estas situaciones.
  • No pidas demasiado ni parezcas desesperado para demostrar tu punto de vista: Si quieres hacer que una persona obstinada haga algo a tu manera, debes adoptar un enfoque racional en lugar de uno emocional. Por mucho que quieras que las cosas salgan como tú quieres, no te agotes tratando de convencerles.

La terquedad es sólo un rasgo de la personalidad y se puede tratar fácilmente. Asegúrate de que se sientan a gusto, para hacerles entender tu versión de los hechos. Como dijo el filósofo suizo Johann Kaspar Lavater, “la terquedad es la fuerza de los débiles”, y todo depende de cómo manejemos esta debilidad.

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