Quejarse es una parte natural de la comunicación humana. A menudo es una respuesta a problemas o una forma de comunicar insatisfacción. A veces, sin embargo, las personas pueden preguntarse si se quejan demasiado. En tales casos, saber cómo dejar de quejarse puede ayudarle a gestionar el estrés de forma más adaptativa.
Probablemente no sea realista decidir no volver a quejarse nunca más, pero establecer límites puede ser beneficioso. Este artículo explora por qué la gente se queja, el impacto que puede tener en el bienestar y los pasos para minimizar las quejas diarias.
Las razones por las que deberías dejar de quejarte ahora mismo
¿Llamas a un amigo o familiar que amablemente ofrece empatía Y posibles soluciones, solo para descartar cada idea como Serena Williams golpeando una pelota de tenis… y luego llamas a la siguiente persona de la lista y hace lo mismo?
Si te has estado quejando de algo, aunque sea durante días, pero no has tomado una decisión concreta que cambie la situación o cambie tu actitud, estás perdiendo el tiempo.
Todo el mundo necesita desahogarse de vez en cuando, pero si recurre a Facebook para que lo consuelen cada vez que un cliente le critica en un trabajo o se queja de cualquier otra cosa que sea una fuente constante de estrés o irritación, es posible que desee reconsiderarlo.
Siempre encontrarás a alguien dispuesto a despotricar contigo sobre cómo ambos han sido agraviadamente agraviados.
Pero hay una diferencia entre reconocer un problema legítimo y buscar una solución… o permitir que la negatividad se apodere de tu energía emocional y de horas y horas de tu preciosa vida.
Quejarse es adictivo
Cada vez que te quejas, en realidad estás cambiando la estructura de tu cerebro. Los pensamientos negativos construyen patrones neuronales negativos, lo que hace que sea más fácil tener esos pensamientos negativos en el futuro. Para romper el ciclo, tienes que cambiar tu forma de pensar, elegir centrarte en lo positivo y ser juicioso con lo que sale de tu boca.
Quejarse es contagioso
Los humanos están programados para sentir empatía unos por otros. Gracias a tus neuronas espejo, si ves que alguien experimenta una emoción particular, tu cerebro la prueba inmediatamente. Entonces, cada vez que te quejas en voz alta con tus amigos, no solo estás conectando tu propio cerebro a la negatividad, sino que, sin darte cuenta, también estás reconectando el de ellos. No sé ustedes, pero quiero ayudar a mis amigos a ser más felices y positivos, no centrarme en la mierda que es el mundo.
Quejarse es malo para la salud
“Según The Journal for the Advancement of Medicine, incluso un episodio de cinco minutos de recordar una experiencia de enojo puede suprimir el sistema inmunológico por hasta seis horas”. Quejarse libera cortisol, y esos picos de cortisol con el tiempo conducen a un mayor riesgo de diabetes, presión arterial alta, depresión, accidentes cerebrovasculares y más. Cuando te desahogas con cada persona de tu círculo íntimo por separado sobre una situación que te molestó, estás poniendo tu cuerpo en ese estado de estrés una y otra vez, causando daños innecesarios a tu sistema. Entonces, si bien puede ser agradable revivir tu ira moralista una y otra vez, el objeto de tu ira no es el sufrimiento: tú lo sufres.
Quejarse es una pérdida de tiempo
¿Cuánto tiempo pasas quejándote de una situación en lugar de tomar la decisión de cambiar la situación o cambiar tu enfoque? Cualquier cosa que no resuelva el problema o reenfoque su atención en una dirección más positiva es una completa pérdida de tiempo.
Quejarse es aislar
Si bien algunas quejas pueden brindarle los beneficios que mencioné anteriormente, a largo plazo, si usted es un quejoso crónico, es posible que comience a sentirse cada vez más aislado. Probablemente hayas estado en el otro extremo de esta ecuación antes con un amigo cuya constante negatividad es tan agotadora que empiezas a evitar sus invitaciones. ¡Nadie quiere estar cerca de Debbie Downer!
¿Por qué la gente se queja?
Puede resultar útil comprender mejor las causas de este tipo de comunicación. La gente se queja por una amplia variedad de razones. Algunos factores que influyen:
Regulación emocional
A veces las personas se quejan como una forma de gestionar sus emociones. Al expresar sus sentimientos, esperan disminuir la gravedad de estas emociones angustiosas.
