Ser quisquilloso consiste en señalar pequeños defectos y prestar demasiada atención a detalles sin importancia.

Cuando se vive en la intimidad del matrimonio, los defectos de personalidad o los malos hábitos del cónyuge pueden salir a la luz, a menudo para disgusto de la pareja. Es algo con lo que las parejas tienen que lidiar cuando inician una relación o se casan, y puede llevar a ser quisquilloso.

Este tipo de búsqueda quisquillosa de defectos suele referirse a asuntos o tareas insignificantes e intrascendentes. Pero si se hace con regularidad, las consecuencias para la unión pueden ser graves y, en última instancia, destruir el vínculo de la relación.

Signos de ser quisquilloso

Algunas de las señales de ser quisquilloso en una relación son:

  • Señalar constantemente molestias triviales.
  • Expresar una irritación excesiva por detalles irrelevantes.
  • Molestarse por cosas sin importancia.
  • Acusar a la otra persona de tener defectos y faltas.
  • Tener expectativas excesivamente altas.
  • Ser innecesariamente autocrítico.
  • Quejarse en exceso.
  • Ser demasiado sensible.
  • Sacar a relucir comportamientos pasados para avergonzar a la otra persona.

El nitpicking en las relaciones se caracteriza por ser excesivamente crítico con la otra persona, a menudo de una forma demasiado quisquillosa, pedante y perfeccionista.

Un estudio reveló que las personas con ansiedad social son más propensas a criticar a sus parejas. Las personas con ansiedad social también tienden a enfadarse más cuando son criticadas por sus parejas.

Los efectos negativos de ser quisquilloso

Una relación como el matrimonio une a dos personas que, con toda probabilidad, tienen hábitos y personalidades diferentes. Puede ser fácil criticar aspectos de tu pareja que no te gustan o con los que no estás de acuerdo. Sin embargo, este tipo de crítica no ayuda en nada a cimentar la relación.

Los efectos negativos de ser quisquilloso pueden ser:

  • Discusiones y conflictos.
  • Disminución de la confianza y la intimidad.
  • Sentimientos de resentimiento.
  • Baja autoestima.
  • Menor satisfacción en la relación.

Las investigaciones también han demostrado que las críticas excesivas por parte de la pareja se asocian a resultados negativos, como un mayor riesgo de depresión.

Cuando señala lo que su pareja ha hecho o dejado de hacer o cómo ha dicho o hecho algo mal, puede estar menospreciando, avergonzando y degradando a su pareja. También estás diciendo que quieres que la otra persona cambie y que no es lo bastante buena.

Básicamente, criticar es señal de que no respetas plenamente a tu pareja. Aunque no sea tu intención, puede recibirse así.

Aprende a vivir con las pequeñas cosas

El doctor John Gottman, fundador de una organización que basa sus consejos sobre relaciones en la investigación, señala en su libro Los siete principios para que el matrimonio funcione que el 69% de los problemas de pareja son cuestiones irresolubles.

Todas las relaciones duraderas tienen problemas relacionados con rasgos de personalidad o cualidades temperamentales que pueden causar conflictos perpetuos. Estos problemas irresolubles son cosas con las que hay que aprender a vivir.

Claro que la gente puede cambiar y el matrimonio consiste en adaptarse a la vida en común; es algo natural. Sin embargo, si las pequeñas cosas causan conflictos, ¿cómo pueden afrontar los verdaderos conflictos o los problemas graves que puedan surgir?

Ser demasiado crítico o culpar a los pequeños detalles puede llevar a problemas mayores e incluso al divorcio.

En lugar de criticar

En lugar de criticar a su cónyuge, hay otras cosas que puede hacer. Muchas de ellas son aparentemente pequeñas, pero pueden tener un gran impacto en la relación. A la larga, ambos seréis más felices si aprendéis a lidiar con las peculiaridades del otro sin pelearos.

Sé amable

Ante todo, lo más importante que puedes hacer es ser amable. Cuando tengas ganas de señalar un defecto, da la vuelta a tu propio pensamiento para ser simplemente amable y mostrar respeto. Un cumplido puede ser mucho más útil.

Se amable los remilgos dañan la relacion de pareja

Sea comprensivo

También puede hacer todo lo posible por apoyar a su cónyuge. Tómese su tiempo para escuchar lo que su cónyuge le cuenta sobre su día, sus sentimientos, sus aficiones o lo que quiera contarle. Es otra forma de seguir conociéndose mejor o de intentar ver el punto de vista de su cónyuge sobre el asunto.

Pregúntate si esperas la perfección. Si es así, nadie podrá cumplir tus expectativas y siempre te sentirás decepcionado.

