Se dice que hablar en público es el mayor miedo que tienen muchos adultos, por encima de volar, la ruina financiera, la enfermedad e incluso la muerte.

Es posible que haya oído el chiste de que algunas personas preferirían estar en sus propios ataúdes antes que hacer un elogio en un funeral. Aunque puede ser una exageración, muchos estarían de acuerdo.

La mayoría de nosotros sentimos cierto grado de aprensión nerviosa cuando nos preparamos para hablar o actuar frente a un grupo. Pero aquellos que se llenan de sentimientos de temor y pánico en una situación así -o en cualquier lugar donde la persona pueda ser el centro de atención- pueden estar sufriendo una forma de trastorno de ansiedad social (también conocido como fobia social).

El miedo a hablar o actuar en público, a menudo llamado miedo escénico, se cobra un gran precio en la confianza en sí mismo y en la autoestima, y hace que algunas personas abandonen sus estudios o su trabajo, o renuncien a un ascenso. Muchos, incluidos los intérpretes profesionales experimentados, sufren un terror silencioso. Y como se sienten avergonzados, intentan mantener su miedo en secreto, incluso ante su cónyuge u otros familiares o amigos cercanos.

¿Qué es el miedo escénico?

Cuando se siente el miedo escénico, la corteza suprarrenal libera adrenalina y noradrenalina. Las consecuencias típicas son una sensación de nerviosismo en la zona del estómago, el corazón late más rápido, las rodillas se debilitan y las manos se humedecen. Se inicia un ciclo desagradable. El cerebro reptiliano está alerta ante el peligro y quiere mejorar nuestras posibilidades de supervivencia.

Síntomas del miedo escénico

  • Síntomas típicos que experimentan quienes lo padecen:
  • Aumento de los latidos del corazón
  • Manos húmedas
  • Boca seca
  • Ganas de orinar
  • Malestar

MUJER-CON-SINTOMAS-DE-MIEDO-ESCENICO

  • Síntomas que se pueden ver desde el exterior:
  • Rubor
  • Hablar agitado
  • Movimientos inestables
  • Evitar el contacto visual
  • Voz temblorosa

Causas del miedo escénico

Las posibles causas del miedo escénico son:

  • Perfeccionismo

Los que quieren ser perfectos a menudo consiguen lo contrario al hacerlo. Así que tenso se vuelve más difícil.

  • Inexperiencia

Una preparación pobre o no adecuada.

  • La falta de rutina ocupa gran parte de la atención

Una experiencia desagradable en el pasado, las primeras experiencias traumáticas suelen influir, sobre todo en los casos de miedo escénico muy intenso y de miedo a hablar. No es necesario recordarlas conscientemente y no han ocurrido en una situación real de actuación. El inconsciente humano suele tener sus propias opiniones y formas de protegernos de posibles peligros.

  • Miedo al rechazo

Baja confianza en sí mismo, las cavilaciones, las dudas y el desprecio por uno mismo no favorecen el sentirse cómodo frente a un público.

  • Miedo al fracaso

en su mente, algunas personas construyen escenarios de catástrofes que incluso las películas de terror apenas pueden superar.

  • Convicciones y creencias obstructivas

Por lo general no somos conscientes de ellas y parecen ser tanto más influyentes en el fondo.

  • Autosabotaje

Los malos hábitos como: Demasiada cafeína y esto le da al cuerpo una estimulación adicional e intensifica los síntomas y el nerviosismo después de una jarra de café aumenta.

  • Miedo a la ley de Murphy

Consiste en tener por cierto que si algo puede salir mal, saldrá mal.

Nota: la mayoría de las veces, el público es mucho menos consciente de esto que los afectados temen.

Cómo tomar medidas para superar el miedo

Aprender a mejorar tus habilidades para hablar o actuar es bueno, pero generalmente no es suficiente para reducir sustancialmente tu miedo. Debes abordar y revisar cualquier percepción, creencia, pensamiento, imagen y predicción negativos relacionados con la oratoria o la actuación. Y a menudo es útil descubrir los miedos más profundos relacionados con ser visto y escuchado por los demás, mostrar vulnerabilidad y ser considerado menos que perfecto. Aprender a aceptarse a sí mismo y no sentir que tiene que demostrar su valía a los demás es la base de la curación.