Ánimo
Es más probable que las personas se quejen cuando experimentan estados de ánimo negativos. El problema con esto es que la gente se queja más cuando está de mal humor. Sus quejas conducen entonces a estados de ánimo más negativos, creando un círculo vicioso.
Personalidad
Las investigaciones sugieren que ciertos rasgos de personalidad influyen en la frecuencia con la que las personas se quejan. Quizás no sea sorprendente que las personas que obtienen una puntuación alta en el rasgo llamado amabilidad sean las menos propensas a quejarse.
Factores sociales
Otras personas también pueden influir en la frecuencia con la que la gente se queja. Estar rodeado de personas que tienden a quejarse mucho puede hacer que sea más probable que expresen sus propias quejas. Las quejas compartidas también pueden servir como una forma de vínculo social.
No es que la mayoría de la gente se quede sentada todo el día señalando lo negativo de la vida, ni mucho menos. La mayoría de las personas incluso pueden buscar activamente notar y hablar sobre todo lo que tienen que agradecer en la vida. Sin embargo, quejarse es la naturaleza humana.
Incluso las personas que frecuentemente comparten momentos especiales con sus seres queridos, siguen sus pasiones en la vida, escriben sobre la gratitud en un diario o participan en otras actividades positivas pueden encontrarse quejándose más de lo necesario y más de lo que es saludable.
La mayoría de las personas necesitan expresar sus frustraciones de vez en cuando. La gente necesita hablar con sus seres queridos sobre los sentimientos, tanto positivos como negativos. Necesitan buscar las opiniones de aquellos en quienes confían cuando enfrentan decisiones o situaciones difíciles.
Estas acciones pueden ser positivas, pero a menudo también pueden implicar compartir historias sobre problemas. A veces eso desemboca en quejas o chismes excesivos, y eso puede ser un terreno resbaladizo. Una forma más saludable de quejarse incluye la lluvia de ideas sobre soluciones.
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¿Te quejas demasiado?
¿Cómo saber si te estás quejando demasiado? Puede resultar útil prestar atención a su comunicación diaria, ya sea en persona, por mensaje de texto u otro método. Observe cuánto del contenido de sus conversaciones se centra en quejas o negatividad.
Es normal notar que parte de su comunicación diaria implica insistir en agravios o quejas. Pero si nota un patrón en el que muchas de sus palabras se centran en la negatividad, puede ser una señal de que necesita encontrar una manera de abordar sus quejas.
Algunas señales de que quizás te estés quejando demasiado:
- Expresas negatividad, pero no intentas encontrar soluciones.
- A menudo reflexionas sobre eventos pasados.
- Te arrepientes mucho y deseas poder volver atrás y cambiar las cosas.
- Experimentas con frecuencia sentimientos de ansiedad.
- Sueles estar irritable después de quejarte.
- Tienes un estado de ánimo y una visión de la vida negativos.
- Hablar de problemas te hace sentir impotente o desesperado.
También puedes notar que otras personas comienzan a alejarse o evitarte debido a tu constante negatividad. Esto puede afectar su sistema de apoyo social.
Las quejas frecuentes también pueden reducir la cantidad de influencias positivas en su vida. Las personas que sí quieren pasar tiempo contigo tienden a reforzar tu negatividad a través de la co-rumiación o repitiendo eventos pasados una y otra vez.
Cómo dejar de quejarse
Si esto le parece cierto y le gustaría renovar su compromiso de mantener las cosas lo más positivas posible, intente seguir el plan para minimizar las quejas, maximizar el optimismo y reducir el estrés.
A medida que se concentre más en minimizar sus quejas y maximizar su gratitud y entusiasmo por la vida, probablemente sentirá una diferencia en sus niveles de estrés y su nivel de satisfacción general con la vida.
El primer paso es tomar conciencia de no quejarse demasiado o caer en la cavilación. El siguiente paso es probar algo nuevo. Estas estrategias comprobadas pueden ayudar:
Llevar un diario
Escribir en un diario aporta muchos beneficios relacionados con la salud y el bienestar. El truco para llevar un diario eficaz es escribir sobre el problema y sus sentimientos al respecto, luego pensar en soluciones y ver los aspectos positivos de su situación.