Acepte a su pareja

También es importante aceptar que tu cónyuge tendrá algunos hábitos que te molesten. Aprenda a elegir sus batallas y reserve sus discusiones para los asuntos importantes (aunque luchando limpio). Ningún matrimonio está libre de conflictos. Lo que marca la diferencia es la forma de afrontarlos, ya sean grandes o pequeños.

Entiende lo que sientes

Antes de ponerte a criticar, concéntrate en tus sentimientos internos. ¿Qué es lo que realmente necesitas? ¿Atención? ¿Qué te escuchen, te vean o te abracen? Lo más probable es que la actitud puntillosa no sea más que un pobre intento de satisfacer alguna otra necesidad importante. Por último, si no puedes dejar de ser quisquilloso, reconoce que es un problema y busca ayuda.

Si le critican

Si tu cónyuge te critica, te menosprecia o te degrada, es importante que hables de ello. Puede ser una discusión difícil, pero es necesaria. Entre las estrategias que pueden ayudarle a enfrentarse a los menosprecios figuran las siguientes:

Establecer límites

Explique que estos comportamientos no son tolerables y que abandonará la situación o la conversación si su pareja no respeta estos límites. A continuación, atenerse a las consecuencias si se violan los límites.

Utilizar frases con “yo”

Cuando tenga una conversación con su pareja sobre los remilgos, utilice frases con “yo” para describir cómo se siente. Estos enunciados se centran en comunicar cómo se siente usted en lugar de los comportamientos de la otra persona. Esto puede ayudar a reducir el conflicto y la actitud defensiva.

Describa la herida y el dolor que siente por este comportamiento

Haz saber a tu cónyuge que, cuando creas que te están criticando, no reaccionarás de forma exagerada, sino que dirás “basta” y saldrás de la habitación.

Con un poco de suerte, después de hacer esto unas cuantas veces, tu cónyuge empezará a darse cuenta de su comportamiento puntilloso. Si continúa haciéndolo, la mejor opción puede ser un consejero matrimonial.

Este libro comparte atributos para ser una persona completa, feliz y que viva con plenitud y paz interior. Potencia tus cualidades y modifica tus acciones equivocadas que te llevan a la clase de persona que no quieres ser. Tu nuevo ser es un individuo renovado capaz de hacer frente a las adversidades sin perder su esencia con sus virtudes y sus defectos reformados en la mejora constante.

Cuando los reparos sobrepasan los límites

En algunos matrimonios, el nivel de quisquillosidad puede acelerarse hasta llegar a la culpabilización, la crítica severa y los comentarios hirientes. Es importante que se dé cuenta de cuándo los reparos cruzan la línea del abuso.

Ser quisquilloso puede ser un comportamiento problemático en las relaciones, pero hay ocasiones en las que puede convertirse en una forma de abuso emocional. Si se utiliza para degradar a la otra persona y dañar intencionadamente su autoestima, es tóxico y abusivo.

Si el ser puntilloso ha cruzado la línea que separa un nivel molesto de perfeccionismo de un abuso emocional, es importante buscar ayuda.

¿Es posible arreglar una relación tóxica?

Mucha gente asume que las relaciones tóxicas están condenadas al fracaso, pero no siempre es así.

¿El factor decisivo? Ambos miembros de la pareja deben querer cambiar, dice Manly. “Si sólo uno de los miembros de la pareja se empeña en crear pautas saludables, hay -por desgracia- pocas probabilidades de que se produzca el cambio”.

Algunas señales de que quizá podáis solucionar las cosas juntos:

Aceptación de la responsabilidad

Si tanto tú como tu pareja sabéis que la relación tiene problemas y queréis mejorarla, vais por buen camino.

Reconocer comportamientos pasados que han dañado la relación es vital para ambos, añade Manly. Refleja un interés por la autoconciencia y la autorresponsabilidad.

Por decirlo de otro modo, ambos miembros de la pareja deben aceptar su parte de responsabilidad en la toxicidad, desde el resentimiento a los celos, pasando por no hablar de las preocupaciones y decepciones.

Voluntad de invertir

¿Están tanto usted como su pareja dispuestos a invertir para mejorar la relación? Es una buena señal.

“Esto puede manifestarse por un interés en profundizar en las conversaciones”, dice Manly, o reservando bloques regulares de tiempo para pasar tiempo de calidad juntos.

Pasar de la culpa a la comprensión

Si ambos son capaces de alejar la conversación de la culpabilización y acercarla más a la comprensión y el aprendizaje, puede que haya un camino a seguir.

Por ejemplo, en lugar de decir: “Es culpa tuya” o “Siempre haces XYZ”, puedes probar con: “Creo que nos hemos entendido mal, así que intentémoslo de nuevo” o “Entiendo por qué te sientes estresado y molesto; ¿cómo podemos solucionarlo juntos?”.