Se recomienda adquirir destrezas para reducir y gestionar el miedo, la ansiedad y no recurrir únicamente a la medicación o a los productos naturales. También es fundamental aprender métodos cognitivo-conductuales para detener el ciclo de evitar las situaciones de miedo. La evitación puede proporcionarle un alivio inmediato, pero refuerza su miedo a largo plazo.

Algunas personas también optan por la medicación o los remedios naturales para ayudar a reducir los síntomas de la ansiedad de ejecución. Hable con su médico para encontrar el tratamiento más adecuado para usted.

Si estás dispuesto a dejar de evitar tus miedos y a aprender como reducirlos y gestionarlos, desarrollarás una creencia y una confianza en ti mismo que te capacitará. Al enfrentarse a su miedo, es posible superar la ansiedad de actuación, encontrar comodidad y facilidad para expresarse ante los demás.

Prueba estos consejos para reducir tu miedo escénico:

  • Desplaza el foco de atención de ti mismo y de tu miedo a tu verdadero objetivo: aportar algo de valor a tu público.
  • Deja de asustarte con pensamientos sobre lo que podría salir mal. En su lugar, centre su atención en pensamientos e imágenes que le tranquilicen y le den confianza.
  • Niégate a tener pensamientos que te generen dudas y poca confianza en ti mismo.
  • Practica formas de calmar y relajar tu mente y tu cuerpo, como la respiración profunda, los ejercicios de relajación, el yoga y la meditación.
  • Haga ejercicio, coma bien y practique otros hábitos de vida saludables. Intenta limitar la cafeína, el azúcar y el alcohol en la medida de lo posible.

  • Visualice su éxito: Concéntrese siempre en su fuerza y en su capacidad para afrontar situaciones difíciles.
  • Prepara tu material con antelación y léelo en voz alta para escuchar tu voz.
  • Establezca conexiones con su público: Sonríe y saluda a la gente, pensando en ellos como amigos y no como enemigos.
  • Póngase de pie o siéntese con una postura segura y confiada. Manténgase cálido y abierto y establezca contacto visual.
  • Renuncie a ser perfecto y sepa que está bien cometer errores. Sé natural, sé tú mismo.

Un 70% de la población se siente incómoda al hablar ante los demás.

Esa es la principal barrera que nos impide comunicar con confianza y que nos hace perder muchas oportunidades personales y profesionales.

Pero no solo eso, sino que también nos limita en nuestro desempeño y deteriora la imagen que damos. Vivimos en la era de la atención y, nos guste o no, la valoración que hacen los demás de nosotros depende, en un 85%, de nuestra comunicación. Por eso es tan importante expresarse con naturalidad y seguridad.

Voy a explicar unas de estas a continuación:

Hay dos tipos de personas en el mundo: las que adoran hablar en público y las que se mueren de miedo al pensar en ello.

La ansiedad por la actuación y el miedo escénico son fenómenos perfectamente normales que le ocurren a mucha gente. Es una fobia persistente que se despierta en un individuo cuando esta ante el público.

Entonces, ¿Cómo superar el miedo escénico al hablar en público?

Conozca su material

No hay nada que detenga el miedo escénico como estar preparado. Conozca su contenido, su discurso y, sobre todo, a su público. Si sabes de qué estás hablando, no hay razón para estar nervioso.

Entender tu tema te permitirá hablar con más naturalidad y, por tanto, con más seguridad. Además, si se produce un problema técnico, no se verá afectado porque ya tiene confianza en el tema.

Practicar, practicar y practicar

Saber lo que se hace ayuda, pero no necesariamente erradica el problema. Tienes que practicar todo lo que puedas antes del día de la actuación o de hablar en público.

Conoce a fondo tu contenido y practica (preferiblemente delante de un público) todo lo que puedas para ganar confianza.

No te dejes llevar por la euforia

Tienes que darte cuenta de que, aunque el miedo escénico esté “todo en la mente”, el temor se manifiesta de forma física. El mejor remedio es cambiar tu discurso negativo. Deja de preocuparte por: “¿Y si me olvido del contenido?”.

Cámbialo por un discurso positivo del tipo: “¿Y si soy genial en esto?”. Puede sonar simplista o demasiado fácil, pero la afirmación positiva contribuirá en gran medida a reducir el miedo escénico al hablar en público.

