La musicoterapia es un enfoque terapéutico que utiliza las propiedades naturales de la música para levantar el ánimo y ayudar a las personas a mejorar su salud mental y su bienestar general:

  • Hacer música.
  • Escribir canciones.
  • Cantar.
  • Bailar.
  • Escuchar música.
  • Hablar de música.

Esta forma de tratamiento puede ser útil para las personas con depresión y ansiedad, y puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud física. Cualquiera puede dedicarse a la musicoterapia; no es necesario tener conocimientos musicales para experimentar sus efectos beneficiosos.

Tipos de musicoterapia

La musicoterapia puede ser un proceso activo, en el que los clientes desempeñan un papel en la creación de la música, o pasivo, que consiste en escuchar o responder a la música. Algunos terapeutas pueden utilizar un enfoque combinado que implique interacciones activas y pasivas con la música.

Existen diversos enfoques establecidos en musicoterapia, entre ellos:

Musicoterapia analítica

La musicoterapia analítica le anima a utilizar un “diálogo” musical improvisado mediante el canto o la interpretación de un instrumento para expresar sus pensamientos inconscientes, sobre los que puede reflexionar y debatir con su terapeuta después.

Musicoterapia benenzoniana

Este formato combina algunos conceptos del psicoanálisis con el proceso de hacer música. La musicoterapia Benenzon incluye la búsqueda de su “identidad sonora musical”, que describe los sonidos externos que más se ajustan a su estado psicológico interno.

Musicoterapia cognitivo-conductual (CBMT)

Este enfoque combina la terapia cognitivo-conductual (TCC) con la música. En la CBMT, la música se utiliza para reforzar algunos comportamientos y modificar otros. Este enfoque es estructurado, no improvisado, y puede incluir escuchar música, bailar, cantar o tocar un instrumento.

Musicoterapia comunitaria

Este formato se centra en el uso de la música como forma de facilitar el cambio a nivel comunitario. Se realiza en grupo y requiere un alto nivel de compromiso por parte de cada miembro.

Musicoterapia comunitaria

Musicoterapia Nordoff-Robbins

También llamada musicoterapia creativa, este método consiste en tocar un instrumento (a menudo un platillo o un tambor) mientras el terapeuta acompaña utilizando otro instrumento. El proceso de improvisación utiliza la música como medio para facilitar la autoexpresión.

El método Bonny de imágenes guiadas y música (GIM)

Esta forma de terapia utiliza la música clásica como forma de estimular la imaginación. En este método, usted explica los sentimientos, sensaciones, recuerdos e imágenes que experimenta mientras escucha la música.

Psicoterapia vocal: En este formato, utilizas varios ejercicios vocales, sonidos naturales y técnicas de respiración para conectar con tus emociones e impulsos. Esta práctica pretende crear un sentimiento más profundo de conexión contigo mismo.

Musicoterapia vs. sonoterapia

La musicoterapia y la sonoterapia (o curación por el sonido) son disciplinas distintas y cada una tiene sus propios objetivos, protocolos, herramientas y entornos:

  • La musicoterapia es una disciplina relativamente nueva, mientras que la sonoterapia se basa en antiguas prácticas culturales tibetanas.
  • La sonoterapia utiliza herramientas para alcanzar frecuencias sonoras específicas, mientras que la musicoterapia se centra en tratar síntomas como el estrés y el dolor.
  • La formación y las certificaciones que existen para la terapia del sonido no están tan estandarizadas como las de los musicoterapeutas.

Los musicoterapeutas suelen trabajar en hospitales, centros de tratamiento de drogodependencias o consultas privadas, mientras que los sonoterapeutas pueden ofrecer su servicio como componente de la medicina complementaria o alternativa.

Técnicas

Cuando comience a trabajar con un musicoterapeuta, empezará por identificar sus objetivos. Por ejemplo, si sufre depresión, puede que desee utilizar la música para mejorar de forma natural su estado de ánimo y aumentar su felicidad. También es posible que desee intentar aplicar la musicoterapia a otros síntomas de la depresión como la ansiedad, el insomnio o los problemas de concentración.

Durante una sesión de musicoterapia, puede escuchar distintos géneros musicales, tocar un instrumento musical o incluso componer sus propias canciones. Puede que le pidan que cante o baile. El terapeuta puede animarle a improvisar o puede establecer una estructura para que usted la siga.

Es posible que te pida que sintonices con tus emociones mientras realizas estas tareas o que permitas que tus sentimientos dirijan tus acciones. Por ejemplo, si está enfadado, puede tocar o cantar acordes fuertes, rápidos y disonantes.

También puedes utilizar la música para explorar formas de cambiar cómo te sientes. Si expresas enfado o estrés, el musicoterapeuta puede responder haciéndote escuchar o crear música con tonos lentos, suaves y relajantes.