Buscando apoyo
El apoyo social es un gran calmante para el estrés y, si tienes suerte, tendrás personas sabias y comprensivas en tu vida con quienes hablar cuando estés deprimido. En lugar de quejarte con ellos, ríe con ellos.
Si te enfrentas a un desafío más importante, cuéntales cómo te sientes, escucha sus pensamientos (y tal vez un abrazo) y pasa a temas más felices. No es necesario quejarse.
Permanecer agradecido
Contar tus bendiciones puede ser una excelente manera de salir del mal humor o desviar tu atención de tus frustraciones. Es difícil quejarse cuando piensas en la suerte que tienes.
Las investigaciones han descubierto que practicar la gratitud aumenta el bienestar subjetivo, la satisfacción con la vida y el estado de ánimo, al tiempo que reduce los sentimientos de depresión.
Tomando acción
La necesidad de quejarse proviene de la insatisfacción con algo que sucede en la vida (a menudo junto con un sentimiento de incapacidad para cambiarlo). Las quejas pueden ser una señal de que es necesario actuar.
Entonces, la próxima vez que tengas ganas de quejarte, concéntrate en lo que puedes hacer para cambiar tus circunstancias y luego (si es posible) hazlo.
Cultivar el optimismo
Es mucho más fácil abandonar los hábitos negativos reemplazándolos por otros positivos. Reemplazar pensamientos y palabras negativos por optimistas trae muchos beneficios. Vale la pena intentarlo, incluso si no planeas dejar de quejarte pronto.
¿Cuándo es bueno quejarse?
Quejarse no siempre es malo. Cuando se hace de manera eficaz, quejarse puede tener un impacto beneficioso en su bienestar. La clave es que hay que hacerlo de cierta manera y con un propósito específico.
En un estudio publicado en el Journal of Social Psychology, los investigadores descubrieron que cuando las personas se quejan para lograr un determinado resultado, son más felices que las personas que se quejan simplemente por quejarse.
Estos hallazgos son consistentes con otras investigaciones sobre las expresiones emocionales de frustración. Si bien a veces se considera que desahogar las emociones es una forma de lograr la catarsis, la evidencia muestra que en muchos casos empeora aún más las emociones negativas.
Esto también es válido en entornos en línea. Publicar una crítica negativa o una queja puede hacerte sentir mejor momentáneamente, pero los estudios muestran que centrarse en estas emociones negativas empeora el estado de ánimo. En lugar de liberar emociones, tiende a amplificarlas.
Entonces, ¿qué puedes hacer para que las quejas sean efectivas y productivas? Algunas estrategias que pueden ayudar:
Defiéndete a ti mismo
Quejarse con un propósito es esencial, especialmente cuando te defiendes en el trabajo o en una relación. Las quejas constantes en cualquier situación seguramente crearán más estrés y conflicto, pero las quejas estratégicas que se centran en encontrar soluciones prácticas pueden hacer que expresar estas quejas sea más útil.
Utilice las quejas para obtener claridad
Reflexionar sobre eventos pasados puede ser perjudicial, pero a veces escribir un diario o hablar sobre cosas que te preocupan puede ayudarte a procesar y obtener claridad con respecto a tus experiencias.
Limite sus quejas
Concéntrese en mantener su comunicación diaria principalmente positiva. Cuando te quejes, hazlo con atención y sé consciente de cómo podría afectar negativamente a tu estado de ánimo.
Considere reservar una cantidad limitada de tiempo para preocuparse o quejarse de un problema. Establece un tiempo y luego detente una vez que termine el tiempo.
Evite quejarse conjuntamente
Puede resultar tentador dejar que otros refuercen sus quejas, pero pasar mucho tiempo reflexionando sobre sus quejas con los demás puede tener efectos negativos. En su lugar, trate de limitar la cantidad de tiempo que pasa con personas que se quejan mucho.
Encontrar formas de reducir las quejas puede tener un impacto positivo en su vida y bienestar. Además de mejorar tus relaciones, también puede ayudarte a sentirte mejor con tu vida. Cuando necesite quejarse, recuerde limitar sus quejas a los problemas que esté tratando de resolver. En última instancia, tu vida es lo que haces y estas estrategias pueden ayudarte a hacerla más serena.