Imagínate esto: estás caminando por la calle cuando escuchas que alguien pide ayuda. Están siendo agredidos. ¿A qué te dedicas? A la mayoría de nosotros nos gustaría pensar que intervendríamos, o al menos, llamaríamos a emergencia. Pero la verdad es que esto no es lo que siempre sucede.

El 17 de octubre de 2021, una mujer fue agredida sexualmente en un tren cerca de Filadelfia, a la vista de varios pasajeros. Sin embargo, ninguno de ellos la ayudó ni llamó a las autoridades, a pesar de que era muy obvio lo que estaba pasando.

Los espectadores una y otra vez han negado ayuda a alguien necesitado. Los psicólogos llaman a esto el efecto espectador.

¿Cuál es el significado del efecto espectador?

El efecto espectador, también conocido como apatía del espectador, se refiere a un fenómeno en el que cuanto mayor es el número de personas presentes, es menos probable que ayuden a una persona en peligro.

Si fueras testigo de una emergencia ante tus ojos, seguramente tomarías algún tipo de acción para ayudar a la persona en problemas, ¿verdad? Si bien a todos nos gustaría creer que esto es cierto, los psicólogos sugieren que intervenir o no podría depender del número de otros testigos presentes.

¿Por qué sucede?

Hay dos factores principales que contribuyen al efecto espectador. Primero, la presencia de otras personas crea una difusión de responsabilidad

Como hay otros observadores, los individuos no sienten tanta presión para actuar. Se cree que la responsabilidad de actuar es compartida entre todos los presentes.

La segunda razón es la necesidad de comportarse de manera correcta y socialmente aceptable. Cuando otros observadores no reaccionan, los individuos a menudo lo toman como una señal de que una respuesta no es necesaria o no es apropiada.

Los investigadores han descubierto que es menos probable que los espectadores intervengan si la situación es ambigua. En el caso de Kitty Genovese, muchos de los 38 testigos informaron que creían estar presenciando una “pelea de amantes” y no se dieron cuenta de que la joven en realidad estaba siendo asesinada.

Una crisis suele ser caótica y la situación no siempre es muy clara. Los espectadores podrían preguntarse qué está pasando exactamente. Durante esos momentos, las personas suelen mirar a los demás miembros del grupo para determinar qué es apropiado. Cuando ven que nadie más reacciona, envían una señal de que tal vez no sea necesaria ninguna acción.

Cómo funciona el efecto espectador

Cuando ocurre una situación de emergencia, el efecto espectador sostiene que es más probable que los observadores actúen si hay pocos o ningún testigo.

Ser parte de una gran multitud hace que ninguna persona tenga que asumir la responsabilidad de una acción (o inacción).

En una serie de estudios clásicos, los investigadores Bibb Latané y John Darley descubrieron que la cantidad de tiempo que le toma al participante actuar y buscar ayuda varía dependiendo de cuántos otros observadores hay en la sala. En un experimento, los sujetos fueron colocados en una de tres condiciones de tratamiento: solos en una habitación, con otros dos participantes o con dos cómplices que pretendían ser participantes normales.

Mientras los participantes se sentaban a completar cuestionarios, el humo comenzó a llenar la sala. Cuando los participantes estaban solos, el 75% informó sobre el humo a los experimentadores. Por el contrario, sólo el 38% de los participantes en una habitación con otras dos personas informaron haber fumado. En el grupo final, los dos cómplices del experimento notaron el humo y luego lo ignoraron, lo que resultó en que sólo el 10% de los participantes informaron sobre el humo.

Experimentos adicionales de Latané y Rodin (1969) encontraron que el 70% de las personas ayudarían a una mujer en apuros cuando fueran el único testigo. Pero sólo alrededor del 40% ofreció ayuda cuando también había otras personas presentes.

Modelo de decisión de ayudar

Latané y Darley (1970) formularon un modelo de cinco etapas para explicar por qué los espectadores en situaciones de emergencia a veces ofrecen ayuda y otras no.

En cada etapa del modelo, la respuesta “No” da como resultado que no se brinde ayuda, mientras que la respuesta “sí” acerca al individuo a ofrecer ayuda.

Sin embargo, argumentaron que las respuestas de ayuda pueden verse inhibidas en cualquier etapa del proceso. Por ejemplo, el espectador puede no darse cuenta de la situación o la situación puede ser ambigua y no fácilmente interpretable como una emergencia.

Las cinco etapas son:

  • El espectador debe notar que algo anda mal.
  • El espectador debe definir esa situación como una emergencia.
  • El espectador debe evaluar cuán personalmente responsable se siente.
  • El espectador debe decidir cuál es la mejor manera de ofrecer ayuda.
  • El espectador debe actuar según esa decisión.

Otras explicaciones

Si bien estas tres son las explicaciones más conocidas, existen otras teorías que también podrían influir. Un ejemplo es la confusión de responsabilidades.