Revolcarse en lo peor

Si no consigues calmarte con un discurso positivo, tal vez sea hora de que pienses en el peor de los casos. Una vez que lo hagas, te darás cuenta de que el peor escenario no es realmente tan malo. Esto puede ayudar a calmar tus nervios.

Visualiza el resultado

Llámalo como quieras: reflexión, visualización, meditación. Lo llames como lo llames, hazlo. Dedica un tiempo a visualizarte a ti mismo haciendo una presentación perfecta y hablando en público, lleno de humor, calidez, confianza e inteligencia.

Cuanto más te imagines siendo genial, más probable será que lo consigas.

No todo gira en torno a ti

Aunque sientas que todo el mundo quiere reírse de ti, criticarte o juzgarte, no es así. Supera la sensación de que el mundo va a estar pendiente de cada uno de tus errores.

Concéntrese en su discurso, en su público y en lo que éste merece de usted. Esto aliviará la presión que ya se está acumulando.

Cuando las cosas van mal

Tarde o temprano, algo saldrá mal. El proyector o el micrófono pueden dejar de funcionar. Si ya conoces tu contenido, lo más probable es que esto no te perturbe tanto. Si, por ejemplo, tu micrófono deja de funcionar, no te estreses por ello, continúa con una voz más alta. Lo más probable es que el personal técnico ya esté estresado y trabajando para solucionar el problema, así que preocuparse por el mismo asunto no servirá de nada.

Mantén la calma, no te apresures

No te precipites en tu presentación. Empieza despacio y date tiempo para coger un ritmo cómodo. Necesitas tiempo para acostumbrarte al público y el público también necesita tiempo para acostumbrarse a ti.

Concéntrese en superar los primeros 5 minutos

Imagina que toda tu presentación dura sólo cinco minutos. Esto hará que sea menos estresante. Concéntrate en superar los primeros cinco minutos y, para entonces, ya te habrás calmado y el resto será cuesta abajo.

Nunca te disculpes por estar nervioso

Tres cuartas partes de las veces, nadie se dará cuenta de que estás nervioso. ¿Por qué decírselo? Puede que sientas que estás temblando y temblando, pero tu público no se dará cuenta. No lo mencione. También pondrá nerviosa a tu audiencia, que estará demasiado preocupada por tu actuación como para sacar mucho provecho de tu presentación.

No compartas tus errores

Has preparado, practicado y te sientes bien con tu discurso o presentación. De repente, en el escenario te das cuenta de que has mezclado el orden de los temas o has olvidado un punto importante. Pero recuerda que tú eres el único que lo sabe. Tu público no lo sabe. Así que no les hagas notar un error que ni siquiera sabían que existía. Si lo sacas a relucir, puede que algunos empiecen a buscar más agujeros, lo que en última instancia distrae del objetivo de tu presentación en primer lugar.

Llegue temprano

Obviamente, si llegas tarde, esto sólo aumentará tu ansiedad. Llega pronto y aclimátate a tu entorno. Incluso puedes echar un vistazo al escenario y al auditorio para acostumbrarte al entorno.

Estiramiento

Si estás nervioso, lo más probable es que tu cuerpo esté rígido y tus músculos tensos. Quince minutos antes de hablar en público y salir al escenario, haz algunos estiramientos. Esto aflojará los músculos tensos y relajará tu cuerpo.

Respirar

El nerviosismo siempre va acompañado de respiraciones rápidas y cortas, y si no se aborda, te hará perder el equilibrio. Minutos antes de salir al escenario, haz algunas respiraciones lentas y profundas, para que cuando llegues al escenario tu respiración esté relajada.

Comprueba todo dos veces

¿Tienes un portátil o notas? Comprueba que todo funciona. Si subes al escenario y de repente te das cuenta de que has olvidado tus notas, ya es demasiado tarde. Por supuesto, los nervios se apoderarán de ti. Conoce tu discurso o presentación tan bien que, si esto ocurre, puedas continuar sin problemas.

No luches contra el miedo escénico ¡Trabaja con él!

Tienes que esperar y aceptar el hecho de que te sentirás ansioso, especialmente los primeros minutos de tu presentación. Cuanto más te resistas a la ansiedad, más te perjudicará.  Una vez más, céntrate en la presentación cuando hables en público y la ansiedad irá desapareciendo poco a poco.

 

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