La musicoterapia suele ser individual, pero también puede optar por participar en sesiones de grupo si están disponibles. Las sesiones con un musicoterapeuta tienen lugar en el lugar donde ejerce, que puede ser una:

  • Clínica.
  • Centro de salud comunitario.
  • Centro penitenciario.
  • Hospital.
  • Consultorio privado.
  • Consulta de fisioterapia.
  • Centro de rehabilitación.

Sea donde sea, la sala en la que trabajen juntos será un entorno tranquilo sin distracciones externas.

¿Con quién trabajan los musicoterapeutas?

Personas de todos los orígenes, edades y culturas pueden responder a la música y a la musicoterapia. Entre los grupos más destacados a los que han ayudado los musicoterapeutas se incluyen:

Miembros del servicio militar y veteranos

La musicoterapia les ayuda a superar traumas.

Personas con trastorno del espectro autista (TEA)

Los individuos del espectro aprenden mejor cuando hay familiaridad, estructura, previsibilidad y coherencia.

Personas con Alzheimer

La musicoterapia puede ayudar con la memoria y estimular la mente gracias a la previsibilidad, la familiaridad y la sensación de seguridad.

Personas en centros penitenciarios

Si está encarcelado, en un centro de salud mental, en un centro de reinserción social o en un hogar de acogida, la musicoterapia puede ayudarle a resolver problemas, a comunicarse, a relajarse y a reducir la impulsividad.

Víctimas de traumas y crisis

Si has sufrido un trauma o una crisis, es posible que tengas ansiedad, estrés y dolor. La musicoterapia puede ayudarle a disminuir esas tres experiencias, mejorar su estado de ánimo, sentirse seguro y en control y proporcionar una salida no verbal para las emociones.

Enfermos físicos

La lista incluye, entre otros, a personas con dolor crónico, diabetes, afecciones cardíacas, cáncer, dolores de cabeza, cirugía reciente y personas en rehabilitación.

Personas con trastornos mentales

Si padece un trastorno mental, la musicoterapia puede ayudarle a comunicarse y expresarse, a explorar sus pensamientos y sentimientos, a mejorar su estado de ánimo y concentración y a desarrollar habilidades de afrontamiento.

Personas con dolor crónico

La musicoterapia puede ayudar a disminuir el dolor, la ansiedad, la fatiga y la depresión.

Toxicómanos

La musicoterapia puede ayudarle si padece un trastorno por abuso de sustancias. Las investigaciones han demostrado que puede aumentar la motivación y la autoestima, reducir la tensión muscular, disminuir la ansiedad, mejorar la autoconciencia y reforzar las habilidades de afrontamiento.

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En qué puede ayudar la musicoterapia

La musicoterapia puede ser útil para las personas que padecen:

  • Alzheimer.
  • Ansiedad o estrés.
  • Autismo.
  • Cardiopatías.
  • Dolor crónico.
  • Depresión.
  • Diabetes.
  • Dificultades de comunicación verbal y no verbal.
  • Desregulación emocional.
  • Sentimientos de baja autoestima.
  • Dolores de cabeza.
  • Impulsividad.
  • Estado de ánimo negativo.
  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT).
  • Problemas relacionados con el parto.
  • Rehabilitación tras una lesión o intervención médica.
  • Problemas respiratorios.
  • Trastornos por consumo de sustancias.
  • Problemas relacionados con la cirugía.
  • Lesión cerebral traumática (LCT).
  • Problemas de movimiento o coordinación.

Las investigaciones también sugieren que puede ser útil para personas con:

  • Insomnio.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
  • Esquizofrenia.
  • Accidentes cerebrovasculares y trastornos neurológicos.

La musicoterapia también se utiliza a menudo para ayudar a niños y adolescentes:

  • Desarrollar su identidad.
  • Mejorar su capacidad de comunicación.
  • Aprender a regular sus emociones.
  • Recuperarse de un trauma.
  • Reflexionar sobre sí mismos.

Beneficios de la musicoterapia

La musicoterapia puede ser muy personalizada, por lo que es adecuada para personas de cualquier edad, incluso los niños muy pequeños pueden beneficiarse de ella. También es versátil y ofrece beneficios a personas con distintos niveles de experiencia musical y con diferentes problemas de salud mental o física.

La música puede:

  • Activar regiones del cerebro que influyen en aspectos como la memoria, las emociones, el movimiento, la transmisión sensorial, algunas funciones involuntarias, la toma de decisiones y la recompensa.
  • Satisfacer las necesidades sociales de las personas mayores en grupo.
  • Reducir el ritmo cardíaco y la presión arterial.
  • Relajar la tensión muscular.
  • Liberar endorfinas.
  • Aliviar el estrés y fomentar la sensación de calma.
  • Reforzar las habilidades motoras y mejorar la comunicación en niños y jóvenes con problemas de desarrollo y/o aprendizaje.
  • Las investigaciones también han demostrado que la música puede tener un efecto poderoso en las personas con demencia y otros trastornos relacionados con la memoria.

En general, la musicoterapia puede aumentar los sentimientos positivos, como:

  • Calma.
  • Euforia.
  • Confianza y empoderamiento.
  • Intimidad emocional.