Apertura a la ayuda externa

A veces, puede que necesitéis ayuda para volver a encarrilar las cosas, ya sea a través de terapia individual o de pareja.

No hay por qué avergonzarse de buscar ayuda profesional para abordar problemas constantes en la relación. A veces, no se puede detectar todo lo que contribuye a la toxicidad desde dentro de la relación, y los asesores de pareja están formados para ofrecer una perspectiva neutral y un apoyo imparcial.

También pueden enseñarte nuevas estrategias para abordar y resolver los conflictos, facilitando la creación de patrones más saludables que perduren.

¿Cómo podemos avanzar?

Según Manly, reparar una relación tóxica requiere tiempo, paciencia y diligencia.

Esto es especialmente cierto, añade Manly, “dado que la mayoría de las relaciones tóxicas suelen producirse como resultado de problemas de larga duración en la relación actual o como resultado de problemas no abordados de relaciones anteriores”.

Estos pasos pueden ayudarte a darle la vuelta a la situación.

No te obsesiones con el pasado

Sin duda, parte de la reparación de la relación implicará abordar los acontecimientos del pasado. Pero éste no debe ser el único objetivo de la relación.

Resiste la tentación de recordar constantemente las situaciones negativas, ya que esto puede hacer que ambos estéis tensos, frustrados y, básicamente, de vuelta al punto de partida.

Mira a tu pareja con compasión

Cuando sientas que quieres culpar a tu pareja de todos los problemas de la relación, intenta dar un paso atrás y analizar los posibles motivos de su comportamiento, dice Caraballo.

¿Han pasado recientemente por un mal momento en el trabajo? ¿Ha tenido algún drama familiar que le ha afectado mucho?

Estos problemas no excusan el mal comportamiento, pero pueden ayudarte a entender mejor de dónde viene.

Considera también tu propia contribución. ¿Tiendes a aislarte cuando estás enfadado, en lugar de compartir tus preocupaciones? ¿Criticas a tu pareja si no hace las tareas como tú prefieres? Estos hábitos también podrían influir.

Iniciar la terapia

Estar abierto a la terapia puede ser una buena señal de que es posible arreglar la relación. Sin embargo, para ayudar a que la relación avance, tendrás que ponerte en contacto con tu pareja para concertar la primera cita.

Aunque la terapia de pareja es un buen punto de partida, la terapia individual puede ser un complemento útil, dice Manly. La terapia individual ofrece un espacio seguro para explorar los problemas de apego y otros factores que pueden contribuir a los problemas de la relación. También ayuda a comprender mejor los comportamientos tóxicos frente a los abusivos.

Busque apoyo

Independientemente de si decide probar la terapia, busque otras oportunidades de apoyo.

El apoyo puede consistir en hablar con un amigo íntimo o un mentor de confianza, por ejemplo. Otras opciones podrían ser unirse a un grupo de apoyo local para parejas o compañeros que se enfrentan a problemas específicos en su relación, como la infidelidad o el consumo de sustancias.

Practique una comunicación sana

Presta mucha atención a cómo os habláis mientras arregláis las cosas. Sean amables e intenten evitar el sarcasmo e incluso las indirectas.

Insistan también en el uso del “yo”, sobre todo cuando hablen de problemas de pareja.

Por ejemplo, en lugar de decir “No escuchas lo que te digo”, podrías decir “Me siento herido cuando sacas el teléfono mientras hablo porque me da la impresión de que lo que digo no importa”.

Sé responsable

“Ambos miembros de la pareja deben reconocer su parte en el fomento de la toxicidad”, subraya Lawsin.

Esto significa identificar y asumir la responsabilidad de sus propias acciones en la relación. También significa comprometerse a estar presente y participar en las conversaciones difíciles, en lugar de evitarlas o desconectar mentalmente.

Sanar individualmente

Es importante que cada uno determine lo que necesita de la relación y dónde están sus límites, aconseja Lawsin.

Incluso si crees que ya conoces tus necesidades y límites, merece la pena volver a hablar de ellos y compartirlos con tu pareja.

Hablar de los límites es un buen primer paso. Recuerda, no obstante, que los límites son flexibles, por lo que es importante seguir hablándolos a medida que cambian con el tiempo.

El proceso de reconstruir una relación dañada ofrece una buena oportunidad para reevaluar cómo te sientes respecto a ciertos elementos de la relación, desde las necesidades de comunicación hasta la intimidad física.

Deja espacio para el cambio del otro

Recuerda que las cosas no cambiarán de la noche a la mañana. En los próximos meses, trabajen juntos para ser flexibles y pacientes el uno con el otro a medida que crezcan.

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