La confusión de responsabilidad ocurre cuando un espectador teme que ayudar pueda hacer que otros crean que él es el perpetrador. Este miedo puede hacer que las personas no actúen en situaciones extremas.

Otro ejemplo es el cebado. La preparación ocurre cuando a una persona se le dan señales que influirán en acciones futuras. Por ejemplo, si a una persona se le da una lista de palabras asociadas con la decoración y los muebles del hogar y luego se le pide que diga una palabra de cinco letras, respuestas como silla o mesa serían más probables que pasta.

En situaciones sociales, García et al. descubrió que simplemente pensar en estar en un grupo podría conducir a tasas más bajas de ayuda en situaciones de emergencia. Esto ocurre porque los grupos a menudo se asocian con “estar perdidos en una multitud, estar desindividuados y tener un menor sentido de responsabilidad personal” (García et al., 2002, p. 845).

Por lo tanto, los autores sostienen que la forma en que se preparó a una persona también podría influir en su capacidad para ayudar. Estas teorías alternativas resaltan el hecho de que el efecto espectador es un fenómeno complejo que abarca una variedad de ideologías.

¿Qué sucede con la sociedad?. ¿Qué estamos haciendo mal?… Son las preguntas más comunes hoy en día, el famoso ¿Por qué?, Y a pesar que tenemos la respuesta en nuestras manos, preferimos dar la espalda a la solución a nuestros problemas y tan solo seguir al resto. Porque aquí lo que importa es “encajar con la sociedad”.

¿Cuál es un ejemplo de la vida real del efecto espectador?

El ejemplo citado con más frecuencia del efecto espectador en los libros de texto de introducción a la psicología es el brutal asesinato de una joven llamada Catherine “Kitty” Genovese. El viernes 13 de marzo de 1964, Genovese, de 28 años, regresaba a casa del trabajo. Cuando se acercaba a la entrada de su apartamento, fue atacada y apuñalada por un hombre identificado más tarde como Winston Moseley.

A pesar de las repetidas llamadas de ayuda de Genovese, ninguna de la docena de personas en el edificio de apartamentos cercano que escuchó sus gritos llamó a la policía para denunciar el incidente. El ataque comenzó a las 3:20 a.m., pero no fue hasta las 3:50 a.m. que alguien contactó por primera vez a la policía.

Un artículo inicial en el New York Times hizo sensacionalista el caso e informó sobre una serie de inexactitudes fácticas. Un artículo de la edición de septiembre de 2007 de American Psychologist concluyó que la historia está en gran medida tergiversada debido principalmente a las inexactitudes publicadas repetidamente en artículos de periódicos y libros de texto de psicología.

Si bien el caso de Genovese ha estado sujeto a numerosas tergiversaciones e inexactitudes, se han reportado muchos otros casos en los últimos años. El efecto espectador claramente puede tener un impacto poderoso en el comportamiento social, pero ¿por qué sucede exactamente? ¿Por qué no ayudamos cuando somos parte de una multitud?

Evaluación critica

Si bien el efecto espectador se ha convertido en una teoría consolidada en psicología social, el relato original del asesinato de Catherine Genovese ha sido puesto en duda. Al poner en duda el caso original, también se cuestionan las implicaciones de la investigación de Darley y Latané.

Manning et al. (2007) lo hicieron a través de su artículo “El asesinato de Kitty Genovese y la psicología social de la ayuda. La parábola de los 38 testigos”. Al examinar los documentos judiciales y los procedimientos judiciales del caso, los autores encontraron tres puntos que se desvían de la historia tradicional contada.

Si bien originalmente se afirmó que treinta y ocho personas presenciaron este crimen, en realidad, sólo unas pocas personas vieron físicamente a Kitty Genovese y a su atacante; los demás sólo escucharon los gritos de Kitty Genovese.

Además, de los que pudieron ver, ninguno presenció realmente el apuñalamiento (aunque una de las personas que testificó sí vio una acción violenta por parte del atacante).

Esto contrasta con la idea generalizada de que las 38 personas presenciaron el apuñalamiento inicial.

Por último, el segundo apuñalamiento que provocó la muerte de Catherine Genovese se produjo en una escalera que no estaba a la vista de la mayoría de los testigos iniciales; esto se desvía del artículo original que afirmaba que el asesinato tuvo lugar en Austin Street en la ciudad de Nueva York a la vista de al menos 38 personas.

Esto significa que no habrían podido presenciar físicamente el asesinato. La posible información inexacta del caso inicial no ha negado completamente el efecto espectador, pero ha puesto en duda su aplicabilidad y la naturaleza incompleta de la investigación al respecto.

Evaluacion critica como la psicologia explica el efecto espectador

Limitaciones del modelo de ayuda a la toma de decisiones

Schroeder y cols. (1995) creen que el modelo de ayuda a la toma de decisiones proporciona un marco valioso para comprender la intervención de los espectadores.