Eficacia

Los usos y beneficios de la musicoterapia se investigan desde hace décadas. Los principales resultados de los estudios clínicos han demostrado que la musicoterapia puede ser útil para las personas con depresión y ansiedad, trastornos del sueño e incluso cáncer.

Depresión

Los estudios han demostrado que la musicoterapia puede ser un componente eficaz del tratamiento de la depresión. Según la investigación citada, el uso de la musicoterapia era más beneficioso para las personas con depresión cuando se combinaba con los tratamientos habituales (como los antidepresivos y la psicoterapia).

Cuando se utiliza en combinación con otras formas de tratamiento, la musicoterapia también puede ayudar a reducir los pensamientos obsesivos, la depresión y la ansiedad en personas con TOC.

En el 2016, los investigadores llevaron a cabo un estudio de viabilidad que exploró cómo la musicoterapia podría combinarse con la TCC para tratar la depresión. Aunque se necesita más investigación, los resultados iniciales fueron prometedores.

Insomnio

Muchas personas encuentran que la música, o incluso el ruido blanco, les ayuda a conciliar el sueño.18 La investigación ha demostrado que la musicoterapia puede ser útil para las personas con trastornos del sueño o insomnio como síntoma de depresión.

En comparación con los fármacos y otros tratamientos prescritos habitualmente para los trastornos del sueño, la música es menos invasiva, más asequible y algo que una persona puede hacer por sí misma para autocontrolar su enfermedad.

Tratamiento del dolor

La música se ha estudiado como posible estrategia para el tratamiento del dolor agudo y crónico en todos los grupos de edad. Las investigaciones han demostrado que escuchar música durante la curación de una intervención quirúrgica o una lesión, por ejemplo, puede ayudar tanto a niños como a adultos a sobrellevar el dolor físico.

La musicoterapia puede ayudar a reducir el dolor asociado a:

Enfermedades crónicas

La musicoterapia puede formar parte de un plan a largo plazo para controlar el dolor crónico, y puede ayudar a las personas a recuperar y centrarse en recuerdos positivos de una época anterior a que tuvieran síntomas angustiosos de dolor a largo plazo.

Parto y alumbramiento

El parto asistido con musicoterapia parece ser una opción positiva, accesible y no farmacológica para el tratamiento del dolor y la reducción de la ansiedad de las personas en trabajo de parto.

Cirugía

Cuando se combina con los cuidados hospitalarios postoperatorios habituales, la musicoterapia es una forma eficaz de reducir los niveles de dolor, ansiedad, frecuencia cardíaca y presión arterial en personas que se recuperan de una intervención quirúrgica.

Cáncer

Afrontar un diagnóstico de cáncer y someterse a un tratamiento oncológico es una experiencia tanto emocional como física. Las personas con cáncer suelen necesitar diferentes fuentes de apoyo para cuidar de su bienestar emocional y espiritual.

Se ha demostrado que la musicoterapia ayuda a reducir la ansiedad de las personas con cáncer que empiezan a recibir radioterapia. También puede ayudarles a sobrellevar los efectos secundarios de la quimioterapia, como las náuseas.

La musicoterapia también puede ofrecer beneficios emocionales a las personas que sufren depresión tras recibir el diagnóstico de cáncer, durante el tratamiento o incluso después de la remisión.

Aspectos a tener en cuenta

Por sí sola, la musicoterapia puede no constituir un tratamiento adecuado para las afecciones médicas, incluidos los trastornos mentales. Sin embargo, cuando se combina con medicación, psicoterapia y otras intervenciones, puede ser un componente valioso de un plan de tratamiento.

Si tiene dificultades auditivas, utiliza audífonos o tiene un implante auditivo, debe hablar con su audiólogo antes de someterse a musicoterapia para asegurarse de que es segura para usted.

Del mismo modo, la musicoterapia que incorpora movimiento o baile puede no ser una buena opción si tiene dolor, una enfermedad, una lesión o una afección física que dificulta el ejercicio.

Antes de iniciar la musicoterapia, compruebe las prestaciones de su seguro médico. Es posible que su seguro cubra o reembolse las sesiones, pero es posible que necesite una derivación de su médico.

Cómo empezar

Si quieres explorar la musicoterapia, habla con tu médico o terapeuta. Ellos pueden ponerle en contacto con profesionales de su comunidad. La Asociación Americana de Musicoterapia (AMTA) también mantiene una base de datos de profesionales acreditados y certificados que puede utilizar para encontrar un musicoterapeuta en ejercicio en su zona.

Dependiendo de sus objetivos, una sesión típica de musicoterapia dura entre 30 y 50 minutos. Al igual que planificaría las sesiones con un psicoterapeuta, puede elegir tener un horario fijo para la musicoterapia -por ejemplo, una vez a la semana- o puede elegir trabajar con un musicoterapeuta de forma más informal “según las necesidades”.

Antes de la primera sesión, es recomendable que hables con el musicoterapeuta para saber qué puedes esperar y consultar con tu médico de cabecera si es necesario.

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