Aunque se desarrolló principalmente para explicar situaciones de emergencia, se ha aplicado a otras situaciones, como impedir que alguien conduzca bajo los efectos del alcohol o decidir donar un riñón a un familiar.

Sin embargo, el modelo de decisión no proporciona una imagen completa. No explica por qué se toman decisiones “no” en cada etapa del árbol de decisiones. Esto es particularmente cierto después de que la gente haya interpretado originalmente el evento como una emergencia.

El modelo de decisión no tiene en cuenta factores emocionales como la ansiedad o el miedo, ni se centra en por qué las personas ayudan; se concentra principalmente en por qué la gente no ayuda.

Piliavin et al. (1969, 1981) propusieron el modelo de activación costo-recompensa como una alternativa importante al modelo de decisión e implica evaluar las consecuencias de ayudar o no ayudar.

Que uno ayude o no depende del resultado de sopesar tanto los costos como las recompensas de ayudar. Los costos de ayudar incluyen esfuerzo, tiempo, pérdida de recursos, riesgo de daño y respuesta emocional negativa.

Las recompensas de ayudar incluyen la fama, la gratitud de la víctima y sus familiares y la autosatisfacción derivada del acto de ayudar. Se reconoce que los costos pueden ser diferentes para diferentes personas e incluso pueden diferir de una ocasión a otra para la misma persona.

Señales de responsabilidad

Según Bommel et al. (2012), la explicación negativa de las consecuencias del efecto espectador socava los posibles aspectos positivos. El artículo “Sé consciente para preocuparte: la autoconciencia pública conduce a una reversión del efecto espectador” detalla cómo las multitudes pueden en realidad aumentar la cantidad de ayuda brindada a una víctima en determinadas circunstancias.

Uno de los problemas de los espectadores en situaciones de emergencia es la capacidad de dividir la responsabilidad (difusión de responsabilidad).

Sin embargo, cuando hay “señales de rendición de cuentas”, la gente tiende a ayudar más. Las señales de responsabilidad son marcadores específicos que le permiten al espectador saber que sus acciones están siendo observadas o resaltadas, como una cámara. En una serie de experimentos, los investigadores probaron si el efecto espectador podría revertirse utilizando estas señales.

Se creó un foro en línea centrado en ayudar a quienes padecen “angustia emocional grave” (Bommel et al., 2012).

Los participantes en el estudio respondieron a mensajes específicos de los visitantes del foro y luego calificaron qué tan visibles se sentían en el foro.

Los investigadores postularon que cuando no había señales de responsabilidad, las personas no brindaban tanta ayuda y no se consideraban muy visibles en el foro; cuando hay señales de responsabilidad (usar una cámara web y resaltar el nombre del visitante del foro), no sólo ayudarían más personas, sino que también se calificarían a sí mismos como si tuvieran una mayor presencia en el foro.

Como era de esperar, los resultados coincidieron con estas teorías. Por lo tanto, centrarse en la propia reputación a través de señales de rendición de cuentas podría aumentar la probabilidad de ayudar. Esto muestra que existen posibles aspectos positivos del efecto espectador.

Evidencia de neuroimagen

Los investigadores observaron las regiones del cerebro que estaban activas cuando un participante presenciaba emergencias. Notaron que se producía menos actividad en las regiones que facilitan la ayuda: la circunvolución precentral y poscentral y la corteza prefrontal medial (Hortensius et al., 2018).

Por tanto, la respuesta biológica inicial de una persona ante una situación de emergencia es la inacción debido al miedo personal. Tras ese miedo inicial, surge la simpatía, que impulsa a alguien a acudir en ayuda de la víctima. Estos dos sistemas funcionan en oposición; lo que anule al otro determina la acción que se tomará.

Si hay más simpatía que angustia personal, el participante ayudará. Así, estos investigadores sostienen que la decisión de ayudar no es “reflexiva” sino “reflexiva” (Hortensius et al., 2018).

Con esto en mente, los investigadores abogan por una visión más personalizada que tenga en cuenta la personalidad y la disposición de cada uno a ser más comprensivo en lugar de utilizar una generalización excesiva y única.

Prevenir el efecto espectador

¿Qué puedes hacer para superar el efecto espectador? Algunos psicólogos sugieren que simplemente ser consciente de esta tendencia es quizás la mejor manera de romper el ciclo. Cuando te enfrentes a una situación que requiere acción, comprende cómo el efecto espectador podría estar frenándote y toma medidas conscientes para superarlo. Sin embargo, esto no significa que debas ponerte en peligro.

Pero ¿qué pasa si eres tú la persona que necesita ayuda? ¿Cómo puedes inspirar a la gente a echar una mano? Una táctica que se recomienda a menudo es destacar a una persona entre la multitud. Haga contacto visual y pídale ayuda específicamente a esa persona. Al personalizar e individualizar su solicitud, será mucho más difícil que las personas lo rechacen.

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